Libro Relatos de la Revuelta
Este libro recoge las vivencias de quienes formaron parte de este proceso histórico. Las historias recopiladas no están en un orden cronológico y se desarrollaron a lo largo del país y en el extranjero. Las emociones plasma- das en cada línea son el reflejo del sentimiento colectivo. Un sentimiento de cambio y justicia social.
Este libro recoge las vivencias de quienes formaron parte de este proceso histórico. Las historias recopiladas no están en un orden cronológico y se desarrollaron a lo largo del país y en el extranjero. Las emociones plasma- das en cada línea son el reflejo del sentimiento colectivo. Un sentimiento de cambio y justicia social.
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16 de noviembre, Daniel Ortega
Era el viernes 16 de noviembre, el mismo día que murió Abel
Acuña. Como todos los viernes, íbamos con dos amigos a
la Plaza de la Dignidad a protestar por un Chile más justo.
Tipo 21:30 retumban y relucen los fuegos artificiales que
indicaban la finalización de un día más de protestas. A las 21
hrs dejaban de pasar micros para devolvernos a casa. Yo y
mis amigos decidimos irnos, tocaba caminar no más. En ese
tiempo vivía en Peñalolén Alto, casi llegando a la cordillera.
Fue una ruta llena de esperanza, de saber que el movimiento
se estaba haciendo fuerte, iba solo caminando, cuando de
repente, un auto blanco, sin patente, se detiene a la altura de
Tobalaba con José Arrieta y se bajan 4 tipos encapuchados.
Me dicen: “¡Párate ahí! ¡Párate ahí!”. Mi cabeza y mi mente, en
un segundo, dedujeron que eran pacos de civil y que andaban
“cazando“. Atiné a correr por mi vida. Avancé media cuadra,
crucé la calle y escuché dos disparos hacía mis piernas. Por
suerte, ninguno me tocó. Llegué a la esquina, en ese lugar
habían más compas protestando, me dicen; “¿Flaco, qué te
pasó?”, “Na’ zafé de los pacos”, les respondí. Luego de eso,
quedé asustado y no fui en tres semanas a la Plaza de la
Dignidad, cuando pasó el susto, volví con todo.