TACTICAL

mano de la pistola, que permanece en la cintura. Inme-­diatamente
después, el sujeto se esconde las manos de-­bajo
del cuerpo al caer al suelo tras ser aba-do. El esce-­nario
termina una vez que el “policía ac-vo” responde a
este movimiento.
Factores peliagudos
Este escenario, explica Hope, se diseñó en base a "múl--­‐
ples conversaciones con instructores de -ro y de tác-ca
policial" para que fuera lo suficientemente realista y es-­‐
-mulante como para generar "una respuesta natural
ante el estrés fisiológico inducido" y lo suficientemente
complejo como para que "a los sujetos se les pudiera
preguntar en detalle por lo sucedido".
Los pulsómetros dejaron buena constancia de que el es-­cenario
logró inducir un elevado estrés. Durante el esce-­nario,
dijo Lewinski a Force Science News, se duplicó la
frecuencia cardiaca máxima media de los “observadores”
y el pulso de los “ac-vos” aún se disparó "considerable-­mente
más".
Una "muestra aún más fiable del estrés inducido", expli-­ca,
fue el hecho de que la elevada frecuencia cardíaca de
los policías se mantuvo durante el -empo, lo cual indica
la fuerte influencia de las sustancias químicas generadas
por el estrés. Una vez más, este factor resultó significa--­‐
vamente más pronunciado en el caso de los “policías
ac-vos”, que tenían que hacer frente personalmente a la
situación, respecto a los meros “observadores”.
Pruebas de memoria
Durante aproximadamente 45 minutos después de ter-­minar
el escenario se mantuvo a los dos policías separa-­dos
para evitar que hablaran entre ellos del incidente.
Posteriormente, sin que exis-era limitación de -empo,
se les some-ó de forma independiente a una prueba de
memoria de dos partes.
1) En un ejercicio de "memoria libre" -­‐en cierto modo
similar a una entrevista cogni-va-­‐ se les solicitó que es-­cribieran
"tanta información como pudieran recordar"
sobre el vídeo de ambientación inicial y el escenario
principal, de forma que sus versiones fueran "lo más de-­talladas
y precisas que fuera posible", sin suponer nada.
2) A con-nuación, se les pidió que respondieran una lar-­ga
lista de 94 "preguntas cerradas" formuladas con el
es-lo y contenido "que suelen u-lizar los inves-gadores"
de un incidente como puede ser un enfrentamiento ar-­mado
de un policía. Algunas de esas preguntas se refe-­rían
a una "evaluación subje-va" del individuo, como
cuál era su ac-tud. Pero la mayoría de las
cues-ones solicitaban datos obje-vos sobre el
vídeo de ambientación y el escenario en vivo
que pudieran contrastarse con las grabaciones
digitales de lo sucedido en el escenario.
Se consideraron de suma importancia un sub-­conjunto
de 14 preguntas cerradas. Dice Ho-­pe:
estas preguntas "fueron calificadas por los
asesores jurídicos e instructores de tác-ca
policial como fundamentales... para que el
policía pueda comprender las úl-mas etapas
del escenario y jus-ficar cualquier mo-vo pa-­ra
abrir fuego".
Estas preguntas clave se centraban concreta-­mente
en determinar qué recordaban los “po-­licías
ac-vos y los “observadores” sobre la
acción del agresor, la posición del arma y la
respuesta del policía. Los sujetos, tardaron en
torno a dos horas de media en completar la
DICIEMBRE [20] 2015