camp

Perfil
Ing. Pedro Ronaldo Arias
Hijo de agricultores con tradición en la provincia centro de Guatemala, no
vacila en reconocer su profunda vocación por los asuntos del campo. Al
fin al cabo, como escribió en su ensayo sobre el país centroamericano el
ingeniero Marco Antonio Abac Yax, “Guatemala, campo primaveral, está situada en
el cinturón tropical del planeta, desde donde comparte con una docena de países los
privilegios de su latitud florida”. Mundo montañoso de lluvias torrenciales, agrega,
poblado de caobas, cedros, pinos, alisos, ámbito boscoso que comienza en las selvas
y las sierras de Chiapas, y que desde el amanecer de su historia, fue recorrido por
los primeros pobladores como una patria generosa, cubierta de bosques. Al final,
Abac Yax, concluye diciendo que “en la crónica más antigua, en el POPOL VUH
se le evoca como un país abundante en animales y plantas” De allí que el término
Guatemala no sea gratuito. Proviene de la voz Nahuathl “Guauhtemallan” o “tierra
de árboles”.
Enamorado del campo se fue a estudiar en la Escuela de Agricultura (Escuela
Nacional Central de Agricultura), que luego se llamaría Instituto Técnico Agrícola
a cargo del Ministerio de Agricultura de su país. Se ganó entre 2.000 aspirantes
el derecho a estudiar en Barinas, Venezuela como técnico universitario y de 150
escogidos solo 97 estudiantes obtuvieron título. Trabajó por período corto en
proyectos de la Organización de Estados Americanos (OEA), se graduó de ingeniero
agrónomo en la universidad más grande y antigua de Guatemala, la Universidad
de San Carlos, USAC, y obtuvo Maestría en Administración de Negocios. Y con
esas credenciales le pusieron el ojo en la empresa privada, de modo que se dedicó
en cuerpo y alma a la tarea de proteger cultivos y promover insumos con carácter
comercial.
Lleva 22 años al servicio de Duwest Guatemala, la mayor parte de ese tiempo
en Guatemala y Centromérica y en los últimos tres (3) años asignado a Panamá, de
la que ha recorrido y disfrutado todos sus rincones, porque cuando no está en el
Darién profundo, aparece en provincias centrales. O en las fincas escarpadas del Alto
Boquete. No es gerente de escritorio.
Cree que con su labor (como la de todas las casas comerciales) se está llenando
un vacío que el Estado no ha cubierto en general de toda Latinoamérica, relacionado
con la capacitación técnica permanente a los productores.
25
Se mueve entre técnicos y hombres de negocios del campo, visita fincas agropecuarias todo el tiempo y conoce
como el mejor cada suceso con los productores, sean ganaderos o agricultores. Representa una multinacional
especializada en insumos y productos agrícolas emplazada en David, Panamá.
Redacción: revista + Campo │ Fotografía: Manuel Montilla
Recuerda que las casas comerciales promotoras de insumos agropecuarios
están visitando productores y ofreciendo sus productos pero con capacitación
acerca del valor científico del producto.
Se dice que los productos agrícolas financian parcialmente a los agricultores a
través de créditos englobados por sus distribuidores en programas de producción
por hectárea. Y que al prestar un buen servicio técnico y científico, el productor
tiene la certeza de sacar la cosecha y vender su producto.
Su conocimiento técnico y científico acerca de la capacidad de los insecticidas
de última generación para todos los cultivos es fascinante, porque en este mundo
de hoy, en el que las plataformas de comunicación rompieron todas las barreras
geográficas del planeta, hay insectos benéficos que se comen los insectos malignos,
y hay en los mercados un solo plaguicida que controla todas las plagas. En fin,
que si no lo sabían, las plantas como los seres humanos, también sufren de estrés,
unas veces medioambiental, por sequía, inundaciones, salinidad y temperaturas
extremas, intensidad de la luz ó déficit de abonos inorgánicos (como nitrógeno,
fósforo o potasio). Y en todos los casos, el estrés en los cultivos son pérdidas para
el productor.
De manera que por ahí andan los ingenieros agrónomos, como Pedro Ronaldo
Arias, que cargan la fórmula para remediar el mal y llevan la técnica para mejorar la
cosecha.