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© El Periódico de Catalunya. Todos los derechos reservados.<br />

Esta publicación es para uso exclusivamente personal y se prohíbe su reproducción, distribución, transformación y uso para press-clipping.<br />

VIERNES<br />

8 14 DE FEBRERO DEL 2014<br />

Dos miradas<br />

San Valentín<br />

Mentira e insulto<br />

Pequeño observatorio<br />

JOSEP MARIA<br />

Espinàs<br />

josep maria Fonalleras<br />

Hoy, medio mundo celebra<br />

el enamoramiento y lo hace<br />

a partir de metáforas<br />

gastadas, de bouquets florales<br />

colosales, de pasteles en forma de<br />

corazón y de joyas que imitan, en<br />

plata, la flecha de Cupido. Las antiguas<br />

valentinas, las postales americanas<br />

para celebrar la euforia de la pasión,<br />

aún están ahí, pero reconvertidas<br />

ahora en demostraciones de los<br />

límites que el mal gusto puede traspasar<br />

sin pagar peaje.<br />

Los enamorados se prometen fidelidad<br />

permanente, o al menos una<br />

cierta concordancia de intereses, un<br />

detalle nada desdeñable a la hora de<br />

evaluar los pilares sobre los que se<br />

fundamenta eso que venimos en llamar<br />

amor. Hoy, medio mundo bajará<br />

por la pendiente del regalo necesario<br />

para que quede constancia<br />

La situación en los Balcanes<br />

Algo pasa en Bosnia<br />

El efecto del Tratado de Dayton y la crisis han deteriorado gravemente la política y la economía del país<br />

BOBAN<br />

Minic<br />

Los ciudadanos han salido a<br />

las calles de Bosnia-Herzegovina.<br />

Miles de personas<br />

protestan, se pelean con la<br />

policía, queman edificios<br />

públicos. Arde la sede de la presidencia<br />

del país en Sarajevo, igual que las<br />

sedes de gobiernos municipales y comarcales<br />

en decenas de ciudades. Se<br />

multiplican las dimisiones de políticos.<br />

Se piden las del presidente, el<br />

Parlamento y el Gobierno y la formación<br />

de un Ejecutivo técnico hasta<br />

las nuevas elecciones. ¿Qué pasa en<br />

Bosnia?<br />

Hay que volver la vista 20<br />

años atrás. Bosnia pagó un precio<br />

muy alto por la disolución de la antigua<br />

Yugoslavia. La guerra de secesión<br />

provocó unos 100.000 muertos<br />

y la destrucción generalizada de bienes<br />

materiales. Si los daños provocados<br />

por la guerra en toda la región<br />

sumaron unos 100.000 millones de<br />

euros, las pérdidas de Bosnia-Herzegovina<br />

alcanzaron 70.000 millones.<br />

El Tratado de Dayton, de noviembre<br />

de 1995, acabó la guerra, pero<br />

la Constitución de Bosnia, aprobada<br />

en uno de sus anexos, condicionó<br />

el futuro del país. Dos instituciones<br />

(la República de los serbobosnios y<br />

la Federación croato-musulmana),<br />

formadas en base al principio étnico,<br />

y muchos niveles del poder que<br />

gastan casi todo el presupuesto hi-<br />

de la devoción amorosa o, al menos,<br />

del cumplimiento de una tradición<br />

que requiere estar pendiente<br />

del otro como mínimo una vez<br />

al año. Que el patrón anglosajón de<br />

esta efervescencia sentimental sea<br />

san Valentín se explica por un mito<br />

difícil de comprobar, como lo es,<br />

por ejemplo, el de santa Apolonia,<br />

patrona de los dentistas porque<br />

murió quemada después de haberle<br />

sido arrancadas las muelas, sin<br />

anestesia, de una en una. Cosas que<br />

pasan. Como en París. «Las floristas<br />

te proponen celebrar San Valentín<br />

con un 50% de descuento para el segundo<br />

ramo que compres. Piensa<br />

también en tu amante». El detalle<br />

es fascinante. De acuerdo, se trata<br />

de una estrategia de venta, pero se<br />

esconde en esta oferta todo un universo<br />

cultural. H<br />

cieron de Bosnia-Herzegovina<br />

un país que vive<br />

en una crisis política permanente.<br />

A ello se añadió<br />

la crisis económica,<br />

que tiene su origen en la<br />

crisis mundial pero también<br />

en la ineficacia interna,<br />

unas privatizaciones<br />

escandalosas, una corrupción<br />

sin precedentes<br />

y la apatía generalizada<br />

del pueblo.<br />

Parece que los bosnios<br />

despiertan del letargo.<br />

La revuelta empezó<br />

en Tuzla, el centro<br />

industrial del norte<br />

del país, que en la última<br />

privatización perdió<br />

la mayor parte de su potencial económico.<br />

Las grandes empresas de la<br />

época de Yugoslavia fueron privatizadas<br />

o regaladas a los emprendedores<br />

de los partidos políticos, que sacaron<br />

de ellas lo que pudieron y las<br />

cerraron. En las pocas que aún funcionan<br />

hay trabajadores que no han<br />

cobrado ni un euro durante más de<br />

50 meses. Las protestas de Tuzla fueron<br />

una señal para otras ciudades,<br />

especialmente Sarajevo, donde los<br />

disturbios se convirtieron en una batalla<br />

campal, con centenares de heridos<br />

y grandes daños materiales.<br />

¿Podrán estas protestas cambiar<br />

la situación en Bosnia? Es difícil responder.<br />

Los políticos bosnios ni siquiera<br />

ven que las protestas se dirigen<br />

contra ellos e intentan sumarse<br />

y mostrar apoyo a los manifestantes.<br />

Igual que los políticos de la UE, que<br />

señalan a sus homólogos bosnios como<br />

únicos culpables.<br />

emma Riverola<br />

No es lo que ves, le dijo<br />

Francesc Homs al voluntario<br />

del Banco de Alimentos<br />

que cada día tiene<br />

más problemas para atender a<br />

todas las personas que necesitan<br />

comida. No es lo que sientes, le dijo<br />

el portavoz del Govern a la madre<br />

que no puede dormir ideando planes<br />

desesperados de subsistencia<br />

que se diluyen a la luz del día. No es<br />

lo que vives, le dijo al niño que dibuja<br />

paisajes con lluvia y personas<br />

sin zapatos. No es lo que temes, le<br />

dijo Ana Mato al hombre para<br />

quien se acabaron todas las ayudas<br />

y ya le llegó la orden de desahucio.<br />

No es lo que respiras, le dijo la ministra<br />

al voluntario de Cáritas que<br />

cada día se impregna de pobreza<br />

sin horizonte.<br />

No es verdad, les dicen los go-<br />

nualart<br />

«La UE debería asumir enseguida<br />

sus obligaciones. Según el Tratado<br />

de Dayton, la comunidad internacional<br />

todavía tiene una gran responsabilidad<br />

en Bosnia. Se tienen<br />

que aplicar las medidas ya aprobadas<br />

por el Consejo de Seguridad de la<br />

ONU. No se puede repetir que la única<br />

responsabilidad es de los políticos<br />

bosnios, nosotros hemos contribuido<br />

a esta situación casi ingobernable»,<br />

dice el exalto representante de<br />

la comunidad internacional en Bosnia<br />

Christian Schwarz Schilling.<br />

Como siempre (el último ejemplo<br />

es Ucrania), la UE reacciona solo<br />

cuando el problema estalla y cuando<br />

ya es muy difícil enmendarlo.<br />

Lo reconoce la eurodiputada Doris<br />

Pack, que casualmente estos días está<br />

en Sarajevo: «Aunque el desarrollo<br />

de los acontecimientos se podía<br />

esperar, Bruselas está sorprendida<br />

por sus dimensiones».<br />

biernos catalán y central a todos los<br />

que sufren o combaten la pobreza.<br />

No existe vuestra angustia ni vuestra<br />

lucha. Nada de lo que claman<br />

las organizaciones humanitarias<br />

existe. Tampoco lo que cualquier<br />

ciudadano ve por la calle. Menos<br />

aún esos relatos de conocidos con<br />

dificultades que a menudo tiñen<br />

las conversaciones de suspiros y lágrimas.<br />

En el trampantojo de la política<br />

ya no solo se limitan a engañarnos<br />

con futuros llenos de plenitud;<br />

ahora nos insultan diciendo<br />

que es mentira lo que vemos y sabemos.<br />

La crisis no ha hecho crecer<br />

la pobreza, dijo Homs. La desigualdad<br />

social y la pobreza infantil<br />

han bajado a niveles inferiores a<br />

los previos a la crisis, dijo Mato. Y<br />

en sus mentiras se esconden la incapacidad<br />

y el cinismo. H<br />

Es curioso que en la República<br />

Srpska, con los mismos problemas<br />

que la federación, las protestas son<br />

esporádicas. Sus líderes han convencido<br />

a los ciudadanos de que la<br />

revuelta tiene un trasfondo político<br />

y que la intención de los instigadores<br />

(bosniomusulmanes) es trasladarla<br />

y desestabilizar la entidad<br />

serbobosnia. «Tengo miedo de que<br />

algunas fuerzas oscuras se aprovechen<br />

de la situación para despertar<br />

los fantasmas del pasado: el nacionalismo,<br />

el revanchismo, el racismo,<br />

la guerra», dice Dusko Vejnovic,<br />

sociólogo de Banjaluka, la capital<br />

serbobosnia.<br />

Es significativa (y sospechosa)<br />

la visita del primer ministro<br />

croata, Zoran Milanovic, a Herzegovina,<br />

donde los bosniocroatas<br />

son mayoría. También la inesperada<br />

reunión en Belgrado entre<br />

Aleksandar Vucic, viceprimer ministro<br />

de Serbia, y los líderes serbobosnios<br />

en Sarajevo, que se interpreta<br />

como una clara intromisión<br />

de Serbia en los asuntos internos<br />

de Bosnia. Parece que el único optimista<br />

es el eurodiputado Jelko Kacin,<br />

que ve en las protestas un paso<br />

de Bosnia hacia la UE. El actual<br />

alto representante, Valentin Inzko,<br />

ha anunciado una reunión urgente<br />

de la UE en la que se debería valorar<br />

la situación y la necesidad de<br />

enviar tropas de la UE.<br />

Algo (gordo) pasa en Bosnia. Por<br />

el momento, es absolutamente imposible<br />

saber si los cambios que<br />

traerá el futuro serán positivos o<br />

negativos. H<br />

Periodista.<br />

Un apunte<br />

sobre<br />

las uñas<br />

La función útil<br />

de las uñas se ha visto<br />

superada por la moda<br />

y la función decorativa<br />

Francamente, me ha sorprendido<br />

ver las uñas de<br />

la reina Sofía pintadas de<br />

un rojo radical. Es innegable<br />

que esto de las uñas<br />

pintadas es una moda que se está<br />

extendiendo. No es que sea un fenómeno<br />

demasiado sorprendente,<br />

porque la experiencia nos dice que<br />

la moda es un proceso de resurrección.<br />

Lo que un día es moda suele<br />

desaparecer –o quedar en minoría–<br />

de una manera inevitable y pasa<br />

a ser una rareza cuando había sido<br />

un hecho habitual.<br />

Moda es manera, y ya sabemos<br />

que las maneras de pensar, de vivir<br />

o de juzgar cualquier cosa son<br />

de una variedad extraordinaria y<br />

a menudo cambiante. Y una moda<br />

dura hasta que alguien es capaz<br />

de hacer girar la rueda de la moda,<br />

que como es sabido se va parando<br />

imprevisiblemente en el ahora sí,<br />

ahora no. Se podría hablar de la ruleta<br />

de la moda.<br />

Cuando yo era joven, algunas señoras<br />

se pintaban las uñas de color<br />

rojo, y luego vino una larga fase de<br />

no-pintura. Pintar las uñas ya no<br />

era algo distinguido, lo que se imponía<br />

era la naturalidad. Lo fresco,<br />

auténtico, sencillo. El único artificio<br />

sometido a las manos era, a veces,<br />

aplicar a las uñas femeninas un<br />

esmalte casi transparente.<br />

Las uñas de algunos animales,<br />

lo que llamamos garras, tienen<br />

una misión de defensa y de ataque.<br />

No creo que las chicas y las señoras<br />

de hoy necesiten uñas-garras<br />

para protegerse de nada. Hombres<br />

y mujeres tienen hoy otros recursos<br />

para defenderse y para capturar.<br />

Las uñas humanas son herramientas<br />

de trabajo que nos ayudan<br />

cuando tenemos que hacer pequeñas<br />

y diversas operaciones, a menudo<br />

domésticas. Pero ahora la<br />

función útil de las uñas se ha visto<br />

superada por la función decorativa.<br />

He visto chicas con las uñas pintadas<br />

intensamente de verde, de<br />

negro, de azul, de lila. Manos fuertemente<br />

coloreadas que reclaman<br />

la atención. Tengo la impresión de<br />

que me costaría mucho –al menos<br />

a mí– acariciar una mano que pone<br />

una barrera tan intensamente<br />

coloreada al suave progreso de mis<br />

dedos. H

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