Carmilla Libro
Drácula, de Bram Stoker, es el clásico unánime del subgénero vampiresco. Su mítico personaje permanece en la mente popular junto con las grandes invenciones de la literatura universal, como Ulises, El Quijote, Pinocho y Sherlock Holmes, merced a todas las adaptaciones audiovisuales, las versiones condensadas, las apariciones en series animadas, los productos que utilizan su imagen y las caracterizaciones infantiles en Halloween. Sin embargo, 26 años antes de Drácula estaba Carmilla. Sería ingenuo pensar que todo empieza con Drácula. Hay un puñado de relatos que fueron escritos antes y hacen parte de la tradición. De todos ellos, Carmilla es quizá el más importante por la originalidad de su abordaje, el compendio de rasgos y caracterizaciones vampiriles que contiene, la fuerza de su figura principal y la influencia directa de dicho texto en el clásico de Stoker. Si Drácula es el rey, Carmilla es la reina de esa dinastía que al sol de hoy –o a la luna llena, mejor– desemboca tanto en Anne Rice como en los vampiros estudiantiles de la saga Crepúsculo. Carmilla fue escrita por el autor irlandés Sheridan Le Fanu (1814-1873) y publicada en el magacín The Dark Blue entre finales de 1871 y comienzos de 1872.
Drácula, de Bram Stoker, es el clásico unánime del subgénero vampiresco. Su mítico personaje permanece en la mente popular junto con las grandes invenciones de la literatura universal, como Ulises, El Quijote, Pinocho y Sherlock Holmes, merced a todas las adaptaciones audiovisuales, las versiones condensadas, las apariciones en series animadas, los productos que utilizan su imagen y las caracterizaciones infantiles en Halloween. Sin embargo, 26 años antes de Drácula estaba Carmilla.
Sería ingenuo pensar que todo empieza con Drácula. Hay un puñado de relatos que fueron escritos antes y hacen parte de la tradición. De todos ellos, Carmilla es quizá el más importante por la originalidad de su abordaje, el compendio de rasgos y caracterizaciones vampiriles que contiene, la fuerza de su figura principal y la influencia directa de dicho texto en el clásico de Stoker. Si Drácula es el rey, Carmilla es la reina de esa dinastía que al sol de hoy –o a la luna llena, mejor– desemboca tanto en Anne Rice como en los vampiros estudiantiles de la saga Crepúsculo.
Carmilla fue escrita por el autor irlandés Sheridan Le Fanu (1814-1873) y publicada en el magacín The Dark Blue entre finales de 1871 y comienzos de 1872.
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Carmilla
primo, marinero en un barco de la marina mercante,
al quedarse dormido sobre el planchón del barco en
una noche similar, acostado boca arriba con su rostro
iluminado totalmente por la luna, después de soñar
con una anciana que le arañaba la cara, despertó con
sus facciones horriblemente distorsionadas. Su rostro
nunca recuperó su forma normal.
—Esta noche –dijo– la luna está plena de in-fluencias
idílicas y magnéticas. Miren, si se voltean y contemplan
la fachada del castillo que está a sus espaldas,
verán cómo todas sus ventanas despiden destellos de
luz de un esplendor argénteo, como si unas manos invisibles
hubieran prendido las luces en las habitaciones
para recibir a unos huéspedes hechizados.
Era un típico momento cuando uno sufre de una
suerte de indolencia y, aunque no tiene ganas de hablar,
disfruta de la charla de otros cuando llega a sus
oídos. Así me deleitaba el tintineo de la conversación
de las dos mujeres.
—Esta noche he sucumbido a uno de mis ratos de
melancolía –me dijo papá, después de un silencio, y
antes de pronunciar una cita de Shakespeare cuya obra
solía leerme en voz alta para que mantuviéramos vivo
el inglés–. «En verdad no sé por qué estoy tan triste. Me
fatiga. Me dices que te fatiga también a ti. Pero cómo
llegué a este…» Ya no me acuerdo del resto –continuó–,
pero siento como si un inmenso e inminente infortunio
pendiera sobre nosotros. Debe ser que la angustiada
carta del pobre general tiene que ver con ello.
En ese preciso momento nuestra conversación
fue interrumpida por el sonido inusual de las ruedas
de un coche y el batir de cascos en la carretera. El rui-
28