Intimas de Dios Magazine - Edición # 32

TESTIMONIO
Daysi Guevara
Íntimas de Dios El Salvador
Soy Daysi Guevara, salvadoreña y me honra compartirte
mi testimonio para Gloria de mi Señor Jesús.
Estuve en un matrimonio de 12 años, el cual yo creí
estable porque teníamos todo lo material para ser
felices, casa, carro, trabajo en mi mente no nos
faltaba nada para ser felices, pero no teníamos lo
más importante en nuestras vidas que era a Jesús.
Fui herida por una infidelidad de parte de mi esposo
cuando mi primera hija tan solo tenía 11 meses y
pensé que había perdonado esa vez, pero ya nada
fue igual, me volví una mujer grosera, amargada y
eso agravó más la situación. Justo a los 12 años de
casados de nuevo otra traición y el enemigo robó
mucho en ese tiempo, desconocí con quien me había
casado, sufrí maltrato emocional, verbal, económico,
abandono y entre muchas cosas más.
Es el tiempo donde inicia mi verdadero proceso, mi
hija mayor que tan solo tenía 12 años me presenta al
protagonista y creador de mi vida y es donde llego a
los pies de Cristo, quién me toma, pero me dice
audiblemente: “así no te quiero, te haré de nuevo”.
Jesús me permitió ser vasija nueva y claro que, si
lloré, muchas veces, pero fue necesario el proceso
para hacerme fuerte y poder enfrentar lo que venía.
Aparentemente era una mujer sola con dos hijas,
pero llegó esa promesa que me acompaña hasta
este día: "No te dejaré ni desampararé, esfuérzate y sé
valiente porque yo estaré contigo todos los días de tu
vida".
Desde ese día empecé a caminar en fe, porque Dios
es fiel y jamás me ha fallado. Mis hijas y yo
decidimos servirle a Jesús y Él nos ha devuelto la
felicidad, paz, salud y muchas bendiciones más que
no caben en un papel o no terminaría de contar.
Solo puedo decirles que Jesús sanó mi corazón y
pude perdonar al padre de mis hijas, aunque ya
nunca volvimos a estar juntos, porque yo encontré el
verdadero amor en Cristo, mi Salvador, Él restauró
cada área por dentro y por fuera.
Puedo hoy dar gracias a Dios por sostenerme, no me
falta nada y aunque el enemigo me susurraba al oído
que yo de eso no salía, que yo era una mujer
abandonada, Dios me tomó y jamás me ha soltado.
Mujer que quizá estas en una situación similar, el
camino hacia la verdadera felicidad no lo dudes es
DIOS, jamás te falla, el dolor y la prueba son
permitidas para cambiarte y ser victoriosa, pero
debes dar el paso de FE y creer que todo se puede
en Cristo. Así que levántate y búscalo con todas tus
fuerzas porque yo con autoridad puedo decirte jamás
estarás sola.
Dios te bendiga y guarde siempre. Mucho amor de
mi parte para ti.
Noviembre 2023 - Especial Violencia contra la mujer
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