Actos de Piratería y Robos a Mano Armada

Special Report on Piracy and Armed Robbery (marzo de 1998). .
9 Las medidas recomendadas se definen como fases relacionadas con cualquier viaje que se
realice por una zona donde exista la amenaza de piratería o robo a mano armada. Esas fases definen
las principales etapas en todas las situaciones normales, de intento de acto de piratería o robo a mano
armada y de acto de piratería o robo a mano armada confirmado. Pueden o no concretarse, según la
evolución de la situación concreta
Fase anterior al acto de piratería o robo a mano armada: Plan de defensa del buque
10 Todos los buques que naveguen en aguas en las que se haya producido ataques deberán
contar con un plan de defensa (Para una posible orientación a este respecto véase la circular MSC/Circ.443) para casos
de piratería y robo a mano armada contra el buque. Dicho plan se preparará teniendo en cuenta los
riesgos que puedan presentarse, los tripulantes disponibles, la aptitud y formación de éstos, la
posibilidad de establecer zonas seguras a bordo del buque y el equipo de vigilancia y detección que
se haya proporcionado. El plan deberá abarcar, entre otras cosas (Por ejemplo: la Marine Guidance Note 75 del Reino
Unido, la publicación de BIMCO titulada The Ship Master’s Security Manual” (julio de 1998), la publicación de la ICS y la ISF Pirates and Armed
Robbers – A Master’s Guide (Tercera edición, 1999) y la publicación de la IMB Special Report on Piracy and Armed Robbery (marzo de 1998).:
.1 la necesidad de establecer una vigilancia más estricta y la utilización del equipo de
luces, de vigilancia y de detección;
.2 la respuesta de la tripulación en caso de que se detecte un posible ataque o se esté
produciendo un ataque;
.3 los procedimientos que deben seguirse para emitir la alarma; y
.4 los informes que deben hacerse después de un ataque o de una tentativa de ataque.
Los planes de defensa deben garantizar que los capitanes y la tripulación se den perfecta
cuenta de los riesgos que entrañan los ataques llevados a cabo por piratas o ladrones armados. En
particular, deben abordar la cuestión de los peligros que puede entrañar que un miembro de la
tripulación responda de manera agresiva a un ataque. El pronto descubrimiento de un posible ataque
constituye el factor disuasivo más eficaz. Las respuestas agresivas cuando ya se ha producido un
ataque y, en particular, una vez que los atacantes se encuentren a bordo, pueden hacer aumentar
notablemente los riesgos que corren el buque y las personas a bordo
11 Según el plan de defensa del buque, todas las puertas que den acceso al puente, la cámara de
máquinas, los compartimientos del aparato de gobierno, los camarotes de los oficiales y los
alojamientos de la tripulación deben cerrarse y controlarse en las zonas afectadas, e inspeccionarse
regularmente. El objetivo debe ser crear zonas seguras en las que los atacantes no puedan penetrar
fácilmente.
12 Es importante planificar y ejecutar bien las medidas para hacer frente al suceso, y todos los
interesados deben estar familiarizados lo más posible con el entorno de un buque. Por consiguiente,
los agentes de las fuerzas de seguridad que sean responsables de la lucha contra los actos de piratería
y robos a mano armada contra los buques, ya sea en el mar o en un puerto, deben recibir instrucción
sobre la configuración general y las características de los distintos tipos de buques en los que sea más
probable que tengan que intervenir, y los propietarios de los buques deben colaborar con las fuerzas
de seguridad facilitando el acceso a sus buques para permitir la necesaria familiarización con el
entorno a bordo de éstos.