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Listín Diario 05-10-2021

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<strong>10</strong> cm<br />

5 cm<br />

SANTO DOMINGO, RD. MARTES, 5 DE OCTUBRE DE <strong>2021</strong><br />

11<br />

La República<br />

4 cm<br />

3,5 cm<br />

Enfoque<br />

EL BULEVAR DE LA VIDA<br />

Publica martes y jueves<br />

3 cm<br />

Con el cambio climático,<br />

la naturaleza nos habla<br />

PABLO MCKINNEY<br />

RAFAEL NÚÑEZ<br />

Especial para <strong>Listín</strong> <strong>Diario</strong><br />

Santo Domingo, RD<br />

En una tarde sin<br />

brumas en el<br />

horizonte transitaba<br />

en dirección<br />

oeste-este<br />

por la avenida George Washington<br />

(el Malecón) de<br />

Santo Domingo. Por la premura<br />

de los vehículos con<br />

gente acarreando sus vidas<br />

de un lado para otro no pocas<br />

veces se impide apreciar<br />

el magnífico panorama del<br />

litoral sur.<br />

La mujer verdiazul llamada<br />

Caribe se observaba<br />

en un galopar constante sobre<br />

su marco. Sus ímpetus<br />

bravíos se estrellaban en<br />

los arrecifes costeros hasta<br />

deshacerse en briznas diminutas<br />

de agua, haladas por<br />

el viento que sopla en la ciudad.<br />

Seguía conduciendo<br />

mientras retrospectivamente<br />

caía seducido por las vivencias<br />

de una niñez plena,<br />

entre el correteo por la<br />

avenida Lope de Vega, el<br />

“maroteo” en los bosques<br />

de Arroyo Hondo y las giras<br />

infantiles acompañado<br />

de papá (o del vecino) que<br />

nos solía llevar al zoológico<br />

viejo ubicado en la avenida<br />

Tiradentes.<br />

Guardo gratos recuerdos<br />

de la infancia en la ciudad<br />

de Santo Domingo donde<br />

los patios y las calles en<br />

aquellos años se vestían con<br />

multitudes de mariposas<br />

que volaban sin rumbo como<br />

significado de esperanza,<br />

resistencia, cambio y vida.<br />

Desperté abruptamente<br />

de las reminiscencias cuando<br />

frente a mi ojos observé<br />

una larga estela de sargazo<br />

pardo, que cubría las tornasoladas<br />

aguas del Caribe<br />

sur de Santo Domingo.<br />

Es un fenómeno que se<br />

repite desde 2011, tiempo<br />

desde el cual grandes cantidades<br />

de esas algas invaden<br />

nuestras costas sur y este,<br />

impactando los recursos<br />

LA TEMPERATURA<br />

MEDIA MUNDIAL FUE<br />

DE 1,09 GRADOS<br />

CELSIUS MÁS ALTA<br />

ENTRE 2011-2020.<br />

acuáticos, el turismo de playa<br />

y las vías navegables. Aunque<br />

los expertos aducen que<br />

existen desde tiempos inmemoriales,<br />

las macroalgas son<br />

fruto del cambio climático<br />

que no es más que altas temperaturas<br />

de los océanos y el<br />

resto del planeta.<br />

Sin proponérmelo, mi memoria<br />

vuelve a retrotraerse<br />

a las décadas desde los cincuenta<br />

hasta los setenta:<br />

Poco antes de la revuelta<br />

de abril de 1965, el ensanche<br />

La Fe apenas era un incipiente<br />

conglomerado humano<br />

que ya empezaba a empujar<br />

los grandes bosques de<br />

Arroyo Hondo y Cristo Rey,<br />

La Esperilla, ensanche Naco,<br />

así como a los ríos y arroyuelos<br />

de la zona, en un empuje<br />

constante de contaminación.<br />

Arroyo Salado, Güibia, el<br />

río Ozama y la playa de Boca<br />

Chica fueron espacios de esparcimiento<br />

a los que toda la<br />

muchachada acudía a deleitarse<br />

en sus cristalinas aguas.<br />

Las cosas han cambiado para<br />

mal.<br />

Arroyo Salado hoy es apenas<br />

un hilo de agua en la entrada<br />

del actual Parque Zoológico<br />

Nacional; Güibia es<br />

recipiente de toda la inmundicia<br />

que se vierte en los ríos<br />

Ozama e Isabela desde los<br />

barrios a sus orillas, y no sirve<br />

para bañarse como se hacía<br />

antes, mientras que la<br />

playa de Boca Chica-que tuvo<br />

su gran esplendor en décadas<br />

pasadas- hubo de ser<br />

sometida a trabajos de rescate<br />

para ampliar su área de<br />

baño, pero se siguen echando<br />

aguas cloacales, residuos<br />

sólidos y todo tipo de porquería,<br />

amén del desorden<br />

imperante.<br />

De los 7. 8 mil millones<br />

de habitantes que pueblan<br />

el planeta, una gran parte<br />

de ellos no tiene noción, ni le<br />

importa, lo que estamos haciendo<br />

con el planeta.<br />

La Organización de las<br />

Naciones Unidas (ONU)<br />

alertó una vez más a los humanos<br />

del gran daño que<br />

provocamos al medio ambiente<br />

cuando el pasado mes<br />

de agosto hizo público el informe<br />

de cómo el calentamiento<br />

global está cambiando<br />

nuestro planeta, a pesar<br />

del expresidente Donald<br />

Trump quien sostiene que<br />

eso es un invento.<br />

“Las emisiones continuas<br />

de gases de efecto invernadero<br />

podrían quebrar un límite<br />

clave de la temperatura<br />

global en poco más de una<br />

década”, dice el informe del<br />

Grupo Intergubernamental<br />

de Expertos sobre el Cambio<br />

Climático (IPCC) de las Naciones<br />

Unidas.<br />

Los hallazgos presentados<br />

el pasado 8 de agosto concuerdan<br />

en que “no es posible<br />

descartar una subida del<br />

nivel del mar que se acerque<br />

a los 2 metros a fines de este<br />

siglo XXl”. El estudio, cuyas<br />

conclusiones se desprenden<br />

del análisis de 14 mil artículos<br />

científicos, está considerado<br />

como el más completo.<br />

La falta de educación lleva<br />

a buena parte de la población<br />

mundial a creer que el<br />

Apocalipsis medioambiental<br />

es un asunto lejano. Pues no.<br />

El cambio climático no es un<br />

problema del futuro.<br />

Así como nos asombramos<br />

en Santo Domingo de<br />

la aparición del sargazo en<br />

nuestras costas desde el año<br />

2011 y de la muerte de más<br />

de <strong>10</strong>0 ríos, arroyos y cañadas,<br />

cada día es una constante<br />

los incendios forestales o<br />

las grandes inundaciones en<br />

territorios agrestes como resultado<br />

del calentamiento<br />

global.<br />

El tema de los incendios<br />

forestales está asociado a este<br />

fenómeno. A escala mundial,<br />

aunque las estadísticas<br />

indican que el área quemada<br />

ha disminuido, los daños<br />

a la salud, la propiedad, los<br />

costos asociados a mitigar<br />

los efectos se calculan en<br />

600 millones de euros anuales<br />

solo en España, la perdida<br />

de la vegetación y el coste de<br />

la restauración económicosocial,<br />

es impresionante. No<br />

obstante, la intensidad de los<br />

incendios se incrementó en<br />

los últimos años y cada vez<br />

son más comunes.<br />

Conforme a los mismos<br />

resultados del estudio presentado<br />

por el secretario general<br />

de la ONU, António<br />

Guterres, la temperatura media<br />

mundial fue de 1,09 grados<br />

Celsius más alta entre<br />

2011-2020 que entre 1850-<br />

1900, mientras que los últimos<br />

cinco años fueron los<br />

más calurosos desde 1850.<br />

Otro aspecto a destacar<br />

de la alerta dada por<br />

las Naciones Unidas tiene<br />

que ver con el nivel del<br />

mar, que se ha triplicado<br />

cuando se comparan los datos<br />

de 1901 hasta 1971 y la<br />

realidad actual. La influencia<br />

humana como elemento<br />

desencadenador de estos<br />

problemas registra un 90<br />

por ciento de posibilidad.<br />

Solo hay que preguntarse<br />

por qué las temperaturas<br />

extremas, incluidas las olas<br />

de calor que padecemos en<br />

Santo Domingo y el polvo<br />

del Sahara que no conocíamos<br />

aquí, son cada vez más<br />

comunes. Eso no ocurría en<br />

las décadas de 1950, 60 y 70.<br />

Algo pasa y no es la naturaleza<br />

que está contra nosotros,<br />

somos los humanos que<br />

la hemos estado agrediendo.<br />

Civilizados...<br />

como los animales<br />

Ante la muerte de una ciudadana<br />

a mano de uno de sus<br />

agentes, la Policía Nacional<br />

debió informar lo que a<br />

los pocos minutos del hecho<br />

ya sabía: que no se trató de una acción de<br />

una de sus patrullas, sino de un acto personal<br />

de uno de sus miembros quien a la<br />

hora de la tragedia no estaba de servicio.<br />

Por ahí debió comenzar el trabajo comunicacional<br />

e investigativo de la institución,<br />

y no con el lamentable informe<br />

donde da como buena y válida la versión<br />

ofrecida por el posible asesino... y caso resuelto.<br />

Esta vez no se trató de la tradicional<br />

ejecución de un supuesto delincuente<br />

(siempre barrial y marginado) a manos de<br />

una patrulla policial, sino de un conflicto<br />

por un accidente de tránsito menor, que el<br />

agresor fue incapaz de resolver con la palabra<br />

o las leyes.<br />

La tragedia, por repetida, conduce a<br />

una lapidaria pregunta: ¿Y qué vamos<br />

a hacer los dominicanos con un país de<br />

violentos por falta de educación doméstica,<br />

ausencia de modelos a seguir, por desigualdad<br />

social, por carencia de inteligencia<br />

emocional para resolver conflictos.... o<br />

todas las anteriores?<br />

En esta ocasión, no fue la Policía quien<br />

actuó, sino un ciudadano que a ella pertenece,<br />

lo que viene a expresar la gravedad<br />

de lo que estamos viviendo. Y es que, si un<br />

choque sin heridos de mínima gravedad<br />

generó en este ciudadano la irá suficiente<br />

para perseguir, romper un cristal del auto<br />

y luego asesinar a la conductora, una mujer<br />

desarmada y acompañada de su hija,<br />

entre gritos... entonces, #eserdemonio<br />

Ojalá y el problema de la desmadrada<br />

violencia fuera de control que golpea la<br />

sociedad dominicana en cualquier parte,<br />

fuera únicamente cosa de una Policía Nacional<br />

con miembros violentos, algunos<br />

de vocación homicida; ojalá, pero no. La<br />

Policía es violenta, porque ella es la expresión<br />

de los valores o más bien de los antivalores<br />

predominantes en esta sociedad,<br />

donde la decencia se confunde con cobardía,<br />

donde el abuso se premia con la impunidad,<br />

y casi todos llevamos escondido<br />

un Trujillo que aparece en momentos<br />

de conflictos, ira e indignación, como una<br />

vez más ha ocurrido.<br />

He ahí al hombre lobo del hombre incapaz<br />

de ser civilizado como los animales,<br />

que solo son violentos por temor, por alimentos<br />

o en defensa propia.<br />

“Cuentan que cuando Dios creo el mundo<br />

dijo que era bueno... que diría ahora”.<br />

:<br />

En la web<br />

listindiario.com<br />

pablomcKinney@gmail.com

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