La náutica acapara la mitad de los empleos que ... - Gaceta Náutica

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>> CONCESIONES | EL NEGOCIO PORTUARIO
J.M. FORTEZA
PALMA
Las grandes fortunas españolas
controlan o tienen intereses en
varios de los principales puertos
deportivos de Baleares. Y posiblemente
se los repartirían todos, sin
excepción, si las instalaciones
transferidas a la comunidad autónoma,
que son la inmensa mayoría,
no hubiesen quedado al abrigo
de la Ley Balear de Puertos, que
está propiciando la renovación casi
automática de las concesiones de
los históricos clubes náuticos.
Aunque el conglomerado de
sociedades adjudicatarias de las
explotaciones puede inducir a
pensar que existe un mayor reparto
del pastel, la realidad es que
son muy pocas las arcas que guardan
el beneficio de un negocio
donde los márgenes pueden llegar
a ser «muy elevados», según reconoce
el director de un conocido
puerto mallorquín.
De media, construir un amarre
cuesta «algo menos de seis mil
euros». Un barco de 60 metros
puede llegar a pagar, de acuerdo
con la vigente tarifa de la marina
Ibiza Magna, 2.538 euros por día,
sin incluir agua, electricidad, tasas e
IVA. No es de extrañar, pues, el
interés que suscitan entre los grandes
grupos empresariales del país
los concursos públicos convocados
por el Ministerio de Fomento a través
de Puertos del Estado.
FUERA DEL MERCADO. Haciendo
cuentas resulta evidente que los
clubes náuticos tradicionales, a los
que la Ley de Puertos de Baleares
lanzó un providencial «salvavidas»
en forma de derecho de tanteo y
retracto tras el polémico concurso
del Port d'Andratx, están fuera del
mercado. No son económicamente
sostenibles, pero a nadie escapa
que desarrollan una función social
que los colectivos financieros
implicados en el negocio de los
puertos ni se plantean llevar a
cabo. ¿Para qué ofertar amarres de
300 euros al mes pudiendo dar
cabida a un superyate?
Si a ello se suma que todos los
clubes náuticos de la zona autonómica
(puertos transferidos)
pagarán unos seis millones de
euros anuales de canon, más o
menos la misma cantidad que
cobrará la Autoridad Portuaria de
ACTUALIDAD
GACETA NAUTICA| Septiembre de 2008
La grandes fortunas
apuestan por los puertos
Los March, a través de Ocibar, y el Grupo Marsans, con Trapsa
Yates, se reparten varias de las principales concesiones de Baleares
Baleares por una sola concesión en
Ibiza, se entiende por qué los náuticos
y marítimos bajo competencia
Fomento ven peligrar su existencia.
No sólo aspiran a ganar
mucho dinero las empresas concesionarias;
también el Estado obtiene
a través de los concursos unos
ingresos a los que no será fácil que
quiera renunciar.
El último desembarco sonado en
el negocio portuario balear ha sido
el de la familia March, cuyo buque
insignia, Corporación Financiera
Alba, adquirió a finales de 2007, a
través de su filial Deyà, por 9,9
millones de euros, el 28,9% de
Ocibar, la sociedad que gestiona
Port Adriano y, desde hace apenas
unos meses, los amarres para
superyates de la marina Ibiza
Magna. Ocibar es una de las
empresas que habitualmente
optan a los concursos de la APB,
entre ellos el del Club Marítimo de
Mahón.
El negocio de Port Adriano,
situado en aguas del Govern balear,
pasó de grande a gigantesco con la
autorización de su ampliación, muy
protestada por la izquierda ecologista,
que supondrá la creación de
82 nuevos puestos amarre para barcos
de hasta 60 metros, 470 nuevas
plazas de aparcamiento y la
ampliación del varadero. Los gestores
de Port Adriano anuncian para
2010 un puerto ecológico, «com-
LOS DATOS
prometido con el medio ambiente»
y de una «arquitectura singular» a
cargo del diseñador industrial francés
Philippe Starck, responsable del
proyecto de la zona comercial. Será,
dicen, «un referente para las grandes
esloras».
Pero ni los March, con su coparticipación
en estos dos exclusivos
puertos, ni tan siquiera la familia
Nigorra (marina de Santa Ponça),
son la «gran potencia» del sector
portuario del archipiélago. Esa es
una posición que ocupa seguramente
la firma Trapsa Yates, de los
empresarios Gonzalo Pascual y
Gerardo Díaz (Marsans), que gestiona
directamente o participa en
al menos cinco concesiones en
puertos de interés general de
Baleares. Algunas de ellas, como
la antigua marina Ibiza Nueva o la
izada y botadura de embarcaciones
en el Varadero de Palma e
Ibiza, son de una envergadura
considerable. Trapsa Yates es,
como Ocibar, una de las sociedades
que optan a la explotación del
muelle del actual Club Marítimo
de Mahón, cuya resistencia a perder
su línea de atraque se ha convertido
en todo un símbolo para
los náuticos de Baleares.
Una de los buques que trabajan en las ambiciosas obras de ampliación del Port Adriano, en el término municipal de Calvià. / TXEMA OLIVER-MALLORCA PRESS
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�Corporación Financiera
Alba (March), adquirió a finales
de 2007, a través de su
filial Deyà, el 28,9% de
Ocibar, la sociedad que gestiona
Port Adriano y, desde
hace apenas unos meses, los
amarres para superyates de la
marina Ibiza Magna.
�Trapsa Yates gestiona o
participa en concesiones
como los varaderos de Palma
(STP) o la antigua marina
Ibiza Nueva (Semar).
Del 5 al 7: Campeonato Campeonato Baleares Baleares (Flying (Flying Fifteen) Fifteen)
Del 12 al 14: XV Open de Pesca Pesca de Altura Altura
Información sobre la Escuela de Vela del RCN Port de Pollença en el teléfono 971 86 46 35
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