12.01.2016 Views

Farmacoterapéutica nº13

13-BIFTCV.3_modificada

13-BIFTCV.3_modificada

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

13 / 2015 - Volumen VI<br />

Información<br />

<strong>Farmacoterapéutica</strong><br />

<strong>nº13</strong><br />

de la Comunitat Valenciana<br />

Publicación de la Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios<br />

Tratamiento no farmacológico de las enfermedades más<br />

prevalentes<br />

Tratamiento no farmacológico de la artrosis<br />

Tratamiento no farmacológico de la osteoporosis<br />

Tratamiento no farmacológico de la fibromiálgia<br />

Tratamiento no farmacológico de la demencia<br />

Tratamiento no farmacológico de la hipertensión arterial,<br />

DM2 y dislipemias


Edita: Generalitat. Conselleria de Sanitat<br />

© de la presente edición: Generalitat, 2014<br />

ISSN: 1989-5771<br />

Título abreviado: Inf. farmacoter. Comunitat Valencia.<br />

Maquetación: Editorial MIC<br />

Depósito Legal:<br />

Imprime:<br />

Consultas: http://www.san.gva.es/cas/prof/dgf/homedgf.html<br />

Comentarios y sugerencias: terapeuticafarm-owner@runas.cap.gva.es<br />

Suscripciones: http://runas.cap.gva.es/mailman/listinfo/terapeuticafarm<br />

Elabora:<br />

Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios<br />

Con la supervisión del Comité de Redacción del Boletín de <strong>Farmacoterapéutica</strong>, constituido por:<br />

Alberola Cuñat, Vicent. Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios<br />

Alós Almiñana, Manuel. Hospital General de Castellón. Servicio de Farmacia Hospitalaria<br />

Andreu Solsona, Pilar. Dirección Territorial de Castellón. Sección de Inspección Servicios Sanitarios<br />

Aznar Saliente, Teresa. Hospital Sant Joan d’ Alacant. Servicio de Farmacia Hospitalaria<br />

Barrachina Bonet, Laia. Departamento de Salud la Plana. Dirección de Atención Primaria<br />

Barreda Rodriguez, Rosana. Departamento de Salud Valencia-Arnau Vilanova-Liria.Inspección de Servicios Sanitarios.<br />

Calvo Perez, Miriam. Departamento de Salud Elda. Servicio de Farmacia de Area de Salud<br />

Canelles Gamir, Jose Mª. Departamento de Salud Valencia-La Fe. Servicio de Farmacia de Area de Salud<br />

Díaz Mondejar, Rosa. Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios. CAVIME<br />

Díez Domingo, Javier. Centro Superior de Investigación y Salud Pública<br />

Domínguez Carabantes, Alberto. Hospital la Fe de Valencia. Servicio de Psiquiatría<br />

Fernández Villalba, Elia Maria. Servicio Farmacia Sociosanitaria de la Cañada<br />

Gómez Pajarez, Fernando. Hospital Francisco de Borja. Servicio de Medicina Preventiva<br />

Grau Rubio, Mª Antonia. Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios. CAVIME<br />

Lopez Briz. Eduardo, Hospital la Fe de Valencia. Servicio de Farmacia Hospitalaria<br />

Marco Peiró, Sergio. Farmacéutico Atención Comunitaria Castellón<br />

Mármol López, Mª Isabel. Departamento de Salud Valencia-La Fe. Dirección de Atención Primaria<br />

Montagud Penades, Emilia. Departamento de Salud Elche-Crevillente. Servicio de Farmacia de Area de Salud<br />

Muñoz Balada, Rodrigo. Hospital la Plana. Servicio de Documentación Clínica<br />

Padilla López, Ana Mª. Departamento de Salud Valencia-Cínico-Malvarrosa. Dirección de Atención Primaria<br />

Palop Larrea, Vicente. Departamento de Salud de la Ribera. Subdirección Medico Asistencial Area de Salud<br />

Pastor Villalba, Eliseo. Dirección General de Salud Pública. Servicio de Salud Infantil y de la Mujer<br />

Pastor Navarro, Carmen. Departamento de Salud Valencia-La Fe. Dirección de Atención Primaria<br />

Poquet Jornet, Jaime E. Hospital de Denia. Servicio de Farmacia Hospitalaria<br />

Prosper Sierra, Miguel. Departamento de Salud de la Ribera. Subdirección Medico Asistencial Área de Salud<br />

Quirce Andrés, Fernando. Departamento de Salud de Alicante H.General. Centro Salud Alicante La Florida<br />

Ruiz Rojo. Elías, Dirección General de Salud Pública. Subdirección General de Promoción de la Salud y Prevención<br />

San Martín Ciges, Mª Dolores. Departamento de Salud Requena. Servicio de Farmacia de Área de Salud<br />

Sánchez Navajas, Ana Mª. Dirección Territorial de Alicante. Inspección de Farmacia<br />

Trillo Mata. José Luis, Direción General de Farmacia y Productos Sanitarios.<br />

Uso Talamantes, Ruth. Dirección General de Farmacia y Productos Santarios<br />

Zapater Hernández, Pedro. Hospital General de Alicante. Servicio de Farmacología Clinica<br />

Publicación de información cientí ca sin nalidad lucrativa.<br />

Los textos incluidos en esta publicación pueden ser reproducidos citando su procedencia.


Tratamiento no farmacológico de las enfermedades más prevalentes<br />

13 / 2015 - Volumen VI<br />

Tratamiento no<br />

farmacológico de las<br />

enfermedades más<br />

prevalentes<br />

Palop Larrea V 1 , Portillo Santamaría M 2 , Montero Martin E 3 , Folch<br />

Marín B 4 , Egea Ronda A 4 , Piles Cabo M 5 , Roth Damas P 6 , Sempere<br />

Manuel M 3 .<br />

1. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Coordinador de la Unidad<br />

de Fibromialgia y Fatiga Crónica, Hospital de la Ribera. Subdirección Asistencial,<br />

Departamento de Salud de La Ribera.<br />

2. Especialista en Psicología Clínica. Unidad de Salud Mental Infantil y del<br />

Adolescente. Centro de Salud Mental de Sueca. Departamento de Salud<br />

de La Ribera.<br />

3. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Algemesí.<br />

Departamento de Salud de La Ribera.<br />

4. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Algemesí.<br />

Departamento de Salud de La Ribera.<br />

5. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Benifaió.<br />

Departamento de Salud de La Ribera.<br />

6. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Benifaió.<br />

Departamento de Salud de La Ribera.<br />

Los autores declaran que no ha existido conflicto de intereses.<br />

Introducción.<br />

A pesar del desarrollo de planes de uso racional<br />

del medicamento a nivel de las distintas comunidades<br />

(ejs.: http://www.murciasalud.es/recursos/ficheros/218036-PAMUM_LIBRO_web.pdf,;<br />

http://www.<br />

san.gva.es/web/dgfps/ofur), de institutos de farmacología<br />

que fomentan la formación e información en<br />

este campo (http://www.icf.uab.es/ca/index.html) y<br />

del desarrollo de boletines informativos independientes<br />

que promocionan el buen uso de los fármacos y<br />

su seguridad (http://elrincondesisifo.es/2014/10/22/<br />

nuestros-7-magnificos-de-la-informacion-farmacoterapeutica-en-espana/),<br />

llama la atención que España<br />

sea uno de los países europeos más consumidores de<br />

fármacos (1) .<br />

La prescripción de un porcentaje elevado de los medicamentos<br />

prescritos se realiza de forma innecesaria e<br />

injustificada, generando un deterioro importante para<br />

la salud y unos costes directos e indirectos tremendos.<br />

Por poner algunos ejemplos, en los últimos 10<br />

años en la Comunidad Valenciana se han gastado más<br />

de 260 millones de euros en la utilización de fármacos<br />

anticolinesterasicos para el tratamiento de la demencia<br />

(fármacos con una eficacia limitada y con una frecuencia<br />

alta de efectos adversos); España es el país<br />

que consume más hipnosedantes de forma crónica,<br />

en muchos casos en ancianos y pacientes polimedicados<br />

(con un aumento en el riesgo de caídas y fracturas,<br />

de accidentes de tráfico, de deterioro cognitivo en<br />

los ancianos, de neumonía, y de mortalidad por todas<br />

las causas incluyendo el cáncer).También somos, dentro<br />

de Europa, los profesionales que prescribimos más<br />

inhibidores de la bomba de protones como protector<br />

gástrico con una elevada tasa de utilización inadecuada<br />

(fármacos no exentos de efectos adversos graves),<br />

así como prescriptores de fármacos de dudosa eficacia<br />

para la artrosis como son los protectores del cartílago<br />

(fármacos no comercializados en otros países<br />

europeos por su falta de eficacia) (1-6) .<br />

No podemos olvidar, que si bien la industria farmacéutica<br />

mundial ha producido algunas de las innovaciones<br />

más grandiosas en los últimos 50 años salvando<br />

muchas vidas, el uso de fármacos representa<br />

la tercera causa de mortalidad después de las enfermedades<br />

del corazón y cáncer en los países occidentales<br />

y constituye uno de los motivos más frecuentes<br />

de consulta al médico de atención primeria (7,8) . Desde<br />

esta perspectiva, parece lógico seguir y potenciar las<br />

políticas de prescripción prudente, reconocer la necesidad<br />

de no medicalizar la vida cotidiana, y de desmedicalizar<br />

a la población con especial atención a los<br />

pacientes en tratamiento con medicamento innecesarios,<br />

ineficaces o con una relación beneficio/riesgo<br />

negativa, y plantear la prevención y el tratamiento<br />

de las enfermedades crónicas más prevalentes con<br />

medidas no farmacológicas que han demostrado su<br />

eficacia (1,9-11) .<br />

Tratamiento no farmacológico de algunas enfermedades<br />

prevalentes.<br />

Este número incluye en distintos capítulos el tratamiento<br />

no farmacológico de enfermedades crónicas<br />

prevalentes como son la artrosis, osteoporosis, enfermedad<br />

de fibromialgia, deterioro cognitivo, diabetes<br />

mellitus, hipertensión arterial y dislipemia. En aras a la<br />

brevedad, no se han incluido otros problemas de salud<br />

abordables desde el punto de vista no farmacológico<br />

(ansiedad, depresión, insomnio, cefalea,….) y que en<br />

ocasiones también suponen un consumo irracional<br />

de fármacos. Añadimos también en este número las<br />

medidas preventivas contra el cáncer y el tratamiento<br />

no farmacológico del malestar añadimos también en<br />

este número las medidas preventivas contra el cáncer<br />

y el tratamiento no farmacológico del malestar (1,3,4,10) .<br />

--<br />

Artrosis. Existen multitud de artículos y guías<br />

clínicas actualizadas que abogan por un abordaje<br />

no farmacológico de la artrosis y se basan<br />

en tres pilares básicos que son educación, reducción<br />

de peso y ejercicio físico (12) .<br />

--<br />

Osteoporosis. El tratamiento no farmacológico<br />

de la osteoporosis está dirigido a conseguir<br />

una máxima densidad ósea al principio de la<br />

edad adulta (30 años), a realizar un buen control<br />

de las enfermedades crónicas que provocan<br />

desmineralización ósea, a modificar los<br />

factores que predisponen a la aparición de<br />

osteoporosis (incluyendo toxicidad por fármacos),<br />

a favorecer hábitos de vida saludables y<br />

a prevenir situaciones que puedan aumentar el<br />

riesgo de caídas. Son medidas seguras, efica-<br />

3<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana


13 / 2015 - Volumen VI<br />

Tratamiento no farmacológico de las enfermedades más prevalentes<br />

ces, con costes bajos y fáciles de aplicar desde<br />

cualquier nivel asistencial (11,13) .<br />

--<br />

Enfermedad de fibromialgia. Un buen abordaje<br />

de esta enfermedad requiere de una correcta<br />

integración de tratamiento farmacológico y no<br />

farmacológico, y una participación activa de los<br />

pacientes en el proceso terapéutico. Es necesario<br />

un tratamiento individualizado, adaptado<br />

a cada persona y cada situación. Las tres terapias<br />

mejor estudiadas son la educación, la terapia<br />

cognitivo-conductual y el ejercicio físico.<br />

Todas ellas tienen nivel 1A de eficacia (14) .<br />

--<br />

Demencia. El tratamiento de las demencias<br />

precisa estrategias flexibles, centradas en el<br />

paciente y el cuidador, que ofrezcan una atención<br />

integral, coordinada entre los diferentes<br />

niveles asistenciales (médicos y sociales) y<br />

continúa. Las medidas no farmacológicas son<br />

el primer escalón de tratamiento y deben mantenerse<br />

con independencia del uso de fármacos.<br />

Para llevarlas a cabo requieren inversión<br />

de recursos, especialmente humanos (15) .<br />

--<br />

Diabetes mellitus, hipertensión arterial y<br />

dislipemia. Un estilo de vida saludable es el<br />

pilar fundamental tanto en la prevención de la<br />

aparición de enfermedad cardiovascular (ECV),<br />

como en el tratamiento de la misma una vez establecida.<br />

Estas enfermedades son entidades<br />

directamente relacionadas con el desarrollo de<br />

ECV, y su tratamiento debe tener como objetivo<br />

principal la reducción de este riesgo. Las medidas<br />

no farmacológicas, como el ejercicio físico,<br />

el abandono del tabaco, la disminución del consumo<br />

de alcohol y una dieta mediterránea son<br />

la base de la prevención y del tratamiento (9,11) .<br />

--<br />

Cáncer. El cáncer representa uno de los mayores<br />

problemas para la salud pública y para la<br />

ciencia en general. Es una causa frecuente de<br />

mortalidad (primera en hombres y segunda en<br />

mujeres) y produce un gran consumo de recursos<br />

diagnósticos y terapéuticos con unos costes<br />

cada vez mayores. Aunque es una enfermedad<br />

multifactorial, se estima que más del 35% de<br />

los canceres están relacionados con factores de<br />

riesgo modificables. Entre las medidas que recomienda<br />

el “Código Europeo Contra el Cáncer”<br />

hace énfasis en las estrategias de detección precoz<br />

y en las siguientes recomendaciones (17,18) : a)<br />

no fume; si fuma déjelo lo antes posible. Si no<br />

puede dejar de fumar, nunca fume en presencia<br />

de no fumadores; b) evite la obesidad; c) realice<br />

alguna actividad física de intensidad moderada<br />

todos los días; d), aumente el consumo de frutas,<br />

verduras y hortalizas variadas: coma al menos 5<br />

raciones al día; e) limite el consumo de alimentos<br />

que contienen grasas de origen animal; f) si bebe<br />

alcohol, ya sea vino, cerveza o bebidas de alta<br />

graduación, modere el consumo a un máximo<br />

de dos consumiciones o unidades diarias si es<br />

hombre y uno si es mujer; g) evite la exposición<br />

excesiva al sol. Es especialmente importante<br />

proteger a niños y adolescentes. Las personas<br />

que tienen tendencia a presentar quemaduras<br />

deben protegerse del sol durante toda la vida;<br />

h) aplique estrictamente la legislación destinada<br />

a prevenir cualquier exposición a sustancias que<br />

pueden producir cáncer, y cumpla todos los consejos<br />

de salud y de seguridad sobre el uso de<br />

estas sustancias. Aplique las normas de protección<br />

radiológica.<br />

Tipos de tratamientos no farmacológicos.<br />

En la revisión anual del grupo de expertos de Educación<br />

Sanitario y Promoción de la Salud del Programa<br />

de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud<br />

(PAPPS) de la Sociedad Española de Medicina Familiar<br />

y Comunitaria (semFYC) recoge los cambios en el<br />

estilo de vida que son eficaces para mejorar la salud<br />

de las personas y disminuir la carga de enfermedad (9) .<br />

--<br />

Ejercicio Físico. El 41,3% de la población se<br />

declara sedentaria, con un aumento con tendencia<br />

ascendente de la prevalencia de las patologías<br />

crónicas (hipertensión arterial, hipercolesterolemia,<br />

obesidad y diabetes). Según el<br />

informe de Córdoba R et al, “En la actualidad<br />

se dispone de suficiente evidencia científica<br />

que demuestra que el ejercicio físico es necesario<br />

para mantener una buena calidad y cantidad<br />

de vida. Previene la mortalidad prematura<br />

por cualquier causa, disminuye el riesgo de<br />

ECV, desciende las cifras de presión arterial,<br />

reduce el riesgo de padecer cáncer de colon<br />

o mama, disminuye la incidencia de diabetes<br />

mellitus tipo 2, el síndrome metabólico y la ganancia<br />

de peso”. Aumenta la densidad osea<br />

de columna, cadera y muñeca, mejora el equilibrio<br />

y la independencia funcional y disminuye<br />

el riesgo de caídas. Su práctica regular reduce<br />

los síntomas de ansiedad y depresión, disminuye<br />

el riesgo de discapacidad física y dependencia<br />

funcional en los ancianos, el deterioro<br />

cognitivo y de enfermedad de Alzeheimer. Se<br />

debe incorporar el consejo y prescripción de<br />

actividad física en la consulta de atención primaria<br />

motivando y reforzando al paciente en<br />

cada visita a que realice ejercicio físico aeróbico<br />

moderado, al menos 30 minutos al día 5<br />

días a la semana, o intenso un mínimo de 20<br />

minutos al día 3 días a la semana (9) .<br />

--<br />

Abandono del tabaco. El consumo de tabaco<br />

es la primera causa de enfermedad, invalidez<br />

y muerte evitable en España. Anualmente se<br />

producen más de 50.000 muertes al año atribuibles<br />

al tabaquismo en individuos mayores<br />

de 35 años. Fumar es una causa conocida de<br />

cáncer, ECV, complicaciones del embarazo, y<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana 4


Tratamiento no farmacológico de las enfermedades más prevalentes<br />

13 / 2015 - Volumen VI<br />

enfermedad pulmonar obstructiva crónica entre<br />

otros muchos problemas de salud. Todas<br />

las personas que fuman deben recibir un consejo<br />

claro y personalizado para el abandono<br />

del tabaco, se les debe ofrecer ayuda para dejar<br />

de fumar y se debe fijar un seguimiento mínimo<br />

durante las primeras semanas después<br />

de dejar de fumar (9) .<br />

--<br />

Disminución del consumo del alcohol. El<br />

alcohol es el tercer factor de riesgo más importante<br />

de muerte prematura y enfermedad,<br />

después del tabaquismo y la hipertensión arterial.<br />

Además de la comorbilidad médica que<br />

puede producir, es responsable de un número<br />

importante de accidentes de tráfico, notables<br />

perjuicios sociales, mentales y emocionales, incluyendo<br />

criminalidad y todo tipo de violencia.<br />

La intervenciones breves para dejar de beber<br />

alcohol son efectivas y eficientes en la reducción<br />

del consumo de alcohol a los 6 y 12 meses<br />

e incluso en periodos superiores (9,16) .<br />

--<br />

Reforzar la alimentación saludable. En España,<br />

2 de cada 3 personas adultas tienen sobrepeso<br />

y 1 de cada 6 tienen obesidad. Uno<br />

de cada 3 niños de entre 13 y 14 años tiene<br />

sobrepeso. Se estima que el 80% de las ECV,<br />

el 90% de las diabetes mellitus tipo 2 y el 30%<br />

de los cánceres se podrían prevenir siguiendo<br />

una dieta saludable, un adecuado nivel de<br />

actividad física y el abandono del tabaco. Una<br />

alimentación variada, rica en frutas y verduras,<br />

potenciando las características de la dieta mediterránea<br />

como son la utilización del aceite<br />

de oliva como fuente primordial de grasas, el<br />

consumo moderado de pescado, pollo, leche<br />

y productos lácteos, una disminución de bebidas<br />

azucaradas y un bajo consumo de carne<br />

tienen que ser las recomendaciones dietéticas<br />

dirigidas hacia la población general (el individuo<br />

y su familia). Se recomienda un asesoramiento<br />

dietético intensivo en personas adultas con<br />

dislipemia u otros factores de riesgo cardiovascular<br />

o enfermedad crónica relacionada con la<br />

alimentación (9) .<br />

Forma de aplicar las recomendaciones sobre<br />

tratamientos no farmacológicos.<br />

Aunque el grado de eficacia del consejo sobre hábitos<br />

de vida saludable depende del tipo de cambio<br />

propuesto en el estilo de vida, las estrategias que han<br />

conseguido ser más útiles en el abordaje de estos<br />

cabios son (9) : a) estrategias cognitivo-conductuales;<br />

b) las intervenciones más intensivas y las de mayor<br />

duración; c) en las que participan otros profesionales<br />

de la salud (psicólogos clínicos, dietitas, terapeutas<br />

ocupacionales,..); d) aquellas que van acompañadas<br />

de materiales didácticos impresos; e) las que utilizan<br />

la entrevista clínica motivacional como un marco de<br />

trabajo; f) las que tienen en cuenta los estadios del<br />

proceso del cambio de una conducta en cada uno de<br />

los pacientes (precontemplación, contemplación, preparación,<br />

acción, mantenimiento y recauda); g) las que<br />

garantizan que los usuarios tengan información clara<br />

sobre las intervenciones de cambio de comportamiento<br />

y servicios disponibles y como utilizarlos; h) las que<br />

tienen en cuenta y reconocen los momentos en que las<br />

personas pueden estar más abiertas al cambio, e i) las<br />

que aumentan la motivación y la autoeficacia de la persona,<br />

con asesoramiento personalizado priorizando<br />

la conducta a cambiar según el riesgo, y estableciendo<br />

metas factibles a corto y medio plazo en la toma de<br />

decisiones compartidas.<br />

Tratamiento no farmacológico del malestar.<br />

Orden de no tratar.<br />

A pesar del mayor bienestar material, cada vez atendemos<br />

a más personas que se quejan de malestares que<br />

se confunden con auténticas enfermedades y que acaban<br />

medicalizándose. Estamos asintiendo a la creación<br />

de una dependencia a la medicina que incapacita<br />

a las personas para cuidarse a sí mismas y a una<br />

disminución de la tolerancia al sufrimiento y malestar.<br />

La adversidad cotidiana adquiere hoy rango de enfermedad,<br />

de ahí el notable aumento de las consultas en<br />

los diferentes dispositivos sanitarios (10,17) : “Hace una<br />

semana que me han despedido del trabajo y me noto<br />

nervioso doctor, me cuesta dormir, y estoy más enfadado<br />

de lo habitual en mí, necesito que me de algo”.<br />

Esta podría ser una consulta de un día cualquiera de<br />

un médico de atención primaria. Si se empatiza con la<br />

persona que lo verbaliza, no será difícil conectar con<br />

lo que podría estar sintiendo; una mezcla de angustia,<br />

rabia, incertidumbre, tristeza,..... (emociones difíciles<br />

de describir de manera más concreta). Frente a ello<br />

surgen dos preguntas sencillas: ¿son patológicas este<br />

conjunto de emociones? y ¿hay que eliminarlas de forma<br />

inmediata para generar bienestar lo antes posible?.<br />

En los últimos años se ha generado cierta “filosofía” o<br />

“dinámica de vida” en la que nos es difícil encontrar un<br />

lugar en nosotros mismos para la tolerancia y la aceptación<br />

del malestar psicológico y del sufrimiento. Hay<br />

una tendencia a buscar la eliminación del mismo cuanto<br />

antes y recurrir a diferentes alternativas (fármacos,<br />

médicos, psicólogos,...). En cierto modo, nos hemos<br />

adaptado muy bien a la cultura de la felicidad, y el no<br />

poder situarnos en ella de manera lineal y constante,<br />

en ocasiones puede llegar a provocar un aumento del<br />

malestar difícilmente tolerable. Podríamos decir que<br />

poca tolerancia al sufrimiento genera un malestar mayor<br />

que el provocado por la situación negativa en sí<br />

misma. Sin embargo, hay una parte del dolor psicológico<br />

que ningún fármaco, ni ninguna técnica psicológica<br />

ni de otra orientación va a poder eliminar, es más,<br />

hay una parte de ese dolor que es importante poder<br />

5<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana


13 / 2015 - Volumen VI<br />

Tratamiento no farmacológico de las enfermedades más prevalentes<br />

vivir para posteriormente elaborar e integrar lo sucedido<br />

de forma más efectiva y a partir de ahí conseguir un<br />

mayor grado de bienestar. Lo que sí podemos conseguir,<br />

es disminuir la intensidad de ese malestar para un<br />

mejor funcionamiento y menor sufrimiento, pero no la<br />

mitigación de este.<br />

El poder decir que lo que el paciente siente es coherente<br />

con la situación, el reconocimiento y normalización<br />

de la emoción, la muestra evidente de nuestro<br />

entendimiento de cómo se siente, el consejo de poder<br />

esperar unos días o semanas para ver la evolución,<br />

sin dar ningún fármaco, en ocasiones, puede ser todo<br />

un reto. Se puede acompañar esta intervención con<br />

consejos “de vida” para disminuir el dolor y concretar<br />

una nueva cita para su revisión. El orientar al paciente<br />

a una estructura de vida saludable (sueño, alimentación,<br />

relaciones sociales) con actividades gratificantes<br />

y con técnicas que disminuyan la rumiación sobre el<br />

acontecimiento, podría ser una buena y fructífera intervención.<br />

Además de desmedicalizar, con este tipo<br />

de intervenciones, se potencia la autoeficacia del paciente,<br />

permitiéndole sentirse autónomo y capaz para<br />

superar este tipo de situaciones, ayudándole a desarrollar<br />

estrategias de adaptación e integración frente<br />

a situaciones negativas, por otro lado, normales en el<br />

curso de la vida.<br />

Conclusión.<br />

Es importante una mayor concienciación y formación<br />

de los profesionales sanitarios en este campo para la<br />

instauración adecuada de medidas preventivas y terapéuticas<br />

no farmacológicas. Los miembros del Grupo<br />

de Educación Sanitaria y Promoción de la Salud<br />

del PAPPS de semFYC editan un blog (http://educaciónpapps.blogspot.com.es/)<br />

con recomendaciones<br />

sobre hábitos de vida saludables y diferentes experiencias<br />

y actividades al respecto que puede ayudar<br />

a los profesionales de atención primaria a mejorar la<br />

comunicación con sus pacientes y a conseguir importantes<br />

logros en salud.<br />

La promoción de los hábitos de vida saludable que han<br />

demostrado su eficacia en diferentes enfermedades, la<br />

aplicación de las medidas no farmacológicas, desmedicalizar<br />

las no enfermedades, y dejar de hacer o tratar<br />

aquello que está demostrado que no aporta beneficios<br />

para la salud tiene que ser el futuro inmediato si queremos<br />

un sistema de salud sostenible y eficaz. El estar<br />

abiertos al aprendizaje y a la aplicación de nuevas medidas<br />

no farmacológicas nos hará mejores profesionales<br />

de la salud (18).<br />

Bibliografia.<br />

1. Folch Marín B, Garcia Llopis P, Murcia Soler M, Palop Larrea<br />

V. Desmedicalizar a la población. Una necesidad urgente. Inf<br />

Farmacoter. Comunitat Valencia. 2012;III(79):3-19.<br />

2. Sempere Manuel M, Roth Damas P, Palop Larrea V. Relación<br />

beneficio/riesgo en el tratamiento farmacológico de la demencia.<br />

Bol farmacovigil. Comunitat Valencia. 2013;IV(83):3-7<br />

3. Los peligros del uso de hipnóticos y sedantes. Butlletí<br />

groc.2012;25(4):13-16.<br />

4. Sempere Verdú E, Salazar Fraile J, Palop Larrea V, Vicens Caldentey<br />

C. Evaluación de la utilización de antidepresivos, ansiolíticos<br />

e hipnóticos en la Comunitat Valenciana, Período 2000-<br />

2010. Aten Primaria.2014;46(8):416-25.<br />

5. Folch Marín B, García Llopis P, Palop Larrea V. Relación beneficio/riesgo<br />

de los inhibidores de la bomba de protones. Bol<br />

farmacovigil. Comunitat Valencia. 2012;III(79):6-11.<br />

6. Sempere Manuel M, Roth Damas P, Gonzalvez Perales JL.<br />

Condroprotectores en la artrosis. AMF JOVEN. 2013;2(1):<br />

7. Carles Llor. Medicamentos que matan y crimen organizado.<br />

Aten Primaria. 2014:176-8.<br />

8. Gotzsche PC. Deadly medicines and organized crime. How big<br />

pharma has corrupted healthcare. London: Radclishing Ltd;<br />

2013.<br />

9. Córdoba R, Camarelles F, Muñoz E, Gómez J, Diaz D, Ramírez<br />

JI, et al. Recomendaciones sobre el estilo de vida. Aten Primaria.<br />

014;46(Supl.4):16-23.<br />

10. Cerezo Perez MJ, Tovar Bobo M, Rozadilla Arias A. Medicalización<br />

de la vida en la consulta: ¿hacia dónde caminamos?. Aten<br />

Primeria. 2013;45(10):536-40.<br />

11. Miguel García F, Montero Alonso MJ, Merino Senovilla A, Sanz<br />

Cantalapiedra R, Maderuelo Farnández JA. Las cifras mágicas<br />

en la prevención farmacológica de la enfermedad cardiovascular<br />

y de fracturas. Una valoración crítica. Bit de Navarra.<br />

2009;17(4):49-63.<br />

12. Ali M. Alshami. Knee osteoarthritis related pain: a narrative<br />

review of diagnosis and treatment. Int J Health Sci (Qassim).<br />

2014;8(1):85–104.<br />

13. Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios. Recomendaciones<br />

para la valoración y tratamiento de la osteoporosis<br />

primaria en mujeres de la Comunidad de Madrid. Madrid:<br />

Comunidad de Madrid, Consejería de Sanidad; 2007.<br />

14. Clauw DJ. Fibromyalgia: A Clinical Review. JAMA.<br />

2014;311(15):1547-55. doi:10.1001/jama.2014.3266<br />

15. Gitlin L, Kales H, Lyketsos C. Managing behavioral symptoms<br />

in dementia using non pharmacologic approaches: An overview.<br />

JAMA 2012;308:2020-9.<br />

16. Vila Zamora C, Portillo Santamaria M, Calatayud Francés M.<br />

Miró Bujosa C, Maestro Mogrera A. Guía de intervención en el<br />

alcoholismo. Ed. Obra Propia, S.L. Valencia 2011.<br />

17. Salazar J, Sempere E. Malestar emocional. Manual práctico<br />

para una respuesta en atención primaria. Conselleria de Sanitat.<br />

Generalitat Valenciana, Conselleria de Sanitat 2012.<br />

18. Vehí Gasol C, Sarlat Ribas MA. Programa ambulatorio de ejercicio<br />

con marcha nórdica. AMF. 2014;10(4):237-9.<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana 6


Tratamiento no farmacológico de la artrosis<br />

13 / 2015 - Volumen VI<br />

Tratamiento no<br />

farmacológico de la<br />

artrosis<br />

Roth Damas P 1 , Sempere Manuel M 2 , Piles Cabo M 3<br />

1. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Benifaió.<br />

Departamento de Salud de La Ribera.<br />

2. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Algemesí.<br />

Departamento de Salud de La Ribera.<br />

3. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Benifaió.<br />

Departamento de Salud de La Ribera.<br />

Los autores declaran que no ha existido conflicto de intereses.<br />

Introducción.<br />

La clínica de la artrosis consiste básicamente en dolor<br />

articular, acompañado de diversos grados de limitación<br />

funcional y deterioro de la calidad de vida. Esta<br />

enfermedad degenerativa afecta a más del 50% de las<br />

población mayor de 65 años, es una de las primeras<br />

causas de dolor y discapacidad funcional existentes y<br />

los costes directos e indirectos son muy elevados. En<br />

la artrosis existe una pérdida de cartílago articular, una<br />

remodelación del hueso adyacente y una inflamación<br />

asociada. No siempre la artrosis es sinónimo de edad<br />

avanzada y deterioro y frecuentemente hay una pobre<br />

relación entre los síntomas y los datos radiológicos,<br />

por lo que no es sencillo el abordaje terapéutico de<br />

los pacientes que los sufren. El dolor en sí es un tema<br />

biopsicosocial complejo, que se relaciona con las expectativas<br />

de cada paciente concreto y con su capacidad<br />

de autoeficacia (1) .<br />

Tratamiento no farmacológico de la artrosis.<br />

Las medidas más extendidas para el tratamiento de<br />

la artrosis han sido generalmente farmacológicas.<br />

No obstante, actualmente se pretende impulsar un<br />

abordaje más completo del paciente, que evite o reduzca<br />

el consumo de fármacos en la medida de lo<br />

posible. Los motivos son diversos. No existe hasta<br />

la fecha un tratamiento farmacológico que evite<br />

la causa de la artrosis; no está demostrado que los<br />

SYSADOA (symptomatic slow action drugs for osteo<br />

arthritis), el ácido hialurónico (de administración intraarticular),<br />

el cartílago de tiburón y otros fármacos<br />

propuestos, regeneren el cartílago, lo protejan o eviten<br />

su destrucción (1) . La artrosis es una enfermedad<br />

crónica, de mayor prevalencia en personas mayores<br />

de 60 años que generalmente están polimedicados,<br />

por lo que añadir más fármacos contribuye a un mayor<br />

riesgo de interacciones, reacciones adversas y<br />

morbimortalidad. Los fármacos analgésicos usados<br />

para la artrosis producen frecuentemente reacciones<br />

adversas (especialmente los antiinflamatorios<br />

no esteroideos (AINEs) y los opiáceos en ancianos<br />

y en polimedicados); el paracetamol, tan extendido<br />

como tratamiento analgésico en la artrosis es sólo<br />

un tratamiento sintomático, que además según las<br />

últimas revisiones publicadas parece que no consigue<br />

un buen control del dolor en estos pacientes (2) .<br />

Existen multitud de artículos y guías clínicas actualizadas<br />

[National Institute for Health and Care Excellence<br />

(NICE), Liga Europea Contra Enfermedades Reumatológicas<br />

(EULAR), American Academy of Orthopaedic<br />

Surgeons (AAOS), Osteoarthritis Research Society International<br />

(OARSI), National Health and Medical Research<br />

Council/Royal Australian College of General<br />

Practitioners (NHMRC/RACGP), American College of<br />

Rheumatology (ACR)] que abogan por un abordaje no<br />

farmacológico de la artrosis y las medidas que prácticamente<br />

son comunes a todas se basan en tres pilares<br />

básicos que son educación, reducción de peso y<br />

ejercicio físico (3) .<br />

En cuanto a medidas educativas, se propone la<br />

participación en programas de autocuidado en que<br />

se de formación sobre la naturaleza de la enfermedad,<br />

el objetivo del tratamiento y la promoción de<br />

cambios en el estilo de vida que contribuyan a la<br />

protección de las articulaciones y/o no empeoren la<br />

progresión de la artrosis (ejercicio físico, reducción<br />

de peso, medidas para reducción de daños en las<br />

articulaciones). Se recomienda un seguimiento del<br />

paciente que apoye y refuerce el autocuidado. Parece<br />

que estas recomendaciones tienen un mínimo<br />

efecto en los síntomas pero son esenciales para la<br />

adherencia al tratamiento (2) .<br />

Respecto a la reducción de peso se recomienda una<br />

disminución superior al 5% del peso. Según la guía<br />

NICE, se recomienda que sea en el plazo de 6 meses<br />

en pacientes con índice de masa corporal (IMC)<br />

superior a 25 (sobrepeso y obesidad) y su mantenimiento.<br />

Parece que el beneficio de estas medidas es<br />

más evidente en la funcionalidad que en el dolor (2) .<br />

Se ha observado que el ejercicio físico es clave en<br />

el abordaje de pacientes con artrosis que mejoran<br />

su estado general y también los problemas relacionados<br />

con la artrosis5. Se plantea un programa de<br />

ejercicio aeróbico (cardiovascular, fitness o de bajo<br />

impacto), fomentando el compromiso de realizar<br />

este tipo de ejercicio de forma regular, combinado<br />

con ejercicios de resistencia. El beneficio de esta recomendación<br />

es evidente tanto en el dolor como en<br />

la funcionalidad. No obstante no hay evidencia de la<br />

exactitud del tipo y cantidad óptimos de ejercicio a<br />

realizar. Con menor grado de recomendación que el<br />

aeróbico, se plantean también los ejercicios de flexibilidad<br />

y fortalecimiento y los ejercicios acuáticos. El<br />

mejor beneficio documentado es aquel que combina<br />

fortalecimiento específico del cuádriceps y miembro<br />

inferior más el ejercicio aeróbico (caminar) y los ejercicios<br />

de flexibilidad (2) .<br />

7<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana


13 / 2015 - Volumen VI<br />

Tratamiento no farmacológico de la artrosis<br />

Se han utilizado otras medidas no farmacológicas<br />

en el tratamiento de la artrosis, entre las que se encuentran<br />

el taichí, acupuntura, termoterapia, masaje,<br />

láser, campos electromagnéticos, ultrasonidos,<br />

terapia cognitivo-conductual, taping patellar, cuñas<br />

de talón, refuerzos de rodilla y TENS (electro-estimulación<br />

transcutánea). Sin embargo, existe menor<br />

evidencia publicada al respecto de dichas medidas<br />

y presentan grados de recomendación menor del<br />

65%, grados C y D o ambivalencia en los datos publicados<br />

que reflejan ausencia de beneficios, por<br />

lo que se sugieren como opciones de tratamientos<br />

complementarios y/o coadyuvantes (3) .<br />

La Liga Europea Contra Enfermedades Reumatológicas<br />

propone once recomendaciones basadas<br />

en niveles de evidencia en su mayoría y en niveles<br />

de concordancia entre profesionales mayores de 8<br />

puntos (de un máximo de 10). Dichas recomendaciones<br />

se sustentan en el manejo biopsicosocial,<br />

individualizado, basado en la información y educación<br />

del paciente, en el fomento de un programa de<br />

ejercicio físico adaptado, pérdida de peso y adecuación<br />

y adaptación del entorno a las limitaciones<br />

para la realización de actividades básicas de la vida<br />

diaria (4) .<br />

Conclusión<br />

Hay evidencia científica de la existencia de medidas no<br />

farmacológicas eficaces para el abordaje de la artrosis,<br />

para utilizarlas como tratamiento de primera línea<br />

y como tratamiento complementario al farmacológico e<br />

incluso al quirúrgico. Estas deben recoger tres aspectos<br />

fundamentales que son la educación al paciente (información,<br />

formación, autocuidado), la reducción de peso<br />

y el ejercicio físico.<br />

Bibliografía<br />

1. Sempere Manuel M, Roth Damas P, Gonzálvez Perales JL, Palop<br />

Larrea V. Condroprotectores en la artrosis. AMFj2013;2(1):1<br />

2. National Clinical Guideline Centre. Osteoarthritis. Care and<br />

management in adults. London (UK): National Institute for<br />

Health and Care Excellence (NICE); 2014 Feb. 36 p. (Clinical<br />

guideline; no. 177).<br />

3. Ali M. Alshami. Knee osteoarthritis related pain: a narrative review<br />

of diagnosis and treatment. Int J Health Sci (Qassim). Jan<br />

2014; 8(1): 85–104<br />

4. EULAR Recommendations for the non-pharmacological core management<br />

of hip and knee osteoarthritis. Ann Rheum Dis. 2013<br />

5. Uthman OA, et al. Exercise for lower limb osteoarthritis: systematic<br />

review incorporating trial sequential analysis and network<br />

meta-analysis. BMJ. 2013;347:f5555. Disponible en:<br />

doi:10.1136/bmj.f5555<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana 8


Tratamiento no farmacológico de la osteoporosis<br />

13 / 2015 - Volumen VI<br />

Tratamiento no<br />

farmacológico de la<br />

osteoporosis<br />

Piles Cabo M 1 , Roth Damas P 2 , Sempere Manuel M 3 , Palop Larrea V 4<br />

1. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Benifaió.<br />

Departamento de Salud de La Ribera.<br />

2. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Benifaió.<br />

Departamento de Salud de La Ribera.<br />

3. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Algemesí.<br />

Departamento de Salud de La Ribera.<br />

4. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Coordinador de la Unidad<br />

de Fibromialgia y Fatiga Crónica, Hospital de la Ribera. Subdirección Asistencial,<br />

Departamento de Salud de La Ribera.<br />

Los autores declaran que no ha existido conflicto de intereses.<br />

Introducción<br />

La osteoporosis es un proceso fisiológico caracterizado<br />

por la disminución sistémica de la densidad<br />

mineral ósea y la alteración de su microarquitectura,<br />

lo que comporta un aumento de la fragilidad ósea<br />

y un incremento del riesgo de fractura. Aunque en<br />

España la incidencia de fractura es menor que en<br />

otros países europeos, la prevalencia de osteoporosis<br />

en las mujeres mayores de 50 años es mayor del<br />

35%, y afecta a la mitad de las mujeres mayores de<br />

70 años (1,2) .<br />

La complicación real de este problema de salud lo<br />

constituyen las fracturas, especialmente las vertebrales,<br />

las distales de radio y las fracturas de cadera.<br />

En pacientes ancianos, sobre todo a partir de los<br />

80 años (la edad avanzada es el factor de riesgo más<br />

importante de fractura y se puede considerar como<br />

un marcador subrogado de otros factores de riesgo<br />

incluyendo la tendencia a las caídas) las fracturas<br />

son causa de morbilidad y mortalidad importante,<br />

y provocan un gran impacto sociosanitario y económico.<br />

La osteoporosis por sí misma no provoca<br />

síntomas; la clínica que puede aparecer (dolor, deformidades,<br />

alteración funcional,....) es secundaria a<br />

la aparición de fracturas (1,2) .<br />

El incremento de la prevalencia de facturas probablemente<br />

no está solo relacionado con datos demográficos<br />

(incremento de la esperanza de vida),<br />

sino también con la medicalización de la vida, con el<br />

incremento importante de consumo crónico de fármacos<br />

que pueden provocar caídas (benzodiacepinas,<br />

antidepresivos, diuréticos, anticolinérgicos,.…)<br />

o desmineralización ósea (inhibidores de la bomba<br />

de protones -IBP-, glucocorticoides, antiepilépticos,<br />

glitazonas, heparinas, vitamina A,…) y con la tendencia<br />

creciente a tener hábitos de vida poco saludables<br />

(sedentarismo, consumo de alcohol y/o tabaco,<br />

y dietas inadecuadas) (1-5) . Por poner un ejemplo<br />

de fármacos cuyo consumo crónico incrementa el<br />

riesgo de fracturas, el Butlletí Groc afirma: “En 2008<br />

había en Cataluña unas 470.000 personas mayores<br />

de 65 años tratadas diariamente con IBP. Desde entonces<br />

el consumo ha aumentado. Con un riesgo<br />

atribuible (incremento de la incidencia) de 2,2 por<br />

1.000 tratados y año, el número de víctimas de fractura<br />

de fémur atribuibles a IBP sería de poco más de<br />

1.000 al año, un 11% de las 9.200 fracturas de fémur<br />

anuales en Cataluña” (6) .<br />

El pico máximo de masa ósea se alcanza en torno a<br />

los 30 años. La medida preventiva más importante<br />

para disminuir las fracturas por fragilidad en la vejez<br />

es seguir, desde el nacimiento, un estilo de vida saludable<br />

que permita obtener un pico de masa ósea<br />

máximo en la madurez, y tratar de mantenerlo a lo<br />

largo de la vida, evitando o disminuyendo los factores<br />

que intervienen en su pérdida. Las medidas<br />

que más favorecen la consecución de una adecuada<br />

masa ósea durante la niñez y adolescencia son:<br />

una correcta ingesta de calcio (productos lácteos,<br />

verduras de hoja verde, sardinas, anchoas,....), una<br />

suficiente exposición a la luz solar (que permita la<br />

síntesis de la cantidad necesaria de vitamina D3) y la<br />

realización de ejercicio físico regular (1,2,7) .<br />

Existen factores que predisponen a la aparición de<br />

osteoporosis. Es imprescindible conocerlos y diferenciar<br />

los modificables de los no modificables, en<br />

cada paciente, con una anamnesis completa (incluyendo<br />

tratamientos farmacológicos y riesgos de caídas),<br />

exploración fisica y pruebas complementarias.<br />

De esta manera, si se conocen y corrigen los factores<br />

modificables se podrá disminuir el riesgo de<br />

osteoporosis y, por tanto, de fractura por fragilidad.<br />

El control adecuado de enfermedades crónicas, que<br />

afecta a un número importante de personas, y que<br />

cursan con desmineralización ósea (hipertiroidismo,<br />

diabetes mellitus, sindromes de mala absorción<br />

intestinal, hiperparatiroidismo primario, hipogonadismo,<br />

síndrome de Cushing, prolactinoma, insuficiencia<br />

renal crónica, inmovilización prolongada,<br />

enfermedad inflamatoria crónica y trastornos de la<br />

conducta alimentaria), el aporte de suplementos de<br />

calcio y vitamina D y la toma de medidas no farmacológicas<br />

es imprescindible para minimizar el riesgo<br />

de fracturas y su frecuencia en estos pacientes (1,2,7) .<br />

Tratamiento no farmacológico de la osteoporosis.<br />

La eficacia preventiva de los fármacos antiosteoporóticos,<br />

según las evidencias disponibles, es muy<br />

limitada, tanto en grupos de población como en el<br />

tamaño del efecto. En mujeres sin antecedentes de<br />

fractura ningún fármaco ha demostrado eficacia consistente<br />

en la reducción de la incidencia de fracturas<br />

de cadera o no vertebrales, y en mujeres con fracturas<br />

previas, en algunos ensayos se logran reduccio-<br />

9<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana


13 / 2015 - Volumen VI<br />

Tratamiento no farmacológico de la osteoporosis<br />

nes de fractura de cadera del 1%, no vertebrales del<br />

2% y vertebrales del 6%, aproximadamente. Como<br />

comenta el Boletín de Información Terapéutica del<br />

Servicio Navarro de Salud los datos de ensayos<br />

clínicos de subgrupos de pacientes sugieren que<br />

el alendronato podría reducir la incidencia de fractura<br />

de cadera en mujeres con osteoporosis en un<br />

1%, y al mismo tiempo hay información respecto a<br />

una amplia cohorte de mujeres seguidas durante 12<br />

años de que pasear 4 horas a la semana redujo la<br />

incidencia de fractura de cadera 1,5% con mejoras<br />

para otros parámetros de la salud y sin someter a<br />

las pacientes al riesgo de efectos adversos graves<br />

relacionados con los bifosfonatos (4) . En los últimos<br />

años se han documentado efectos adversos graves<br />

(incremento de la mortalidad por distintas causas<br />

por tratamiento hormonal sustitutivo; osteonecrosis<br />

del maxilar, fracturas atípicas y fibrilación auricular<br />

por bifosfonatos; incremento del riesgo de cáncer<br />

por calcitoninas; mayor riesgo de accidente cerebrovascular<br />

por raloxifeno; tromboembolismo venoso,<br />

incremento del riesgo de infarto de miocardio y<br />

reacciones dermatológicas graves por ranelato de<br />

estroncio,….) relacionados con el tratamiento farmacológico<br />

de la osteoporosis que han condicionado<br />

la toma de medidas administrativas con la retirada o<br />

la restricción de indicaciones de uso de un número<br />

importante de estos fármacos (3,4,7) .<br />

Tratar farmacológicamente la osteopenia/osteoporosis<br />

densitométrica en pacientes jóvenes para prevenir<br />

fracturas que ocurren 30 años más tarde aumenta el<br />

riesgo de padecer efectos adversos graves innecesarios<br />

y por tanto no tiene sentido. Todo ello unido a la<br />

eficacia y seguridad de las medidas no farmacológicas<br />

hace que éstas sean consideradas como primera opción<br />

preventiva y terapéutica (4,7) .<br />

Por lo tanto, el tratamiento no farmacológico de la osteoporosis<br />

tiene que estar encaminado a conseguir una<br />

máxima densidad ósea al principio de la edad adulta<br />

(30 años), a realizar un buen control de las enfermedades<br />

crónicas que provocan desmineralización ósea, a<br />

modificar los factores que predisponen a la aparición<br />

de osteoporosis (incluyendo toxicidad por fármacos),<br />

a favorecer hábitos de vida saludables, y a prevenir<br />

situaciones que puedan aumentar el riesgo de caídas.<br />

Son medidas seguras, eficaces, con costes bajos y fáciles<br />

de aplicar desde cualquier nivel asistencial, por lo<br />

que deben ser consideradas como primera opción en<br />

cualquier paciente (1,2,4-8) .<br />

Dieta. Evitar dietas hiperproteicas, vegetarianas<br />

estrictas y con exceso de sal. Se recomienda una<br />

dieta equilibrada con un aporte suficiente de calcio<br />

y vitamina D,. Se recomienda una dosis de calcio<br />

entre 1.000 y 1.500 mg/día, dependiendo del grupo<br />

de edad y necesidades y de los niveles plasmáticos<br />

de vitamina D. Aunque es precisa una ingesta adecuada<br />

de calcio en la infancia y juventud, es necesario<br />

continuar con un adecuado aporte de calcio a lo<br />

largo de la vida. Los alimentos que más calcio contienen<br />

son la leche y sus derivados, aunque también<br />

podemos encontrarlo en el brócoli, acelgas, espinacas,<br />

pan, lentejas, pescado (1,2,7,8) .<br />

Vitamina D. La principal fuente de vitamina D proviene<br />

de la exposición solar y, en menor medida de<br />

la ingesta. Ambas aportan niveles adecuados de vitamina<br />

D (800 UI/día). La exposición solar debe de<br />

ser de unos 15-20 minutos 3 días a la semana durante<br />

toda la vida pero debe de ser adecuada, evitándose<br />

en verano la exposición al sol durante las<br />

horas centrales del día. Existen factores que influyen<br />

en los niveles de vitamina D como la pigmentación<br />

(las personas de piel más oscura necesitan mayor<br />

exposición solar que las personas de piel más clara),<br />

superficie corporal expuesta, factores climatológicos.<br />

También se encuentra en algunos alimentos<br />

como pescados grasos, yema de los huevos, carne<br />

y algunos alimentos suplementados con vitamina D.<br />

Su concentración sérica puede verse disminuida en<br />

pacientes con enfermedades que cursan con malabsorción<br />

de las grasas (1,2,7-11) .<br />

Ejercicio físico. Se ha demostrado que aumenta la<br />

masa ósea. Además, aumenta la fuerza y el tono<br />

muscular, mejora el equilibrio y la coordinación, disminuyendo<br />

el riesgo de caídas (en mayores de 65<br />

años de edad la incidencia anual de caídas se cifra<br />

en un 30%) en personas mayores. Se debe de individualizar<br />

el tipo de ejercicio para cada persona. En<br />

pacientes sedentarios se recomienda comenzar de<br />

manera progresiva, evitando deportes que puedan<br />

facilitar las caídas sobre todo si no los ha practicado<br />

antes. En general se recomienda caminar al menos<br />

30 minutos, 3 días a la semana. Los más beneficiosos<br />

son los ejercicios aeróbicos con desplazamiento,<br />

de carga y contrarresistencia. Si existe osteoporosis<br />

ya establecida con acuñamientos vertebrales<br />

se desaconsejan aquellos ejercicios en los que se<br />

realice torsión del tronco, flexión anterior o levantamiento<br />

de pesos. Hay evidencia científica de que<br />

la inmovilización durante más de 3 meses aumenta<br />

significativamente la perdidad de masa ósea y en<br />

consecuencia el riesgo de fracturas (1,2,7,8,11) .<br />

Tabaco y alcohol. Ambos se relacionan con una disminución<br />

de la densidad mineral ósea, sobre todo en<br />

mujeres después de la menopausia (1,2,7,8,11) .<br />

Prevención de caídas en personas mayores. Evitar<br />

caídas disminuye el principal factor de riesgo de<br />

fractura por fragilidad y se puede actuar a distintos<br />

niveles (1,2,7,8,11) .<br />

- - Como se ha comentado anteriormente, el<br />

ejercicio físico es beneficioso, además de su<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana 10


Tratamiento no farmacológico de la osteoporosis<br />

13 / 2015 - Volumen VI<br />

efecto sobre la densidad mineral ósea, mejora<br />

la calidad de vida, disminuye el riesgo<br />

cardiovascular, y reduce el riesgo de caídas<br />

en personas mayores al mejorar la fuerza, el<br />

tono muscular, el equilibrio y la coordinación.<br />

--<br />

Es importante revisar y ajustar la medicación<br />

sobre todo en pacientes polimedicados e intentar<br />

cambiar o retirar aquella que le pueda<br />

aumentar el riesgo de caídas como los<br />

sedantes, relajantes musculares, psicofármacos.<br />

En este sentido, llama la atención el<br />

incremento progresivo del consumo de antidepresivos<br />

y benzodiacepinas producido en<br />

la última década en la Comunidad Valenciana<br />

(12).<br />

--<br />

Corregir las alteraciones en la visión y audición<br />

en la medida de lo posible.<br />

--<br />

Utilizar bastones o andadores cuando existan<br />

problemas en la deambulación.<br />

--<br />

Modificación de factores ambientales como<br />

mala iluminación, barreras arquitectónicas,<br />

suelos o alfombras deslizantes, mascotas.<br />

--<br />

Se recomiendan intervenciones multifactoriales<br />

implementadas por el profesional sanitario<br />

ya que han demostrado eficacia sobre<br />

la disminución de caídas en las personas<br />

mayores.<br />

--<br />

Los protectores de las caderas disminuyen el<br />

riesgo de fracturas de cadera.<br />

Conclusión.<br />

Las medidas no farmacológicas para la profilaxis y tratamiento<br />

de la osteoporosis son eficaces y seguras, lo<br />

que las hacen imprescindibles para el abordaje de este<br />

problema de salud relegando el uso de fármacos a un<br />

segundo plano cuando sean estrictamente imprescindibles(13).<br />

Bibliografía<br />

1. Vargas Negrín F, Pérez Martín A, López-Lanza JR. Osteoporosis.<br />

AMF 2010;6(5):240-51.<br />

2. Blasco Valle M, Carbonell Abella C, Catalán Oliver C, Fernández<br />

Barredo C, Lafuente Navarro A, Olmos Domínguez C, et al.<br />

Osteoporosis. Guía de abordaje. Recomendaciones semFYC.<br />

Barcelona:EdiDe,2000.<br />

3. Folch Marin B, Garcia Llopis P, Murcia Soler M, Palop Larrea<br />

V. Desmedicalizar a la población. Una necesidad urgente. Inf<br />

Farmacoter. Comunitat Valencia. 2012;III(79):3-19.<br />

4. Miguel García F, Montero Alonso MJ, Merino Senovilla A, Sanz<br />

Cantalapiedra R, Maderuelo Farnández JA. Las cifras mágicas<br />

en la prevención farmacológica de la enfermedad cardiovascular<br />

y de fracturas. Una valoración crítica. Bit de Navarra.<br />

2009;17(4):49-63.<br />

5. Fuentes Fortea A, Palop Larrea V, Galán Bernardino JV, Espinosa<br />

Urbina R Incremento del riesgo de fracturas por fármacos.<br />

Inf Farmacoter. Comunitat Valencia. 2010;II(7):10-9.<br />

6. Butll Groc. Uso prolongado de inhibidores de la bomba de protones<br />

(IBP) y riesgo de fracturas. 2012;25(2):5-8.<br />

7. Butll Groc. Bifosfonatos: una relación beneficio-riesgo dudosa.<br />

2009;22(3):9-12.<br />

8. Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios. Recomendaciones<br />

para la valoración y tratamiento de la osteoporosis<br />

primaria en mujeres de la Comunidad de Madrid. Madrid:<br />

Comunidad de Madrid, Consejería de Sanidad; 2007.<br />

9. Aguilar del Rey FJ. Protocolo de tratamiento de la deficiencia<br />

de vitamina D. Med Clin (Barc).2014;142(3): 125-31<br />

10. Vitamina D: evidencias y controversias. Infac. 2012;20. Disponible<br />

en: http://www.osakidetza.euskadi.net/r85-pkpubl01/<br />

eu/contenidos/informacion/cevime_infac/eu_miez/adjuntos/<br />

INFAC_Vol_20_n_2.pdf<br />

11. Dirección Asistencial Servicio de salud de las Islas Baleares.<br />

Guia Farmacoterapeutica interniveles de las Islas Baleares.<br />

Medidas de prevención y tratamiento farmacológico en la osteoporosis.<br />

Govern de les Illes Balears. Abril-Junio 2009.<br />

12. Sempere Verdú E, Salazar Fraile J, Palop Larrea V, Vicens Caldentey<br />

C. Evaluación de la utilización de antidepresivos, ansiolíticos<br />

e hipnóticos en la Comunitat Valenciana, Período 2000-<br />

2010. Aten Primaria.2014;46(8):416-25.<br />

13. Sanfélix-Genovés J1, Sanfélix-Gimeno G, Peiró S, Hurtado I,<br />

Fluixà C, Fuertes A, et al. Prevalence of osteoporotic fracture<br />

risk factors and antiosteoporotic treatments in the Valencia region,<br />

Spain. The baseline characteristics of the ESOSVAL cohort.<br />

Osteoporos Int. 2013 Mar;24(3):1045-55.<br />

11<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana


13 / 2015 - Volumen VI<br />

Tratamiento no farmacológico de la fibromialgia<br />

Tratamiento no<br />

farmacológico de la<br />

fibromialgia<br />

Sempere Manuel M 1 , Roth Damas P 2 , Piles Cabo M 3<br />

1. Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de<br />

Algemesí. Departamento de la Ribera.<br />

2. Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud<br />

Benifaió.<br />

3. Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud<br />

Benifaió.<br />

Los autores declaran que no ha existido conflicto de intereses<br />

Introducción<br />

La fibromialgia (FM) es una enfermedad crónica caracterizada<br />

por dolor generalizado, e incapacitante,<br />

fatiga crónica y alteración del sueño, y se acompaña<br />

de un número importante de trastornos entre los que<br />

se encuentra la cefalea, vejiga irritable, alteraciones<br />

digestivas funcionales, dismenorrea, parestesias,<br />

intolerancia a los cambios térmicos, intolerancia al<br />

ejercicio, debilidad muscular, cansancio persistente,<br />

rigidez y fatiga prolongada tras el ejercicio leve o<br />

moderado; conjunto de problemas que condicionan<br />

en la mayoría de las mujeres con esta enfermedad<br />

una alteración funcional grave. Se trata de una enfermedad<br />

reconocida por la OMS en 1992 y cuyo<br />

diagnóstico se estableció desde el Colegio Americano<br />

de Reumatología en 1990, posteriormente en<br />

2010 actualizaron los criterios diagnósticos (1) . En España<br />

esta enfermedad tiene una prevalencia de un<br />

2,3%, según el estudio EPISER de la Sociedad Española<br />

de Reumatología (SER), lo que supone casi<br />

un millón de afectados y es mucho más frecuente en<br />

mujeres (95% de los casos) (2) .<br />

Un buen abordaje de esta enfermedad requiere de<br />

una correcta integración de tratamiento farmacológico<br />

y no farmacológico además de una participación<br />

activa de los pacientes en el proceso terapéutico<br />

(3) . Es necesario un tratamiento individualizado,<br />

adaptado no sólo a cada persona sino también a<br />

cada situación. Con este artículo se pretende resumir<br />

brevemente diferentes tipos de tratamiento no<br />

farmacológico que han demostrado ser eficaces.<br />

Tratamiento no farmacológico.<br />

Las tres terapias no farmacológicas mejor estudiadas<br />

son la educación, la terapia cognitivo-conductual y el<br />

ejercicio físico. Todas ellas tienen nivel 1A de eficacia<br />

en esta enfermedad. Además de estos tratamientos<br />

no farmacológicos, otras terapias complementarias<br />

como el Tai Chi, yoga y balneoterapia también tienen<br />

nivel de evidencia 1A (3) . El tratamiento no farmacológico<br />

cobra un especial interés en las pacientes con<br />

fibromialgia, no sólo porque no existe un medicamento<br />

específico para esta enfermedad, sino porque<br />

de forma frecuente no los toleran, provocan efectos<br />

secundarios importantes y/o empeoran la propia enfermedad.<br />

Además, es una de las enfermedades que<br />

demanda más asistencia médica, existe más insatisfacción<br />

de las pacientes y consume importantes recursos<br />

sanitarios con muy malos resultados en salud.<br />

Hay un número importante de técnicas y tratamientos<br />

no farmacológicos que se han utilizado en pacientes<br />

con enfermedad de fibromialgia algunas de ellas han<br />

conseguido mejoras importantes.<br />

La educación de los pacientes sobre su enfermedad<br />

y sobre los determinantes que la empeoran (el<br />

estrés, el sedentarismo, los tóxicos, la mente dispersa,<br />

el sentido catastrofista de la enfermedad, etc.) es<br />

clave en el manejo de la misma y en la mejoría del<br />

malestar (4) . En esta enfermedad es fundamental que<br />

los pacientes conozcan la enfermedad y que acepten<br />

que la padecen. La educación de los pacientes<br />

es eficaz en el pronóstico de esta enfermedad y ésta<br />

puede hacerse de forma individual y colectiva siempre<br />

teniendo presente que se debe enseñar a los<br />

pacientes a autogestionar su dolor. Se debe proporcionar<br />

información sobre las técnicas de relajación,<br />

la importancia de la actividad física y de una buena<br />

higiene del sueño. Se debe incidir en reforzar el apoyo<br />

social y las estrategias individuales para el cambio<br />

de comportamiento, es decir, para el cambio de<br />

estilo de vida.<br />

La balneoterapia mejora los síntomas relacionados<br />

con la fibromialgia (dolor, fatiga, rigidez, ansiedad,<br />

problemas de sueño), pero su efecto es limitado (3-6<br />

meses). Su eficacia se debe al factor físico (terapia<br />

de calor), al factor lúdico de la terapia en el agua y<br />

al factor ambiental (paisaje agradable y entorno acogedor)<br />

(5) . Pese a que se ha hablado mucho, el efecto<br />

de las aguas minerales aún se desconoce.<br />

La actividad física es útil como tratamiento adyuvante<br />

para pacientes con dolor crónico (4) . El ejercicio<br />

aeróbico (caminar, trotar, nadar, bailar, pedalear...), y<br />

ejercicios de flexibilidad y fortalecimiento muscular<br />

mejoran el bienestar general, y los signos y síntomas<br />

específicos de la FM (6) . Los ejercicios acuáticos gracias<br />

a que el agua caliente alivia el dolor, relaja la musculatura<br />

y aumenta el estado de bienestar, son útiles<br />

en pacientes con FM. La marcha nórdica mejora la<br />

capacidad funcional por lo que resulta beneficioso<br />

para estos pacientes. No obstante, se necesitan más<br />

estudios para determinar los programas de actividad<br />

física óptimos, así como para evaluar el beneficio a<br />

largo plazo del ejercicio en los pacientes con FM.<br />

La terapia respiratoria (respiración lenta) disminuye<br />

el dolor y el malestar emocional sobre todo si se<br />

asocia a emociones positivas (7) .<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana 12


Tratamiento no farmacológico de la fibromialgia<br />

13 / 2015 - Volumen VI<br />

Diversos estudios señalan que la gimnasia energética<br />

es útil en el tratamiento de la FM (5) : a) el Tai-Chi mejora<br />

el dolor, el sueño y la funcionalidad; b) el Yoga mejora<br />

el dolor, la fatiga, el estado de ánimo, la tendencia al<br />

catastrofismo, favorece la aceptación de la enfermedad,<br />

aumenta los días de bienestar, reduce el estrés<br />

y la ansiedad; c) el Qigong es una antigua disciplina<br />

china que combina el uso de los movimientos físicos<br />

suaves, concentración mental, y respiración profunda.<br />

Parece ser útil como tratamiento coadyuvante.<br />

Respecto a la acupuntura y el masaje, existen pocos<br />

estudios al respecto aunque pueden ser útiles como<br />

tratamiento complementario. La eficacia de la acupuntura<br />

parece ser limitada y transitoria, así como los beneficios<br />

de los masajes psicológicos (4) .<br />

Una dieta equilibrada disminuye la fatiga y mejora el<br />

bienestar general. Aunque no existe una dieta mágica,<br />

comer correctamente y evitar ciertos alimentos no sólo<br />

pueden promover el bienestar general, sino también dar<br />

a los pacientes un sentido de control sobre sus síntomas.<br />

Es conveniente evitar alimentos con alto contenido en<br />

grasas, azúcar refinado y harina blanca, alimentos fritos,<br />

conservantes, comida basura, sal en exceso, carne roja<br />

y bebidas alcohólicas. Algunos estudios con un numero<br />

pequeño de casos sugieren la posibilidad que una dieta<br />

vegetariana podría ser útil en los pacientes con FM (4) .<br />

No hay suficiente evidencia respecto al consumo de<br />

hierbas medicinales para recomendar la utilización<br />

de ninguna hierba como tratamiento de base de la<br />

fibromialgia (8) . Se han propuesto como tratamiento<br />

coadyuvante algunas como la Hierba de San Juan/ Hipérico<br />

por tener escaso efecto antidepresivo y la Uña<br />

de gato y la garra del diablo que poseen un limitado<br />

efecto antiinflamatorio. Estas hierbas interaccionan<br />

con gran cantidad de medicamentos pues se metabolizan<br />

por el citocromo P450 por lo que debería utilizarse<br />

con mucha precaución. Respecto al Hipérico y sus<br />

interacciones medicamentosas la Agencia Española<br />

del Medicamento publicó una alerta en el año 2000.<br />

El Mindfulnes y las técnicas psicológicas que potencian<br />

la atención plena (9) son beneficiosas en estas<br />

pacientes pues reduce la ansiedad, los síntomas depresivos,<br />

la intensidad del dolor y mejora la calidad de<br />

vida según señalan distintos estudios, no obstante se<br />

requieren de ensayos clínicos de mayor entidad sobre<br />

este tratamiento no farmacológico..<br />

La musicoterapia según apuntan distintos estudios<br />

disminuye notablemente los síntomas asociados a la<br />

fibromialgia, como el dolor, la depresión, la calidad del<br />

sueño y la ansiedad, por lo que mejora la calidad de<br />

vida de estos pacientes.<br />

La aromaterapia podría ser útil como tratamiento<br />

coadyuvante, y así lo afirman algunos estudios que<br />

afirman que el uso de esencias de lavanda, azahar y<br />

rosa mejoran los síntomas de esta enfermedad.<br />

Las técnicas de visualización parecen mejorar la funcionalidad<br />

y el sentido de autoeficacia de los pacientes<br />

aunque no influye sobre el dolor.<br />

Es importante potenciar las relaciones interpersonales<br />

positivas. Es fundamental que los pacientes con fibromialgia<br />

tengan buenas relaciones personales ya que<br />

a mayor apoyo social más alto es el umbral del dolor<br />

El reconocimiento de la enfermedad por los profesionales<br />

sanitarios y evitar el catastrofismo tienen<br />

un papel terapéutico clave que mejora el sentimiento<br />

de injusticia que tienen estos pacientes y disminuir el<br />

grado de malestar. El catastrofismo tiene tres vertientes<br />

que hay que evaluar y analizar con las pacientes:<br />

la rumiación, la magnificación y la indefensión. Estos<br />

sentimientos provocan un aumento del malestar emocional<br />

y físico, y merma de la calidad de vida por lo que<br />

deben establecerse estrategias para minimizarlos (10) .<br />

La psicoterapia conductual y de aceptación son eficaces<br />

en el tratamiento de la fibromialgia. La hipnosis<br />

en cambio pese a que puede mejorar el dolor no influye<br />

en la calidad de vida.<br />

La técnica de neurofeedback mediante dispositivos<br />

electrónicos enseña a los pacientes cómo regular<br />

conscientemente las funciones corporales. Esta terapia<br />

mejora el dolor, los síntomas psicológicos, y la calidad<br />

de vida.<br />

Conclusiones<br />

El tratamiento no farmacológico constituye un pilar<br />

fundamental en el tratamiento de estas pacientes<br />

ya que no produce efectos adversos, disminuye<br />

costes y puede mantenerse de forma continuada.<br />

No obstante se requieren más estudios y de mayor<br />

calidad para evaluar la eficacia de estos tratamientos<br />

y así poder prescribir con mayor evidencia<br />

estas terapias. El respeto por los pacientes con<br />

enfermedad de fibromialgia, la atención asistencial<br />

empática tomando partido (interés) por la persona<br />

y por su problema de salud; la escucha activa, y<br />

la narrativa de la enfermedad, son algunas de las<br />

claves para mejorar.<br />

Bibliografía<br />

1. Goldenberg, Don L. Initial treatment of fibromyalgia in adults. In:<br />

UpToDate, Schur, Peter H (Ed), UpToDate, Romain, Paul L, 2013.<br />

2. SER: Sociedad Española de Reumatología. Madrid: ser.com;<br />

[12 de enero de 2014; acceso 1 de octubre de 2014]. Disponible<br />

en: http://www.ser.es/actualidad/noticias.php?id=1805<br />

13<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana


13 / 2015 - Volumen VI<br />

Tratamiento no farmacológico de la fibromialgia<br />

3. Clauw DJ. Fibromyalgia: A Clinical Review. JAMA.<br />

2014;311(15):1547-55. doi:10.1001/jama.2014.3266<br />

4. Tamara MR, Tara MT. An Update on Fibromyalgia Syndrome:<br />

The Multimodal Therapeutic Approach Disclosures Am J Lifestyle<br />

Med. 2009;3(3):226-37.<br />

5. Saad M1, de Medeiros R. Complementary therapies for fibromyalgia<br />

syndrome -- a rational approach. Curr Pain Headache<br />

Rep. 2013;17(8):354. doi: 10.1007/s11916-013-0354-7.<br />

6. Busch AJ, Barber KAR, Overend TJ, Peloso PMJ, Schachter<br />

CL. Exercise for treating fibromyalgia syndrome. Cochrane<br />

Database Syst .Rev. 2007;(4):CD003786.<br />

7. Zautra AJ, Fasman R, Davis MC, Craig AD. The effects of<br />

slow breathing on affective responses to pain stimuli: an<br />

experimental study. Pain. 2010;149:12–8. doi:10.1016/j.<br />

pain.2009.10.001 [Epubn 15, 2010].<br />

8. Ernst E. Herbal medicine in the treatment of rheumatic diseases.<br />

Rheum Dis Clin North Am. 2011;37:95–102. doi:10.1016/j.<br />

rdc.2010.11.004 [Epub Dec 3, 2010].<br />

9. Parra-Delgado M, Latorre-Postigo JM. Effectiveness of Mindfulness-Based<br />

Cognitive Therapy in the Treatment of Fibromyalgia:<br />

A Randomised Trial Cogn Ther Res 2013;37:1015-26.<br />

doi:10.1007/s10608-013-9538-z<br />

10. García-Campayo J, Rodero B. La catastrofización ante el dolor<br />

en la fibromialgia. Disponible en: http://www.jano.es/ficheros/<br />

sumarios/1/00/1772/59/1v00n1772a90021171pdf001.pdf (Accedido<br />

el 26-01-2015)<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana 14


Tratamiento no farmacológico de la demencia<br />

13 / 2015 - Volumen VI<br />

Tratamiento no<br />

farmacológico de la<br />

demencia<br />

Folch Marín B 1 , Egea Ronda A 1<br />

1. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Algemesí.<br />

Departamento de Salud de La Ribera. .<br />

Los autores declaran que no ha existido conflicto de intereses.<br />

Introducción.<br />

La demencia es una enfermedad neurodegenerativa,<br />

progresiva e irreversible relacionada directamente<br />

con la edad. El impacto físico, psicológico, social y<br />

económico que conlleva para las personas afectadas,<br />

los familiares y la sociedad es devastador. Actualmente<br />

no existe tratamiento curativo ni preventivo,<br />

por lo que es necesario un abordaje integral que ayude<br />

a paliar sus efectos, que priorice la protección de<br />

las necesidades humanas de bienestar, movimiento,<br />

dignidad, interacción social y derechos fundamentales,<br />

teniendo en cuenta que la persona con demencia<br />

posee capacidad para aprender, pensar, experimentar<br />

sensaciones y sentirse amada y cuidada (1) .<br />

El envejecimiento de la población y el aumento de la<br />

expectativa de vida han provocado un crecimiento de<br />

la prevalencia de la demencia, que se estima entre el<br />

5-7% de las personas mayores de 65 años y alcanza<br />

el 27,7% en mayores de 85 años. El diagnóstico de<br />

la demencia es esencialmente clínico y se caracteriza<br />

por el desarrollo de déficits cognitivos múltiples<br />

progresivos que suponen un deterioro significativo<br />

de las actividades sociolaborales (2) . Este deterioro se<br />

expresa a través de tres grupos de síntomas: a) síntomas<br />

cognitivos, como son la pérdida de la memoria,<br />

del lenguaje y de la destreza intelectual; b) síntomas<br />

conductuales y psicológicos (SCPD) que abarcan<br />

cambios de personalidad, alteraciones afectivas, alucinaciones<br />

o agitación, y c) síntomas funcionales que<br />

dificultan las actividades de la vida diaria (AVD). El<br />

diagnóstico precoz es fundamental para poder planificar<br />

los cuidados con el paciente y la familia, disminuir<br />

su angustia, proporcionar una mayor capacidad<br />

de decisión, minimizar los riesgos y la medicalización<br />

excesiva (3) .<br />

Tratamiento no farmacológico de la demencia.<br />

El tratamiento de las demencias es complejo puesto<br />

que presenta una clínica múltiple y variable según factores<br />

biopsicosociales. Precisa estrategias flexibles,<br />

centradas en el paciente y el cuidador, que ofrezcan<br />

una atención integral, coordinada entre los diferentes<br />

niveles asistenciales y sociosanitarios y continua (1.4.5) .<br />

Tradicionalmente el tratamiento se ha centrado en mejorar<br />

el funcionamiento cognitivo, pero con el tiempo se<br />

ha visto que es necesario incluir otros aspectos a la hora<br />

de evaluar la respuesta del tratamiento. La calidad de<br />

vida de pacientes y cuidadores, los SCPD, la capacidad<br />

funcional, el grado de dependencia y la utilización de recursos,<br />

son las nuevas dianas. Los tratamientos farmacológicos<br />

ofrecen una utilidad y eficacia muy limitadas, a<br />

un coste económico y de efectos secundarios elevados.<br />

Así, en la búsqueda de estos objetivos, se han ido desarrollando<br />

en las últimas décadas las llamadas terapias no<br />

farmacológicas (TNF). En un principio, estaban dirigidas<br />

a pacientes, pero a partir de los años 80 se empieza a<br />

hablar de la carga del cuidador y a entenderse que es una<br />

pieza clave en el tratamiento, puesto que la calidad de<br />

vida de ambos está totalmente entrelazada (6) .<br />

Las TNF se definen como cualquier intervención no química,<br />

focalizada y replicable, sustentada sobre una base<br />

teórica, con capacidad de lograr algún beneficio relevante<br />

al paciente o al cuidador (1) . Orientadas al enfermo, al<br />

cuidador, al profesional o al entorno, pueden ser aplicadas<br />

por personal no médico, pero, sin duda, requieren<br />

profesionales formados. No es objeto de este artículo<br />

describir las TNF (animamos al lector a explorar la bibliografía<br />

sobre el tema); aún así, existen algunas estrategias<br />

dentro del cuidado no farmacológico cotidiano fáciles de<br />

aplicar que pueden ser útiles: tener un contacto visual y<br />

un tono de voz adecuado, establecer rutinas de sueño,<br />

comida e higiene, mantener al paciente orientado temporalmente,<br />

procurar un entorno seguro, bien iluminado, sin<br />

espejos ni estímulos excesivos, programar actividades<br />

de recreo placenteras y proporcionar la ayuda que necesite<br />

evitando actitudes proteccionistas que contribuyen a<br />

un “exceso de discapacidad” (3,7) .<br />

La evidencia de la eficacia de las TNF es limitada debido<br />

a que la mayoría de estudios son de baja calidad<br />

(1,5,8) . Es probable que, entre otras particularidades,<br />

la “inestabilidad” del “principio activo” de algunas TNF<br />

(cuando hablamos de intervenciones psicosociales y<br />

de interacciones humanas) conlleve una dificultad añadida<br />

para la replicabilidad y la medición de los resultados<br />

(6) . La tabla 1 muestra los grados de recomendación<br />

encontrados de las TNF. Las intervenciones<br />

multicomponente basadas en apoyo y formación del<br />

cuidador son las que han demostrado una evidencia<br />

más sólida en cuanto a retraso de la institucionalización,<br />

mejora de calidad de vida, cognición, AVD, conducta<br />

y estado de ánimo, a un bajo coste y sin efectos<br />

secundarios (1,6) .<br />

Más allá del propio deterioro cognitivo, los síntomas conductuales<br />

son el verdadero reto para las familias. Los<br />

SCPD aumentan el riesgo de actividades peligrosas, aceleran<br />

la progresión de la enfermedad, se asocian a una<br />

mayor utilización de servicios sanitarios, de sujeciones<br />

físicas y químicas y de institucionalización (4,9) . Los antipsicóticos<br />

se han utilizado ampliamente para el control de<br />

15<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana


13 / 2015 - Volumen VI<br />

Tratamiento no farmacológico de la demencia<br />

Tabla 1. Grados de recomendación de las terapias no farmacológicas (6) .<br />

Grado de<br />

recomendación<br />

A<br />

B<br />

C<br />

Persona enferma Cuidador/a familiar Cuidador/a profesional<br />

Estimulación cognitiva<br />

Entrenamiento AVD<br />

Musicoterapia<br />

I conductal<br />

Ejercicio físico<br />

Masaje y tacto<br />

Ayudas externas<br />

Reminiscencia<br />

Validación<br />

Apoyo psicoterapia<br />

Terapia de luz<br />

Terapia con animales<br />

Arteterapia<br />

Terapia recreativa<br />

Intervención multicompetente<br />

Educ. entrenamiento<br />

Asesoramiento y gestión de casos<br />

Apoyo al cuidador/a<br />

Cuidados de respiro<br />

Educación general<br />

Prevención sujeciones<br />

muchos de estos síntomas, pero su uso se ha relacionado<br />

con un aumento de mortalidad. Todas las recomendaciones<br />

sitúan las TNF como tratamiento de elección para<br />

los SCPD y solo está justificado el tratamiento inicial con<br />

fármacos si existe un peligro inmediato para el paciente<br />

o terceros (5,7) . El enfoque no farmacológico entiende los<br />

SCPD como respuesta a desencadenantes ambientales<br />

o a desajustes entre las expectativas y las demandas.<br />

Gitlin et al. (9) proponen un algoritmo en seis pasos para<br />

integrar efectivamente las TNF para el manejo de SPCD<br />

por los médicos de familia:<br />

1. Prevenir los SPCD mediante el cribado sistemático,<br />

que incluya apoyo al cuidador, con información<br />

y formación acerca de la enfermedad.<br />

2. Describir los síntomas. Caracterizarlos y definir las<br />

circunstancias en las cuales suceden, conocer la<br />

seguridad y el nivel de estrés del cuidador, permiten<br />

determinar el abordaje específico para resolverlos.<br />

3. Identificar posibles causas desencadenantes. Los<br />

pacientes con demencia son especialmente vulnerables<br />

a cambios del entorno. Los SPCD pueden<br />

deberse a confluencia de factores potencialmente<br />

modificables (dolor, miedo, frío, ambiente protector<br />

o estimulante en exceso…).<br />

4. Diseñar un plan de tratamiento.<br />

5. Evaluar la eficacia de las estrategias no farmacológicas<br />

para resolver o mejorar los SPCD.<br />

6. Monitorizar el proceso de manera continua.<br />

Conclusiones<br />

Las medidas no farmacológicas son el primer escalón<br />

de tratamiento y deben mantenerse con independencia<br />

del uso de fármacos. Existe todo un campo de TNF<br />

prometedoras que requieren inversión de recursos, especialmente<br />

humanos, para llevarlas a cabo y poder<br />

realizar investigación de calidad. Éstas deberían estar<br />

incluidas en las políticas de inversión de todo gobierno,<br />

sin una visión economicista a corto plazo. Los fines<br />

de la atención a la salud deben ser algo más que la<br />

curación de enfermedades y el alargamiento de la vida,<br />

por lo que se deben dirigir los esfuerzos de los profesionales<br />

sanitarios a implementar estas estrategias no<br />

farmacológicas que pueden mejorar la calidad de vida<br />

de miles de personas que sufren cada día (10).<br />

Bibliografía<br />

1. Olazarán J, Reisberg B, Clare L et al. Nonpharmacological<br />

Therapies in Alzheimer’s Disease: A Systematic Review of<br />

Efficacy. Dement Geriatr Cogn Disord 2010;30:161-78.<br />

2. Del Canto M, Tapias E, García de Blas F. Demencia. AMF<br />

2012;8:484-95.<br />

3. Manual de actuación en la enfermedad de Alzheimer y otras<br />

demencias. Gobierno de Canarias, 2011. Consejería de Sanidad.<br />

Servicio Canario de la Salud. Dirección General de Programas<br />

Asistenciales.<br />

4. Olazarán-Rodríguez J, Agüera-Ortiz LF, Muñiz-Schwochert<br />

R. Síntomas psicológicos y conductuales de la demencia:<br />

prevención, diagnóstico y tratamiento. Rev Neurol<br />

2012;55:598-608.<br />

5. Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre la atención<br />

integral a las personas con enfermedad de Alzheimer y<br />

otras demencias. Guía de Práctica Clínica sobre la atención<br />

integral a las personas con enfermedad de Alzheimer y otras<br />

demencias. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud<br />

del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Agència<br />

d’Informació, Avaluació i Qualitat en Salut de Cataluña; 2010.<br />

Guías de Práctica Clínica en el SNS: AIAQS Núm. 2009/07.<br />

6. Muñiz R, Olazarán J. Mapa de terapias no farmacológicas<br />

para demencias tipo Alzheimer. Guía de iniciación técnica<br />

para profesionales. Madrid, 2009.<br />

7. Dementia. Supporting people with dementia and their carers<br />

in health and social care. 2006 . NICE clinical guideline 42.<br />

Disponible en: guidance.nice.org.uk/cg42.<br />

8. Dickson K, Lafortune L, Kavanagh J et al. Non-drug treatments<br />

for symptoms in dementia: an overview of systematic reviews<br />

of non-pharmacological interventions in the management of<br />

neuropsychiatric symptoms and challenging behaviours in patients<br />

with dementia. Policy Innovation Reserch Unit, 2012.<br />

9. Gitlin L, Kales H, Lyketsos C. Managing behavioral symptoms<br />

in dementia using nonpharmacologic approaches: An overview.<br />

JAMA 2012;308:2020-9.<br />

10. Los fines de la Medicina. El establecimiento de unas prioridades<br />

nuevas. Hasting Center. Cuadernos de la Fundación<br />

Grifols i Lucas no 11. 2004.<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana 16


Tratamiento no farmacológico de la demencia<br />

13 / 2015 - Volumen VI<br />

Tratamiento no<br />

farmacológico de la<br />

hipertensión arterial,<br />

diabetes mellitus<br />

tipo 2 y dislipemia.<br />

Egea Ronda A1, Folch Marín B1<br />

1. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Algemesí.<br />

Departamento de Salud de La Ribera. .<br />

Los autores declaran que no ha existido conflicto de intereses.<br />

Introducción<br />

Y el final de toda nuestra exploración<br />

será llegar donde comenzamos<br />

y conocer el lugar por primera vez.<br />

T S Eliot<br />

La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal<br />

causa de morbimortalidad a nivel del mundial. En<br />

nuestro país, según datos del informe anual del sistema<br />

nacional de salud 2011-2012 fue responsable del<br />

30,5% de las defunciones, ocupando el primer lugar<br />

como causa de mortalidad, seguida de los tumores (1) .<br />

Un estilo de vida saludable es el pilar fundamental<br />

tanto en la prevención de la aparición de ECV, como<br />

en el tratamiento de la misma una vez establecida. La<br />

hipertensión arterial (HTA), la diabetes mellitus tipo 2<br />

(DM2) y la dislipemia son entidades directamente relacionadas<br />

con el desarrollo de ECV, y su tratamiento<br />

debe tener como objetivo principal la reducción de<br />

este riesgo.<br />

Tratamiento no farmacológico de la hipertensión<br />

arterial.<br />

La HTA es un factor de riesgo mayor para el desarrollo<br />

de ECV. (2) La prevalencia de la HTA en la población adulta<br />

en nuestro país es de aproximadamente un 35 %,<br />

llegando al 40 % en edades medias y a más del 60 %<br />

en los mayores de 60 años, afectando en total a unos<br />

10 millones de adultos. En el tratamiento de la HTA los<br />

cambios adecuados en el estilo de vida, si hablamos<br />

en términos de reducción de cifras, pueden ser equiparables<br />

al tratamiento con un fármaco. El inconveniente<br />

fundamental es el bajo nivel de adherencia a largo plazo,<br />

una cuestión que va a requerir una atención especial.<br />

Las medidas recomendadas para el cambio en el<br />

estilo de vida con demostrada capacidad para reducir la<br />

tensión arterial y nivel de evidencia A son (2,-4) :<br />

- Recibir consejo profesional para disminuir el contenido<br />

de sodio en la dieta. Este consejo debe mantenerse<br />

incluso en aquellos pacientes que siguen una dieta<br />

cardiosaludable y es especialmente importante en la<br />

población mayor de 45 años.<br />

--<br />

Recibir consejo a través de intervenciones estructuradas<br />

sobre la práctica de ejercicio físico<br />

de intensidad aeróbica y/o anaeróbica adaptado<br />

a sus características. El ejercicio debería<br />

incluir, al menos, tres sesiones semanales de<br />

45-60 minutos.<br />

--<br />

Los pacientes con HTA esencial, incluidos los<br />

que toman medicación antihipertensiva, deben<br />

recibir consejo de los profesionales para disminuir<br />

el peso.<br />

--<br />

Los hipertensos bebedores excesivos deben<br />

recibir consejo para reducir el consumo de<br />

alcohol. El objetivo es reducir, en al menos un<br />

60%, la ingesta de alcohol.<br />

--<br />

Los pacientes hipertensos fumadores deber recibir<br />

consejo de dejar de fumar y se les debe<br />

ofrecer ayuda, igual que al resto de fumadores.<br />

--<br />

Se recomienda una dieta rica en fruta y verdura<br />

con alto contenido en potasio en todos<br />

los pacientes con HTA (dieta DASH, dieta mediterránea).<br />

Los suplementos de potasio, tras una<br />

valoración individualizada, pueden recomendarse<br />

a algunos pacientes.<br />

La combinación de estas medidas no farmacológicas<br />

es más eficaz en el descenso de cifras tensiónales que<br />

cada una de ellas por separado. La atención de los pacientes<br />

hipertensos debe incluir intervenciones educativas<br />

y de promoción del autocuidado (tabla I).<br />

Tratamiento no farmacológico de la diabetes<br />

mellitus tipo 2.<br />

La DM2 es hoy una epidemia de alcance mundial. La<br />

creciente prevalencia de la obesidad y de los estilos de<br />

vida sedentarios son los principales responsables del<br />

impresionante crecimiento de la DM2 en nuestra sociedad,<br />

con el consiguiente aumento de morbilidad y<br />

mortalidad precoz que ello conlleva. El estudio di@bet (5)<br />

sitúa la prevalencia de DM2 en nuestro país alrededor<br />

del 14%. La DM2 aparece como resultado de una ingesta<br />

excesiva de calorías en individuos susceptibles.<br />

En muchas personas con DM2 la combinación adecuada<br />

de dieta y ejercicio constituye la única intervención<br />

necesaria para controlar eficazmente las anomalías metabólicas<br />

asociadas a la enfermedad. A continuación<br />

se enumeran las recomendaciones no farmacológicas<br />

según el grado de evidencia (6) .<br />

Nivel de evidencia A:<br />

- - Control del peso. Se recomiendan programas<br />

estructurados que combinen ejercicio físico con<br />

17<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana


13 / 2015 - Volumen VI<br />

Tratamiento no farmacológico de la demencia<br />

asesoramiento dietético, reducción de la ingesta<br />

de grasa (


Tratamiento no farmacológico de la demencia<br />

13 / 2015 - Volumen VI<br />

cional de Salud1 del que se puede extraer cifras tan<br />

llamativas como que a partir de los 25 años de edad<br />

más del 40% de la población se declara sedentaria,<br />

el 24% de los mayores de 15 años son fumadores y<br />

la obesidad se sitúa en torno al 17% en mayores de<br />

18 años (además del sobrepeso, que supera el 36%);<br />

estos porcentajes se mantienen en línea ascendente<br />

año tras año, y además son mucho más elevados según<br />

descendemos en la escala social (más pobreza,<br />

menor nivel de estudios). Esto nos lleva a plantearnos<br />

las siguientes cuestiones: ¿Está un estilo de vida<br />

saludable al alcance de cualquiera? ¿En qué medida<br />

depende de la persona y en qué medida de su entorno?9<br />

¿Hasta qué punto podemos incidir desde el<br />

centro de salud?.<br />

Se debe reflexionar sobre el reparto de responsabilidades<br />

a la hora de tratar de invertir estas tendencias.<br />

Parece injusto trasladar la responsabilidad de<br />

forma individual a la persona, así como tampoco parece<br />

razonable que nos culpabilicemos en exceso los<br />

sanitarios que trabajamos en primera línea, y que en<br />

muchas ocasiones sentimos con impotencia la imposibilidad<br />

de modificar determinados patrones, debido<br />

a las condiciones de vida de nuestros pacientes. La<br />

importancia de la cuestión desborda nuestro ámbito,<br />

y afrontarla con posibilidades de éxito requiere desarrollar<br />

políticas y estrategias de Salud Pública de<br />

largo recorrido que, con una perspectiva comunitaria<br />

e intersectorial, ataquen las diferentes vertientes<br />

del problema: educación, modificación de entornos,<br />

actuaciones frente a la pobreza y la exclusión, etc.<br />

De no ser así, lo único que vamos a conseguir desde<br />

nuestras consultas con gran esfuerzo y seguramente<br />

con un elevado coste en medicamentos es, en palabras<br />

de Marmot, “parchear al paciente para devolverlo<br />

a un entorno hostil”10. Entorno que es responsable<br />

en gran medida del problema.<br />

Tabla I: Cambios en el estilo de vida y efectos sobre la tensión arterial<br />

CAMBIO RECOMENDACIÓN REDUCCIÓN ESTIMADA DE LA PAS<br />

Reducción del Peso Mantener IMC 20-25 kg/m 2 Entre 0,5-2 mm Hg por kg de peso perdido<br />

Restricción consumo de sal 2-6 g de sal/día (=cucharada de café) 2-6 mm Hg<br />

Moderación Consumo de Alcohol


13 / 2015 - Volumen VI<br />

Tratamiento no farmacológico de la demencia<br />

Bibliografia.<br />

1. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Informe<br />

Anual del Sistema Nacional de Salud, 2012 Disponible en<br />

www.msssi.gob.es.<br />

2. Baena CP, Olandoski M, Younge JO, Buitrago-Lopez A,<br />

Darweesh SK, Campos N et al. Effects of lifestyle-related<br />

interventions on blood pressure in low and middle-income<br />

countries: systematic review and meta-analysis. J Hypertens.<br />

2014;32(5):961-73.<br />

3. Rotaeche del Campo R, Aguirrezabala Jaca J, Balagué Gea<br />

L, Gorroñogoitia Iturbe A, Idarreta Mendiola I, Mariñelarena<br />

Mañeru E et al. Guía de Práctica Clínica sobre Hipertensión<br />

Arterial (actualización 2007). Osakidetza. GPC. Vitoria-Gasteiz.<br />

2008<br />

4. Eckel RH, Jakicic JM, Ard JD, et al. 2013 AHA/ACC Guideline<br />

on Lifestyle Management to Reduce Cardiovascular Risk:<br />

A Report of the American College of Cardiology/American<br />

Heart Association Task Force on Practice Guidelines. J Am<br />

Coll Cardiol. 2014;63(25_PA). doi:10.1016/j.jacc.2013.11.003.<br />

5. Soriguer F, Goday A, Bosch-Comas A, Bordiú E, Calle-Pascual<br />

A, Carmena R, et al. Prevalence of diabetes mellitus and<br />

impaired glucose regulation in Spain: the Di@bet.es Study.<br />

Diabetologia. 2012;55:88-93.<br />

6. Grupo de Trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre Diabetes<br />

tipo 2. Guía de Práctica Clínica sobre Diabetes tipo 2.<br />

Madrid: Plan Nacional para el SNS del MSC. Agencia de Evaluación<br />

de Tecnologías Sanitarias del País Vasco; 2008. Guías<br />

de Práctica Clínica en el SNS: OSTEBA No 2006/08.<br />

7. San Vicente Blanco R, Pérez Irazusta I, Ibarra Amarica J, Berraondo<br />

Zabalegui I, Uribe Oyarbide F, Urraca Garcia de Madinabeitia<br />

J. et al. Guía de Práctica Clínica sobre el manejo de<br />

los lípidos como factor de riesgo cardiovascular. Osakidetza.<br />

Vitoria-Gasteiz.<br />

8. Ramón Estruch, Emilio Ros, Jordi Salas-Salvadó, Maria-Isabel<br />

Covas, Dolores Corella, Fernando Arós, et al. Primary Prevention<br />

of Cardiovascular Disease with a Mediterranean Diet<br />

(PREDIMED). N Engl J Med. 2014;368:1279-90.<br />

9. Ana V, Roux D. Residential environments and cardiovascular<br />

risk. J Urban Health. 2003; 80: 569–89.<br />

10. Marmot MG. The status syndrome: how social standing<br />

affects our health and longevity. New York: Henry Holt; 2005.<br />

Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana 20

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!