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Consejero Fiel Abril 2019

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“Airaos y no pequéis…” , (Efesios 4:26), uno<br />

puede llegar a experimentar la ira dentro del<br />

corazón, como parte de nuestra naturaleza<br />

caída, pero contenida por el poder de Dios.<br />

Por otra parte, la malicia es una mala intención<br />

solapada y picante que se dice o se hace con<br />

un mal propósito, es la inclinación sucia de la<br />

mente, la perversidad con la que se busca el<br />

mal del prójimo o incluso de sí mismo. Pero<br />

gracias a Dios después de la conversión, estos<br />

pecados de carácter ya no tienen dominio<br />

sobre nuestra vida. 2ª Corintios 5:17.<br />

II. PECADOS DE LA LENGUA<br />

Los pecados de la lengua son; las mentiras,<br />

blasfemias, chismes, difamaciones, calumnias,<br />

murmuraciones, palabras groseras, maldiciones<br />

y la Biblia prohíbe completamente tales cosas;<br />

pero el hombre carnal no puede vencer<br />

esto hasta que es convertido por el Poder<br />

de Dios. Por esto es que la Biblia dice: “(…)<br />

dejad también (…) torpes palabras de<br />

vuestra boca” y “No mintáis los unos a<br />

los otros…”. Una persona verdaderamente<br />

convertida, ya no practica ninguna de estas<br />

cosas, de lo contrario ¿dónde estaría la Obra de<br />

Dios en sus corazones? No se deben disfrazar<br />

los chismes con cara de comunicación con<br />

buena intención, ni la mentira como una forma<br />

de justificar las malas acciones. Levítico 19:16-<br />

18; Romanos 3:13,14; Santiago 3:5-12.<br />

deseos como dice el Texto<br />

Sagrado:“…habiéndoos<br />

despojado del viejo<br />

hombre con sus hechos”.<br />

Cambiándolos por los buenos<br />

frutos como la justicia, la<br />

rectitud, el gozo y la fidelidad.<br />

(Job 29:14; Salmo 132:9; Isaías<br />

11:5; 61:10), a diferencia de<br />

aquel carácter perverso con<br />

orgullo y violencia (Salmo<br />

73:6) y que el resultado es<br />

la vergüenza y deshonra.<br />

Después de la conversión, el<br />

ego del hombre queda sin<br />

poder y sin fuerza, por lo<br />

tanto, sin dominio.<br />

CONCLUSIÓN<br />

Si usted ya se despojó<br />

de esa antigua forma de<br />

vivir, puede volver, por eso,<br />

constantemente debe cuidar<br />

su vida espiritualmente. Y si<br />

alguien aun no lo ha hecho<br />

y sigue viviendo bajo el sucio<br />

dominio de su condición, hoy<br />

mismo debe acudir a Cristo y<br />

entregarle su vida, pedirle a Él<br />

que cambie su vida.<br />

EL CONSEJERO FIEL<br />

EL CONSEJERO FIEL<br />

III. DEJAR LOS DESEOS DEL VIEJO<br />

HOMBRE<br />

Hay ropa que le gusta tanto que no quisiera<br />

tirarla, pero se da cuenta que se ha manchado,<br />

que ya está vieja, rota e inservible, ya no se ve<br />

bien y debe tomar la decisión de tirarla; así<br />

también, cuando alguien se ha convertido y<br />

abre sus ojos espirituales, se da cuenta de que<br />

ese ropaje espiritual que lleva está muy sucio<br />

y decide abandonar esa vida con todos sus<br />

Preguntas<br />

1. ¿Cuáles son los pecados del<br />

carácter?<br />

2. ¿Cuáles son los pecados de<br />

la lengua?<br />

3. ¿Cuál era la naturaleza del<br />

viejo hombre?<br />

Sección Doctrinal 7 <strong>Abril</strong> <strong>2019</strong>

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