17.11.2015 Views

TOLERANCIA

9RGnbZ

9RGnbZ

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Matelart, porque las palabras no son las cosas. La semiología apunta aún más, a la señal, al signo, a su<br />

significado y su significante, que nos permiten apreciar como el lenguaje y las palabras adquieren gran<br />

valor estratégico, en la desinformación o en la formación del pensamiento y por supuesto, en la tarea de<br />

encarar el combate contra la intolerancia. La construcción de un discurso coherente, estratégico y compartido,<br />

por tanto aplicable va a depender de esa acción-común, que denominaremos “comunicación”<br />

y esta a su vez, de compartir conceptos y discurso, cada vez más precisos, que no prescindan de dimensiones<br />

holísticas, que no banalicen el problema y depauperen el lenguaje, que no practiquen reduccionismos<br />

y que no trivialicen la gravedad de los hechos. Pongamos unos ejemplos, ¿se puede aceptar que<br />

denominen “tribus urbanas” a organizaciones neonazis perfectamente desarrolladas y coordinadas?, ¿ se<br />

puede aceptar campañas que exhiben la bandera “de tolerancia cero” que gradúan este valor, campañas<br />

que mañana pueden denominarse “democracia cero”?, ¿ se puede asumir el lenguaje prevalente, nada<br />

respetuoso con la propia dignidad humana en tantas y tantas ocasiones publicitarias o políticas? No se<br />

puede aceptar más indolencia en esta materia.<br />

¿Y en el campo del análisis estratégico de intervención? Hasta ahora se ha reconocido el problema<br />

del racismo y la xenofobia, de la intolerancia religiosa, pero no de igual manera otras formas de<br />

intolerancia, como el antisemitismo, la islamofobia y cristianofobia, limitados su reconocimiento<br />

por intereses definidos, y no digamos la homofobia y la transfobia, la misoginia, la aporofobia y<br />

la disfobia... Sin embargo, en la memoria de las víctimas deberían de estar muy presente todas<br />

estas formas de intolerancia y su proyección criminal, al menos por sus vicisitudes históricas, y si no<br />

¿qué fue Auschwitz? y el exterminio diverso que allí se practicó con judíos, gitanos, homosexuales,<br />

discapacitados, demócratas,… todas eran “vidas sin valor” para el nazismo. Sin embargo, cuesta<br />

incorporar una mirada integral en un discurso frente a la intolerancia.<br />

Nuestras instituciones han incorporado el discurso contra la discriminación levantando el principio<br />

de la igualdad de trato; el discurso contra la barbarie y el genocidio, reconociendo, aunque no<br />

todas, las atrocidades de nuestra historia; sin embargo aún hay dificultad en reconocer el discurso<br />

de intolerancia que cosifica a las personas; los punibles discursos de odio, hostilidad y violencia que<br />

atentan a la integridad moral y física, a la propia vida humana. Ejemplo de todo ello, en la práctica<br />

de la justicia, cuán difícil es aplicar un agravante penal, reconocerlo en la investigación judicial y<br />

policial. Más grave aún, ¿cuánto cuesta reconocer un suicidio de un niño/a por acoso xenófobo u<br />

homófobo? ¿Cuánto cuesta reconocer la naturaleza de un homicidio como un crimen de odio?<br />

¿Cuán difícil es reconocer las numerosas conductas humanas y sociales, actos instituidos, hechos y<br />

sucesos como parte del mismo problema que se llama: IN<strong>TOLERANCIA</strong>?<br />

Acaso las distinciones que conllevan discriminación (trato menos favorable), marginación, exclusión<br />

o segregación, no son manifestaciones de cualquiera de las formas de la intolerancia. Acaso la hostilidad,<br />

los insultos, las amenazas, el acoso, las coacciones o el maltrato no son sino otras aristas delictivas de las<br />

distintas formas (o caras) de la intolerancia. Acaso el odio, la aversión, denigración y el ostracismo, no<br />

son sino otra dimensión conductual de las diversas formas de la maligna intolerancia. Y acaso la destrucción<br />

de bienes, las lesiones, los homicidios y asesinatos o el terrorismo y la guerra no son sino aristas<br />

inhumanas de violencia e incluso, antesalas de genocidio, y muy graves manifestaciones de la cruel<br />

intolerancia. ¿Se puede separar el discurso estratégico de intervención, bien para el reconocimiento del<br />

problema, para su análisis, para su prevención y neutralización, las distintas caras y aristas del poliedro<br />

maligno de la intolerancia? ¿Las distintas formas de sus manifestaciones? De hacerlo así, los resultados<br />

pueden ser perversos, como sucede en ocasiones con luchas antirracistas que coexisten con actitudes<br />

homófobas y misógenas, y donde se trivializan los hechos.<br />

1.4. Límites, pero a la Intolerancia<br />

Más que hablar de límites a la Tolerancia, con impresentables campañas tipo “tolerancia cero” y<br />

similares, que ya conlleva interpretar erróneamente “tolerancia” como “permisividad” o posibilidad<br />

11

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!