Revista Puente, número 2, diciembre de 2020
Con total orgullo compartimos con ustedes nuestro segundo número, en el que se incluye un artículo escrito por nuestro director del departamento de educación municipal, don Luis Salinas, y también un artículo escrito por Teresita Ahumada, Manuel Bellido y Cristian Pereira, integrantes de la Comunidad Educativa Inclusiva Escuela Las Pataguas, entre otros aportes.
Con total orgullo compartimos con ustedes nuestro segundo número, en el que se incluye un artículo escrito por nuestro director del departamento de educación municipal, don Luis Salinas, y también un artículo escrito por Teresita Ahumada, Manuel Bellido y Cristian Pereira, integrantes de la Comunidad Educativa Inclusiva Escuela Las Pataguas, entre otros aportes.
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No al especismo
En nuestra sociedad y en el mundo, existen
distintos tipos de discriminación y el
especismo, es una de ellas. Se refiere a
cuando alguien le asigna a otro una menor
valoración moral, sin justificaciones
concretas, y por ende, no lo respeta. No hay
consideración moral por ese ser, y se le trata
mal o se abusa de él sin contemplar su
conciencia. Así como las personas
discriminan entre sí por sexo, raza, etnia,
país de origen, religión, cultura, etc, también
discriminan por pertenecer a otra especie.
Es así como el especismo se ve claramente
reflejado en el amor y adoración que se tiene
por los perros y gatos, mascotas que
acompañan nuestras vidas, a quienes
respetamos y amamos profundamente. Sin
embargo, no sucede lo mismo con especies
como las vacas, gallinas, cerdos, corderos,
cabras, conejos, y así, un listado sin fin. No
solo aquellas especies que se consumen
como alimento, sino además todas aquellas
que están en cautiverio, privadas de libertad
para el deleite humano (zoológicos, parques
acuáticos, peceras gigantes, animales de
circo, de trabajo, de experimentación…)
Al indagar aún más, vamos entrando en este
universo de información, y podemos
descubrir que ha estado allí durante mucho
tiempo. Solo me faltaba el coraje para entrar.
Sé que hay un debate arduo detrás: en gran
parte los avances de la ciencia, la medicina y
la tecnología se deben a la experimentación
con animales. Sin embargo no deja de ser un
abuso, un sometimiento brutal del cual, el
pobre animal, no tiene ninguna posibilidad
de zafar.
El veganismo va más allá de lo que
comemos, no es una dieta, no es un estilo de
vida, no es una moda. Es una postura
moral y ética de enfrentar y vivir la vida.
Es una apertura al conocimiento y a una
verdad que está fundamentada, con
argumentos inequívocos e indiscutibles.
Tiene relación con dejar algo que
disfrutamos (comer carne) por respeto a los
animales, por conciencia de su sufrimiento.
Pues dejando atrás la formación especista
que tenemos, debemos reconocer que todos
los seres sintientes y conscientes,
tienen el anhelo de vivir y no ser
dañados. Animales humanos y no humanos
compartimos la misma capacidad de sentir y
de amar. No es por mi salud, no es por mi
comodidad. Al menos para mí, no hay vuelta
atrás en este camino. Es por ellas y ellos, no
es por mí.