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EDITORIAL
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LA INSEGURIDAD
QUE NO SE DETIENE
Febrero, el mes con menos días pero no por eso el más breve. Máxime
cuando se trata de un febrero en Argentina, incluso más cuando
es un febrero teñido por la sangre. La inseguridad, el gran tema que
convoca a rosarinos y santafesinos desde hace años, y que otra vez se ubica
en la primera plana de todos los medios, tanto locales como nacionales.
Es que, estimados lectores, la situación en Rosario es ineludible, y sólo
los políticos y la política no querían verla.
Desde hace años que en la Redacción de ON24 venimos trabajando este
tema de cerca, quizá el otro tema prioritario y urgente junto a la problemática
económica. Balaceras, homicidios, robos y una delincuencia rampante
que no encuentra límite alguno ni de parte de la política, ni de la
Justicia, ni de las fuerzas de seguridad. Ahora la política levanta la voz para
echarse la culpa mutuamente. Nación, Provincia y Municipio. Fernández,
Perotti y Javkin. Aníbal, porque Alberto ni habla. Habla su portavoz
más que él. Fuego cruzado, pero político. Porque el fuego cruzado de la
delincuencia y de quienes tienen y deben cuidarnos y protegernos en Rosario
y en Santa Fe no se ve.
Un fuego cruzado que da cuenta de que lo único que parece importarles
es encontrar a quién echarle la culpa, no cómo resolver el problema. Un
problema que ya lleva más de una década instalado en una ciudad en la
que día a día se pierde calidad de vida, y en la que no parece ni haber horarios
ni zonas que delimiten nada. Piedra libre en el Far West vernáculo.
Y mientras tanto, hay que seguir porque el año es largo. No digan después
que no se lo avisamos.
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