EL ARQUITECTO SHAUN KILLA E l año pasado, cuando se inauguró el Museo del Futuro en una reluciente estructura en forma de óvalo de acero inoxidable cubierto de caligrafía árabe, el jeque Mohamed bin Rashid Al Maktum, mandatario del emirato de Dubái, lo calificó inmediatamente como «el edificio más bello del mundo». Un sentimiento ampliamente compartido por los habitantes de la ciudad, que habían seguido su construcción con una mezcla de curiosidad e incredulidad. «El museo ha tenido un gran impacto en el paisaje arquitectónico y cultural dubaití —declara Shaun Killa, el arquitecto detrás de su diseño—. En una ciudad que continúa traspasando los límites de la imaginación arquitectónica, el Museo del Futuro es un símbolo de su compromiso con la innovación y el progreso». El edificio llamó la atención no solo por su diseño poco convencional, sino también por las innovadoras técnicas de ingeniería empleadas. La compleja rejilla diagonal diagrid de su esqueleto en constante crecimiento estuvo siempre visible a lo largo de todo el proceso de construcción. Killa se mudó a Dubái por primera vez en 1998 para trabajar en otro ícono arquitectónico, el Burj Al Arab con forma de vela que, según él, ha desempeñado un papel fundamental en la transformación de la imagen de la ciudad como centro de hospitalidad excepcional. En estos momentos, el arquitecto sudafricano de 53 años está inmerso en un nuevo proyecto que se espera que tenga el mismo efecto: el Jumeirah Marsa Al Arab. Este edificio luce una silueta inspirada en los superyates de lujo y forma parte de un complejo de siete hoteles en primera línea de playa de la marca dubaití Jumeirah. «La historia del diseño de Dubái refleja una trayectoria, empezando por la arquitectura tradicional de los hoteles Al Qasr y Mina A’Salam, pasando por el diseño clásico del Al Naseem, evolucionando hacia la arquitectura moderna con el Burj Al Arab y el Jumeirah Beach Hotel, y culminando con el Marsa Al Arab, que nos permite imaginar el futuro a través de una arquitectura más sinuosa», explica el arquitecto. Si bien es cierto que los extraordinarios edificios de Dubái son un gran atractivo para los visitantes, también tienen un impacto importante en sus residentes al conseguir que la ciudad esté preparada para el futuro y cumpla el compromiso de los EAU de lograr cero emisiones netas en 2050. «El papel de la arquitectura a la hora de preparar Dubái para el futuro hace mucho más hincapié en los desarrollos sustentables desde el punto de vista ambiental y en las infraestructuras urbanas», puntualiza Killa. Es una gran iniciativa en un lugar que no muestra signos de desaceleración, sino que ahora empieza a tomarse en serio. FOTOGRAFÍA SIDDHARTH SIVA 76 CENTURION-MAGAZINE.COM
Lo que nos motiva es crear un cine consciente, por lo que la comunidad y la unión de las personas son una parte importante de nuestro trabajo FOTOGRAFÍA CORTESÍA DE BUTHEINA KAZIM LA FUNDADORA DEL CINEMA BUTHEINA KAZIM C uando el Cinema Akil abrió sus puertas en la Avenida Alserkal en 2018, el plan era que funcionara temporalmente durante tres meses. Sin embargo, cinco años después, el primer cine de arte y ensayo de la región se ha convertido en un elemento permanente y pionero del panorama cultural de Dubái, y no tiene nada que ver con los multicines de los centros comerciales de la ciudad. «Nuestro principal objetivo es presentar el cine de una forma estimulante —observa su fundadora, Butheina Kazim, quien creció en Dubái—. Presentamos películas que pocas veces se ven en las grandes pantallas y que reflejan a los dubaitís y sus experiencias». La multiculturalidad de los EAU se manifiesta en eventos como la Semana del Cine Árabe y el festival de cine Reel Palestine, así como en las proyecciones de clásicos internacionales de culto y retrospectivas. «Lo que nos motiva es crear un cine consciente, por lo que la comunidad y la unión de las personas son una parte importante de nuestro trabajo». El espacio en sí mismo hace un guiño nostálgico a tiempos pasados, ya que se construyó con grandes dosis de «convicción, gusto y colaboración» de la mano de Chndy y Cheb Moha. Estos dos artistas multidisciplinares radicados en Dubái imaginaron un cine para el público local utilizando muebles donados y asientos plegables rescatados de la última sala de cine independiente de la ciudad, Golden Cinema, antes de su demolición en 2017. Mientras que los multicines atraen a los amantes de la gran pantalla de la ciudad con butacas VIP y servicio de mayordomo, Kazim considera que el Cinema Akil desempeña un papel fundamental en el ecosistema creativo de Dubái. «Al ser un cine de arte y ensayo, abarcamos todo el universo de la expresión creativa en virtud del medio que representamos —señala—. El cine se solapa con todas las disciplinas creativas posibles y eso nos llena de orgullo y nos recuerda la importancia de la contribución del cine a la sociedad». CENTURION-MAGAZINE.COM 77
