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INTRODUCCIÓN A LA SEMIÓTCA
Saussure dice que el signo es una “díada”, que esta compuesto de dos elementos
conexos entre sí: la representación señorial y perceptible (significante) y su concepto
(significado), ambos asociados en nuestra mente. Pone por ejemplo la palabra “árbol”, y
como se relaciona el aspecto sensorial con la idea que tenemos del término. “Llamamos
signo a la combinación del concepto y de la imagen acústica: pero en el uso corriente
este término designa generalmente la imagen acústica sola, por ejemplo una palabra
(arbor, etc.). Se olvida que si llamamos signo a arbor no es más que gracias a que conlleva
el concepto ‘árbol’, de tal manera que la idea de la parte sensorial implica la del
conjunto. La ambigüedad desaparecería si designáramos las tres nociones aquí presentes
por medio de nombres que se relacionen recíprocamente al mismo tiempo que se
opongan. Y proponemos conservar la palabra signo para designar el conjunto, y reemplazar
concepto e imagen acústica respectivamente con significado y significante.” 15
En la teoría saussureana, el significante y significado son dos elementos indesligables
y mutuamente necesarios entre sí, no puede existir uno sin el otro, pues no hay
significante que carezca de significado, ni viceversa (lo que sí puede haber es un signo
“polisémico”, es decir un significante con varios posibles significados; o un significado
que puede incluir diversos significantes –caso de las palabras sinónimas–). La relación
entre ambos se denomina significación, y según Saussure, en el caso del signo lingüístico
es arbitraria.
“El lazo que une el significante al significado es arbitrario; o bien, puesto que entendemos
por signo el total resultante de la asociación de un significante con un significado,
podemos decir más simplemente: el signo lingüístico es arbitrario” 16 . La arbitrariedad
del signo quiere decir que no existe relación fónica ni gráfica “natural” entre las palabras
que usamos para designar algo (mesa, por ejemplo) y su idea o referente. La significación
es pues arbitraria, lo que no quiere decir que es producto del libre albedrío del
hablante, sino más bien resultado de un contrato o convención social, o “tradición y
herencia” en palabras del autor.
II
Para Pierce el signo es “algo que esta en lugar de otra cosa bajo algún aspecto o
capacidad”. En otras palabras, una representación como sujeto de intercambio, por la
cual alguien puede mentalmente remitirse a un objeto. El signo es una tríada formada
por tres elementos formales: objeto o referente, representamen, fundamento o signo,
e interpretante.
El objeto o referente es aquello a lo que alude y sustituye el signo o representamen.
El objeto sería entonces la “realidad” denotada por el signo. “El signo puede solamente
representar al objeto y aludir a él. No puede dar conocimiento reconocimiento del objeto…objeto
es aquello acerca de lo cual el signo presupone un conocimiento para que
sea posible proveer alguna información adicional sobre éste.” Pierce distingue además
entre objeto inmediato y objeto dinámico o “designatum”, en relación a su ubicación al
interior del signo o fuera de él. “Debemos distinguir el objeto inmediato, que es el objeto
tal como es representado por el signo mismo, y cuyo ser es, entonces, dependiente de
15 Ferdinand de Saussure. 1982. Curso de lingüística general. México, Editorial Nuevo Mar, pp. 92 – 93
16 Ibid. P. 93
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