Actos de Piratería y Robos a Mano Armada

18 Los guardias de seguridad empleados en el puerto o fondeadero en distintos buques deben
estar en comunicación entre sí y con las autoridades portuarias durante su guardia. La
responsabilidad respecto de la selección de tales guardias incumbe a las compañías de personal de
seguridad, las que, a su vez, deben ser seleccionadas por las autoridades pertinentes.
Guardia y vigilancia
19 Es fundamental mantener la vigilancia. Demasiado a menudo la primera señal de un ataque
ha sido la aparición de los atacantes en el puente o en el camarote del capitán. La alerta anticipada
sobre un posible ataque dará la oportunidad de hacer sonar las alarmas, alertar a otros buques y a las
autoridades costeras, iluminar la nave sospechosa, realizar una maniobra de evasión o iniciar otros
procedimientos de respuesta. La manifestación de signos de que el buque sabe que va a ser atacado
puede desalentar a los atacantes.
20 Cuando los buques se encuentran en aguas donde se han producido ataques, o acercándose a
las mismas, se deberá aumentar el número de guardias y vigías en el puente. Se considerará la
necesidad de apostar vigías adicionales a popa o para cubrir los "puntos ciegos" del radar. Las
empresas deberán examinar la conveniencia de adquirir prismáticos para baja visibilidad para el
personal del puente y a cargo de las guardias. En todo momento habrá personal afectado al radar,
aunque puede resultar difícil detectar embarcaciones pequeñas moviéndose rápida y discretamente en
las pantallas de radar de los buques. Un radar de yate, instalado a popa, puede proporcionar una
cobertura radárica adicional que permita detectar pequeñas embarcaciones que se acerquen por detrás
cuando el buque esté navegando. Del mismo modo, cuando el buque se encuentra fondeado, la
utilización de un radar de yate adecuadamente situado puede alertar sobre la proximidad de una
embarcación pequeña.
21 Es especialmente importante mantener una guardia de radar y visual sobre las naves que
pueden seguir al buque cuando éste se encuentre en navegación, y acercarse rápidamente al mismo
para llevar a cabo un ataque. Siempre se considerarán sospechosas las embarcaciones pequeñas que
se acomoden a la velocidad del buque en una derrota paralela o siguiéndolo. Cuando se haya notado
la presencia de una embarcación sospechosa, es importante mantener una guardia todo horizonte
eficaz, debido a la posibilidad de que la primera embarcación sea sólo un señuelo y de que exista el
propósito de subir a bordo desde una segunda embarcación, mientras la atención se centra en la
primera.
22 Las compañías propietarias de buques que visiten con frecuencia zonas donde se hayan
producido ataques, deberán estudiar la posibilidad de adquirir y utilizar dispositivos visuales y
electrónicos más perfeccionados, a fin de mejorar tanto la capacidad de la guardia radárica como
visual respecto de las embarcaciones atacantes durante la noche, aumentando así las posibilidades de
emitir una alerta temprana respecto a un eventual ataque. En especial, puede considerarse la
instalación de dispositivos para visión nocturna, de radares pequeños para cubrir los sectores ciegos a
popa, de circuitos cerrados de televisión y de medios físicos, tales como alambres de púas. En
determinadas circunstancias pueden resultar adecuadas las armas no mortíferas. Se puede utilizar
asimismo equipo de alerta y detección de rayos infrarrojos.
Procedimientos para las comunicaciones
23 El capitán se asegurará de que una persona responsable autorizada para encargarse de las