Intimas de Dios Magazine - Edición # 32

UN VERSÍCULO
PARA TI
“Les he dicho todo lo anterior para que en mí
tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas
pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo
he vencido al mundo”. Juan 16:33 NTV
En el contexto de este pasaje de la escritura, Cristo
hablaba estas palabras momentos antes de llevar su vida
a la cruz del Calvario, momentos antes de una situación
que traería mucha dificultad a los discípulos.
Momentos antes del inmenso dolor que tendría que pasar
Nuestro Señor Jesucristo, por amor a nosotros, aunque la
situación era terrible y complicada NUNCA PERDIÓ LA
PAZ. Con estas palabras, Jesús les aseguró con cariño a
sus seguidores que ellos también podían agradar a Dios a
pesar de sufrir problemas y ser perseguidos.
La paz no se refiere a que una persona no tenga
problemas en la vida. Más bien, está hablando de paz
mental, una paz interior que es posible por medio de
Jesús. Él prometió que sus discípulos recibirían al Espíritu
Santo, y ese ayudante tan poderoso les daría fuerzas para
superar cualquier problema.
Satanás y su mundo trataron de impedir que Jesús
cumpliera con la misión que Dios le había dado: enseñarles
a los demás sobre Dios y dar su vida perfecta como
rescate. Pero Jesús no permitió que el mundo influyera en
su forma de pensar y lo alejara de Dios. Él fue fiel hasta la
muerte. Por eso, Jesús pudo decir que había vencido al
mundo y que Satanás, “el gobernante del mundo”, “no
tiene ningún poder” sobre él.
Jesús se puso como ejemplo para mostrarle a sus seguidores
que ellos también podían ser fieles a Dios incluso
cuando Satanás y su mundo trataran de impedirlo. Es
como si Jesús estuviera diciendo: “Si yo puedo vencer al
mundo, ustedes también pueden”.
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