A R T I C U L O S T E C N I C O S - Consejo Dominicano del Café
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E D I T O R I A L<br />
CAFICULTURA, COMPETITIVIDAD<br />
Y DESARROLLO RURAL<br />
"Uno de los sectores que tiene mayor incidencia a nivel <strong>del</strong> impacto social<br />
de la generación de riqueza en la República Dominicana es el cafetero".<br />
Hay dos conceptos que tienen una<br />
vigencia extraordinaria en el contexto<br />
de globalización que vive el mundo<br />
de hoy: competitividad y desarrollo<br />
rural. El primero de ellos se refiere<br />
a la capacidad de una organización<br />
pública o privada, o de un colectivo<br />
nacional o sectorial, de mantener sistemáticamente<br />
ventajas que le permitan<br />
alcanzar, sostener y/o mejorar<br />
una determinada posición en el entorno<br />
socioeconómico internacional,<br />
nacional o local. Por tanto, ante un<br />
nuevo sistema global en el que las<br />
barreras arancelarias y no arancelarias<br />
van desapareciendo con relativa<br />
rapidez, dejando a los sectores productivos<br />
sin la égida proteccionista<br />
<strong>del</strong> Estado interventor, el interés de<br />
los gobiernos y <strong>del</strong> sector privado<br />
por la potencialización de las ventajas<br />
competitivas de sus sectores productivos<br />
ha tomado una dimensión<br />
especial.<br />
De lo anterior se derivan enfoques<br />
más profundos y ponderados sobre<br />
este primer aspecto que han hecho<br />
surgir conceptos –como el de competitividad<br />
sistémica– que abordan<br />
la temática desde una perspectiva<br />
multidimensional. Bajo el prisma de<br />
la competitividad sistémica se comprende<br />
la necesidad de no sólo ponderar<br />
las ventajas sistemáticas de una<br />
empresa, sector o nación, sino de hacer<br />
un diagnóstico más amplio que<br />
revele el estado de competitividad<br />
en cuatro diferentes vertientes. Por<br />
ello se habla de la micro, la macro, la<br />
meso y la metacompetitividad.<br />
El impulso de la competitividad ha<br />
estado favoreciendo el incremento<br />
de las tasas de crecimiento económico<br />
de los países que se conducen<br />
bajo esquemas de economía de<br />
mercado. Sin embargo, uno de los<br />
fenómenos más estudiados y criticados<br />
de los últimos tiempos es cómo<br />
este crecimiento económico sostenido<br />
de los países no se ha estado<br />
traduciendo en una reducción sensible<br />
de los índices de pobreza. Por<br />
ello los gobiernos se han propuesto,<br />
dentro de las metas <strong>del</strong> milenio para<br />
el año 2015, la reducción de la pobreza<br />
a nivel mundial, objetivo cuya<br />
cristalización aparenta no ser alcanzable<br />
dentro <strong>del</strong> plazo y en las proporciones<br />
convenidas. Esta, precisamente,<br />
es la principal crítica que se le<br />
ha estado endilgando al capitalismo<br />
globalizado de la posmodernidad:<br />
su incapacidad para traducir el crecimiento<br />
económico en reducción de<br />
la pobreza.<br />
En tal virtud, los países se han estado<br />
aplicando a fondo en la implementación<br />
de acciones que tiendan<br />
a generar un efecto de reducción<br />
de pobreza aún bajo métodos que<br />
no comulgan con los esquemas <strong>del</strong><br />
liberalismo político. De allí el resurgimiento<br />
de la denominada izquierda<br />
–que ya no es tan zurda como solía<br />
ser– y el auge <strong>del</strong> liberalismo social<br />
–una especie de simbiosis entre neoliberalismo<br />
y socialdemocracia–. En<br />
este tenor, el Estado dominicano,<br />
bajo la orientación <strong>del</strong> Dr. Leonel Fernández<br />
Reyna, ha entendido la necesidad<br />
de apalancar el desarrollo competitivo<br />
de los sectores productivos<br />
que tienen un efecto económico más<br />
extenso en su base social en términos<br />
de desarrollo humano.<br />
Uno de los sectores que tiene mayor<br />
incidencia a nivel <strong>del</strong> impacto social<br />
de la generación de riqueza en la<br />
República Dominicana es el cafetero,<br />
con sus cerca de 50 mil familias<br />
dedicadas a esta actividad económica,<br />
y específicamente por la amplia<br />
difusión comunitaria de la riqueza<br />
que genera a nivel de productores,<br />
jornaleros, trabajadores especializados,<br />
intermediarios, exportadores y<br />
torrefactores. Ni hablar de su aporte<br />
a la estabilidad macroeconómica y<br />
social a través <strong>del</strong> ahorro y la generación<br />
de divisas y de la reducción de la<br />
emigración rural.<br />
Fausto Burgos Mejía<br />
Director Ejecutivo <strong>del</strong> CODOCAFE<br />
fburgos@codocafe.gov.do<br />
Acciones que ha estado implementando<br />
en los últimos años el <strong>Consejo</strong><br />
<strong>Dominicano</strong> <strong>del</strong> <strong>Café</strong>, tales como la<br />
entronización de una cultura de visión<br />
empresarial en las organizaciones de<br />
caficultores, la administración de un<br />
fondo de crédito con tasas accesibles<br />
para los caficultores, el desarrollo<br />
de la marca país <strong>del</strong> café dominicano,<br />
la promoción internacional de<br />
nuestro producto y las iniciativas de<br />
denominaciones de origen, traducen<br />
claramente un objetivo de mejora de<br />
la competitividad <strong>del</strong> subsector cafetero<br />
que completa su círculo virtuoso<br />
con la disminución de la pobreza y<br />
el desarrollo rural de las principales<br />
zonas cafetaleras <strong>del</strong> país.<br />
Contrario a lo que muchos entendidos<br />
en la materia pudieran pensar.<br />
La caficultura dominicana revela importantes<br />
signos de competitividad<br />
frente a los demás países que suscribieron<br />
el DR-CAFTA. Por supuesto,<br />
debido a muchos factores que<br />
no viene al caso dilucidar y que el<br />
espacio de este artículo no permite<br />
airear, la República Dominicana no<br />
puede competir en volumen con los<br />
hermanos centroamericanos, pues lo<br />
niveles de productividad de nuestra<br />
caficultura son bajos. Sin embargo,<br />
en materia de calidad y de precios las<br />
cifras no dejan lugar a engaño. Durante<br />
los últimos años los precios de<br />
exportación <strong>del</strong> café dominicano no<br />
sólo han estado por encima <strong>del</strong> precio<br />
de referencia de la Bolsa de café,<br />
cacao y azúcar de New York, sino incluso<br />
con primas superiores a las de<br />
los países centroamericanos.<br />
Muchos son los análisis y las ponderaciones<br />
que deben realizarse a la<br />
hora de hablar en términos comparativos<br />
de la competitividad <strong>del</strong> subsector<br />
cafetero dominicano. El análisis<br />
no puede ni debe limitarse al tema<br />
de la productividad. En una próxima<br />
entrega estaremos ampliando este<br />
enfoque, y específicamente en la<br />
comparación con Centroamérica.<br />
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