La náutica acapara la mitad de los empleos que ... - Gaceta Náutica

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CARTA DE LA DIRECTORA
ELENA PIPÓ
elenapipo@mallorcapress.es
La vela se ha caracterizado siempre
por vivir de espaldas a la realidad,
como si a sus dirigentes,
incluso a sus practicantes, les
molestara que el público pueda
llegar a comprender siquiera las
reglas más básicas de uno de los
deportes más bellos del mundo.
Al margen de consideraciones
técnicas, que ni me competen ni
seguramente tendrían espacio
suficiente para ser desarrolladas
en esta carta, creo que todos
estaremos de acuerdo en que la
decisión del Jurado Internacional
que sustrajo el oro al equipo
español de 49er constituye un
insulto al sentido común y a las
más elementales normas de la
deportividad. Un atentado contra
el verdadero espíritu olímpico (no
el que prohibió que la bandera
española ondeara a media asta
tras la tragedia de Barajas) y contra
la inteligencia.
Un amigo totalmente ajeno a
este mundo nuestro de la mar me
A CONTRACORRIENTE
PEPE QUIROGA
quiroga@mallorcapress.es
Nadie puede dudar del inmenso respeto que
siempre he tenido a la Familia Real. Por eso
tengo que decir que me molestó sobremanera
haber visto un año más al Príncipe Don Felipe
a bordo del CAM. No me gusta nada verle navegar
en un barco patrocinado, sea el CAM o sea
cualquier otro. Creo que la imagen del Príncipe
no debe estar asociada a ninguna marca publicitaria.
Sea de una entidad financiera o de un
fabricante. Una cosa es que el Príncipe navegue
en el barco de unos amigos y otra muy distinta
que el barco de sus amigos sea un anuncio
ambulante. Y el CAM lo es, todo él. El Príncipe
ha de ser consciente de que su presencia en el
CAM repercute publicitariamente a favor de la
CAM. Y esto no es aceptable. Tanto porque ello
crea recelos no deseados y críticas insospechadas,
como porque también perjudica su propia
MAR DE FONDO
GACETA NAUTICA| Septiembre de 2008
La trampa danesa
PLATA AGRIDULCE. Nunca una medalla de plata olímpica había
tenido un sabor tan agridulce. En cualquier caso, el éxito de
Xabi Fernández e Iker Martínez (en la foto con su entrenador)
es indiscutible y no se puede ver empañado por la decisión de
un jurado. Ambos se han mantenido durante cuatro años en la
élite de la clase 49er y han acumulado un palmarés irrepetible.
hacía la siguiente reflexión. «Si a
un motorista que va primero se le
rompe el motor en un entrenamiento,
le dejarán coger la moto
de recambio para la carrera, pero
en ningún caso la moto de un
rival. ¿Qué os pasa a la gente de
las regatas?» Eso digo yo, ¿qué
nos pasa, que siempre damos la
nota? Lo del barco con bandera
El Príncipe debería
respaldar a la Armada
imagen. Ya he escuchado varias veces la lamentable
comparación que hacen de la misma
denominándole «El Príncipe de la Caja de
Ahorros del Mediterráneo».
No voy a comentar a fondo el bochorno que
supuso para muchos ver al Príncipe acompañado
de la Princesa Doña Letizia en un espectáculo
musical dedicado a todos los equipos participantes
en la Copa del Rey y que se convirtió
sorpresivamente en un homenaje propagandístico
del equipo del CAM. Sólo decir que el acto
no gustó a los demás equipos y tampoco nos
gustó nada a los que estábamos allí para ver el
espectáculo e involuntariamente nos encontramos
de comparsas de una proclama publicitaria.
Creo que el Príncipe ha de evitar estas situaciones
inesperadas en las que sin querer puede
verse envuelto.
croata y tripulación danesa en
una final olímpica es el colmo de
lo raro. Un episodio que no sólo
privó a Iker Martínez y Xabi
Fernández de la gloria olímpica
(merecida en tanto sus oponentes
tuvieron la mala suerte de
destrozar su barco en un entrenamiento),
sino que nos aleja
todavía más de la gente, de ese
«gran público» cuya conquista se
nos resiste desde hace décadas. El
deporte de la vela y sus cosas
extrañas, ya saben.
Emilio Feliu, juez internacional
cuya credibilidad e imparcialidad
vienen avaladas por la negativa
del circuito Medcup a tenerlo en
sus regatas (no se me ocurre
mejor credencial), nos contó en
la radio que los miembros del
jurado que rechazaron la protesta
contra la tripulación danesa
eran «de los mejores que hay en
el mundo». O sea que, al parecer,
existen razones y argumentos
técnicos para justificar lo que,
desde la lógica, parece injustificable.
Ya lo dijo Descartes: «La
multitud de leyes frecuentemente
presta excusas a los vicios». Y a
las trampas, añadiría yo.
Por otro lado, también creo que
si el Príncipe quiere navegar en el
barco de sus dos amigos, el barco
ha de cambiar su aspecto por
completo. Ser semejante al Bribón
del Rey Don Juan Carlos. Un barco con el casco
de un solo color y un diminuto logotipo del
patrocinador en una vela. Pura discreción. Y por
supuesto, dejar de llamar CAM al barco y darle
a este, respetando la tradición, un nombre propio.
Si bien, también he de añadir, que personalmente
preferiría verle navegar en el barco de
la Armada, el Aifos. Barco que ha demostrado
que es suficientemente bueno para regatear y
ganar. Y que además tiene la probidad de ser
neutral publicitariamente hablando. Lo que
seguro le evitaría al Príncipe críticas gratuitas y
respaldaría la importante función de promoción
institucional y deportiva que realiza la
Delegación de Vela de la Armada integrando a
los miembros de este cuerpo armado en el
mundo náutico deportivo. Al fin y al cabo, el
Príncipe es capitán de corbeta.
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PELILLOS A LA MAR
Porto Petro,
un caso para
investigar
TOMEU CAPROIG
�Haría bien Ports de les Illes
Balears en investigar a fondo
las verdaderas razones de la
moción de censura contra la
Junta del Club Náutico de
Porto Petro. Se rumorea que
un grupo de empresarios está
interesado en ampliar el
puerto en medio millar de
amarres, el doble de los que,
en teoría, están justificando
el levantamiento popular y
mediático contra el actual
presidente, Llorenç Rigo. ¿No
tendrá que ver todo esto con
el reordenamiento de los
amarres actuales?
�Mateo Zanoguera y Toni
Estades, únicos candidatos
conocidos a la presidencia
del Náutico de Cala Gamba,
muestran de momento buenas
maneras preelectorales.
Ambos cuentan con experiencia
y el respeto de los
socios. Que gane el mejor.
�El armador mallorquín se
mostró compungido ante
varios compañeros por la
escasa atención que suscitó
su presencia en la última
Copa del Rey. «Nadie me
hace caso, después de todo
lo que he hecho por este
club», cuentan que sollozó.
�A ver si es verdad que,
como ha insinuado Chema
Sans en su columna de El
Mundo, la Breitling deja de
formar parte del circuito
Medcup. Aunque, pensándolo
bien, eso supondría un
nuevo asalto a la Copa del
Rey con artillería pesada.
�Me pregunto si los organizadores
de este circuito cansino
y aburrido que es la
Medcup se han molestado en
pedir permiso a la Demarcación
de Costas para prohibir
el acceso de cámaras de
televisión a su «área de
exclusión». Me consta que la
autorización de la Capitanía
para la Breitling no contemplaba
restricciones a la navegación.
�Creo que darle la culpa a
Pombo de lo ocurrido con el
equipo olímpico de 49er
denota una preocupante
falta de contacto con la realidad.
Acabarán por acusarle
del asesinato de JFK.
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