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más icónicos y que tiene lugar en las noches<br />
de verano es la iluminación que desprende<br />
del volcán, con su espectacular “Sciara”, un<br />
arroyo de fuego. La mansión consta un poco<br />
más de 500 m2, siendo 235 m2 de espacios<br />
interiores en los que se albergan siete suites<br />
de colores distintos, nueve baños y una amplia<br />
área exterior, protegida por una estructura<br />
de madera. Asimismo, posee un helipuerto<br />
cercano y una entrada privada al mar, mientras<br />
que unos 300 m2 de jardines se integran<br />
armónicamente. Los rincones de este palacete<br />
fueron decorados al estilo “horror vacui”,<br />
propio de los estilistas, honrando las piezas<br />
que ellos mismos diseñan. Las paredes están<br />
pintadas con un amarillo casi dorado, muy<br />
característico de sus colecciones, combinándose<br />
con un mobiliario antiguo de telas únicas<br />
y elementos decorativos típicos de la artesanía<br />
local (desde mayólica coloreada a mano hasta<br />
cortinas de encaje), como también suelen<br />
cautivar los imponentes azulejos de los suelos,<br />
en contraste con las vigas de madera de los<br />
techos originales. Cada una de las estancias<br />
es perfectamente conocida por un sinnúmero<br />
de luminarias internacionales que eran<br />
convidadas para la celebración de fastuosas<br />
ceremonias. Los más asiduos en visitarla eran<br />
Naomi Campbell, Tom Cruise y Madonna.<br />
Por la majestuosidad que ostenta esta villa,<br />
se convirtió en un escenario de producciones<br />
cinematográficas, una de ellas fue la película<br />
“Stromboli, tierra de Dios”, en 1949, dirigida<br />
por Roberto Rossellini.