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Especial • NASSAU<br />
Especial • NASSAU-NYC<br />
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Junio Junio 28 27 29 - - Julio 4, 3, 5, 2018 2017 2019 2016 • La La Tribuna Hispana USA<br />
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¿Qué celebramos el 4 de julio?<br />
Chris White* / CounterPunch<br />
Cuando nuestra nación celebra el Día<br />
de la Independencia, tenemos desfiles,<br />
lanzamos y presenciamos magnificentes<br />
fuegos artificiales y honramos a nuestros<br />
veteranos con emisiones especiales en las<br />
elogiamos a los que murieron para preservar<br />
nuestra independencia. Una cosa falta, sin embargo:<br />
nadie pregunta lo que la independencia<br />
significa para nosotros. Nos dicen, con esas<br />
manifestaciones de afección por nuestra independencia,<br />
qué celebrar, pero no se ofrece<br />
calificación alguna de esa celebración. Si, como<br />
estadounidenses, vamos a celebrar nuestra independencia,<br />
¿no deberíamos por lo menos<br />
saber qué estamos celebrando?<br />
George W. Bush afirmaba que la independencia<br />
es algo que valoramos universalmente,<br />
por eso somos los líderes del “mundo libre”,<br />
y como tales, “liberamos” Irak. ¿Pero cómo<br />
definimos la independencia? ¿Apoyamos la<br />
independencia de un modo universal? ¿O, la<br />
apoyamos sólo cuando conviene a nuestros<br />
intereses? Si lo que vale es esto último, ¿cómo<br />
podemos considerar la independencia como<br />
un valor estadounidense?<br />
Algunas preguntas incómodas<br />
¿No es la independencia algo que es deseado<br />
por todo ser humano? Ningún estadounidense<br />
argumentaría ciertamente que una persona<br />
elige estar bajo el control de otro, es decir ser<br />
no-independiente. Desde este punto de vista,<br />
si sólo respetamos la independencia cuando<br />
nos conviene, ¿cómo somos “excepcionales”<br />
en nuestra valoración del concepto de independencia?<br />
¡Blasfemia!, dirán. ¿No amas a EE.UU.? ¿No<br />
gozas de tu libertad? ¡Si vivieras en cualquier<br />
otro sitio, te matarían por escribir este ensayo!<br />
Estoy de acuerdo, digo. Especialmente en naciones<br />
que armamos —a través de nuestro<br />
La Invasión de Panamá en 1989.<br />
gobierno— hasta los dientes y en sitios en los<br />
que —nosotros— hemos violado este concepto<br />
de independencia innumerables veces.<br />
Cualquier buen argumento merece una buena<br />
explicación basada en un fundamento sólido<br />
de ejemplos y lógica. No niego que nos<br />
gustan los privilegios que conlleva la libertad<br />
y que gozamos de muchas libertades desconocidas<br />
en otros países, pero, si vamos a celebrar<br />
verdaderamente este día, ¿no deberíamos por<br />
lo menos conocer nuestra historia en relación<br />
con el respeto por la independencia? Después<br />
de todo, no se puede esperar simplemente que<br />
marchemos por una idea, tenemos que comprender<br />
un poco su significado, ¿no es así?<br />
Contra la independencia de otros<br />
¿Valoramos la independencia de Cuba y de<br />
las Filipinas a fines del siglo XIX y comienzos<br />
del XX cuando convertimos esos países en<br />
virtuales colonias, matando a cientos de miles<br />
de combatientes filipinos por la independencia?<br />
¿Apoyamos la independencia de la cuenca<br />
del Caribe cuando patrocinamos golpes e intervenimos<br />
docenas de veces en las primeras<br />
cuatro décadas del siglo XX?<br />
¿En qué medida apoyó EE.UU. la independencia<br />
de Irán, cuando orquestamos el derrocamiento<br />
de su primer ministro, instalamos<br />
al Shah, y apoyamos a ese dictador durante su<br />
matanza y tortura de miles de disidentes, que<br />
sólo querían restaurar las libertades que ese<br />
dictador les había arrebatado? ¿Cómo imaginábamos<br />
la independencia de Guatemala en<br />
1954, cuando ayudamos a destituir al presidente<br />
democráticamente elegido, Jacobo Arbenz,<br />
y pusimos en su sitio a un dictador que, junto<br />
con sus sucesores durante los cuatro decenios<br />
siguientes, asesinó y torturó a cientos de miles?<br />
¿Respetamos la independencia de Chile cuando<br />
apoyamos el derrocamiento del presidente<br />
democráticamente elegido, Salvador Allende,<br />
el 11 de septiembre de 1973, y luego apoyamos<br />
al dictador, que asesinó y torturó a miles<br />
de chilenos?<br />
El desdeño por la independencia del “Otro”<br />
Por desgracia, la frustración de la independencia<br />
continúa todo el tiempo. Si<br />
esta lista, que está lejos de ser completa,<br />
demuestra un ligero nivel de desdeño por<br />
la independencia del “Otro”, entonces ¿no<br />
deberíamos considerar este factor en nuestra<br />
perspectiva al celebrar el concepto de un Día<br />
de la Independencia?<br />
Si Estados Unidos ha ciertamente violado la<br />
independencia de tantos países, ¿no sería por<br />
lo menos un poco más exacto si este día se<br />
celebrara en su auténtico contexto? Es decir,<br />
nos gusta NUESTRA independencia, pero<br />
cualquiera que en el Tercer Mundo trate de<br />
lograrla, tendrá que pasar por NOSOTROS<br />
antes de hacerlo. Si esto es generalmente<br />
exacto, tal como vemos los antecedentes<br />
históricos, ¿cómo podemos decir honestamente<br />
que valoramos la independencia<br />
universal? Después de todo, es lo que George<br />
Bush dice que fue el lado positivo de nuestra<br />
guerra contra Irak.<br />
Apoyando a un tirano<br />
El pueblo de Irak está libre de un malvado<br />
tirano, dice, pero ahí se detiene, y no menciona<br />
cómo apoyamos a Sadam durante la mayor<br />
parte de sus peores atrocidades: es decir la<br />
invasión de Irán y la represión de todos los<br />
movimientos por la independencia iraquí,<br />
desde 1980 a 1991. Incluso nos quedamos<br />
contemplando después de la I Guerra del<br />
Golfo como espectadores mientras Sadam<br />
aplastaba dos movimientos populares simultáneos<br />
por la independencia con una horrenda<br />
brutalidad. Así que, de nuevo, queda la<br />
pregunta: en vista de nuestra larga historia de<br />
frustración de movimientos por la independencia,<br />
¿qué es lo que celebramos verdaderamente<br />
el 4 de julio?<br />
* Chris White, ex sargento de los marines de 1994 a 1998, Doctorado<br />
en Historia en la Universidad de Kansas. Colabora en la nueva<br />
historia de la última década de guerras de CounterPunch, “Imperial<br />
Crusades”.<br />
Los Escuadrones de la Muerte<br />
¿Respetamos la independencia de la mayoría<br />
de la población pobre de El Salvador<br />
en los años 80, cuando su único crimen fue<br />
tratar de lograr las mismas cosas que nosotros<br />
pedimos en EE.UU., como atención sanitaria,<br />
alimento, agua potable, y NO ser reprimidos<br />
por escuadrones de la muerte que apoyan al<br />
gobierno derechista? Si es así, ¿cómo ocurre<br />
que hayamos dado tantos millones de dólares<br />
en equipo militar y entrenamiento a los escuadrones<br />
de la muerte, que asesinaron y torturaron<br />
a miles de salvadoreños desarmados?<br />
¿Apoyamos la independencia de Cuba y<br />
Nicaragua después de que revoluciones populares<br />
derribaron a las antiguas dictaduras<br />
que limi-taban las libertades de expresión y<br />
reunión que nosotros mismos exigimos? ¿O<br />
apoyamos a movimientos clandestinos, contrarios<br />
a la independencia, que utilizaron tácticas<br />
de terror y sabotaje contra civiles, con el<br />
propósito de derrocar esos gobiernos populares?