RENOVABLES
N - EnergÃas Renovables
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El jugoso potencial de crecimiento<br />
de la energía eólica en<br />
Europa y en España tiene una<br />
cara B que la Comisión Europea<br />
ha decidido hacer escuchar<br />
a sus 27 países miembros. Se trata de atajar<br />
la creciente mortalidad de aves que el<br />
aprovechamiento del viento está provocando<br />
en los espacios de la Red Natura<br />
2000, una red de casi 26.000 espacios en<br />
los 27 países miembros, creada precisamente<br />
para proteger las especies y los hábitats<br />
más valiosos y amenazados de Europa.<br />
El problema es que el hecho de que<br />
un espacio sea incluido en la Red Natura<br />
2000 no implica que sea prohibido ipso<br />
facto cualquier desarrollo de actividad<br />
económica en ese espacio. Por ello, el ejecutivo<br />
comunitario publicó en noviembre<br />
de 2010 una serie de directrices para conciliar<br />
el despliegue de la eólica y el respeto<br />
de la biodiversidad en estos 26.000 espacios<br />
repartidos por el mapa europeo, en<br />
un contexto que concede a la energía del<br />
viento una importancia vital para alcanzar<br />
el objetivo del 20% de energías renovables<br />
en la Unión Europea en el horizonte de<br />
2020.<br />
■ Más de 20.000 megavatios<br />
En España, la potencia instalada hasta la<br />
fecha supera los 20.600 megavatios, según<br />
la Asociación Empresarial Eólica<br />
(AEE), patronal del sector. AEE calcula<br />
que entre 2012 y 2013 el parque eólico<br />
nacional podría sumar 3.000 MW más, y<br />
que, para el año 2016, los concursos autonómicos<br />
en curso añadirían otros<br />
7.000. Estos cálculos de potencia se traducirían<br />
en 300 parques más de los actuales.<br />
A lo largo de los últimos diez años, la<br />
industria eólica ha puesto en funcionamiento<br />
889 parques eólicos, donde cada<br />
año se registra la muerte de 25 millones<br />
de aves, según cálculos de la organización<br />
ecologista SEO/BirdLife, que sigue desde<br />
hace años el impacto de este sector en<br />
la avifauna.<br />
El principal problema para conciliar la<br />
industria eólica y la conservación de la naturaleza<br />
es que las zonas de mejor viento<br />
suelen coincidir con los espacios donde<br />
las aves se instalan o transitan. Galicia, el<br />
valle del Ebro (Castilla y León), Navarra,<br />
Aragón, el extremo noreste de Cataluña,<br />
Menorca, el oeste de la provincia de Albacete<br />
(Castilla-La Mancha), las islas orientales<br />
del archipiélago canario y el estrecho<br />
de Gibraltar (Andalucía) son los espacios<br />
con mayor potencial de viento identificados<br />
por el Instituto para la Diversificación<br />
y Ahorro de la Energía (IDAE) para el<br />
Foto de Alan_Gilbertson /www.iberica2000.org<br />
Plan de Energías Renovables 2011-2020,<br />
marco legal del futuro desarrollo eólico<br />
que el gobierno ya ha presentado a las comunidades<br />
autónomas.<br />
La organización SEO/BirdLife ha<br />
presentado 30 denuncias contra parques<br />
eólicos localizados en varias de estas comunidades<br />
autónomas por impacto en la<br />
avifauna. “Y no tenemos más por falta de<br />
capacidad”, explica Juan Carlos Atienza,<br />
coordinador de conservación de la organización.<br />
En Castilla y León, la mitad de<br />
los parques eólicos de la zona de Omaña,<br />
vital para el urogallo y el alimoche, están<br />
paralizados por orden judicial. En los últimos<br />
cinco años, la asociación ha hecho<br />
alegaciones contra 400 parques eólicos.<br />
El problema, según Atienza, es que la legislación<br />
ha ido acompañando lentamente<br />
y en muchos casos de forma insuficiente<br />
y aleatoria el rápido desarrollo de la<br />
industria del viento. La práctica totalidad<br />
de los parques eólicos operativos en España<br />
se rige por el régimen especial que<br />
plantea la legislación para aquellos parques<br />
de menos de 50 megavatios de potencia,<br />
por el que tienen acceso a las primas.<br />
La evaluación del impacto ambiental<br />
que prevé la ley para parques de ese tamaño<br />
depende de las propias comunidades<br />
autónomas y no del estado. El resultado<br />
de este marco legal está siendo que las<br />
compañías fragmentan sus parques eólicos<br />
para recibir las primas y las comunidades<br />
autónomas generan así empleo y mayores<br />
recursos.<br />
■ Límites que no gustan a nadie<br />
¿Tiene esta fragmentación de las instalaciones<br />
eólicas un impacto mayor en la<br />
avifauna? Para Atienza no hay duda. “No<br />
es lo mismo el impacto de un parque aislado<br />
que el de nueve a la vez”, explica este<br />
experto. El propio sector reconoce<br />
que esta limitación de potencia no cae<br />
bien. Desde las empresas se reclama el fin<br />
de este límite ficticio porque representa<br />
mayores complicaciones administrativas.<br />
“El sector se ha visto obligado a separarlos<br />
para poder optar a la retribución”, explica<br />
Heikki Willstedt Mesa, director de<br />
políticas energéticas de la Asociación<br />
Empresarial Eólica (AEE) y ex responsable<br />
en el área de Energía y Cambio Climático<br />
de la organización ecologista<br />
WWF. Ahora bien, “las empresas tienen<br />
cada vez más cuidado respecto a su impacto<br />
ambiental y están tomando medidas<br />
correctoras y disuasorias para evitar<br />
que las aves choquen contra los aerogeneradores”,<br />
añade Willstedt, que insiste<br />
en precisar que el problema no es el par-<br />
jul-ago 11 ■ energías renovables 25