Preservar el PlanetaLa empresaria que convierte el plásticono reciclable en una materia primaMiranda Wang ha desarrollado una tecnología de reciclajequímico que permite reutilizar los residuos plásticos debaja calidad. Su impulso ha sido reconocido con uno de losPremios Rolex a la iniciativa 2019.Cuando todavía estaba en el instituto, la canadiense MirandaWang encontró su vocación en una visita a una planta deprocesamiento de residuos. Allí, ella y su amiga Jeanny Yao sequedaron impresionadas de la cantidad de plásticos que, una vezdesechados, van a parar a esos lugares y, sobre todo, del escasoporcentaje de ellos que acaba siendo reutilizado. Según nosadvierte la ONU, actualmente solo se recicla el 9% de los plásticosque se generan en todo el mundo.Ese fue el impulso inicial que, años más tarde, llevó a ambasamigas a fundar la empresa BioCellection y a desarrollar unatecnología de reciclaje químico capaz de convertir los plásticosde más baja calidad en una materia prima que puede serutilizada para generar nuevos productos. “Hoy en día no existeprácticamente ninguna tecnología que funcione con los plásticosrealmente sucios”, explica Wang, que ahora tiene 26 años. “Sonde tan baja calidad que no tiene sentido limpiarlos y hacer nuevosproductos con ellos. Nosotras nos centramos específicamente enesos plásticos problemáticos que nadie quiere ni tocar.Recogemos residuos como bolsas de plástico sucias o materialesde envasado de un solo uso y los transformamos en materialesvaliosos de alto rendimiento hechos con contenido reciclado quetienen las mismas propiedades que los materiales vírgenes”. Eldestino habitual de estos residuos hasta ahora era, en el mejor delos casos, ser incinerados o acumulados en vertederos cada vezmás saturados, cuando no acaban contaminando nuestro medioambiente, en especial los océanos.Para llegar hasta ese descubrimiento recorrieron un largo camino.Cuando Wang estudiaban biología molecular, comenzaron ainvestigar en la Universidad de Columbia Británica y descubrieronque en el río Fraser, situado en sus alrededores, había dosbacterias que comían plástico, pero no lograron llevar su proyectomás allá. A partir de entonces comenzaron a recaudar capitalpara encontrar respuestas a la crisis mundial del plástico. Trasconseguir una financiación de cinco millones de dólares entre2015 y 2019, fundaron BioCellection en Silicon Valley para explorarlas posibilidades de esos plásticos para los que nadie habíaencontrado un nuevo uso.Tras años de investigación, en BioCellection dieron con el granavance que buscaban: un proceso mediante el cual el plástico depolietileno, uno de los más comunes y que representa un terciode la producción mundial de plástico, se podía descomponer enprecursores químicos usados como bloques para generar materiaprima de calidad. “Es un nuevo proceso sostenible y económicopara fabricar químicos industriales de alto valor a partir de esosplásticos”, detalla Wang.“Hemos podido utilizar estos químicos para sintetizar materialesque ahora están cerca de igualar el rendimiento de fotopolímerosvírgenes y poliuretanos termoplásticos”. Por ahora, el materialresultante se utiliza en impresión 3D y en la confección de calzado.Una de las ventajas de este proceso es que disminuye la cantidadde dióxido de carbono que se emite en caso de que ese mismoplástico se quemara, o si los químicos se elaboraran a partir depetróleo virgen. De esta manera, no solo se consigue aprovecharesos residuos sino que se disminuye la huella de carbono. Para2023, Wang y su equipo prevén ser capaces de reciclar cientos detoneladas de residuos plásticos.Este impulso le ha valido a Wang ser una de las laureadas en losPremios Rolex a la Iniciativa, los galardones con los que Rolexapoya a aquellos proyectos originales e innovadores destinadosa mejorar el conocimiento y el bienestar humanos. Ahora, Wangy su empresa se centran en dar el siguiente paso: desarrollaruna planta de procesamiento cuyo resultado sea materia primacomercializable. “Esto es solo el comienzo de nuestra estrategiaprolongada para aumentar y diversificar en un conjunto deproductos reciclados de alto rendimiento”, concluye Wang.44 Las Hojas Mayo 2021
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