Listín Diario 23-04-2024
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16 SANTO DOMINGO, RD. MARTES, <strong>23</strong> DE ABRIL DE <strong>2024</strong> 10 cm<br />
La República<br />
5 cm<br />
4 cm<br />
Enfoque<br />
3,5 cm<br />
3 cm<br />
FERNANDO I FERRÁN<br />
Santo Domingo, RD<br />
“Hemos conocido al<br />
enemigo y somos<br />
nosotros mismos”<br />
Anónimo<br />
A. Homo habilis<br />
Desde tiempos<br />
prehistóricos,<br />
cuando el<br />
primate superior<br />
“Homo habilis” se<br />
valió de utensilios para<br />
salvaguardar su reproducción<br />
y sobrevivencia, no<br />
habíamos experimentado<br />
tal vorágine de innovaciones.<br />
En menos de lo que<br />
va una generación, hemos<br />
presenciado el desfile de<br />
radicales transformaciones<br />
energéticas y cognoscitivas<br />
de toda una serie de<br />
artefactos, utensilios, que<br />
respaldan y expanden los<br />
límites biológicos, las capacidades<br />
productivas y<br />
los confines de eficiencia y<br />
de convivencia de todo ser<br />
humano ensimismado en<br />
sí mismo y/o en sus semejantes.<br />
Así, pues, sumergidos<br />
en el célebre “nada es permanente,<br />
a excepción del<br />
cambio”, -que dictó Heráclito<br />
(540 a.C. - 480 a.C.)<br />
al poner sus ojos en el fuego<br />
(y en la guerra)-, el logos<br />
aristotélico que nos<br />
distingue como Homo sapiens<br />
en el planeta tierra,<br />
acaba de abrir una nueva<br />
caja de Pandora y desafiar<br />
la gravedad.<br />
B. La Inteligencia<br />
Artificial (IA)<br />
Atrás quedan las tres primera<br />
revoluciones industriales.<br />
Las dos iniciales impulsadas,<br />
respectivamente, por<br />
máquinas de vapor, electricidad<br />
y producción en masa;<br />
y, la tercera, tan reciente<br />
como finales del siglo XX,<br />
llega de la mano de la tecnología<br />
digital y del computador<br />
basado en la microelectrónica<br />
y el desarrollo<br />
del software.<br />
Cierto, recién oíamos y<br />
aprendíamos que esa tercera<br />
revolución transformó el<br />
procesamiento de la información,<br />
la automatización<br />
de la industria, al tiempo de<br />
ocasionar la economía de<br />
servicios y la Era de la In-<br />
La gravedad de la<br />
Inteligencia Artificial<br />
NO OBSTANTE<br />
LOS PROS, LA IA<br />
PARECIERA SER LA<br />
MALA SORPRESA<br />
SUSTRÁIDA DE LA<br />
CAJA DE PANDORA<br />
formación, de la Big Data y<br />
del Internet, cuando asistimos<br />
a la 4ª Revolución Industrial<br />
con la entrada del<br />
siglo XXI y aun cuando todavía<br />
sea de carambola en<br />
algunos rincones del mundo.<br />
Mejor conocida como<br />
Industria 4.0, ella llega al<br />
gran público encauzada por<br />
programas como ChatGPT,<br />
Bard, AlphaFold y otros, los<br />
cuales, evidencian la capacidad<br />
de la humanidad para<br />
confeccionar, por primera<br />
vez, como si fuese la obra<br />
de un demiurgo, algo que<br />
supera por mucho la capacidad<br />
cerebral con la que los<br />
humanos evolucionamos<br />
durante siglos de manera<br />
natural.<br />
En palabras del profesor<br />
e investigador dominicano,<br />
Renato R. González, Industria<br />
4.0 se caracteriza por la<br />
fusión de tecnologías que<br />
borran los límites entre lo físico,<br />
digital y biológico, motorizada<br />
por la Inteligencia<br />
Artificial (IA). Esta penetra<br />
e integra tecnologías, como<br />
el Internet de las Cosas<br />
(IoT), la Realidad Virtual<br />
y Aumentada, la impresión<br />
3D, la biotecnología,<br />
la nanotecnología, la<br />
ingeniería genética y las<br />
neurociencias. Su expansión<br />
presente lo convulsiona<br />
y arrolla todo.<br />
De acuerdo con Avi Loeb,<br />
profesor de ciencia estadounidense,<br />
lidiamos con sistemas<br />
artificiales de inteligencia<br />
que, con más de mil<br />
billones de conexiones, exceden<br />
con creces la complejidad<br />
del cerebro humano.<br />
Su desarrollo y crecimiento<br />
es tan vertiginoso que hace<br />
aproximadamente un<br />
año surgió la IA generativa<br />
(IAg), tomando al mundo<br />
por sorpresa. Modelos<br />
de lenguajes grandes (LLM)<br />
extraordinariamente poderosos<br />
permiten un rendimiento<br />
sin precedentes<br />
en una gama de tareas más<br />
amplia que en cualquier<br />
ocasión precedente.<br />
En resumidas cuentas,<br />
los impactos la IA son inéditos,<br />
inauditos e impredecibles.<br />
No se trata ya de hacer<br />
uso de una piedra, de una<br />
lanza, de un bisturí u otro<br />
instrumento útil de índole<br />
artesanal o industrial, sino<br />
de emplear dispositivos inteligentes<br />
que amplifican a<br />
la enésima potencia el trabajo<br />
cognoscitivo de seres<br />
humanos por medio de algoritmos<br />
matemáticos. Por<br />
ello mismo, ante esa nueva<br />
realidad en pleno desarrollo,<br />
las exclamaciones<br />
de admiración, así como las<br />
de precaución y reservas, se<br />
suceden.<br />
C. Pros y contras<br />
En ese contexto, la IA están<br />
redefiniendo rápidamente<br />
lo que era considerado exclusivo<br />
de la cognición humana.<br />
Aprende lo que significa<br />
tener vida, a partir<br />
de gran cantidad de datos<br />
sobre genes y células. Sustituye<br />
las labores más rutinarias,<br />
redefine el valor de<br />
las habilidades humanas<br />
en el trabajo e integra en<br />
el mercado laboral, destrezas<br />
como la empatía, la curiosidad<br />
y la comunicación.<br />
Revoluciona el mundo industrial,<br />
desde el financiero<br />
hasta el manufacturero;<br />
y, hasta atiende la revisión<br />
de los recipientes de basura<br />
de los restaurantes y<br />
analiza los datos de los supermercados,<br />
como formas<br />
específicas de cooperar en<br />
el combate al desperdicio<br />
de alimentos.<br />
En resumen, su valor parece<br />
ser inagotable, tanto<br />
en los predios de la formación<br />
y de la educación en<br />
el aula escolar, como en el<br />
desarrollo y definición de<br />
conflictos bélicos en curso<br />
y por venir, sin soslayar cómo<br />
puede contribuir a combatir<br />
el cambio climático y<br />
la pérdida de la naturaleza.<br />
Por tanto, tan reciente<br />
como el pasado 19 de marzo,<br />
Jensen Huang, director<br />
ejecutivo de Nvidia, el mayor<br />
fabricante mundial de<br />
chips informáticos y su tercera<br />
empresa más valiosa<br />
que cotiza en bolsa, dijo que<br />
creía que los modelos actuales<br />
IA podrían avanzar<br />
hasta el punto de la llamada<br />
inteligencia artificial general<br />
(iag) en cinco años.<br />
No obstante los pros, la<br />
IA pareciera ser la mala sorpresa<br />
sustraída de la caja de<br />
Pandora. Ejemplo de contras,<br />
los LLM –reconocidos<br />
por generar textos e imágenes<br />
convincentes, así como<br />
aplicaciones tipo GPT-4<br />
de OpenAI y Gemini de Google-<br />
son inherentemente<br />
extractivos; léase bien, se<br />
limitan a capturar el valor<br />
inherente a la producción<br />
creativa de millones de personas<br />
y lo interceptan para<br />
obtener ganancias privadas.<br />
También se cuenta con llamadas<br />
de atención. Entre<br />
otras, el economista dominicano,<br />
Fernando Pellerano, discierne<br />
un horizonte disyuntivo<br />
entre “Horror o utopía”. Y<br />
el escritor y ensayista estadounidense,<br />
Erik Davis, advierte:<br />
“Las inteligencias artificiales<br />
podrían convertirse en nuevos<br />
dioses”.<br />
D. La cuestión filosófica<br />
Independientemente<br />
del ir y venir del debate actual,<br />
lo incuestionable es<br />
que la IA está omnipresente<br />
en la actualidad mundial.<br />
Tal y como acaba de<br />
reconocer el Instituto de<br />
Inteligencia Artificial en<br />
el Humano, de la Universidad<br />
de Standford, la IA<br />
ya supera a los humanos<br />
en casi todas las tareas básicas.<br />
Incluso, a nivel más<br />
pedestre, el desenlace de<br />
la hegemonía geopolítica<br />
de potencias como Estados<br />
Unidos y China, dependen<br />
hoy día de la carrera por<br />
alcanzar el dominio y la<br />
superioridad en términos<br />
de esa artificialidad.<br />
Por eso lo flemático del<br />
profesor de filosofía de<br />
Oxford, Nick Bostrom,<br />
cuando toma distancia y se<br />
aleja de quienes presagian<br />
la hecatombe o esperan el<br />
mejor de los mundos, de la<br />
mano de la IA, y pregunta<br />
con los ojos de Moisés<br />
en las utopías,“¿qué haremos<br />
los humanos si la<br />
tecnología llega a solucionarlo<br />
todo?”