Elementos Básicos de Semiótica JurÃdica. Aplicación práctica a ...
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Rev.<br />
<strong>Elementos</strong> básicos <strong>de</strong> semiótica jurídica. Aplicación práctica a algunas cuestiones <strong>de</strong> Derecho _Civil I<br />
~<br />
Gerardo Caffera y Andrés Marino. AEU, vol. 81, n'' 1-6, p. 117 129 (ene../jun. 1995)<br />
1.7. <strong>Elementos</strong> básicos <strong>de</strong> semióticajurídica.<br />
Aplicación práctica a algimas cuestiones <strong>de</strong> Derecho Civil<br />
Por los Doctores Gerardo Caffera y Andrés Marino<br />
1. Introducción.<br />
Losjuristas operan mayoritariamente en ám<br />
bitos lingüísticos: las propias normas jurídicas<br />
son<br />
lenguaje, las aserciones <strong>de</strong> losjuristas acerca<br />
<strong>de</strong> las mismas también, y no pocas veces <strong>de</strong>ter<br />
minados tipos <strong>de</strong> discurso constituyen el objeto<br />
<strong>de</strong> las normas (por ejemplo, los negociosjurídicos).<br />
Tal hecho justifica por sí solo el interés <strong>de</strong><br />
acercar lasherramientas <strong>de</strong> la semiótica al ámbito<br />
<strong>de</strong> la ciencia jurídica. Tal acercamiento sin em<br />
bargo sólo se ha producido recientemente.<br />
En nuestro país, como es notorio, ha sido el<br />
Escribano Doctor Arturo Caumont <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace<br />
varios años a esta parte, el principal investigador<br />
e impulsor <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> la semiótica en relación<br />
con el Derecho. Su nombre y el <strong>de</strong> la semiótica<br />
jurídica, en Uruguay, resultan indisociables.<br />
El lenguaje y/o el discurso jurídico presenta<br />
características propias pero no privativas <strong>de</strong>l<br />
mismo (Pardo, Derecho y Lingüística, Bs. As.,<br />
1992, pág. 15), lo cual habilita la posibilidad <strong>de</strong><br />
acce<strong>de</strong>r a sectores más <strong>de</strong>sarrollados <strong>de</strong> la lin<br />
güísticatrasvasandoherramientas <strong>de</strong> un ámbito<br />
a otro. Así, por ejemplo, se ha señalado la simihtud<br />
textual <strong>de</strong>l discurso legal con el burocrático<br />
y con el propio <strong>de</strong> diversas instancias institu<br />
cionales.<br />
La apHcación <strong>de</strong>l bloque <strong>de</strong> conocimientos<br />
generados en el ámbito <strong>de</strong> la hngüística al estudio<br />
<strong>de</strong>l Discurso Jurídico, aparece como posible en la<br />
medida que junto a las características propias<br />
(aún cuando no siempre privativas) <strong>de</strong> tal discur<br />
so se constata la existencia <strong>de</strong> igualda<strong>de</strong>s textua<br />
les que permiten la aplicación <strong>de</strong> conceptos<br />
generales en el campo específico <strong>de</strong> lo jurídico:<br />
"...el modo <strong>de</strong> enfrentarse al texto judicial o<br />
jurídico es el mismo que se utiliza para cualqmer<br />
otro texto. Habrá que establecer el contexto extrahngülstico<br />
...según sean los textos, pero el<br />
acercamiento es el mismo..." (Pardo, ob. cit., pág.<br />
16).<br />
Todo lo dicho no obsta al estudio específico <strong>de</strong><br />
un "discurso jurídico" que siempre existirá con<br />
caracteres propios aún cuando sólo se consi<strong>de</strong>re<br />
como un mero state of talk, "estilo", "registro"<br />
(O'Barr, Lingüistic Evi<strong>de</strong>nce, N. York, 1982) o<br />
"jerga" (Pardo, ob. cit., pág. 19) superpuesta al<br />
lenguaje ordinario.<br />
Porotraparte el carácter "oscuro" <strong>de</strong>l discurso<br />
legal (extenso, complejo, con un léxico propio,<br />
etc.) (Pardo, ob. cit., págs. 17-18) requiere un es<br />
fuerzo especial <strong>de</strong>l lector. Esfuerzo que se <strong>de</strong>sa<br />
rrolla sobre la base <strong>de</strong> estrategias lingüísticas<br />
cuyo estudio, también, parece aconsejable.<br />
Seproce<strong>de</strong>rá <strong>de</strong>s<strong>de</strong>las nocionesbásicas (signo,<br />
<strong>de</strong>firúción, usos, etc.), para llegar a concepciones<br />
más recientes (semiótica discursiva) don<strong>de</strong> re<br />
sultan alterados muchos <strong>de</strong> los supuestos ori<br />
ginarios <strong>de</strong> esta ciencia, cuyos cambios han ope<br />
rado permitiendo acercarse al lenguaje en su faz<br />
dinánüca, viva, pasando al campo <strong>de</strong>l habla (dis<br />
curso, texto)mucho másrico que el <strong>de</strong> los sistemas<br />
estáticos (lengua, léxico, etc.) y que el <strong>de</strong> las con<br />
cepciones atomísticas(signo, palabra,frase)recentrando<br />
el objeto en el discurso y no ya en la su<br />
matoria <strong>de</strong> palabras o frases.<br />
2. Nociones básicas.<br />
2.1. Signo.<br />
Signo es toda entidad que, para alguien, re<br />
mite a otra cosa (Obiols, pág. 9) evocándola.<br />
El signo opera <strong>de</strong>forma tal que en su presencia<br />
qmen lo percibe evoca otra entidad i<strong>de</strong>al o real.
118<br />
REVISTA DE LA A.E.U.- T. 81 (1-6), 1995<br />
Los signos están <strong>de</strong>stinados principalmente a<br />
significar nuestros pensamientos y estados<br />
emocionales (Kalinowsky, Introducción a la<br />
Lógica Jurídica, pág. 37, Eu<strong>de</strong>ba, 1973).<br />
Pue<strong>de</strong>n ser naturales o convencionales. Así,<br />
por ejemplo, el humo es signo <strong>de</strong>l fuego (na<br />
turalmente) mientras que otros signos son in<br />
ventados por el hombre y, en tal medida son<br />
artificiales, aimque aloslenguajeshistóricamente<br />
construidos se les <strong>de</strong>nomine "naturales" por opo<br />
sición a los lenguajes técnicos o formales (Ka<br />
linowsky, pág. 38).<br />
2.2. Lenguaje. Tipos <strong>de</strong> lenguaje.<br />
Una serie <strong>de</strong> signos convencionales cons<br />
tituidos en un<br />
sistema, es <strong>de</strong>cir, en una totaUdad<br />
organizada, conforman un lenguaje.<br />
Existen distintos tipos <strong>de</strong> lenguaje.<br />
Asó, lenguajes naturales (constituidos<br />
históricamente), lenguajesformales(construidos<br />
rigurosamente pero no producto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo<br />
histórico en una comunidad), lenguajes téc<br />
nicos (lenguajes naturales con algiuios términos<br />
rigurosamente <strong>de</strong>finidos).<br />
En los tres tipos <strong>de</strong> lenguaje existen "con<br />
venciones lingüísticas" con la diferencia que en<br />
los llamados naturales tales convenciones están<br />
implícitas en cuanto en los lenguajes técnicos y<br />
formales son necesariamente más explícitas (Ka<br />
linowsky, pág. 38).<br />
En principio, el lenguaje <strong>de</strong> las normas y el <strong>de</strong><br />
losjuristaspertenece a este último nivel (lenguaje<br />
técnico).<br />
Las abundantes <strong>de</strong>finiciones (estipulativas,<br />
ver a<strong>de</strong>lante) contenidas en los propios cuerpos<br />
normativos (vg. <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> tipos contrac<br />
tuales, etc.) que operan en el marco <strong>de</strong>l lenguaje<br />
natural en que se expresa la norma, son prueba<br />
<strong>de</strong> ello. El lenguaje normativo no es otra cosa que<br />
el lenguaje natural cargado con ciertas <strong>de</strong>firúciones<br />
técnicas (véase por ejemplo la norma <strong>de</strong>l<br />
art. 18 <strong>de</strong>l Código Civil que indica que las pala<br />
bras <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong>ben enten<strong>de</strong>rse en su sentido<br />
natural, salvo cuando el legislador las <strong>de</strong>finió<br />
expresamente).<br />
2.3. Semiótica. Sus ramas.<br />
La semiótica en su <strong>de</strong>finición clásica es la<br />
ciencia que estudia los signos. Se subdivi<strong>de</strong> en<br />
semántica (estudio <strong>de</strong> la relación entre el signo<br />
y lo que éste <strong>de</strong>signa), pragmática (estudio <strong>de</strong><br />
los usos <strong>de</strong> los signos en relación con sus emisores<br />
y receptores), sintáctica (estudio <strong>de</strong> las reglas<br />
<strong>de</strong> formación <strong>de</strong> las frases <strong>de</strong> un lenguaje).<br />
2.4. Problemas semánticos.<br />
2.4.1. Ambigüedad. Vaguedad.<br />
La relación signo—significado no es siempre<br />
unívoca. En nivel semántico se aprecian bási<br />
camente dos tipos <strong>de</strong> problemas:laambigüedad<br />
consistente en lacircunstancia<strong>de</strong> que una misma<br />
palabra es idónea para significar dos o más en<br />
tida<strong>de</strong>s o conceptos (así por ejemplo, en Derecho<br />
Civil la palabra causa remite a dos conceptos<br />
distintos: causa <strong>de</strong>l contrato —art. 1287—<br />
y cau<br />
sa eficiente <strong>de</strong> obligaciones<br />
—art. 1246—) y la<br />
vaguedad consistente en la imprecisión <strong>de</strong>l sig<br />
nificado, en la imposibihdad <strong>de</strong> fijar un límite<br />
preciso a lo significado por un vocablo o conjun<br />
to <strong>de</strong> ellos(asípor ejemplo, lapalabra enajenación<br />
en nuestro Código Civil que ora sigrúfica trasla<br />
ción dominial, ora traslación, o constitución <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>recho real, o incluso renuncia <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho<br />
(ver art. 1296), e incluso constitución <strong>de</strong> dos, rea<br />
les <strong>de</strong> garantía, etc.). La estrategia <strong>de</strong> superación<br />
<strong>de</strong> este inconveniente ptie<strong>de</strong> ser referida a no<br />
ciones más globalizadoras que parten <strong>de</strong>l texto<br />
en su totahdad y no <strong>de</strong>l signo aislado, como se<br />
verá. A ese nivel pertenecen todos los esfuerzos<br />
realizadoshastahoyparaprecisar enlos distintos<br />
ámbitos <strong>de</strong>l Código Civil las diferentes aparicio<br />
nes <strong>de</strong>l vocablo "enajenación". Llamativamente,<br />
sin embargo, tal estrategia es abandonada en<br />
otras hipótesis: por ejemplo el vocablo "nulo" se<br />
traslada con significación incambiada <strong>de</strong>l art,<br />
1560 y ss. al art. 27 1 in fine (nulidad por falta <strong>de</strong><br />
veniajudicial), pero no así al ámbito <strong>de</strong>l art. 1255<br />
(representación sin po<strong>de</strong>r) cuando los factores<br />
contextúales podían indicar en ambos casos la<br />
necesidad <strong>de</strong> un mismo cambio <strong>de</strong> valor semániico<br />
para la palabra. El cambio <strong>de</strong> un carril inter<br />
pretativo a otro, supone partir <strong>de</strong> supuestos<br />
radicalmente opuestos, cuestión que es revelada<br />
por la semiótica, ¿por qué ocurre?, ¿es justi<br />
ficable?... No se respon<strong>de</strong>rá pero no poco se gana<br />
ubicando en su raíz tal inconsecuencia.<br />
La ambigüedad como problema es mentada<br />
claramente por los arts. 1298, 1299, 1300 y 1302,<br />
etc.<br />
El problema <strong>de</strong> la vaguedad aparece supuesto
DOCTRINA 119<br />
in todas las normas que refieren a hipótesis <strong>de</strong><br />
iquivocidad <strong>de</strong>l texto contractual o legal, como<br />
)or ejemplo el art. 1299 o el 17 <strong>de</strong>l Código Civil.<br />
'or su parte la 'Taita <strong>de</strong> explicación" mencionala<br />
al final <strong>de</strong>l art. 1304 parece mentar más un<br />
)roblema <strong>de</strong> vaguedad que <strong>de</strong> ambigüedad como<br />
)reten<strong>de</strong> el legislador.<br />
No pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacarse que en la serie<br />
le artículos <strong>de</strong>stinados por el Código Civil a la<br />
nterpretación <strong>de</strong>l contrato, se encuentran sujuestas<br />
una serie <strong>de</strong> intuiciones que la semiótica<br />
5ólo a largo tiempo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>velaría.<br />
Así, la remisión al contexto como forma <strong>de</strong><br />
iuperar un problema semántico <strong>de</strong> ambigüedad<br />
'art. 1299) pue<strong>de</strong> suponer también una clara<br />
Percepción por parte <strong>de</strong>l legislador <strong>de</strong> que el sig-<br />
'lificado no resi<strong>de</strong> tanto en las palabras o las<br />
Vasos aisladas sino en el texto globalmente<br />
"onsi<strong>de</strong>rado, y que todo trabajo <strong>de</strong> <strong>de</strong>velación <strong>de</strong><br />
ignificados parte <strong>de</strong> un texto global y no <strong>de</strong> la<br />
'ñera suma <strong>de</strong> significado <strong>de</strong> las frases o palabras<br />
\\íe lo conforman. Por así <strong>de</strong>cirlo. Narvaja se a<strong>de</strong>-<br />
'ánta a la aparición <strong>de</strong> lo que hoy es conocido en<br />
"emiótica como "dimensión transfrástica" <strong>de</strong>l<br />
%xto. Ello llevaría a su vez a superar la visión <strong>de</strong><br />
% secuencia normativa <strong>de</strong> los arts. 1297—1302<br />
'■omo una sucesión <strong>de</strong> reglas or<strong>de</strong>nadas subsidia-<br />
■^iamente para su aphcación por etapas, pasando<br />
'*'. ser concebida tal serie como acumulativa y <strong>de</strong><br />
i'plicación simultánea y complementaria.<br />
^ 2.4.2. Una vía <strong>de</strong> superación <strong>de</strong> los proi^lemas<br />
semánticos. Los distintos tipos <strong>de</strong><br />
¡iefínición: informativa y estipidativa.<br />
Siguiendo en el plano <strong>de</strong> los conceptos básicos:<br />
)S problemas semánticos son normalmente reiieltos<br />
(o mejor:<br />
es tentada su resolución) me<br />
lante el recurso <strong>de</strong> las <strong>de</strong>finiciones.<br />
Una <strong>de</strong>finición es una regla mediante la cual<br />
ierto signo o conjunto <strong>de</strong> ellos pue<strong>de</strong> ser sustitui-<br />
0 (intercambiado) en un texto dado por otro sig-<br />
0 o conjunto <strong>de</strong> signos.<br />
El vocablo "<strong>de</strong>finición", tomado en su sentido<br />
ropio, <strong>de</strong>signa la caracterización <strong>de</strong> una expreón<br />
(lingüística), y sólo por metonimia se habla<br />
sualmente <strong>de</strong> <strong>de</strong>firúción <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as o cosas (Kaliowsky,<br />
p. 43).<br />
De ese modo, si el signo sustituyente no premtainconvenientes<strong>de</strong>ambigüedadovaguedad<br />
I los presenta en menor escala), el problema que<br />
planteara el signo sustituido comienza a resol<br />
verse.<br />
En el campo <strong>de</strong> los lenguajes lógicos, la <strong>de</strong>fi<br />
nición consiste en la equivalencia <strong>de</strong> dos variables<br />
e implica que en una secuencia cualquiera, una<br />
pue<strong>de</strong> sustituir a la otra (mediante la Regla Metalógica<br />
conocida como "<strong>de</strong> intercambio").<br />
Las <strong>de</strong>finiciones son <strong>de</strong> varios tipos. Nos in<br />
teresa <strong>de</strong>stacar dos <strong>de</strong> ellas por ser las más usua<br />
les en el campo jurídico.<br />
La <strong>de</strong>finición llamada informativa y la estipulativa.<br />
La <strong>de</strong>finición informativa da cuenta <strong>de</strong>l<br />
sigrdficado atribuido normalmente a un cierto<br />
signo (palabra, por ejemplo)<br />
en una comunidad<br />
lingüística dada. A tal tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>finiciones se<br />
llega mediante el método inductivo y por ello se<br />
las <strong>de</strong>nomina, a veces, "analíticas" (Kalinowsky,<br />
págs. 44-45). La labor <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> este<br />
tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>firúciones no es ajena al jurista, aunque<br />
en su caso, normalmente el campo empírico se<br />
limita a cierto discurso normativo (el or<strong>de</strong>n ju<br />
rídico <strong>de</strong> tal o cual país). Este tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>firúciones<br />
son las contenidas enlos Diccionarios(aunque no<br />
allí exclusivamente, como es obvio). Aeste tipo <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>finición (informativa) es que <strong>de</strong>bemos recurrir<br />
cuando las normas nos envían al "uso general <strong>de</strong><br />
las palabras", como ocurre en el art. 1297.<br />
La<strong>de</strong>finiciónestipulativa (Obiols),llama<br />
da también reguladora (Kalinowsky), por<br />
suparte, imphcalaasignaciónpor<strong>de</strong>cisiónpropia<br />
<strong>de</strong>l hablante o emisor <strong>de</strong> un cierto, específico y<br />
concreto significado a cierta palabra o frase, con<br />
in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> otros significados quelamisma<br />
palabra pueda tener en el uso general o en otros<br />
niveles discursivos. Una vez <strong>de</strong>finida la palabra,<br />
una vez estipulado su significado, el mismo no<br />
podrá alterarse a través <strong>de</strong>l discurso en cuyo ám<br />
bito fue <strong>de</strong>finido. Las <strong>de</strong>finiciones estipulativas<br />
cumplen dos funciones: a) abreviar la extensión<br />
<strong>de</strong>l texto, simplificando su trasmisión, compren<br />
sión, etc. y, b) eliminarproblemas <strong>de</strong> ambigüedad<br />
y vaguedad. Se trata <strong>de</strong> una aspiración común a<br />
todas las ciencias: un lenguaje um'voco, claro y<br />
preciso (Kalinowsky, pág. 38).<br />
Así, por ejemplo, el art. 1296 (acción pauhana)<br />
incluye en su 1er. inciso la palabra "frau<strong>de</strong>" y en<br />
el 2- inciso la <strong>de</strong>fine como "conocimiento <strong>de</strong> la in<br />
solvencia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>udor". De ese modo y en ese ám<br />
bito la palabra frau<strong>de</strong> tiene un úrúco y claro sig-
120 REVISTA DE LA A.E.U.- T. 81 (1-6), I995<br />
iúficadó(evitándoseposiblesvagueda<strong>de</strong>s)y cons<br />
tituye, a la par, la simplificación<strong>de</strong>una expresión<br />
más extensa, simplificación útil al propio legis<br />
lador y a los prácticos.<br />
De <strong>de</strong>finiciones estipulativas está repleto el<br />
Código Civil, y no sólo están presentes sino que<br />
en el art. 18 <strong>de</strong>l propio cuerpo se indica que el<br />
lector <strong>de</strong>berá estar a ellas, reafirmando la natu<br />
raleza estipulativa <strong>de</strong> las mismas. Naturalmente,<br />
una <strong>de</strong>finición informativa carecería <strong>de</strong> sentido<br />
en un texto <strong>de</strong> índole normativa.<br />
Lapresencia <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>finicioneshacen<br />
<strong>de</strong>l lenguaje jurídico un lenguaje téciúco, y la<br />
intencionalidad <strong>de</strong> tal ten<strong>de</strong>ncia parece obvia,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que se consi<strong>de</strong>ra el papel que generalmente<br />
se<br />
asigna a un cuerpo normativo jurídico en una<br />
sociedad. Aljurista correspon<strong>de</strong> por su parte <strong>de</strong><br />
velar ciertas constantes <strong>de</strong> significación no ex<br />
plícitas pero extraíbles <strong>de</strong>l discurso legal, ten<br />
diendo siempre a aminorarlos problemas semánticos<br />
mentados.<br />
De las <strong>de</strong>finicionesinformativas es que usualmente<br />
se predica que "no obHgan al intérprete",<br />
en cambio <strong>de</strong> las <strong>de</strong>finiciones estipulativas ne<br />
cesariamente <strong>de</strong>be predicarse -que "obligan al<br />
intérprete" y esto más allá <strong>de</strong>l carácter normati<br />
vo o no normativo <strong>de</strong>l discurso que se analice,<br />
puesto que tal "obligatoriedad"<br />
no <strong>de</strong>riva <strong>de</strong>l<br />
carácter jurídico <strong>de</strong> la expresión legal que con<br />
tenga la <strong>de</strong>finición, sino <strong>de</strong> la propia lógica <strong>de</strong> los<br />
procesos humanos <strong>de</strong> generación y asignación <strong>de</strong><br />
sentido. Usualmente las <strong>de</strong>finiciones legales son<br />
<strong>de</strong> carácter estipulativo, y ello <strong>de</strong>ternúna que ge<br />
neralmente <strong>de</strong>barechazarse la conocida máxima<br />
que reza que las <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong>l legislador no<br />
obligan al intérprete. (Por ejemplo Gamarra,<br />
T.D.C. U., Tomo I, pág. 20, ed. 1981).<br />
Una gran parte <strong>de</strong> la labor <strong>de</strong>l jurista se cen<br />
tra en lo que se conoce como interpretación <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>recho. Por ello también es imprescindible ana<br />
lizar, explicar y mostrar con claridad las opera<br />
ciones y opciones que se efectúan en tal labor,<br />
muchas veces en forma inconsciente o dando por<br />
supuestas una serie <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as que en realidad rú<br />
están superpuestas ni son incontrovertibles.<br />
Por último, no conviene per<strong>de</strong>r <strong>de</strong> vista que<br />
las <strong>de</strong>finiciones se expresan en un lenguaje siem<br />
pre en grado superior a aquél al cual pertenece la<br />
expresión <strong>de</strong>finida y la <strong>de</strong>finiente, por ello los<br />
sistemas normativos poseen en su interior di<br />
<strong>de</strong>nte<br />
versos grados <strong>de</strong> lenguaje, cuestión bastante evi<br />
pero que conviene tener presente (Kalinowsky,<br />
pág. 46).<br />
2.5. Pragmática. Usos <strong>de</strong>l lenguaje.<br />
La pragmática estudia los signos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1¡<br />
perspectiva <strong>de</strong> los usos o funciones que les asig<br />
nan los hablantes o emisores al utilizarlos.<br />
En este plano se indican varios tipos <strong>de</strong> Usos,<br />
Nos interesa <strong>de</strong>stacar tres tipos: informativo<br />
(o asertivo o <strong>de</strong>clarativo), directivo (o imperativo),<br />
operativo (o performativo).<br />
En el uso informativo se utilizan propo<br />
siciones <strong>de</strong> las cuales tiene sentido predicar sii<br />
verdad o falsedad. Es el lenguaje típico <strong>de</strong> las<br />
ciencias naturales. En el plano <strong>de</strong>l Derecho Civil<br />
pertenecen a este tipo <strong>de</strong> uso <strong>de</strong>l lenguaje los<br />
llamados negocios <strong>de</strong>clarativos, pues en ellos st<br />
informa <strong>de</strong> la preexistencia <strong>de</strong> un negocio ante<br />
rior, y <strong>de</strong>l contenido <strong>de</strong>l negocio <strong>de</strong>clarativo co<br />
rrespon<strong>de</strong> predicarverdad ofalsedad,entanto es<br />
posible que el negocio asertado (previo) haja<br />
existido o no. No pertenecen a este tipo <strong>de</strong> len<br />
guajes los negocios dispositivos en sentido ampHo,<br />
como se verá. Cuando Betti indicaba en sii<br />
Teoría General <strong>de</strong>l Negocio Jurídico, que el mis<br />
mo no interesa como revelación <strong>de</strong> un estado voltivo,<br />
como signo <strong>de</strong> cierta volición, estaba indi<br />
cando que ellenguaje negocial no es esencialmen<br />
te el vehículo significativo <strong>de</strong> la voluntad sim<br />
otra cosa (aunque pueda serlo <strong>de</strong> hecho). Betti<br />
percibía que en el discurso negocial<br />
no se tratab<br />
por parte <strong>de</strong> los emisores <strong>de</strong> informar acerca di<br />
sus respectivas voliciones, sino que el fin era dis<br />
tinto (ver supra, uso operativo).<br />
En el uso directivo la función es lograr q«<br />
alguien <strong>de</strong>sarrolle cierta conducta. De este tipi<br />
<strong>de</strong>funciónlingíú'stica no es dable predicarverdaJ<br />
o falsedad. O sea una or<strong>de</strong>n, un imperativo,<br />
no es<br />
verda<strong>de</strong>ro ni falso. Teóricos como Austin, entien<br />
<strong>de</strong>n que el lenguaje <strong>de</strong> las normas jurídica!<br />
pertenece a este tipo <strong>de</strong> función, y ello ha lleva»<br />
a estudiosos como AlfRoss a negar la posibilidaJ<br />
<strong>de</strong> una Lógica <strong>de</strong> las Normas, etc.<br />
Finalmente, en el uso operativo (performa<br />
tivo) el mero uso <strong>de</strong>l lenguaje opera una trans<br />
formación <strong>de</strong> la realidad (a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la obvia)<br />
mera producción <strong>de</strong> sonidos, movimientos o es<br />
critura). En este caso no se trata <strong>de</strong> informa<br />
acerca <strong>de</strong> una realidad preexistente o futura, «<br />
<strong>de</strong> obtener una conducta ajena, sino que elpr'
I<br />
DOCTRINA 121<br />
pió uso <strong>de</strong>l lenguaje produce una alteración <strong>de</strong> la<br />
realidad. Esta forma <strong>de</strong> uso es explicada por M.<br />
jKail en sintética y lograda frase: "... (en este caso)<br />
3I discurso no expresa solamente realidad, la<br />
constituye" (M. Kail, Revista Relacionas, página<br />
3, NmO, jubo 1993).<br />
Obiols (pág. 22) sugestivamente brinda como<br />
¡ejemplo un acto jurídico: "al <strong>de</strong>cir el juez "los <strong>de</strong><br />
claro marido y mujer' dos personas siguen ca<br />
padas". Es <strong>de</strong>cir, el uso <strong>de</strong>l lenguaje en este caso<br />
,ao busca informar <strong>de</strong> algo sino que busca produ<br />
cir y produce (eventualmente) una transforma<br />
ción <strong>de</strong> la realidad.<br />
A este tipo <strong>de</strong> uso lingüístico correspon<strong>de</strong>n los<br />
negociosjurídicos dispositivos. Cuando una per<br />
sona manifiesta obligarse, no es lo más relevante<br />
la información que proporcione sobre su estado<br />
<strong>de</strong> árúmo (pues aún siendo insincera su mani<br />
festación, la misma poseerá relevancia) sino que<br />
lo jurídicamente relevante se encuentra en la<br />
propia emisión <strong>de</strong>l discurso negocial que, al <strong>de</strong>cir<br />
<strong>de</strong> Betti, constituye un precepto. En otras pala<br />
bras, la emisión <strong>de</strong> lenguaje en un contrato no<br />
interesa alhablante tanto como forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>clarar<br />
su voluntad (su estado volitivo interno) <strong>de</strong> obh-<br />
'garse, sino como forma <strong>de</strong>, directamente, obhgarse,<br />
efecto que se produce simultáneamente<br />
por intervención <strong>de</strong> la norma jurídica.<br />
Pero es importante <strong>de</strong>jar en claro que las fun<br />
ciones <strong>de</strong>l lenguaje no se presentan en estado<br />
puro. Así, el negocio informa (mal o bien) sobre<br />
cierta situación (voluntad) a la par que opera una<br />
transformación en la realidad (creación <strong>de</strong> pre<br />
ceptos <strong>de</strong> la autonomía privada).<br />
3. El pasaje a una semiótica discursiva.<br />
3.2. La crisis <strong>de</strong>l signo.<br />
Se ha <strong>de</strong>finido anteriormente a la semiótica<br />
¡como ciencia <strong>de</strong> los signos. Con el concepto <strong>de</strong> sigfno<br />
como plataforma <strong>de</strong> impulso, la semiótica<br />
¡'guiada por las aportaciones <strong>de</strong> Pierce y Saussu-<br />
>re ha ido adqmriendo estatuto propio.<br />
A pesar <strong>de</strong> ello, investigacionesposteriores, al<br />
'estudiar en forma principal los sistemas <strong>de</strong> sig<br />
nificación complejos,han cuestionado el concepto<br />
<strong>de</strong> signo y provocaron la llamada crisis <strong>de</strong>l signo,<br />
sostenida por autores como Barthes y Eco.<br />
Al enfrentarse con sistemas <strong>de</strong> significación<br />
cada vez más complejos, el concepto <strong>de</strong> "signo"<br />
terminó por revelárseles como ina<strong>de</strong>cuado, como<br />
un mero "artefacto analítico" (Barthes) producto<br />
<strong>de</strong> una perspectiva "ingenua y atomística"<br />
(Barthes, Eco).<br />
Ya en 1943, Hjemselv advertía que no <strong>de</strong>bería<br />
hablarse <strong>de</strong> signo sino <strong>de</strong> "funciones sígnicas"<br />
que se reahzan "cuando dos functores (expresión<br />
y contenido) entran en mutua correlación". El<br />
signo se verá disuelto, entonces, en un retículo <strong>de</strong><br />
relaciones múltiples y cambiantes que forman<br />
sistemas <strong>de</strong> significación. Como no existe signo<br />
transistemático, será siempre al interior <strong>de</strong> siste<br />
mas <strong>de</strong> significación don<strong>de</strong> podremos analizar<br />
lo.<br />
Enfrentados a la complejidad <strong>de</strong> los distintos<br />
discursos reales, vivos, a la comprobación <strong>de</strong> que<br />
muchas veces textos aparentemente inconsis<br />
tentes resultan intuitiva y normalmente consis<br />
tentes para los miembros <strong>de</strong> una comunidad<br />
lingüística, al hecho <strong>de</strong> que textos aparentemen<br />
te incompletos operan en la práctica como textos<br />
perfectamente inteligibles y completos (muchas<br />
veces sin mayor esfuerzo para el lector), los semióticos<br />
<strong>de</strong>bieron inquirirse sobre la razonabilidad<br />
<strong>de</strong> su punto <strong>de</strong> partida: el signo.<br />
El resultado fue la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> un nuevo<br />
objeto central <strong>de</strong> la semiótica: el discurso.<br />
En corolario: la concepción <strong>de</strong> la semiótica<br />
como ciencia <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> los signos se ha visto<br />
<strong>de</strong>splazada por el estudio <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong><br />
sigrúficación y <strong>de</strong> su realización en discursos.<br />
El discurso fue visto en un primer momento<br />
como mera secuencia <strong>de</strong> signos productora <strong>de</strong><br />
significado, pero no mucho tiempo <strong>de</strong>spués tal<br />
visión es abandonada, <strong>de</strong>jándose <strong>de</strong> lado la con<br />
cepción <strong>de</strong>l discurso como sumatoria <strong>de</strong> signos<br />
(Benveniste), comprobándose que lo que produce<br />
sentido no es tal unión <strong>de</strong> signos sino su fun<br />
cionamiento textual o discursivo. El discurso pa<br />
ra a ser el verda<strong>de</strong>ro punto <strong>de</strong> partida y el signo<br />
se convierta en una disección casi arbitraria <strong>de</strong>l<br />
mismo, no representativa <strong>de</strong>lfenómenoreal algu<br />
no.<br />
Al fin <strong>de</strong> esta crisis Batjin (Lozano, pág. 16)<br />
expresaba: "Don<strong>de</strong> no hay texto (discurso) nohay<br />
objeto <strong>de</strong> investigación...".<br />
En la semiótica discursiva se estudia más lo<br />
que los signos "hacen" que lo que los signos repre<br />
sentan.
122<br />
REVISTA DE LA A.E.U.- T. 81 (1-6), 1995<br />
3.2. El concepto <strong>de</strong> texto (discurso).<br />
El objeto <strong>de</strong> la semiótica es, entonces, el dis<br />
curso o texto, superando la anterior concepción<br />
<strong>de</strong> la semiótica-ciencia-<strong>de</strong>-los-signos.<br />
Al intentar <strong>de</strong>finir Batjin su área <strong>de</strong> trabajo,<br />
situó al texto (discurso) en el punto <strong>de</strong> intersec<br />
ción <strong>de</strong> todas las disciplinas que intervienen en<br />
su análisis: filosofía, lingüística, etc.<br />
El discurso es básicamente el lenguaje puesto<br />
en acto por el hablante.<br />
En cuanto a las cienciasjurídicas, su dato pri<br />
mario <strong>de</strong> investigación (objeto) lo constituye el<br />
discurso jurídico normativo (normas jurídicas).<br />
El texto es <strong>de</strong>finido entérminos muy generales<br />
como "cualquier comurúcación registrada en un<br />
<strong>de</strong>terminado sistema sígnico" o como cualquier<br />
"conjunto sígrúco coherente" (Lotman).<br />
Y precisamente al enfrentarse al tema <strong>de</strong> la<br />
coherencia<strong>de</strong>l discurso es que comienzan avisua<br />
lizarse las primeras nociones ferméntales intro<br />
ducidas por esta nueva dimensión <strong>de</strong> la Semióti<br />
sionar al discurso (aparentemente incoherente)<br />
son <strong>de</strong> diversos ór<strong>de</strong>nes:<br />
B.l.) Provenientes <strong>de</strong>l propio texto: la<br />
coherencia global. En este sentido se <strong>de</strong>staca<br />
que por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> su estructura aparente, todo<br />
texto posee unaestructura profunda, subyacente,<br />
que es la que permite dotarlo <strong>de</strong> cohesión aún<br />
cuando ésta no se haya revelado ostensiblemen<br />
te. VanDijk (Lozano , pág. 24-25)ha señalado que<br />
parallegar a esaestructura subyacente (la "forma<br />
lógica" <strong>de</strong>l discurso) el lector utiliza básicamente<br />
tres mecanismos o reglas: supresión, generali<br />
zación y construcción. Así, se suprimen las<br />
frases no presupuestas ni que presuponen a<br />
otras frases (supresión), se sustituyen varias<br />
frases por una sola que imphque una <strong>de</strong>rivación<br />
lógica <strong>de</strong> las anteriores (generalización), o se<br />
reducen varias frases por una sola que <strong>de</strong>note lo<br />
que antes <strong>de</strong>notaba la secuencia (construcción).<br />
Tal proceso conduce auna sustancial reducción<br />
<strong>de</strong>l texto, la estructura revelada es la estructura<br />
profunda, subyacente <strong>de</strong>l discurso <strong>de</strong>l cual par<br />
timos. Esta estructuraprofunda pue<strong>de</strong> constituir<br />
un texto coherente (un todo organizado) aunque<br />
el texto superficial <strong>de</strong>l cual partimos no lo fuera<br />
ca.<br />
3.3. La coherencia <strong>de</strong>l disciu-so.<br />
Que un texto sea coherente,implica en general<br />
que sus partes se encuentren ligadas o conecta<br />
das entre sí <strong>de</strong> manera <strong>de</strong> formar un todo orga<br />
nizado.<br />
Tal cohesión entre las partes (obsérvese que<br />
no hablamos <strong>de</strong> elementos) se obtiene básica<br />
mente en dos niveles:<br />
A) Cohesión superficial. Surge <strong>de</strong> factores<br />
visibles en el propio texto : elementos copulativos,<br />
or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las palabras y las frases, conjunciones,<br />
relevancia <strong>de</strong> las oraciones restantes para in<br />
terpretar cada oración, ligazón causal entre cada<br />
una <strong>de</strong> las oraciones con las restantes, etc. En su<br />
ma: todos estos son factores <strong>de</strong> cohesión <strong>de</strong> un<br />
texto que se revelan explícitamente en el mismo.<br />
B) Cohesión profunda. La coherencia <strong>de</strong><br />
un texto llamada profunda, se revela en aquellos<br />
casos en que no existiendo coherencia superficial<br />
el lectorigualmente percibe al texto como untodo<br />
consistente.<br />
En este caso los factores que permiten cohe-<br />
Enel caso <strong>de</strong>l "resumen" se observaun proceso<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>velación <strong>de</strong> la estructura profunda <strong>de</strong>l dis<br />
curso resumido.<br />
En el terrenojurídico, muchas veces la doctri<br />
na, partiendo <strong>de</strong> conjuntos <strong>de</strong> normas aparente<br />
mente <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nadas, repetitivas, inconexas y<br />
caóticas, ha logrado <strong>de</strong>velar estructuras <strong>de</strong> texto<br />
(normativo) profundas, perfectamente coheren<br />
tes. El área <strong>de</strong> la responsabilidad contractual<br />
(cumpbmiento tardío, mora, plazo esencial, etc)<br />
es una prueba <strong>de</strong> ello, aunque obviamente no ha<br />
sido uno sólo el sistema propugnado como<br />
revelativo <strong>de</strong>l significado profundo <strong>de</strong> las normas<br />
positivas sobre el tema (véase básicamente<br />
CarneUi y Gamarra enAD. C. U. ,<br />
XXIII y XXIV),<br />
En anterior trabajo los autores <strong>de</strong>l presente han<br />
realizado unintento caracterizable como <strong>de</strong> <strong>de</strong>ter<br />
minación <strong>de</strong> las formas lógicas subyacentes al<br />
discurso normativojurídico y doctrinario, preten<br />
diendo la reducción <strong>de</strong>l vasto campo <strong>de</strong> expre<br />
siones en ellos conterúdas, a las estructuras pro<br />
fundas y básicas <strong>de</strong>l discurso jurídico ("Norma,<br />
Situación y Contrato", Marino y Caffera, en<br />
Revista <strong>de</strong>l Colegio <strong>de</strong> Abogados, Tomo XXK,<br />
1994, págs. 39 y ss.).<br />
B.2.) Incorporados por el lector: la cobe-
■<br />
:trina<br />
123<br />
ciapragmática. Otros autoreshan llamado<br />
;ención sobre el papel que en la cohesión <strong>de</strong>un<br />
,0 cumple el lector. La cooperación con el<br />
,0 permite llenar intersticios vacíos en el misenlazar<br />
frases, etc. Tal cooperación<br />
X) supone en el lectoruna cierta competencia<br />
conocimiento<strong>de</strong>lasherramientas lingüísticas)<br />
le permitirá completar y cohesionar el mis-<br />
con el<br />
Van Dijk ha señalado que el lector no sólo<br />
upera la información contenida en el texto,<br />
D que, también, incluye elementos que él po-<br />
(en la medida que posee competencia textual,<br />
j es conocimientos que le permiten dotar <strong>de</strong><br />
úficado a los discursos emitidos, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />
erminado sistema lingüístico).<br />
Entre otros elementos, el lector aporta un<br />
irco (frame) <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l cual el texto adquiere<br />
ecial sentido y fuera <strong>de</strong>l cual pue<strong>de</strong> resultar<br />
oherente (el monólogo <strong>de</strong> Molly Bloom en el<br />
ses <strong>de</strong> J. Joyce sólo adquiere coherencia en<br />
ito monólogo interior y en el marco <strong>de</strong>l libro en<br />
3 se encuentra). Así también al enfrentar un<br />
to contractual, el analista lo ubica naturalnte<br />
como un segmento más en una serie más<br />
pha: la <strong>de</strong> los textos contractuales, fijando así<br />
narco <strong>de</strong>l texto que consi<strong>de</strong>ra, distanciándolo<br />
otros tipos discursivos (por ejemplo, una pieza<br />
crítica literaria, o narrativa, etc.).<br />
Eco (Lozano, pág. 28) ha <strong>de</strong>stacado que el lecllena<br />
los espacios vacíos <strong>de</strong>l texto ("perezoso")<br />
uiendo estrategias ("estrategias discursivas")<br />
3 el propio texto que le sugiere. Con ello,<br />
) tien<strong>de</strong> a hmitar el espacio abierto a la pura<br />
)jetividad, en cuanto las estrategias <strong>de</strong> coopeión<br />
lector—texto no quedan libradas sólo al<br />
mero.<br />
Por último el lector pue<strong>de</strong> poseer compé<br />
lelaintertextual que le permite aplicar conoúentos<br />
obtenidos en otros textos a aquél que<br />
iHza (en cuanto advierta elementos comunes<br />
nalógicos).<br />
En fin, la hipótesis <strong>de</strong> cohesión a partir <strong>de</strong> la<br />
peración <strong>de</strong>l lector ha dividido a los estudio-<br />
: para unos la intervención <strong>de</strong>l lector <strong>de</strong>forma<br />
il punto el texto que es imposible preguntarse<br />
el sentido <strong>de</strong>l mismo, sin inclmr como objeto<br />
estudio al propio lector, para otros, es aún<br />
;ible <strong>de</strong>sarrollar la interpretación a partir <strong>de</strong>l<br />
to, ubicando al lector en un plano <strong>de</strong> inci<strong>de</strong>naún<br />
relativo y señalando que no sólo el texto<br />
es <strong>de</strong>formado por el lector, sino que el propio texto<br />
<strong>de</strong>forma a aquél, transformándolo.<br />
Esta última discusión parece ser <strong>de</strong> las más<br />
relevantes en el campo <strong>de</strong>l Derecho en cuanto se<br />
<strong>de</strong>sarrolla a partir <strong>de</strong> la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la inci<br />
<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la subjetividad <strong>de</strong>l intérprete<br />
en la in<br />
terpretación: la Semiótica no permitirá superar<br />
tal inci<strong>de</strong>ncia "pero permitirá ubicarla y anaUzar<br />
rigurosamente el proceso <strong>de</strong> su Intromi<br />
sión".<br />
3.4. Coherencia interna e isotopía.<br />
Con el concepto <strong>de</strong> isotopía, Greimas aborda<br />
el problema intratextual <strong>de</strong> la coherencia en los<br />
discursos.<br />
Para este autor, el concepto <strong>de</strong> coherencia<br />
apHcado al discurso: "parece a primera vista<br />
po<strong>de</strong>r ser relacionado con el más general <strong>de</strong> iso<br />
topía, comprendida como la permanencia recu<br />
rrente a lo largo <strong>de</strong>l discurso <strong>de</strong> un mismo haz <strong>de</strong><br />
categoríasjustificativas <strong>de</strong> una organización pa<br />
radigmática".<br />
La isotopía equivale, pues, a un plano homo<br />
géneo <strong>de</strong> significación, don<strong>de</strong> la recurrencia sémica<br />
señala la existencia <strong>de</strong> una coherencia se<br />
mántica y textual.<br />
La isotopía es una propiedad semántica <strong>de</strong>l<br />
discurso que permite <strong>de</strong>stacar los planos homo<br />
géneos <strong>de</strong> significación y que se apoya sobre la<br />
redundancia y reiteración, en varios segmentos<br />
textuales <strong>de</strong> algunos elementos semánticos idén<br />
ticos: estos constituyen una base sobre la que se<br />
insertan las significaciones particulares.<br />
El concepto <strong>de</strong> isotopía, entonces,<br />
tacadarelevancia para abordar el problema <strong>de</strong> la<br />
coherencia textual.<br />
asume <strong>de</strong>s<br />
Y ello a pesar <strong>de</strong> las críticas que a tal concep<br />
to han formulado Sánchez De Zabala e incluso<br />
Eco.<br />
Pues si bien un <strong>de</strong>terminado texto sometido a<br />
un contexto socio cultural posee varias lecturas,<br />
po<strong>de</strong>mos sin embargo observar también el texto<br />
como invariante, a partir precisamente <strong>de</strong> sus<br />
isotopías.<br />
Por otra parte, la existencia <strong>de</strong>l discurso<br />
según Greimas no pue<strong>de</strong> ser afirmada si no se<br />
pue<strong>de</strong> postular para la totalidad <strong>de</strong> las frases que
'<br />
124<br />
REVISTA DE LA A.E.U.- T. 81 (1-6), 199;<br />
lo constituyen una isotopía común reconocible<br />
gracias a la recurrencia <strong>de</strong> una categoría<br />
lingüística o <strong>de</strong> un haz <strong>de</strong> ellas a lo largo <strong>de</strong> su<br />
<strong>de</strong>sarrollo.<br />
Des<strong>de</strong> esta perspectiva la isotopía permite<br />
<strong>de</strong>firúr la existencia <strong>de</strong>l discurso y es en ese sen<br />
tido que García Berrio ha hablado <strong>de</strong> una iso<br />
topía textual global.<br />
Según Greimas, al anahzar la isotopía dis<br />
cursiva: "en el plano textual cuando se qvúere<br />
acondicionar el tránsito <strong>de</strong>unafrase realizada en<br />
una lengua <strong>de</strong>terminada a la frase que le sigue<br />
inmediatamente, el problema que se plantea es el<br />
<strong>de</strong> la coherencia discursiva: la existencia <strong>de</strong>l<br />
discurso —y no <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> frases in<strong>de</strong>pen<br />
dientes— sólo pue<strong>de</strong> ser afirmada si es posible<br />
postular para la totalidad <strong>de</strong> las frases que lo<br />
constituyen, una isotopía común a lo largo <strong>de</strong> to<br />
do su <strong>de</strong>sarrollo. Así nos inclinamos a pensar que<br />
en una red <strong>de</strong><br />
un discurso lógico <strong>de</strong>be apoyarse<br />
anafóricos que, remitiéndose <strong>de</strong> una frase a la<br />
otra, garanticen su permanenciatópica. Inversa<br />
mente, el discurso poético<br />
—sobre todo cuando<br />
apunta conscientemente a la abolición <strong>de</strong> la sin<br />
taxis'— marúfiesta en la superficie, <strong>de</strong>bido a la<br />
onúsión <strong>de</strong> las marcas <strong>de</strong> recurrencia, una cierta<br />
incoherencia gramatical. Entre ambos extremos<br />
toda clase <strong>de</strong> discursos que po<strong>de</strong>mos calificar <strong>de</strong><br />
imperfectos en el mismo sentido en que todas las<br />
manifestaciones en lenguas naturales sonimperfectas<br />
con relación a la i<strong>de</strong>alidad <strong>de</strong> las formas<br />
gramaticales que les postulamos" (La semiótica<br />
<strong>de</strong>l texto, ed. 1993, pág. 44).<br />
El problema <strong>de</strong> la mora y laresolución a<br />
partir <strong>de</strong>l art. 1731 <strong>de</strong>l Código Civil, como<br />
forma <strong>de</strong> aplicar los conceptos hasta ahora<br />
intro-ducidos.<br />
En nuestro país se ha discutido recientemen<br />
te acerca <strong>de</strong>l art. 1731 <strong>de</strong>l Código Civil.<br />
El Doctor Gamarra ha indicado (A-D.C. U., T.<br />
XIX, pág. 75) que en tanto el mismo exigela cons<br />
titución en mora previa para requerir la resolu<br />
ción <strong>de</strong>l contrato <strong>de</strong> compraventa, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que en<br />
se<strong>de</strong> <strong>de</strong> compraventa es normal ubicar principios<br />
<strong>de</strong> naturaleza general, tal reqmsito (mora) es ne<br />
cesario para la resolución (vía art. 1431) <strong>de</strong> todo<br />
contrato bilateral.<br />
CarneUi (A.£>.C. U.,T. XXIII, pág. 480)ha sosterúdo,<br />
por el contrario, que <strong>de</strong>l art. 1731 sólo se<br />
<strong>de</strong>duce la necesidad <strong>de</strong> constitución en mora<br />
para resolver el contrato <strong>de</strong> compraventa pero<br />
que tal requisito no es extensible fuera <strong>de</strong> la sed;<br />
para la cual fue edictado.<br />
La misma discusión podría plantearse a par,<br />
tir <strong>de</strong>l art. 1730 (suspensión <strong>de</strong> las prestaciones<br />
ante el riesgo <strong>de</strong> incumplimiento <strong>de</strong> obligación<br />
aún no exigible), o incluso respecto <strong>de</strong> la excep,<br />
ción <strong>de</strong> contrato no cumphdo (arts. 1688 y 1735)<br />
En esta discusión no opera, sin dudas, una<br />
disímil interpretación <strong>de</strong>l art. 1731.<br />
El problema se presenta cuando se consi<strong>de</strong>ra<br />
el discurso normativo en su globalidad en el tó<br />
pico resolución <strong>de</strong> contratos bilaterales.<br />
En este plano, el requisito <strong>de</strong> la mora en la<br />
compraventa y su ausencia en los restantes con<br />
tratos bilaterales, pue<strong>de</strong> aparecer como una in<br />
consecuencia <strong>de</strong>l discurso legislativo. Falta <strong>de</strong><br />
coherencia que se revela por la ausencia <strong>de</strong> iso<br />
topía en el texto sobre resolución <strong>de</strong> contratos<br />
bilaterales, en tanto el mismo concepto aparece<br />
ligado (en el art. 1731) y <strong>de</strong>sligado (en el art,<br />
1431) <strong>de</strong> la noción <strong>de</strong> mora. Es la categoría sémica<br />
"mora -h resolución" la que no recurre alo<br />
largo <strong>de</strong> ese discurso.<br />
Tal juicio surge, a<strong>de</strong>más, a partir <strong>de</strong> la com<br />
petencia intertextual que posee el técnico,<br />
quien ubicando el texto en sumarco observaque<br />
alh don<strong>de</strong> operan idénticos fundamentos, opera<br />
idéntica norma.<br />
En ausencia <strong>de</strong> tal competencia, la carencia<br />
<strong>de</strong> isotopía no aparece clara, esto es, el lector "co<br />
mún" no alcanzaría a <strong>de</strong>velarla.<br />
Tal inconsistencia es superada mediante<br />
cooperación <strong>de</strong>l lector, quien a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> recu<br />
perar el material semántico normativo aplicará<br />
una estrategia que el propio Código sugiere, in<br />
troduciendo elementos que llenarán el espacio<br />
vacío <strong>de</strong>tectado, dotando <strong>de</strong> coherencia al discur<br />
so legal.<br />
En efecto, partiendo <strong>de</strong> la constatación <strong>de</strong> que<br />
el art. 1731 reitera, en se<strong>de</strong> <strong>de</strong> compraventa, el<br />
principio ya contenido con mayor generalidad en<br />
el art. 1431, concluirá que la operación pue<strong>de</strong><br />
actuar en sentido inverso (esto es: "guardando<br />
en se<strong>de</strong> <strong>de</strong> compraventa principios generales <strong>de</strong><br />
todos los contratos bilaterales). Como sujete<br />
específicamente competente en la interpretador<br />
<strong>de</strong>l discurso jurídico el lector evocará la máximí<br />
según la cual en materia <strong>de</strong> compraventa (por sei<br />
el paradigma <strong>de</strong>l contrato sinalagmático) existí
DOCTRINA 125<br />
•án normas extensivas a todos los contratos<br />
¿laterales. Recompondrá entonces el discurso<br />
leí legislador, dotándolo <strong>de</strong> la coherencia cuya<br />
lusencia <strong>de</strong>tectó y concluirá que la mora es rejuisito<br />
previo <strong>de</strong> la resolución <strong>de</strong> cualquier<br />
¡ontrato bilateral, utilizando al art. 1731 como<br />
irgumento, pues en él observará la expresión <strong>de</strong><br />
m principio más general.<br />
Una línea argumentativa crítica <strong>de</strong> la tesis <strong>de</strong><br />
jamarra podría centrarse en que ésta implica<br />
ina elevada dosis <strong>de</strong> subjetividad.<br />
i<br />
'<br />
Ciertamente, la interpretación extensiva <strong>de</strong>l<br />
1731 no se atiene al texto <strong>de</strong>l art. 1731 aislado,<br />
)ero atien<strong>de</strong>, en cambio, en dimensión transfrás-<br />
'ica —consi<strong>de</strong>rando un "significado global <strong>de</strong>l<br />
-exto superior a la suma <strong>de</strong> las significaciones <strong>de</strong><br />
"as frases que lo componen" (Lozano, pág. 36)—<br />
ü discurso <strong>de</strong>l legislador globalmente apreciado.<br />
\plica elementos abstraídos <strong>de</strong> otros sectores <strong>de</strong>l<br />
'liscurso <strong>de</strong>l propio legislador (la máxima ubi eaiem<br />
ratio ibi ea<strong>de</strong>m legis dispositio), y cuando<br />
'extien<strong>de</strong> el radio <strong>de</strong>l art. 1731 a todo contrato bi<br />
lateral no sigue su propia subjetividad sino que<br />
'?a tras la pista <strong>de</strong> "estrategias discursivas" (Eco)<br />
sugeridas porel propio texto (la reiteración <strong>de</strong><br />
in principio general en se<strong>de</strong> <strong>de</strong> compraventa le<br />
Indica que es posible que el propio art. 173 1 al reíiuirir<br />
la mora, también lo sea).<br />
i<br />
í La cooperación con el texto legal es realizada<br />
)or el lector, pero <strong>de</strong> acuerdo a "aspectos intrín<br />
secos" <strong>de</strong>l texto y no a factores extratextuales so<br />
so por él conocidos o dados por buenos.<br />
í<br />
La crítica a la interpretación <strong>de</strong> Carnelli, inlicaría<br />
que ésta correspon<strong>de</strong> a una etapa preíliscursiva<br />
<strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> los textos lingüísticos<br />
normativos, que aisla la frase <strong>de</strong> su contexto, y<br />
iiue per<strong>de</strong>ría <strong>de</strong> vista la cohesión global o profun<br />
da <strong>de</strong>l discurso <strong>de</strong>l legislador, acerca <strong>de</strong> la mora<br />
fomo prerrequisito <strong>de</strong> la resolución.<br />
El punto <strong>de</strong> vista interpretativo <strong>de</strong> Carnelli<br />
pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado atomístico y <strong>de</strong>sglobalíizador.<br />
Sin embargo, el punto es precisamente,<br />
(puál es el nivel <strong>de</strong> interpretación a manejar. El<br />
fc[ue parte <strong>de</strong>l discurso en su globalidad<br />
es quizás<br />
(más dinámico, pero el nivel intrasfrástico, más<br />
analítico, es susceptible <strong>de</strong> una transmisión más<br />
¡universal, y es más fácilmente contrastable en<br />
¡cuanto a sus resultados.<br />
i<br />
Por otra parte, pue<strong>de</strong> acaso suponerse que un<br />
no jurista, <strong>de</strong>sconocedor <strong>de</strong> las particularida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong>l discurso jurídico, y <strong>de</strong> las estrategias dis<br />
cursivas <strong>de</strong>l legislador, llegue a captar la estruc<br />
tura profunda <strong>de</strong>l texto, tal como la presenta la<br />
tesis <strong>de</strong> Gamarra.<br />
La respuesta parece negativa: los estudios <strong>de</strong><br />
Atkinson y Drew (Pardo, pág. 18) refieren a es-ta<br />
situación <strong>de</strong> falta <strong>de</strong> competencia hngüística <strong>de</strong>l<br />
ciudadano común para compren<strong>de</strong>r los textos<br />
jurídicos existiendo trabajos como los <strong>de</strong> Philips<br />
y Valdés tendientes a la simplificación <strong>de</strong>l mis<br />
mo (citados por Pardo, pág. 19).<br />
En última instancia, la discusión para ser re<br />
suelta supone <strong>de</strong>terminar el fin que la inter<br />
pretación persigue, y a qué lector el texto legal va<br />
dirigido. ¿Es la interpretación técnica objeto <strong>de</strong><br />
interés sólo científico o, por el contrario es, a<strong>de</strong><br />
más, la interpretación a aplicar<br />
práctico?<br />
en el terreno<br />
En resumidas cuentas, la cuestión se <strong>de</strong>bate<br />
entre si se <strong>de</strong>be analizar la estructura superficial<br />
<strong>de</strong>l discurso jurídico en la forma más urñversalizable<br />
y transmisible (esto es bajo la óptica ato<br />
mística, intrafrástica, no discursiva), o si bien el<br />
objeto <strong>de</strong> análisis es el discurso jurídico en sus<br />
formas profundas, expresivas <strong>de</strong> su forma lógica<br />
subyacente y esencial (lo cual exige a su vez en el<br />
lectoruna competencialingüística especializada).<br />
En el primer caso se priorizará la <strong>de</strong>terminación<br />
<strong>de</strong>l sentido asignable por el común <strong>de</strong> los indi<br />
viduos a la norma. En el segundo caso, el objeto<br />
<strong>de</strong> investigación será el sentido real <strong>de</strong> la norma,<br />
más allá <strong>de</strong>l asignado por sus <strong>de</strong>stinatarios.<br />
Sin la solución a tal opción la discusión sobre<br />
la extensividad o no <strong>de</strong>l art. 1731 (y <strong>de</strong> las normas<br />
sobre excepción <strong>de</strong> contrato no cumphdo) con<br />
tinuará irresuelta.<br />
La semiótica permite revelar los factores in<br />
ci<strong>de</strong>ntes en el fondo <strong>de</strong> tal <strong>de</strong>bate.<br />
El contexto.<br />
La relación <strong>de</strong>l texto con la situación.<br />
Análisis a partir <strong>de</strong> una tesis <strong>de</strong>l Doctor<br />
Larrañaga sobre intereses legales en la ley<br />
14.500.<br />
En materia <strong>de</strong> intereses legales, el Doctor<br />
Larrañaga ha introducido en los tomos XXII y<br />
XXIII <strong>de</strong>lA.D.C. U. una novedosa tesis, referente<br />
alpunto <strong>de</strong> partidapara el cómputo <strong>de</strong> los mismos.<br />
Frente al texto <strong>de</strong>l art. 1348 <strong>de</strong>l Código Civil,<br />
indicativo <strong>de</strong> que tal cómputo <strong>de</strong>be efectuarse a
126<br />
REVISTA DE LA A.E.U.- T. 81 (1-6), 1995<br />
partir <strong>de</strong> la "<strong>de</strong>manda", el Dr. Larrañaga, en<br />
esfuerzo interpretativo que se basa enlas disposiciones<br />
<strong>de</strong> la ley 14.500 ha sostenido, por el con<br />
trario, que tal cómputo en el caso <strong>de</strong> las obliga<br />
ciones reajustable (arts. 1- y 2- <strong>de</strong> la citada ley)<br />
<strong>de</strong>be efectuarse a partir <strong>de</strong> la exigibihdad <strong>de</strong> la<br />
obligación.<br />
La operación interpretativa <strong>de</strong> Larrañaga<br />
aparece a primera vista como <strong>de</strong>sconcertante y<br />
cargada <strong>de</strong>una dosis importante <strong>de</strong> subjetividad.<br />
Sin embargo, el proceso que lleva a tal con<br />
clusión, visuahzado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la óptica semióticodiscursiva,<br />
se revela como una interpretación<br />
plausible a partir <strong>de</strong>l propio texto, teniendo<br />
en cuenta especialmente la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> lo contextual<br />
en tal asignación <strong>de</strong> significado. Por ello<br />
seha e scogido tal tesis para introducir el tema <strong>de</strong>l<br />
contexto en este trabajo.<br />
El subsistema normativo en consi<strong>de</strong>ración, es<br />
el conformado por los arts. 1-, 2- y 4- <strong>de</strong> la ley<br />
14.500 y los arts. 1348 y 2207 (en redacción dada<br />
por la ley 13.355 este último) <strong>de</strong>l Código Civil.<br />
Consi<strong>de</strong>rando tal texto como una unidad dis<br />
cursiva, el mismo no revela en su nivel <strong>de</strong> super<br />
ficie incoherencias o ausencias <strong>de</strong> isotopía, siendo<br />
el resultado <strong>de</strong> su apreciación lineal ("en un re<br />
corrido <strong>de</strong> lectura" al <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> Eco) un sistema<br />
consistente y, a<strong>de</strong>más, relativamente simple.<br />
En efecto, el art. 1-<strong>de</strong> laley 14.500 <strong>de</strong>limítala<br />
categoría <strong>de</strong> las obligaciones reajustables (las<br />
que son objeto <strong>de</strong> unapretensión en se<strong>de</strong> judicial)<br />
separándola <strong>de</strong>lacategoría<strong>de</strong> las no reajustables.<br />
El art. 4- <strong>de</strong> la ley 14.500 establece que para la<br />
clase <strong>de</strong> las obligaciones reajustables, la tasa <strong>de</strong><br />
interés legal es <strong>de</strong>l 6% anual, y el art. 2207 <strong>de</strong>l<br />
Código Civil establece (por "<strong>de</strong>scarte", posterius<br />
<strong>de</strong>rogat prius, etc.) que para la clase <strong>de</strong> las obh<br />
gaciones no rejustables la tasa es <strong>de</strong>l 12% anual.<br />
Finalmente el art. 1348 <strong>de</strong>l Código Civil sin dis<br />
tinguir, y por tanto para ambas categorías <strong>de</strong><br />
obligaciones, establece que los intereses legales<br />
"corren" <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la "<strong>de</strong>manda".<br />
Los arts. 4^ <strong>de</strong> la ley 14.500 y 2207 <strong>de</strong>l Código<br />
Civil tiene por objeto <strong>de</strong>firúr el monto <strong>de</strong> la tasa,<br />
y el art. 1348 <strong>de</strong> dicho Código <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cuándo<br />
corren esas tasas. Ni el art. 1348 se inmiscuye en<br />
el tema <strong>de</strong>l quantum <strong>de</strong> la tasa, ni el art. 2207 <strong>de</strong>l<br />
Código Civil o el 4- <strong>de</strong> la ley 14.500 se inmiscuyen<br />
en el tema <strong>de</strong>l punto <strong>de</strong> partida para su cómputo,<br />
Cadaartículo cumple sufunción y no se advierten<br />
contradicciones lú redundancias, resultando el<br />
sistema sencillo y <strong>de</strong> fácil comprensión.<br />
Sin embargo, Larrañaga ha sostenido que la<br />
ley 14.500 ha <strong>de</strong>terminado que a partir <strong>de</strong> suyj.<br />
gencia, los intereses legales para el caso<br />
délas<br />
obligaciones reajustables corren <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su exigi.<br />
bilidad, ¿cómo ha podido hacerlo?<br />
La operación <strong>de</strong> interpretación efectuada por<br />
Larrañaga pue<strong>de</strong> exphcarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong><br />
vista semiótico y en términos básicos como la<strong>de</strong>tectación<br />
<strong>de</strong> una falta <strong>de</strong> cohesión en el discurso<br />
anahzado (arts. 1^, 2^ y 42 <strong>de</strong> la ley 14.500, más<br />
arts. 1348 y 2207 <strong>de</strong>l Código Civil) <strong>de</strong>velada a<br />
partir <strong>de</strong> la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> lo contextual y <strong>de</strong>ter<br />
minativa, a la postre, <strong>de</strong> la ausencia <strong>de</strong> unidad<br />
(<strong>de</strong> coherencia) en el discurso referido, revelándo<br />
se las normas <strong>de</strong> la ley 14.500 como una unidad<br />
textual y las normas <strong>de</strong>l Código como otra uni<br />
dad diferente.<br />
La consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l contexto <strong>de</strong>l discurs<br />
resulta imprescindible para compren<strong>de</strong>rlo, as<br />
como para producirlo (Kalinowsky, en Lozanc<br />
pág. 44).<br />
La contextualización e s efectuadatanto por e<br />
participante (productor <strong>de</strong>l discurso), como pore<br />
anahsta(quien "<strong>de</strong>s<strong>de</strong> fuera" intenta compren<strong>de</strong><br />
su significado) (Lozano, pág. 45).<br />
En cuanto al caso <strong>de</strong>l analista, y siempre qui<br />
se pretenda mantener en pie la posibiUdad y va<br />
li<strong>de</strong>z <strong>de</strong> unalecturacomprensiva<strong>de</strong>s<strong>de</strong> elpropio<br />
texto (Lozano, pág. 29) sólo precisará <strong>de</strong>l con<br />
texto aquellos elementos <strong>de</strong> significación nece<br />
sarios para (y <strong>de</strong>s<strong>de</strong>) el texto (Lozano, pág. 46).<br />
Entonces, si <strong>de</strong>be llegar al contexto a través<br />
<strong>de</strong>l texto serápreciso individualizar en este último<br />
los elementos que conducen hacia el primero.<br />
Tales elementos <strong>de</strong>l discurso son <strong>de</strong>nomina<br />
dos exofórleos (por oposición a los diafóricos<br />
que ligan internamente las partes <strong>de</strong>l texto) (Lo<br />
zano pág. 50).<br />
Yentre los elementos exofóricos, los semiótico!<br />
otorgan especialrelevancia alas llamadas expre<br />
sienes in<strong>de</strong>xicales. Tradicionalmente fueroi<br />
consi<strong>de</strong>radas tales sólo aquéllas expresiones qm
ni<br />
DOCTRINA 127<br />
reqmeren <strong>de</strong> información contextual para ser<br />
erfectamente comprensibles y carentes <strong>de</strong> amigüedad"<br />
(Lozano, pág. 50), distinguiéndoselas<br />
e las objetivas o universales: aquellas "que son<br />
erdad para todos los observadores y en todos los<br />
lempos y en todos los lugares" (Bar-Hillel, cit.<br />
lor Lozano, pág. 50). Sin embargo, y a partir <strong>de</strong><br />
a etnomedotología, muchos autores han pasado<br />
i consi<strong>de</strong>rar a todas las producciones lingüístias<br />
como in<strong>de</strong>xicales, en tanto todas ellas y no<br />
ólo algunas requieren ser contextualizadas para<br />
er comprendidas.<br />
Ahora bien, en la perspectiva más mo<strong>de</strong>rna, y<br />
superando la discusión recién indicada, los elenentos<br />
in<strong>de</strong>xicales se conceptualizan simplenente<br />
como aquéllos que marcanla ubicación <strong>de</strong><br />
os textos en la situación en la que son enunciados.<br />
Sn tal sentido, el art. 1- <strong>de</strong> la ley 14.500 contiene<br />
ina expresión in<strong>de</strong>xical en cuanto remite a un<br />
¡ontexto don<strong>de</strong> elfactor(contextual)<strong>de</strong>preciación<br />
nonetaria aparecehgado (exofóricamente)<strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
;1 texto con el texto.<br />
Finalmente, <strong>de</strong>be tenerse en cuenta que el<br />
;ontexto "no es un dato previo y exterior al dis-<br />
;urso ... los participantes a través <strong>de</strong> su interac-<br />
;ión discursiva <strong>de</strong>finen o re<strong>de</strong>finen la situación<br />
..en el marco en que se interpretan y adquieren<br />
sentido las expresiones..." (Lozano, pág. 52).<br />
En el caso <strong>de</strong>laley 14.500 existe como elemento<br />
3xofórico laalusión <strong>de</strong>l art. 1-yotrosala "variación<br />
iel valor <strong>de</strong> la moneda" ocurrido a lo largo <strong>de</strong>l<br />
tiempo. Esta expresión lleva al intérprete a la<br />
ihecesidad <strong>de</strong> contextuahzar para <strong>de</strong>velar el sigilpificado<br />
<strong>de</strong> la norma. No hay en ello un juego<br />
¡inmo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong>l propio capricho subjetivo sino el<br />
ifeeguimiento <strong>de</strong> una estrategia discxursiva(ver<br />
¡retro), que cualqmer sujeto con una competencia<br />
bngüística media se verá forzado a seguir.<br />
í<br />
t Ahora bien, la contextualización traerá apagrejadas<br />
en este caso concreto dos consecuencias<br />
básicas, en primer lugar, la asimilación <strong>de</strong>l texto<br />
,<strong>de</strong> la ley 14.500 con otros niveles discursivos<br />
¡jurídicos extralegales (los mecanismos privados<br />
generados para combatir la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>preciación monetaria, a los cuales la propialey<br />
14.500 remite en el art. 9^, por ejemplo) y en<br />
¡segundo término la disección <strong>de</strong> la unidad disicursiva<br />
original, separando<br />
como textos diversos<br />
|las normas <strong>de</strong>l Código por un lado y las <strong>de</strong> la ley<br />
14.500 por otro, disección que opera por consi<strong>de</strong><br />
ración <strong>de</strong> los entornos contextúales diversos en<br />
que ambos segmentos<br />
se sitúan.<br />
Con referencia a la disección <strong>de</strong> la Unidad<br />
Textual originariamente consi<strong>de</strong>rada(ley 14.500<br />
más Código Civil) el analista, guiado hacia el<br />
contexto por expresiones in<strong>de</strong>xicales claras <strong>de</strong> la<br />
ley 14.500 llega a un entorno socioeconómico que<br />
se advierte diverso según el sector normativo<br />
consi<strong>de</strong>rado.<br />
Así: "El codificador civil, sancionador <strong>de</strong> un<br />
texto legal en plena época <strong>de</strong>l nominalismo,<br />
don<strong>de</strong> no aparecían brotes inflacionarios o hiperinflacionarios<br />
... no pudo consi<strong>de</strong>rar en modo<br />
alguno ni la revalorización <strong>de</strong> la moneda ... la<br />
vigencia <strong>de</strong>l interés legal sobre esa suma <strong>de</strong> di<br />
nero actuahzada". (Larrañaga, AD. C. U. T. XXIII,<br />
pág. 577).<br />
De estamanera, laalusióna contextosdistintos<br />
sobre los cuales se insertan textos distintos, lleva<br />
a consi<strong>de</strong>rar ambos segmentos (ley 14.500 por un<br />
lado y Código Civil por otro) como urúda<strong>de</strong>s dis<br />
cursivas diferentes, in<strong>de</strong>pendientes,<br />
en suma: no<br />
cohesionadas. La cohesión <strong>de</strong>rivable <strong>de</strong> las isoto<br />
pías explícitas en tales textos (en el caso la re<br />
currencia <strong>de</strong> categorías sémicas análogas, vg. in<br />
tereses legales, no cumplimiento <strong>de</strong> la obhgación,<br />
obligaciones <strong>de</strong> pagar suma <strong>de</strong> dinero) así como<br />
<strong>de</strong> la disposición <strong>de</strong> ambos segmentos al interior<br />
<strong>de</strong> un mismo conjunto <strong>de</strong> proposiciones norma<br />
tivas (el or<strong>de</strong>namientojurídico uruguayo)hacían<br />
presumir una coherencia textual que a la postre<br />
se revela como inexistente, en cuanto el marco<br />
contextual es <strong>de</strong>velado a partir <strong>de</strong>l propio texto<br />
(esto es: a partir <strong>de</strong> factores exofóricos conterúdos<br />
en la propia ley 14.500).<br />
Reforzando tal entendinúento apunta Larra<br />
ñaga: "Tampoco resulta aplicable el art. 1348,<br />
inc. 3- pues tal disposición presupone la mora <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>udor y el <strong>de</strong>creto-ley 14.500 no regula una si<br />
tuación <strong>de</strong> mora o incumplimiento temporal sino<br />
<strong>de</strong> liquidación legal <strong>de</strong>l daño monetario..."<br />
(A.D.C.C/. XXIII, pág. 577).<br />
En tal sentido, en la medida que texto y con<br />
texto se interrelacionan rediseñándose mutua<br />
mente (ver retro) la vinculación <strong>de</strong> la ley 14.500<br />
con su entorno, está pautada por una clara ten<br />
<strong>de</strong>ncia a redimensionar tal contexto, <strong>de</strong>struyen<br />
do algunas <strong>de</strong> las consecuencias <strong>de</strong> la <strong>de</strong>svalori<br />
zación monetaria en el plano obligacional. La
128<br />
REVISTA DE LA A.E.U.- T. 81 (1-6), I995<br />
relación texto-contexto, en cuanto a la ley 14.500<br />
no pue<strong>de</strong> ser comprendida si no es <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la óptica<br />
<strong>de</strong>l rol dinámico que la ley cumple respecto <strong>de</strong> ese<br />
entorno y, en consecuencia, lo que el contexto<br />
aporta para enten<strong>de</strong>r a la ley está marcado por<br />
esa "intención" legal. No es sólo distinto el contex<br />
to <strong>de</strong> la 14.500 respecto <strong>de</strong>l Código Civil sino tam<br />
bién la forma en que éste actúa sobre el contexto.<br />
A<strong>de</strong>más el rema <strong>de</strong>l art. 1348 y <strong>de</strong> la ley<br />
14.500 es diverso. El rema <strong>de</strong> untexto esla"información<br />
que es puesta en foco" mientras el tema<br />
es lo "<strong>de</strong>sfocahzado". "Lo que se predica, como es<br />
la información más nueva, es la que en general<br />
aparece enfoco respecto <strong>de</strong> lainformación que es<br />
dada o vieja". En general, el tema coinci<strong>de</strong> con el<br />
sujeto <strong>de</strong> la oración y el predicado con el rema <strong>de</strong><br />
la misma (Pardo, pág. 81).<br />
El art. 1348 <strong>de</strong>l Código Civil y la ley 14.500<br />
tienen un tema idéntico (obligaciones cuyo pago<br />
se preten<strong>de</strong> en vía judicial), pero lo remático es<br />
diverso: en un caso las consecuencias <strong>de</strong>l incum<br />
plimiento, en el otro la hquidación <strong>de</strong>l daño<br />
monetario. A ello también alu<strong>de</strong> la cita referida<br />
<strong>de</strong> Larrañaga.<br />
De esta forma <strong>de</strong>ben ser consi<strong>de</strong>radas como<br />
unida<strong>de</strong>s discursivas distintas la ley 14.500 por<br />
un lado y los arts. 1348 y 2207 <strong>de</strong>l Código Civil por<br />
el otro. Tal proposición implica aceptar que un<br />
or<strong>de</strong>n jurídico más allá <strong>de</strong> que se presente como<br />
una unidad organizada (sistema), pue<strong>de</strong> igual<br />
mente ser consi<strong>de</strong>rado en el plano semiótico co<br />
mo un conjunto integrado por unida<strong>de</strong>s textuales<br />
in<strong>de</strong>pendientes, con las consecuencias que ello<br />
acarrea en el plano interpretativo. La presencia<br />
<strong>de</strong> unida<strong>de</strong>s discursivas in<strong>de</strong>pendientes no va en<br />
<strong>de</strong>smedro <strong>de</strong> la urúdad global <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>njurídi-co<br />
consi<strong>de</strong>rado, pero implica que no pue<strong>de</strong> dotarse<br />
<strong>de</strong> significado a normas legales producidas en<br />
distintos momentos <strong>de</strong> discurso legislativo, como<br />
si conformasen parte <strong>de</strong> un mismo discurso. Que<br />
todaslas normas vigentes en nuestro paísformen<br />
parte <strong>de</strong> un mismo or<strong>de</strong>namiento, no implica que<br />
necesariamente formen parte <strong>de</strong> un mismo dis<br />
curso.<br />
Ubicado en tal plano, el intérprete no pue<strong>de</strong><br />
más que llegar a la conclusión a la que arriba<br />
Larrañaga: que no necesariamente el art. 1348,<br />
inc. 3- rige en materia <strong>de</strong> obligaciones reajustable<br />
s, y que por tanto no necesariamente el cómpu<br />
to <strong>de</strong> los intereses legales <strong>de</strong>be correr <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>manda.<br />
El resto constituye una operación bastante<br />
sencilla: no rigiendo el art. 1348 en se<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />
obligaciones reajustables por pertenecer la ley<br />
14.500 a un nivel textual distinto, y no fijando el<br />
art. 4- <strong>de</strong> esa ley el momento a partir <strong>de</strong>l cual se<br />
computan, la información <strong>de</strong>be ser<br />
introducida<br />
por el lector, quien a partir <strong>de</strong> la consi<strong>de</strong>ración<strong>de</strong><br />
la relación dinámica <strong>de</strong>l texto <strong>de</strong> la ley 14.500 con<br />
su contexto (la "intención" <strong>de</strong> evitar el perjuicio<br />
monetario), se verá remitido a la pauta <strong>de</strong>l art 1*<br />
<strong>de</strong> la ley, que adopta como punto <strong>de</strong> partida para<br />
tal cómputo la exigibilidad <strong>de</strong> la obligación,<br />
Terúendo en cuenta que los intereses legales<br />
"resarce(n) el daño producido... por la indisponibiüdad<br />
<strong>de</strong>l capital" (pág. 576, Larrañaga, ob,<br />
cit.) y que la función <strong>de</strong> la ley 14.500 consiste en<br />
evitartal tipo <strong>de</strong> daño s, visto el silencio en cuanto<br />
al irúcio <strong>de</strong> su cómputo, y consi<strong>de</strong>rando que dicha<br />
ley, globalmente como unidad discursiva y en<br />
dimensión transfrástica el parámetro <strong>de</strong> su art,<br />
1- se extien<strong>de</strong> a toda su economía, englobando<br />
naturalmente al tema <strong>de</strong> los intereses legaleslos<br />
cuales <strong>de</strong>bería enten<strong>de</strong>rse que corren <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
exigibilidad para el caso <strong>de</strong> las obligaciones rea<br />
justables.<br />
Tal interpretación se refuerza a poco que se<br />
consi<strong>de</strong>re el marco (frame) <strong>de</strong> la ley 14.500:<br />
"...cada texto contiene un marco cuya i<strong>de</strong>nti<br />
ficación permite su interpretación... la forma <strong>de</strong>l<br />
propio texto se muestra y así "reflexivamente" lo<br />
tipifica, lo adscribe a un tipo o género, lo que nos<br />
sirve para situarlo y atribuirle significado"<br />
(Lozano, pág. 145). Tal marco, en el caso <strong>de</strong> laley<br />
14.500 está constituido por los textos jurídicos<br />
producidos por los actores sociales a fin <strong>de</strong> com<br />
batir el daño <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> la indisporübilidad <strong>de</strong>l<br />
dinero. El analista, dotado <strong>de</strong> competencia inter<br />
textual, dotará <strong>de</strong> significado a la ley 14.500,<br />
consi<strong>de</strong>rando a un tiempo su texto, su contexto,<br />
y específicamente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> éste, los textos refe<br />
rentes a idéntico problema contextual y conidéntica<br />
funcionalidad respecto <strong>de</strong>l núsmo.<br />
Las cláusulas <strong>de</strong> los contratos bancarios<br />
(básicamente) preveían ya antes <strong>de</strong> la ley 14.500<br />
este problema, resolviéndolo habitualmente con<br />
tasas <strong>de</strong> interés abarcativas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>preciación<br />
monetaria y <strong>de</strong>l daño producto <strong>de</strong> la indisponi<br />
bilidad <strong>de</strong>l dinero, haciendo correr dichas tasas<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la exigibilidad (usualmente mediante<br />
cláusulas expresas o bien mediante el pacto <strong>de</strong><br />
mora automática). Vista esa<br />
ley como un texto<br />
más en esa serie (aunque obviamente <strong>de</strong> rango<br />
legal), es natural que su<br />
interpretación proceda<br />
mediante consi<strong>de</strong>ración simultánea <strong>de</strong> su marco<br />
textual introducido a través <strong>de</strong> la competencia<br />
intertextual <strong>de</strong>l intérprete. En tal caso se arriba
-<br />
Lozano,<br />
-<br />
Greimas,<br />
-<br />
Ferrater-Leblanc,<br />
-<br />
Obiols,<br />
DOCTRINA 129<br />
al mismo resultado que hoy se obtuvo, a partir <strong>de</strong><br />
la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la ausencia <strong>de</strong> cohesión dis<br />
cursiva: los intereses legales corren <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
no <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la <strong>de</strong><br />
exigibilidad <strong>de</strong> la obligación y<br />
manda.<br />
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