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VIERNES
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21 DE MARZO DEL 2014
Cosas de la vida gran barcelona
La renovación de un eje histórico
Puzle abierto
en la Rambla
La diversidad de intereses
complica la redistribución de
usos en el centro del paseo
Pintores, floristas y estatuas
temen que las terrazas les
acaben expulsando del área
PATRICIA CASTÁN / HELENA LÓPEZ
BARCELONA
La Rambla, el paseo más concurrido
de Barcelona y la
quintaesencia del negocio
turístico voraz, se halla inmersa
en la recta final de un laborioso
plan especial que debe reordenarla,
sin que de momento haya quórum
entre sus protagonistas. Ayuntamiento,
empresarios aglutinados en
la asociación Amics de la Rambla y
los colectivos profesionales que integran
el colorido mix de su tramo
central suman visiones e intereses
dispares difíciles de armonizar.
Tras el fiasco de los montajes que
sustituyeron a los puestos de animales,
el drástico recorte de estatuas
humanas y el cambio normativo
para que los floristas vendan también
algunos suvenires, llega la hora
a los pintores, que hoy se reúnen
con el ayuntamiento para discutir la
normativa que les regulará. Subyace
el temor de que estas actividades
se vayan disolviendo para primar la
hostelería y las terrazas, aunque el
ayuntamiento y Amics de la Rambla
aseguran que la serpiente de mesas
y sillas de pago que recorren el vial
solo se redistribuirá sin ganar ni una
más.
ESPONJAR // Esponjar el paseo y evitar
el efecto embudo que padece en muchos
tramos es la obsesión compartida
por la concejala del distrito, Mercè
Homs, y el presidente de Amics
de la Rambla, Joan Oliveras. Se prevé
que a final de año esté redactado
buena parte del proyecto que incluye
el ámbito de la movilidad, el urbanismo
y los usos. Los pasos dados
hasta la fecha, no obstante, han provocado
discrepancias. Vecinos –aún
quedan valientes que resisten en la
zona– y profesionales arraigados –
estatutas, floristas, pintores y expajareros–
denuncian que el ayuntamiento
trabaja al dictado de las presiones
del sector turístico. Oliveras
replica que su objetivo es recolocar
las piezas del puzle «en equilibrio» y
primando la zona de paseo.
Físicamente implica eliminar
los chiringuitos de entradas y dulces
que relevaron a los puestos de
animales y colocar bancos públicos
en su lugar. «No habrá más terrazas.
Hay lista de espera de años
recuperación
A PUNTO DE
MORIR DE ÉXITO
PRIMER OBJETIVO
J Uno de los principales temas
que afrontó la concejala Mercè
Homs al asumir el cargo hace
dos años y medio fue la Rambla.
Con el objetivo de «devolverla a
los barceloneses» (son uno de
cada cinco paseantes) inventó el
Pla Cor, para reorientar la vida
del paseo desde una mesa de
trabajo en la que participan
todos los agentes implicados
llamada Rambla Viva. La primera
acción fue trasladar las estatuas
humanas al final del paseo para
descongestionar la parte
cercana a la plaza de Catalunya.
INTERVENCIÓN DEMORADA
J Los comerciantes de la
Rambla llevan más de una
década planeando la reforma de
las terrazas. Hasta se creó un
diseño de inspiración marinera
que la renovada junta de Amics
de la Rambla heredó y bendijo en
el 2012, aunque se pospuso por
problemas de financiación. Al
final se hará otra propuesta.
MÁS SEGURA
J En lo que todos coinciden es
en que la seguridad ha
mejorado, con más policía
preventiva y menos hurtos.
También han desaparecido los
trileros. Resta pendiente mejorar
el incivismo nocturno.
en restaurantes y hoteles para conseguir
una, pero el espacio está copado
y no hay sitio para más», insiste
el empresario, que apunta que la
redistribución de los veladores oxigenará
la zona. Solo la pérdida de alguna
licencia actual (por incumplimiento
legal) permitiría la entrada
en escena de un nuevo operador. Cabe
recordar que el 70% de paseantes
consumen en bares, restaurantes o
cafeterías de la zona, lo que convierte
a la hostelería en la gallina de los
huevos de oro. El motivo de ello tiene
que ver con que desde Elisabets
hasta Colón hoy por hoy no existe
un triste banco público.
La asociación ha propuesto que el
nuevo aforo de clientes de terrazas
se compute por sillas y no por mesas,
como en la actualidad, para evitar
picarescas y saturación. En cambio,
la estética que ha de configurarlas y
que deberá ser específica por su condición
de zona singular dentro de la
nueva normativa general de terrazas,
se deja como decisión final, ya
que el colectivo ve mucho más compleja
la ordenación de los espacios.
En este marco, defienden que los
pintores pasen un filtro para que solo
trabajen en el paseo los que pintan
allí, lo que «forma parte del festival
y espectáculo que es la Rambla».
Rechazan la mera venta de cuadros
ya realizados, así como la autorización
a los floristas de vender cualquier
tipo de suvenir, que ven propio
de otro tipo de tienda.
LA DIPLOMACIA DE LAS FLORES / Precisamente
la mano dura para hacer cumplir
la prohibición de la venta de suvenires
por parte de las floristas sublevó
a este colectivo. De los 16
puestos, 14 vendían recuerdos. Aaseguraban
que no hacerlo supondría
tener que bajar la persiana, ya que
era su principal fuente de ingresos.
El ayuntamiento les ofreció como alternativa
una línea de productos específica
para promocionar el paseo,
algo que solo una florista aceptó.
Carme Romero, expresidenta del
colectivo, es la única que desde hace
pocas semanas vende los suvenires
oficiales del paseo. «Estamos probando.
Se venden menos que los imanes
de la Sagrada Família, está claro, pero
van saliendo», asegura la florista,
quien ayer preparaba la llegada de
la primavera con ofertas a precios
populares. «Vendo los pañuelos, pero
sigo creyendo que lo importante
es apostar por la flor», dice. Otros de
sus compañeros, en cambio, hacen
otras apuestas bastante alejadas de
criterios estéticos. Varios puestos se
han llenado de tazas e imanes. Suvenires
a todas luces, que sortean la
normativa introduciendo un cactus
o una flor seca en su interior. Lo mismo
que hicieron hace unos meses
con el césped del Barça. Hecha la ley,
hecha la trampa. H
Un aspecto del espacio de
los pintores de la Rambla,
la semana pasada.
Puesto de flores de la Rambla
en el que prácticamente solo
se venden suvenires.