DOSSIER
Memorias 32 SALSA.compressed
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<strong>DOSSIER</strong><br />
PÁSAME LA SALSA<br />
“Roberto Roena, el gran bailarín”, en César Miguel Rondón, El libro de la salsa, crónica de la música del Caribe urbano, Caracas, Arte, 1980.<br />
La intención de las nuevas agrupaciones<br />
era ofrecer una respuesta al<br />
estilo “gallego” de orquestas como<br />
las conocidas Billo’s Caracas Boys,<br />
Chucho Sanoja y Los Melódicos, en la<br />
capital del país, o el Supercombo Los<br />
Tropicales, Los Blanco, o Los Masters<br />
en el Occidente venezolano.<br />
el bigotón Fidias<br />
danilo escalona<br />
nos mantuvo al día<br />
con las orquestas y<br />
conjuntos de Nueva<br />
York y Puerto rico<br />
Segundo acto:<br />
el boom salsero<br />
Durante los primeros años de la<br />
salsa, el escenario fundamental fue<br />
el barrio caraqueño. Sin embargo,<br />
a partir de los 70, el panorama se<br />
tornó diferente, puesto que la salsa<br />
se convirtió en un boom comercial<br />
que fue difundido en todo el mundo<br />
por la empresa Fania Records, hasta<br />
el punto de que uno de sus empleados<br />
–Izzy Sanabria– se arrogó la<br />
paternidad del término, negando el<br />
aporte venezolano, históricamente<br />
demostrado.<br />
En esa época de auge cultural, no<br />
puede considerarse fortuito que Caracas<br />
fuera el primer destino foráneo<br />
de las Estrellas de Fania (1974). Eran<br />
los tiempos de la “Venezuela Saudita”,<br />
la del dólar barato por doquier, que<br />
mostraba un campo atractivo para<br />
las agrupaciones extranjeras. Fue bajo<br />
esa situación económica que se iniciaron<br />
los grandes espectáculos y donde<br />
el boom salsero tuvo las condiciones<br />
para desarrollarse. Al año siguiente, se<br />
realizó el PRimer Festival Internacional<br />
de la Salsa en el recién inaugurado<br />
Poliedro de Caracas, con orquestas de<br />
la talla de La Típica ‘73, El Gran Combo<br />
de Puerto Rico, Roberto Roena, y<br />
figuras como Ismael Rivera y Cheo<br />
Feliciano, antes de que se impusieran<br />
los famosos festivales en Nueva York.<br />
También en Venezuela nos adelantamos<br />
al Buena Vista Social Club,<br />
colocando en la palestra al Sonero<br />
Clásico del Caribe, grupo que revivió<br />
con sabrosas y sentidas interpretaciones<br />
los grandes temas y protagonistas<br />
de la música cubana de los años<br />
Fernando Sánchez, “Héctor Castillo”,<br />
Caracas, 1979, en Swing Latino, Caracas, Año<br />
II, N°21, 1979. Colección Hemeroteca de la<br />
Biblioteca Nacional.<br />
50. En el plano periodístico también<br />
la tierra de Bolívar fue pionera al<br />
crear Swing Latino, la primera revista<br />
especializada en el tema de la Salsa;<br />
Ángel Méndez, Fernando Sánchez y<br />
Diógenes Carrillo, junto a un nutrido<br />
círculo de colaboradores, amantes<br />
de la salsa, fueron los artífices de la<br />
destacada publicación. En las dis-<br />
MEMORIAS DE VENEZUELA<br />
MAYO-JUNIO 2015<br />
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