Listín Diario 02-10-2022
https://listindiario.com/
https://listindiario.com/
- No tags were found...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>10</strong> cm<br />
5 cm<br />
SANTO DOMINGO, RD. DOMINGO 2 DE OCTUBRE DE 2<strong>02</strong>2<br />
Lecturas de domingo<br />
21<br />
4 cm<br />
3,5 cm<br />
3 cm<br />
saban. «Enseguida saqué el título<br />
de bebedor de cerveza». Partió a<br />
la guerra con 18 años. Vestido de<br />
uniforme, parecía un boy scout.<br />
El recluta patoso<br />
«Estaba impaciente por convertirme<br />
en piloto. Me encantaba<br />
volar». Pero sus sueños de convertirse<br />
en aviador tampoco se<br />
cumplieron. Las pruebas de visión<br />
demostraron que aquellos<br />
ojos azules eran daltónicos. «No<br />
sabían qué hacer conmigo».<br />
Lo echaron de la academia de<br />
oficiales. Acabó de radiotelegrafista<br />
y artillero en un avión torpedero.<br />
Su experiencia de la guerra<br />
fue cualquier cosa menos heroica.<br />
«Como artillero era un desastre.<br />
Tampoco me aclaraba con los<br />
instrumentos de navegación. Me<br />
equivocaba con los altímetros, y<br />
cada vez que nos disponíamos<br />
a aterrizar en la cubierta de un<br />
portaaviones, el maldito aparato<br />
marcaba que estábamos por debajo<br />
del nivel del mar. Tuvimos<br />
algunos encuentros con submarinos<br />
japoneses. Yo manejaba una<br />
ametralladora del calibre 30, pero<br />
era como disparar con un tirachinas».<br />
Al igual que sus compañeros<br />
de armas celebró, eufórico,<br />
la bomba de Hiroshima. «Tenía<br />
20 años y no sabía nada de sus<br />
consecuencias. Nadie discutió<br />
si era moral o si había alternativa».<br />
Años después se convertiría<br />
en un opositor de la proliferación<br />
nuclear.<br />
La primera mujer<br />
Se enamoró de Jackie Witte, una<br />
actriz de 19 de años y se casaron<br />
enseguida. Newman trabajó en<br />
una granja para completar su escaso<br />
sueldo de actor teatral. Por<br />
entonces murió su padre. Sin un<br />
proyecto de vida y con una mujer<br />
embarazada, Paul se sentía avergonzado.<br />
«Mi padre siempre me<br />
trató como si fuera una constante<br />
decepción para él. Yo deseaba<br />
demostrarle que era capaz de dar<br />
la talla. Nunca tuve esa oportunidad.»<br />
Como penitencia, volvió al<br />
comercio familiar. Y le fue bien.<br />
Pero no dejaba de soñar con escapar<br />
de allí. Así que se marchó con<br />
su mujer y su hijo pequeño, Scott,<br />
a Nueva York, a formarse como<br />
actor. Fue un salto de fe.<br />
Y conoció a Woodward<br />
Consiguió entrar de chiripa<br />
en el mítico Actors Studio, donde<br />
impartía clases Lee Strasberg<br />
pero a Paul le daba vergüenza actuar<br />
ante el resto de los alumnos<br />
porque el maestro lo crucificaba<br />
sin piedad, así que al segundo sofocón<br />
se limitó a asistir de oyente.<br />
Ver, oír y callar. «En aquella<br />
época sólo tenía un traje decente,<br />
un viejo milrayas En una de<br />
esas agencias conoció a Joanne<br />
Woodward, una aspirante a actriz.<br />
«Me cayó mal nada más verlo,<br />
pero era muy guapo, gracioso<br />
y pulcro», recordaría ella. Tampoco<br />
tuvo una gran opinión de su<br />
capacidad artística: «Cuando lo<br />
vi actuar por primera vez, me pareció<br />
muy malo. No era más que<br />
una cara bonita».<br />
Con sus dos hijos, Scott y Susan, cuando eran adolescentes.<br />
El bebedor compulsivo<br />
Newman se hallaba atrapado<br />
en un matrimonio que cada día<br />
se parecía más a una trampa.<br />
Scott era un niño incontrolable<br />
que no dejaba de gritar y llorar.<br />
Luego llegaron dos niñas más.<br />
Jackie se ocupaba de los críos<br />
mientras Paul se pasaba el día y<br />
muchas noches en Manhattan,<br />
trabajando o saliendo con Joanne.<br />
Pero aprendió de sus limitaciones<br />
y fue ganando prestigio.<br />
Bordó la interpretación del<br />
boxeador Rocky Graziano en<br />
Marcado por el odio. Empezaba<br />
a ser famoso.<br />
El adúltero<br />
Paul se casó con Joanne y compraron<br />
una casa en Newport<br />
(Connecticut), la antítesis de Hollywood,<br />
y no en la zona elegante,<br />
sino cerca de un bosque y de<br />
un colegio público. Todo parecía<br />
ir bien, pero durante el rodaje<br />
de Dos hombres y un destino,<br />
el actor tuvo una aventura con<br />
Nancy Bacon, una periodista de<br />
Hollywood divorciada. Robert<br />
Redford les hizo de carabina. Siguieron<br />
viéndose durante año y<br />
medio.<br />
Al final, el romance murió<br />
por sí solo. «Estás siempre borracho<br />
y ni siquiera puedes hacer<br />
el amor», le reprochó Bacon<br />
a Newman, al que la periodista<br />
describiría como «un canalla<br />
desconsiderado y alcohólico,<br />
desgarrado entre sus impulsos<br />
por comportarse rectamente y<br />
su necesidad de ir de un lado a<br />
otro como un atolondrado». Tenía<br />
un sentimiento de culpa evidente.<br />
Cuando ella puso punto<br />
final, aduciendo que iba a casarse,<br />
Paul le contestó: «Estupendo.<br />
Buena suerte. Oye, ¿y no<br />
podríamos vernos unas cuantas<br />
veces más antes de que lo hagas?».<br />
Poco después los Newman,<br />
que estaban al borde de la<br />
ruptura, cogieron a sus tres niñas<br />
y se marcharon de vacaciones.<br />
Volvieron reconciliados.<br />
Joanne diría, salomónica: «Ser<br />
la señora de Paul Newman tiene<br />
su lado bueno y su lado malo,<br />
y puesto que seguimos estando<br />
juntos, lo lógico es pensar que<br />
hay más bueno que malo».<br />
El padre inconstante<br />
Newman tampoco fue un padre<br />
ideal. Susan, la mayor de sus cinco<br />
hijas, fue muy conflictiva durante<br />
su adolescencia. Se enamoró de un<br />
profesor y decidió que estaba de-<br />
Con su hijo Scott. 6<br />
La<br />
embriaguez<br />
era común<br />
en él.<br />
masiado gorda para gustarle. Adelgazó<br />
20 kilos en un mes y casi pierde la<br />
vida. Pero sus problemas no eran nada<br />
comparados con los de su hermano.<br />
Como único hijo varón, a Scott le<br />
costaba cargar con el apellido y la fama<br />
de su progenitor. Desde muy joven<br />
coqueteó con las drogas y el alcohol.<br />
Fracasó en la escuela. Se le metió<br />
en la cabeza que no podía aceptar un<br />
centavo de su padre y que debía vivir<br />
por sus propios medios. Aceptó un trabajo<br />
como conductor de autobús. Fue<br />
leñador y albañil. Y si le faltaba dinero,<br />
le pedía a los amigos antes que a su<br />
padre.<br />
En pose de<br />
gigiolo<br />
La muerte del hijo<br />
Pero Scott era el que se hacía daño<br />
a sí mismo. Un día se desayunó con<br />
ron y cocaína, y luego se tomó nueve<br />
valiums para echarse una siesta. No<br />
se despertó. Newman quedó devastado.<br />
«En cierto sentido, llevaba diez<br />
años esperando que sucediera. Y de<br />
alguna manera mi cuerpo había ido<br />
elaborando un antídoto. Sentí muchas<br />
cosas cuando recibí la llamada<br />
en la que me decían que mi hijo había<br />
muerto, pero más que nada creo<br />
que me puse de muy mala leche.<br />
Scott y yo habíamos perdido la capacidad<br />
de ayudarnos mutuamente.<br />
Yo no sabía cómo ayudarlo, y él no<br />
sabía cómo ayudarse a sí mismo».<br />
El mito huraño<br />
Newman creó una fundación de<br />
ayuda contra la drogadicción, pero<br />
su humor se agrió. Odiaba firmar<br />
autógrafos, no asistía casi nunca a<br />
los estrenos, a la entrega de los Oscar<br />
fue en contadas ocasiones. Intentaba<br />
pasar inadvertido incluso<br />
cuando conducía. No tenía un gran<br />
coche, sino un Escarabajo tuneado<br />
con un motor Porsche. Y luego estaban<br />
sus ojos. No había hecho nada<br />
para tenerlos así, pero todo el mundo<br />
parecía desear poseerlos y mirarlos.<br />
Los escondía detrás de unas<br />
gafas de sol. En cierta ocasión, una<br />
desconocida se le acercó y le pidió<br />
que se las quitase. Era la enésima<br />
vez. Paul Newman se sintió como un<br />
trozo de carne: «Yo me quito las gafas<br />
si usted se quita la blusa para que<br />
pueda verle las tetas.»<br />
NO PUDO SER PILOTO EN EL EJÉRCITO PORQUE<br />
ERA DALTÓNICO. FUE LA PRIMERA DECEPCIÓN. LA<br />
SEGUNDA FUE COMO ACTOR. LEE STRASBERG, SU<br />
MAESTRO, LO CRITICABA SIN PIEDAD.