Polonia suma en colegios y liceos más de 86.000 estudiantes de español

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ECoNoMía
¿Frustrará el Brexit la integración europea?
Bartłomiej Malik,
columnista
VaRSoVIa. La Unión Europea
decidió organizar una licitación
para construir una puerta al tercer
milenio. a la licitación se presentaron
tres empresas: alemana,
turca y polaca. La primera
que compareció ante el comité
de evaluación fue la empresa de
alemania, que valoró el coste
del encargo en 50 mil euros. –
¿Por qué tan caro? – pregunta
el presidente del comité. – Un
diseño alemán sólido y unos
materiales alemanes sólidos tienen
su precio – responden los
representantes de la empresa.
La segunda que mostró su diseño,
muy parecido a la propuesta
alemana, fue la firma turca. – Un
concepto interesante, pero
¿cuál es el precio? – preguntan
los miembros del comité. – 25
mil euros – responden los constructores
turcos. El último en
presentarse es el polaco. Explica
el diseño, básicamente el
mismo que el de alemania y Turquía,
pero al escuchar la pregunta
por el precio dispara –
125 mil euros. El comité se queda
ojiplático. El presidente, bien
confundido, apenas logra soltar
la pregunta por el porqué de un
coste tan elevado. – ¡Su oferta
es prácticamente igual a las anteriores!
En esto, el polaco responde
con calma – 50 mil euros
es la comisión para el honorable
comité, 50 mil euros es la comisión
para mi y 25 mil euros es
para el turco, que alguien tendrá
que construir esta puerta. Tamañas
bromas políticas, que se
cuentan por decenas, reflejan
muy bien lo que mucha gente
piensa sobre los absurdos de la
Unión Europea. asimismo, expresan
de forma muy acertada
los argumentos de los euroescépticos
en contra del proyecto
europeo llamado Unión Europea.
No tendría sentido divagar
sobre lo verdadero o falso que
tienen estas bromas. Lo importante
es que el día 23 de junio el
51,9 % de los británicos dio crédito
a las personas que presentaban
a la UE como a un coloso
que no es rentable, que está lleno
de insensatez y que sirve solamente
para el interés particular
de alemania en un continente
del que Gran Bretaña preferiría
desinteresarse. Sin embargo,
la realidad superó la forma
del absurdo al que se alude en
las bromas políticas. El día del
referéndum la entrada más buscada
en Google en Reino Unido
fue la pregunta “What is the
EU?”.
The New York Times tachó la
decisión británica del 23 de junio
de este año de abandonar la UE
del “último aliento del Imperio”,
que duró desde Isabel I hasta
Isabel II. Según los expertos, el
Brexit puede acarrear consecuencias
financieras y económicas
muy serias para Gran Bretaña,
pero también, lo que sería
incluso peor, consecuencias políticas,
al desembocar en la independencia
de Escocia, Gales
o en la unificación de Irlanda. a
mi juicio, el pronóstico negativo
es exagerado. Gran Bretaña,
debido a su localización geopolítica,
se las arreglará por si sola.
El Brexit tendrá consecuencias
mucho más severas para el
continente, ya que significa el fin
del proyecto político de integración
europea, en el cual la gente
está dispuesta a creer y a sacrificar
mucho, sobre todo en lo financiero.
Tras el Brexit ya no se
puede hablar de la comunidad
solidaria de países europeos.
Corremos el peligro de que la
Unión Europea se convierta en
un eslogan vacío mantenido por
una casta de funcionarios de la
UE y por los países continentales
más fuertes para sus propios
intereses. a no ser que ya no
sea así. al hablar de la integración
europea, se podría parafrasear
las palabras tan conocidas
de Churchill: no cabe duda de
que la Unión Europea no es un
ente ideal, pero por el momento
ninguna perspectiva es mejor
para el futuro de Europa.
Gran Bretaña ha sido uno de
los países que más contribuían
al presupuesto de la UE. Dejando
de lado que para este país la
cuenta de ganancias y pérdidas
para de ser miembro de la UE es
más complicada, hay que preguntar
si se puede exigir que un
toridades del reino Unido, abusan
los inmigrantes y refugiados.
Seguramente la amenaza
principal tras el Brexit consistirá
en la asimilación progresiva de
los polacos que irán perdiendo
su identidad nacional. La presión
que enfrentarán para unificarse
con la sociedad británica
será muy fuerte y afectará a los
hijos y nietos de los inmigrantes.
Tras la caída del comunismo
en Polonia, se entabló una cooperación
fructífera entre Polonia
y Gran Bretaña. Desde el año
1989 los británicos enviaron a
Polonia, en el marco de distintos
programas de apoyo, sobre todo
dedicados a la agricultura, unos
120 millones de GPB. Gran Bretaña
respaldó activamente el
proceso de incorporación de Polonia
a la UE. Teniendo en cuenta
la misma actitud hacia la política
del este, de seguridad y
país miembro niegue sus intereses
económicos. Durante la unificación
de alemania, se acordó
el mismo tipo de cambio para el
marco de ambas partes del país.
Desde el punto de vista económico,
aquella decisión fue absurda,
pero mereció la pena debido
a los beneficios a largo plazo.
Según comentan los especialistas,
el motivo principal de
la victoria de los euroescépticos
en el referéndum radicó en el
creciente miedo a la oleada de
inmigrantes y refugiados.
En 2011 un 20% de la sociedad
británica correspondía a los
inmigrantes, hijos de los inmigrantes.
Se estima que en los
años venideros este fenómeno
irá cobrando fuerza. El miedo de
los británicos a perder su identidad
nacional y cultural parece
justificado. No obstante, no puede
haber explicación para la xenofobia.
Últimamente son cada
vez más frecuentes los incidentes
y casos de violencia hacia
los inmigrantes, también de Polonia.
así las cosas, habría que
plantearse la pregunta por las
consecuencias del Brexit para
Polonia y los polacos.
Es un asunto crucial debido a
la escala de la inmigración polaca
a Gran Bretaña en los últimos
años. De acuerdo con los
expertos y con los polacos mismos
que residen en las Islas, los
emigrantes polacos no tienen
que temer nada. al contrario de
lo que se dice en las bromas políticas
típicas, como la citada al
principio, los trabajadores polacos
son excelentes especialistas
necesarios para la economía
británica. Puede que haya
dificultades en el acceso a las
prestaciones sociales de las
que, según la sociedad y las auenergética,
los gobiernos de
nuestros países cooperaron durante
las cumbres de la UE. Sin
lugar a dudas, la salida del Reino
Unido de la UE debilitará la
posición de Polonia durante tamañas
negociaciones en el futuro.
¿Cómo se desarrollará la cooperación
entre nuestros países?
Esto es difícil de prever.
Nuestras relaciones bilaterales
se ven reguladas por la Declaración
Común de los Gobiernos
de la República de Polonia, del
Reino Unido y de Irlanda del
Norte del día 24 de abril de
1991, firmada durante la visita
oficial del presidente Lech Wałęsa
a Gran Bretaña.
En gran medida, el futuro
queda indefinido, difícilmente se
podría asumir la responsabilidad
por unas previsiones demasiado
aventuradas. Un jurista
polaco de oxford, Mikołaj Barczentewicz
ha observado que el
referéndum de Gran Bretaña de
ningún modo es vinculante y
que seguramente pasarán unos
años antes de que el Gobierno
siguiente tome medidas para
emprender el procedimiento de
abandonar la UE.
No se puede y no se debería
resistir al proceso de la salida
del Reino Unido de la UE en virtud
del artículo 50 del Tratado
sobre la UE. Si la integración
europea ha de seguir siendo
una idea atractiva, tiene que basarse
en la decisión libre y soberana
de cada país miembro. Y
solo se puede hablar de una
elección libre si existe la posibilidad
de tomar decisiones contrarias,
como la de abandonar la
UE. justamente por eso el Brexit
puede resultar beneficioso.
Puede mostrar a los euroescépticos
que la UE no es una herramienta
totalitaria de opresión,
sino una comunidad de países
libres. Sin embargo, es más probable
que el Brexit desencadene
un proceso de tendencias
centrífugas tanto en la UE como
en los países miembros.