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INTRODUCCIÓN A LA SEMIÓTCA
no puede usarse para mentir, en este caso tampoco puede usarse para decir la verdad;
en realidad, no puede usarse para decir nada”. 11
De estas y otras definiciones similares, podemos concluir que la semiótica es considerada
una ciencia, un saber científico, vale decir, un modo de producción del conocimiento
que se vale de un riguroso método de análisis e interpretación, para llegar a conclusiones
valederas y verificables (queda por discutir si se trata de una ciencia social o lógico
formal; nos inclinamos por un poco de ambas cosas). Su objeto de estudio son los signos
y su proceso de significación. En otras palabras, no solo los signos como elemento
aislado o intrínseco, sino el recorrido discursivo de ellos en los textos y en el proceso
comunicativo para alcanzar un sentido en la sociedad.
Por ende, la semiótica es una disciplina fundamental para el estudio de las diferentes
estrategias comunicacionales, no solo porque nos valemos siempre de signos y mensajes
para comunicarnos, y debemos acceder a su sentido más profundo, aún a despecho
de las intenciones del emisor; sino porque el propio acto comunicativo, determina el
quehacer discursivo y las instancias de su enunciación y decodificación.
II
Hay diferentes clasificaciones respecto a los tipos o clases de semiótica. Una primera
división, en lo que respecta a su campo de estudio, puede establecerse entre la semiótica
de la comunicación y semiótica de la significación. La primera se refiere a la realidad
significante como parte de un proceso comunicativo, lo que implica el uso de signos con
una intencionalidad significativa por parte del emisor. Es una propuesta en la línea de
los postulados de Saussure. La segunda, en cambio, considera a la realidad significante
como un proceso de significación “más allá o más acá de la intención del emisor” 12 y al
margen de cualquier función comunicativa; lo que significa una acepción del signo más
vasto, como propuso Pierce.
Una segunda distinción se plantea por la forma y contenido en el análisis de los
mensajes, y consta de semiótica discursiva y semiótica narrativa. La SD “estudia a los
mensajes y discurso como realidades significantes que están constituidas por una serie
de niveles y planos organizativos sucesivos y solidarios, y que van de lo superficial a lo
profundo, de la expresión al contenido, de lo manifiesto a lo latente”. 13 Se vale de un
método descriptivo y sincrónico para estudiar los signos y mensajes en profundidad. De
otro lado, la SN “estudia un texto o mensaje cualquier como relato, es decir como una
unidad en la cual existe una representación de sucesos o acciones que se verifican en un
devenir espacio–temporal”. 14 Es decir, una metodología diacrónica, que permite descubrir
la dinámica interna de la producción de sentido, a través del recorrido generativo
aportado por el modelo de Greimas y otros autores.
Por otra parte, y tomando como base la teoría sobre el signo de Pierce, y su articulación
con el mensaje, el semiólogo norteamericano Charles Morris habla de tres tipos
de posibles corrientes semióticas:
11 Umberto Eco. 2000. Tratado de Semiótica General. Barcelona, Editorial Lumen. p. 22
12 Blanco, Desiderio y Bueno, Raúl. 1980. Metodología del análisis semiótico. Lima, Universidad de Lima. p. 18.
13 Gonzáles Montes, Antonio. 1989. Semiótica. Lima, Editorial Wari. p. 12
14 Ibid. p. 12
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