Farmacoterapéutica nº13
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13 / 2015 - Volumen VI<br />
Información<br />
<strong>Farmacoterapéutica</strong><br />
<strong>nº13</strong><br />
de la Comunitat Valenciana<br />
Publicación de la Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios<br />
Tratamiento no farmacológico de las enfermedades más<br />
prevalentes<br />
Tratamiento no farmacológico de la artrosis<br />
Tratamiento no farmacológico de la osteoporosis<br />
Tratamiento no farmacológico de la fibromiálgia<br />
Tratamiento no farmacológico de la demencia<br />
Tratamiento no farmacológico de la hipertensión arterial,<br />
DM2 y dislipemias
Edita: Generalitat. Conselleria de Sanitat<br />
© de la presente edición: Generalitat, 2014<br />
ISSN: 1989-5771<br />
Título abreviado: Inf. farmacoter. Comunitat Valencia.<br />
Maquetación: Editorial MIC<br />
Depósito Legal:<br />
Imprime:<br />
Consultas: http://www.san.gva.es/cas/prof/dgf/homedgf.html<br />
Comentarios y sugerencias: terapeuticafarm-owner@runas.cap.gva.es<br />
Suscripciones: http://runas.cap.gva.es/mailman/listinfo/terapeuticafarm<br />
Elabora:<br />
Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios<br />
Con la supervisión del Comité de Redacción del Boletín de <strong>Farmacoterapéutica</strong>, constituido por:<br />
Alberola Cuñat, Vicent. Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios<br />
Alós Almiñana, Manuel. Hospital General de Castellón. Servicio de Farmacia Hospitalaria<br />
Andreu Solsona, Pilar. Dirección Territorial de Castellón. Sección de Inspección Servicios Sanitarios<br />
Aznar Saliente, Teresa. Hospital Sant Joan d’ Alacant. Servicio de Farmacia Hospitalaria<br />
Barrachina Bonet, Laia. Departamento de Salud la Plana. Dirección de Atención Primaria<br />
Barreda Rodriguez, Rosana. Departamento de Salud Valencia-Arnau Vilanova-Liria.Inspección de Servicios Sanitarios.<br />
Calvo Perez, Miriam. Departamento de Salud Elda. Servicio de Farmacia de Area de Salud<br />
Canelles Gamir, Jose Mª. Departamento de Salud Valencia-La Fe. Servicio de Farmacia de Area de Salud<br />
Díaz Mondejar, Rosa. Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios. CAVIME<br />
Díez Domingo, Javier. Centro Superior de Investigación y Salud Pública<br />
Domínguez Carabantes, Alberto. Hospital la Fe de Valencia. Servicio de Psiquiatría<br />
Fernández Villalba, Elia Maria. Servicio Farmacia Sociosanitaria de la Cañada<br />
Gómez Pajarez, Fernando. Hospital Francisco de Borja. Servicio de Medicina Preventiva<br />
Grau Rubio, Mª Antonia. Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios. CAVIME<br />
Lopez Briz. Eduardo, Hospital la Fe de Valencia. Servicio de Farmacia Hospitalaria<br />
Marco Peiró, Sergio. Farmacéutico Atención Comunitaria Castellón<br />
Mármol López, Mª Isabel. Departamento de Salud Valencia-La Fe. Dirección de Atención Primaria<br />
Montagud Penades, Emilia. Departamento de Salud Elche-Crevillente. Servicio de Farmacia de Area de Salud<br />
Muñoz Balada, Rodrigo. Hospital la Plana. Servicio de Documentación Clínica<br />
Padilla López, Ana Mª. Departamento de Salud Valencia-Cínico-Malvarrosa. Dirección de Atención Primaria<br />
Palop Larrea, Vicente. Departamento de Salud de la Ribera. Subdirección Medico Asistencial Area de Salud<br />
Pastor Villalba, Eliseo. Dirección General de Salud Pública. Servicio de Salud Infantil y de la Mujer<br />
Pastor Navarro, Carmen. Departamento de Salud Valencia-La Fe. Dirección de Atención Primaria<br />
Poquet Jornet, Jaime E. Hospital de Denia. Servicio de Farmacia Hospitalaria<br />
Prosper Sierra, Miguel. Departamento de Salud de la Ribera. Subdirección Medico Asistencial Área de Salud<br />
Quirce Andrés, Fernando. Departamento de Salud de Alicante H.General. Centro Salud Alicante La Florida<br />
Ruiz Rojo. Elías, Dirección General de Salud Pública. Subdirección General de Promoción de la Salud y Prevención<br />
San Martín Ciges, Mª Dolores. Departamento de Salud Requena. Servicio de Farmacia de Área de Salud<br />
Sánchez Navajas, Ana Mª. Dirección Territorial de Alicante. Inspección de Farmacia<br />
Trillo Mata. José Luis, Direción General de Farmacia y Productos Sanitarios.<br />
Uso Talamantes, Ruth. Dirección General de Farmacia y Productos Santarios<br />
Zapater Hernández, Pedro. Hospital General de Alicante. Servicio de Farmacología Clinica<br />
Publicación de información cientí ca sin nalidad lucrativa.<br />
Los textos incluidos en esta publicación pueden ser reproducidos citando su procedencia.
Tratamiento no farmacológico de las enfermedades más prevalentes<br />
13 / 2015 - Volumen VI<br />
Tratamiento no<br />
farmacológico de las<br />
enfermedades más<br />
prevalentes<br />
Palop Larrea V 1 , Portillo Santamaría M 2 , Montero Martin E 3 , Folch<br />
Marín B 4 , Egea Ronda A 4 , Piles Cabo M 5 , Roth Damas P 6 , Sempere<br />
Manuel M 3 .<br />
1. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Coordinador de la Unidad<br />
de Fibromialgia y Fatiga Crónica, Hospital de la Ribera. Subdirección Asistencial,<br />
Departamento de Salud de La Ribera.<br />
2. Especialista en Psicología Clínica. Unidad de Salud Mental Infantil y del<br />
Adolescente. Centro de Salud Mental de Sueca. Departamento de Salud<br />
de La Ribera.<br />
3. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Algemesí.<br />
Departamento de Salud de La Ribera.<br />
4. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Algemesí.<br />
Departamento de Salud de La Ribera.<br />
5. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Benifaió.<br />
Departamento de Salud de La Ribera.<br />
6. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Benifaió.<br />
Departamento de Salud de La Ribera.<br />
Los autores declaran que no ha existido conflicto de intereses.<br />
Introducción.<br />
A pesar del desarrollo de planes de uso racional<br />
del medicamento a nivel de las distintas comunidades<br />
(ejs.: http://www.murciasalud.es/recursos/ficheros/218036-PAMUM_LIBRO_web.pdf,;<br />
http://www.<br />
san.gva.es/web/dgfps/ofur), de institutos de farmacología<br />
que fomentan la formación e información en<br />
este campo (http://www.icf.uab.es/ca/index.html) y<br />
del desarrollo de boletines informativos independientes<br />
que promocionan el buen uso de los fármacos y<br />
su seguridad (http://elrincondesisifo.es/2014/10/22/<br />
nuestros-7-magnificos-de-la-informacion-farmacoterapeutica-en-espana/),<br />
llama la atención que España<br />
sea uno de los países europeos más consumidores de<br />
fármacos (1) .<br />
La prescripción de un porcentaje elevado de los medicamentos<br />
prescritos se realiza de forma innecesaria e<br />
injustificada, generando un deterioro importante para<br />
la salud y unos costes directos e indirectos tremendos.<br />
Por poner algunos ejemplos, en los últimos 10<br />
años en la Comunidad Valenciana se han gastado más<br />
de 260 millones de euros en la utilización de fármacos<br />
anticolinesterasicos para el tratamiento de la demencia<br />
(fármacos con una eficacia limitada y con una frecuencia<br />
alta de efectos adversos); España es el país<br />
que consume más hipnosedantes de forma crónica,<br />
en muchos casos en ancianos y pacientes polimedicados<br />
(con un aumento en el riesgo de caídas y fracturas,<br />
de accidentes de tráfico, de deterioro cognitivo en<br />
los ancianos, de neumonía, y de mortalidad por todas<br />
las causas incluyendo el cáncer).También somos, dentro<br />
de Europa, los profesionales que prescribimos más<br />
inhibidores de la bomba de protones como protector<br />
gástrico con una elevada tasa de utilización inadecuada<br />
(fármacos no exentos de efectos adversos graves),<br />
así como prescriptores de fármacos de dudosa eficacia<br />
para la artrosis como son los protectores del cartílago<br />
(fármacos no comercializados en otros países<br />
europeos por su falta de eficacia) (1-6) .<br />
No podemos olvidar, que si bien la industria farmacéutica<br />
mundial ha producido algunas de las innovaciones<br />
más grandiosas en los últimos 50 años salvando<br />
muchas vidas, el uso de fármacos representa<br />
la tercera causa de mortalidad después de las enfermedades<br />
del corazón y cáncer en los países occidentales<br />
y constituye uno de los motivos más frecuentes<br />
de consulta al médico de atención primeria (7,8) . Desde<br />
esta perspectiva, parece lógico seguir y potenciar las<br />
políticas de prescripción prudente, reconocer la necesidad<br />
de no medicalizar la vida cotidiana, y de desmedicalizar<br />
a la población con especial atención a los<br />
pacientes en tratamiento con medicamento innecesarios,<br />
ineficaces o con una relación beneficio/riesgo<br />
negativa, y plantear la prevención y el tratamiento<br />
de las enfermedades crónicas más prevalentes con<br />
medidas no farmacológicas que han demostrado su<br />
eficacia (1,9-11) .<br />
Tratamiento no farmacológico de algunas enfermedades<br />
prevalentes.<br />
Este número incluye en distintos capítulos el tratamiento<br />
no farmacológico de enfermedades crónicas<br />
prevalentes como son la artrosis, osteoporosis, enfermedad<br />
de fibromialgia, deterioro cognitivo, diabetes<br />
mellitus, hipertensión arterial y dislipemia. En aras a la<br />
brevedad, no se han incluido otros problemas de salud<br />
abordables desde el punto de vista no farmacológico<br />
(ansiedad, depresión, insomnio, cefalea,….) y que en<br />
ocasiones también suponen un consumo irracional<br />
de fármacos. Añadimos también en este número las<br />
medidas preventivas contra el cáncer y el tratamiento<br />
no farmacológico del malestar añadimos también en<br />
este número las medidas preventivas contra el cáncer<br />
y el tratamiento no farmacológico del malestar (1,3,4,10) .<br />
--<br />
Artrosis. Existen multitud de artículos y guías<br />
clínicas actualizadas que abogan por un abordaje<br />
no farmacológico de la artrosis y se basan<br />
en tres pilares básicos que son educación, reducción<br />
de peso y ejercicio físico (12) .<br />
--<br />
Osteoporosis. El tratamiento no farmacológico<br />
de la osteoporosis está dirigido a conseguir<br />
una máxima densidad ósea al principio de la<br />
edad adulta (30 años), a realizar un buen control<br />
de las enfermedades crónicas que provocan<br />
desmineralización ósea, a modificar los<br />
factores que predisponen a la aparición de<br />
osteoporosis (incluyendo toxicidad por fármacos),<br />
a favorecer hábitos de vida saludables y<br />
a prevenir situaciones que puedan aumentar el<br />
riesgo de caídas. Son medidas seguras, efica-<br />
3<br />
Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana
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Tratamiento no farmacológico de las enfermedades más prevalentes<br />
ces, con costes bajos y fáciles de aplicar desde<br />
cualquier nivel asistencial (11,13) .<br />
--<br />
Enfermedad de fibromialgia. Un buen abordaje<br />
de esta enfermedad requiere de una correcta<br />
integración de tratamiento farmacológico y no<br />
farmacológico, y una participación activa de los<br />
pacientes en el proceso terapéutico. Es necesario<br />
un tratamiento individualizado, adaptado<br />
a cada persona y cada situación. Las tres terapias<br />
mejor estudiadas son la educación, la terapia<br />
cognitivo-conductual y el ejercicio físico.<br />
Todas ellas tienen nivel 1A de eficacia (14) .<br />
--<br />
Demencia. El tratamiento de las demencias<br />
precisa estrategias flexibles, centradas en el<br />
paciente y el cuidador, que ofrezcan una atención<br />
integral, coordinada entre los diferentes<br />
niveles asistenciales (médicos y sociales) y<br />
continúa. Las medidas no farmacológicas son<br />
el primer escalón de tratamiento y deben mantenerse<br />
con independencia del uso de fármacos.<br />
Para llevarlas a cabo requieren inversión<br />
de recursos, especialmente humanos (15) .<br />
--<br />
Diabetes mellitus, hipertensión arterial y<br />
dislipemia. Un estilo de vida saludable es el<br />
pilar fundamental tanto en la prevención de la<br />
aparición de enfermedad cardiovascular (ECV),<br />
como en el tratamiento de la misma una vez establecida.<br />
Estas enfermedades son entidades<br />
directamente relacionadas con el desarrollo de<br />
ECV, y su tratamiento debe tener como objetivo<br />
principal la reducción de este riesgo. Las medidas<br />
no farmacológicas, como el ejercicio físico,<br />
el abandono del tabaco, la disminución del consumo<br />
de alcohol y una dieta mediterránea son<br />
la base de la prevención y del tratamiento (9,11) .<br />
--<br />
Cáncer. El cáncer representa uno de los mayores<br />
problemas para la salud pública y para la<br />
ciencia en general. Es una causa frecuente de<br />
mortalidad (primera en hombres y segunda en<br />
mujeres) y produce un gran consumo de recursos<br />
diagnósticos y terapéuticos con unos costes<br />
cada vez mayores. Aunque es una enfermedad<br />
multifactorial, se estima que más del 35% de<br />
los canceres están relacionados con factores de<br />
riesgo modificables. Entre las medidas que recomienda<br />
el “Código Europeo Contra el Cáncer”<br />
hace énfasis en las estrategias de detección precoz<br />
y en las siguientes recomendaciones (17,18) : a)<br />
no fume; si fuma déjelo lo antes posible. Si no<br />
puede dejar de fumar, nunca fume en presencia<br />
de no fumadores; b) evite la obesidad; c) realice<br />
alguna actividad física de intensidad moderada<br />
todos los días; d), aumente el consumo de frutas,<br />
verduras y hortalizas variadas: coma al menos 5<br />
raciones al día; e) limite el consumo de alimentos<br />
que contienen grasas de origen animal; f) si bebe<br />
alcohol, ya sea vino, cerveza o bebidas de alta<br />
graduación, modere el consumo a un máximo<br />
de dos consumiciones o unidades diarias si es<br />
hombre y uno si es mujer; g) evite la exposición<br />
excesiva al sol. Es especialmente importante<br />
proteger a niños y adolescentes. Las personas<br />
que tienen tendencia a presentar quemaduras<br />
deben protegerse del sol durante toda la vida;<br />
h) aplique estrictamente la legislación destinada<br />
a prevenir cualquier exposición a sustancias que<br />
pueden producir cáncer, y cumpla todos los consejos<br />
de salud y de seguridad sobre el uso de<br />
estas sustancias. Aplique las normas de protección<br />
radiológica.<br />
Tipos de tratamientos no farmacológicos.<br />
En la revisión anual del grupo de expertos de Educación<br />
Sanitario y Promoción de la Salud del Programa<br />
de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud<br />
(PAPPS) de la Sociedad Española de Medicina Familiar<br />
y Comunitaria (semFYC) recoge los cambios en el<br />
estilo de vida que son eficaces para mejorar la salud<br />
de las personas y disminuir la carga de enfermedad (9) .<br />
--<br />
Ejercicio Físico. El 41,3% de la población se<br />
declara sedentaria, con un aumento con tendencia<br />
ascendente de la prevalencia de las patologías<br />
crónicas (hipertensión arterial, hipercolesterolemia,<br />
obesidad y diabetes). Según el<br />
informe de Córdoba R et al, “En la actualidad<br />
se dispone de suficiente evidencia científica<br />
que demuestra que el ejercicio físico es necesario<br />
para mantener una buena calidad y cantidad<br />
de vida. Previene la mortalidad prematura<br />
por cualquier causa, disminuye el riesgo de<br />
ECV, desciende las cifras de presión arterial,<br />
reduce el riesgo de padecer cáncer de colon<br />
o mama, disminuye la incidencia de diabetes<br />
mellitus tipo 2, el síndrome metabólico y la ganancia<br />
de peso”. Aumenta la densidad osea<br />
de columna, cadera y muñeca, mejora el equilibrio<br />
y la independencia funcional y disminuye<br />
el riesgo de caídas. Su práctica regular reduce<br />
los síntomas de ansiedad y depresión, disminuye<br />
el riesgo de discapacidad física y dependencia<br />
funcional en los ancianos, el deterioro<br />
cognitivo y de enfermedad de Alzeheimer. Se<br />
debe incorporar el consejo y prescripción de<br />
actividad física en la consulta de atención primaria<br />
motivando y reforzando al paciente en<br />
cada visita a que realice ejercicio físico aeróbico<br />
moderado, al menos 30 minutos al día 5<br />
días a la semana, o intenso un mínimo de 20<br />
minutos al día 3 días a la semana (9) .<br />
--<br />
Abandono del tabaco. El consumo de tabaco<br />
es la primera causa de enfermedad, invalidez<br />
y muerte evitable en España. Anualmente se<br />
producen más de 50.000 muertes al año atribuibles<br />
al tabaquismo en individuos mayores<br />
de 35 años. Fumar es una causa conocida de<br />
cáncer, ECV, complicaciones del embarazo, y<br />
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Tratamiento no farmacológico de las enfermedades más prevalentes<br />
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enfermedad pulmonar obstructiva crónica entre<br />
otros muchos problemas de salud. Todas<br />
las personas que fuman deben recibir un consejo<br />
claro y personalizado para el abandono<br />
del tabaco, se les debe ofrecer ayuda para dejar<br />
de fumar y se debe fijar un seguimiento mínimo<br />
durante las primeras semanas después<br />
de dejar de fumar (9) .<br />
--<br />
Disminución del consumo del alcohol. El<br />
alcohol es el tercer factor de riesgo más importante<br />
de muerte prematura y enfermedad,<br />
después del tabaquismo y la hipertensión arterial.<br />
Además de la comorbilidad médica que<br />
puede producir, es responsable de un número<br />
importante de accidentes de tráfico, notables<br />
perjuicios sociales, mentales y emocionales, incluyendo<br />
criminalidad y todo tipo de violencia.<br />
La intervenciones breves para dejar de beber<br />
alcohol son efectivas y eficientes en la reducción<br />
del consumo de alcohol a los 6 y 12 meses<br />
e incluso en periodos superiores (9,16) .<br />
--<br />
Reforzar la alimentación saludable. En España,<br />
2 de cada 3 personas adultas tienen sobrepeso<br />
y 1 de cada 6 tienen obesidad. Uno<br />
de cada 3 niños de entre 13 y 14 años tiene<br />
sobrepeso. Se estima que el 80% de las ECV,<br />
el 90% de las diabetes mellitus tipo 2 y el 30%<br />
de los cánceres se podrían prevenir siguiendo<br />
una dieta saludable, un adecuado nivel de<br />
actividad física y el abandono del tabaco. Una<br />
alimentación variada, rica en frutas y verduras,<br />
potenciando las características de la dieta mediterránea<br />
como son la utilización del aceite<br />
de oliva como fuente primordial de grasas, el<br />
consumo moderado de pescado, pollo, leche<br />
y productos lácteos, una disminución de bebidas<br />
azucaradas y un bajo consumo de carne<br />
tienen que ser las recomendaciones dietéticas<br />
dirigidas hacia la población general (el individuo<br />
y su familia). Se recomienda un asesoramiento<br />
dietético intensivo en personas adultas con<br />
dislipemia u otros factores de riesgo cardiovascular<br />
o enfermedad crónica relacionada con la<br />
alimentación (9) .<br />
Forma de aplicar las recomendaciones sobre<br />
tratamientos no farmacológicos.<br />
Aunque el grado de eficacia del consejo sobre hábitos<br />
de vida saludable depende del tipo de cambio<br />
propuesto en el estilo de vida, las estrategias que han<br />
conseguido ser más útiles en el abordaje de estos<br />
cabios son (9) : a) estrategias cognitivo-conductuales;<br />
b) las intervenciones más intensivas y las de mayor<br />
duración; c) en las que participan otros profesionales<br />
de la salud (psicólogos clínicos, dietitas, terapeutas<br />
ocupacionales,..); d) aquellas que van acompañadas<br />
de materiales didácticos impresos; e) las que utilizan<br />
la entrevista clínica motivacional como un marco de<br />
trabajo; f) las que tienen en cuenta los estadios del<br />
proceso del cambio de una conducta en cada uno de<br />
los pacientes (precontemplación, contemplación, preparación,<br />
acción, mantenimiento y recauda); g) las que<br />
garantizan que los usuarios tengan información clara<br />
sobre las intervenciones de cambio de comportamiento<br />
y servicios disponibles y como utilizarlos; h) las que<br />
tienen en cuenta y reconocen los momentos en que las<br />
personas pueden estar más abiertas al cambio, e i) las<br />
que aumentan la motivación y la autoeficacia de la persona,<br />
con asesoramiento personalizado priorizando<br />
la conducta a cambiar según el riesgo, y estableciendo<br />
metas factibles a corto y medio plazo en la toma de<br />
decisiones compartidas.<br />
Tratamiento no farmacológico del malestar.<br />
Orden de no tratar.<br />
A pesar del mayor bienestar material, cada vez atendemos<br />
a más personas que se quejan de malestares que<br />
se confunden con auténticas enfermedades y que acaban<br />
medicalizándose. Estamos asintiendo a la creación<br />
de una dependencia a la medicina que incapacita<br />
a las personas para cuidarse a sí mismas y a una<br />
disminución de la tolerancia al sufrimiento y malestar.<br />
La adversidad cotidiana adquiere hoy rango de enfermedad,<br />
de ahí el notable aumento de las consultas en<br />
los diferentes dispositivos sanitarios (10,17) : “Hace una<br />
semana que me han despedido del trabajo y me noto<br />
nervioso doctor, me cuesta dormir, y estoy más enfadado<br />
de lo habitual en mí, necesito que me de algo”.<br />
Esta podría ser una consulta de un día cualquiera de<br />
un médico de atención primaria. Si se empatiza con la<br />
persona que lo verbaliza, no será difícil conectar con<br />
lo que podría estar sintiendo; una mezcla de angustia,<br />
rabia, incertidumbre, tristeza,..... (emociones difíciles<br />
de describir de manera más concreta). Frente a ello<br />
surgen dos preguntas sencillas: ¿son patológicas este<br />
conjunto de emociones? y ¿hay que eliminarlas de forma<br />
inmediata para generar bienestar lo antes posible?.<br />
En los últimos años se ha generado cierta “filosofía” o<br />
“dinámica de vida” en la que nos es difícil encontrar un<br />
lugar en nosotros mismos para la tolerancia y la aceptación<br />
del malestar psicológico y del sufrimiento. Hay<br />
una tendencia a buscar la eliminación del mismo cuanto<br />
antes y recurrir a diferentes alternativas (fármacos,<br />
médicos, psicólogos,...). En cierto modo, nos hemos<br />
adaptado muy bien a la cultura de la felicidad, y el no<br />
poder situarnos en ella de manera lineal y constante,<br />
en ocasiones puede llegar a provocar un aumento del<br />
malestar difícilmente tolerable. Podríamos decir que<br />
poca tolerancia al sufrimiento genera un malestar mayor<br />
que el provocado por la situación negativa en sí<br />
misma. Sin embargo, hay una parte del dolor psicológico<br />
que ningún fármaco, ni ninguna técnica psicológica<br />
ni de otra orientación va a poder eliminar, es más,<br />
hay una parte de ese dolor que es importante poder<br />
5<br />
Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana
13 / 2015 - Volumen VI<br />
Tratamiento no farmacológico de las enfermedades más prevalentes<br />
vivir para posteriormente elaborar e integrar lo sucedido<br />
de forma más efectiva y a partir de ahí conseguir un<br />
mayor grado de bienestar. Lo que sí podemos conseguir,<br />
es disminuir la intensidad de ese malestar para un<br />
mejor funcionamiento y menor sufrimiento, pero no la<br />
mitigación de este.<br />
El poder decir que lo que el paciente siente es coherente<br />
con la situación, el reconocimiento y normalización<br />
de la emoción, la muestra evidente de nuestro<br />
entendimiento de cómo se siente, el consejo de poder<br />
esperar unos días o semanas para ver la evolución,<br />
sin dar ningún fármaco, en ocasiones, puede ser todo<br />
un reto. Se puede acompañar esta intervención con<br />
consejos “de vida” para disminuir el dolor y concretar<br />
una nueva cita para su revisión. El orientar al paciente<br />
a una estructura de vida saludable (sueño, alimentación,<br />
relaciones sociales) con actividades gratificantes<br />
y con técnicas que disminuyan la rumiación sobre el<br />
acontecimiento, podría ser una buena y fructífera intervención.<br />
Además de desmedicalizar, con este tipo<br />
de intervenciones, se potencia la autoeficacia del paciente,<br />
permitiéndole sentirse autónomo y capaz para<br />
superar este tipo de situaciones, ayudándole a desarrollar<br />
estrategias de adaptación e integración frente<br />
a situaciones negativas, por otro lado, normales en el<br />
curso de la vida.<br />
Conclusión.<br />
Es importante una mayor concienciación y formación<br />
de los profesionales sanitarios en este campo para la<br />
instauración adecuada de medidas preventivas y terapéuticas<br />
no farmacológicas. Los miembros del Grupo<br />
de Educación Sanitaria y Promoción de la Salud<br />
del PAPPS de semFYC editan un blog (http://educaciónpapps.blogspot.com.es/)<br />
con recomendaciones<br />
sobre hábitos de vida saludables y diferentes experiencias<br />
y actividades al respecto que puede ayudar<br />
a los profesionales de atención primaria a mejorar la<br />
comunicación con sus pacientes y a conseguir importantes<br />
logros en salud.<br />
La promoción de los hábitos de vida saludable que han<br />
demostrado su eficacia en diferentes enfermedades, la<br />
aplicación de las medidas no farmacológicas, desmedicalizar<br />
las no enfermedades, y dejar de hacer o tratar<br />
aquello que está demostrado que no aporta beneficios<br />
para la salud tiene que ser el futuro inmediato si queremos<br />
un sistema de salud sostenible y eficaz. El estar<br />
abiertos al aprendizaje y a la aplicación de nuevas medidas<br />
no farmacológicas nos hará mejores profesionales<br />
de la salud (18).<br />
Bibliografia.<br />
1. Folch Marín B, Garcia Llopis P, Murcia Soler M, Palop Larrea<br />
V. Desmedicalizar a la población. Una necesidad urgente. Inf<br />
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Bol farmacovigil. Comunitat Valencia. 2013;IV(83):3-7<br />
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2010. Aten Primaria.2014;46(8):416-25.<br />
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farmacovigil. Comunitat Valencia. 2012;III(79):6-11.<br />
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Condroprotectores en la artrosis. AMF JOVEN. 2013;2(1):<br />
7. Carles Llor. Medicamentos que matan y crimen organizado.<br />
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8. Gotzsche PC. Deadly medicines and organized crime. How big<br />
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11. Miguel García F, Montero Alonso MJ, Merino Senovilla A, Sanz<br />
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Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana 6
Tratamiento no farmacológico de la artrosis<br />
13 / 2015 - Volumen VI<br />
Tratamiento no<br />
farmacológico de la<br />
artrosis<br />
Roth Damas P 1 , Sempere Manuel M 2 , Piles Cabo M 3<br />
1. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Benifaió.<br />
Departamento de Salud de La Ribera.<br />
2. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Algemesí.<br />
Departamento de Salud de La Ribera.<br />
3. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Benifaió.<br />
Departamento de Salud de La Ribera.<br />
Los autores declaran que no ha existido conflicto de intereses.<br />
Introducción.<br />
La clínica de la artrosis consiste básicamente en dolor<br />
articular, acompañado de diversos grados de limitación<br />
funcional y deterioro de la calidad de vida. Esta<br />
enfermedad degenerativa afecta a más del 50% de las<br />
población mayor de 65 años, es una de las primeras<br />
causas de dolor y discapacidad funcional existentes y<br />
los costes directos e indirectos son muy elevados. En<br />
la artrosis existe una pérdida de cartílago articular, una<br />
remodelación del hueso adyacente y una inflamación<br />
asociada. No siempre la artrosis es sinónimo de edad<br />
avanzada y deterioro y frecuentemente hay una pobre<br />
relación entre los síntomas y los datos radiológicos,<br />
por lo que no es sencillo el abordaje terapéutico de<br />
los pacientes que los sufren. El dolor en sí es un tema<br />
biopsicosocial complejo, que se relaciona con las expectativas<br />
de cada paciente concreto y con su capacidad<br />
de autoeficacia (1) .<br />
Tratamiento no farmacológico de la artrosis.<br />
Las medidas más extendidas para el tratamiento de<br />
la artrosis han sido generalmente farmacológicas.<br />
No obstante, actualmente se pretende impulsar un<br />
abordaje más completo del paciente, que evite o reduzca<br />
el consumo de fármacos en la medida de lo<br />
posible. Los motivos son diversos. No existe hasta<br />
la fecha un tratamiento farmacológico que evite<br />
la causa de la artrosis; no está demostrado que los<br />
SYSADOA (symptomatic slow action drugs for osteo<br />
arthritis), el ácido hialurónico (de administración intraarticular),<br />
el cartílago de tiburón y otros fármacos<br />
propuestos, regeneren el cartílago, lo protejan o eviten<br />
su destrucción (1) . La artrosis es una enfermedad<br />
crónica, de mayor prevalencia en personas mayores<br />
de 60 años que generalmente están polimedicados,<br />
por lo que añadir más fármacos contribuye a un mayor<br />
riesgo de interacciones, reacciones adversas y<br />
morbimortalidad. Los fármacos analgésicos usados<br />
para la artrosis producen frecuentemente reacciones<br />
adversas (especialmente los antiinflamatorios<br />
no esteroideos (AINEs) y los opiáceos en ancianos<br />
y en polimedicados); el paracetamol, tan extendido<br />
como tratamiento analgésico en la artrosis es sólo<br />
un tratamiento sintomático, que además según las<br />
últimas revisiones publicadas parece que no consigue<br />
un buen control del dolor en estos pacientes (2) .<br />
Existen multitud de artículos y guías clínicas actualizadas<br />
[National Institute for Health and Care Excellence<br />
(NICE), Liga Europea Contra Enfermedades Reumatológicas<br />
(EULAR), American Academy of Orthopaedic<br />
Surgeons (AAOS), Osteoarthritis Research Society International<br />
(OARSI), National Health and Medical Research<br />
Council/Royal Australian College of General<br />
Practitioners (NHMRC/RACGP), American College of<br />
Rheumatology (ACR)] que abogan por un abordaje no<br />
farmacológico de la artrosis y las medidas que prácticamente<br />
son comunes a todas se basan en tres pilares<br />
básicos que son educación, reducción de peso y<br />
ejercicio físico (3) .<br />
En cuanto a medidas educativas, se propone la<br />
participación en programas de autocuidado en que<br />
se de formación sobre la naturaleza de la enfermedad,<br />
el objetivo del tratamiento y la promoción de<br />
cambios en el estilo de vida que contribuyan a la<br />
protección de las articulaciones y/o no empeoren la<br />
progresión de la artrosis (ejercicio físico, reducción<br />
de peso, medidas para reducción de daños en las<br />
articulaciones). Se recomienda un seguimiento del<br />
paciente que apoye y refuerce el autocuidado. Parece<br />
que estas recomendaciones tienen un mínimo<br />
efecto en los síntomas pero son esenciales para la<br />
adherencia al tratamiento (2) .<br />
Respecto a la reducción de peso se recomienda una<br />
disminución superior al 5% del peso. Según la guía<br />
NICE, se recomienda que sea en el plazo de 6 meses<br />
en pacientes con índice de masa corporal (IMC)<br />
superior a 25 (sobrepeso y obesidad) y su mantenimiento.<br />
Parece que el beneficio de estas medidas es<br />
más evidente en la funcionalidad que en el dolor (2) .<br />
Se ha observado que el ejercicio físico es clave en<br />
el abordaje de pacientes con artrosis que mejoran<br />
su estado general y también los problemas relacionados<br />
con la artrosis5. Se plantea un programa de<br />
ejercicio aeróbico (cardiovascular, fitness o de bajo<br />
impacto), fomentando el compromiso de realizar<br />
este tipo de ejercicio de forma regular, combinado<br />
con ejercicios de resistencia. El beneficio de esta recomendación<br />
es evidente tanto en el dolor como en<br />
la funcionalidad. No obstante no hay evidencia de la<br />
exactitud del tipo y cantidad óptimos de ejercicio a<br />
realizar. Con menor grado de recomendación que el<br />
aeróbico, se plantean también los ejercicios de flexibilidad<br />
y fortalecimiento y los ejercicios acuáticos. El<br />
mejor beneficio documentado es aquel que combina<br />
fortalecimiento específico del cuádriceps y miembro<br />
inferior más el ejercicio aeróbico (caminar) y los ejercicios<br />
de flexibilidad (2) .<br />
7<br />
Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana
13 / 2015 - Volumen VI<br />
Tratamiento no farmacológico de la artrosis<br />
Se han utilizado otras medidas no farmacológicas<br />
en el tratamiento de la artrosis, entre las que se encuentran<br />
el taichí, acupuntura, termoterapia, masaje,<br />
láser, campos electromagnéticos, ultrasonidos,<br />
terapia cognitivo-conductual, taping patellar, cuñas<br />
de talón, refuerzos de rodilla y TENS (electro-estimulación<br />
transcutánea). Sin embargo, existe menor<br />
evidencia publicada al respecto de dichas medidas<br />
y presentan grados de recomendación menor del<br />
65%, grados C y D o ambivalencia en los datos publicados<br />
que reflejan ausencia de beneficios, por<br />
lo que se sugieren como opciones de tratamientos<br />
complementarios y/o coadyuvantes (3) .<br />
La Liga Europea Contra Enfermedades Reumatológicas<br />
propone once recomendaciones basadas<br />
en niveles de evidencia en su mayoría y en niveles<br />
de concordancia entre profesionales mayores de 8<br />
puntos (de un máximo de 10). Dichas recomendaciones<br />
se sustentan en el manejo biopsicosocial,<br />
individualizado, basado en la información y educación<br />
del paciente, en el fomento de un programa de<br />
ejercicio físico adaptado, pérdida de peso y adecuación<br />
y adaptación del entorno a las limitaciones<br />
para la realización de actividades básicas de la vida<br />
diaria (4) .<br />
Conclusión<br />
Hay evidencia científica de la existencia de medidas no<br />
farmacológicas eficaces para el abordaje de la artrosis,<br />
para utilizarlas como tratamiento de primera línea<br />
y como tratamiento complementario al farmacológico e<br />
incluso al quirúrgico. Estas deben recoger tres aspectos<br />
fundamentales que son la educación al paciente (información,<br />
formación, autocuidado), la reducción de peso<br />
y el ejercicio físico.<br />
Bibliografía<br />
1. Sempere Manuel M, Roth Damas P, Gonzálvez Perales JL, Palop<br />
Larrea V. Condroprotectores en la artrosis. AMFj2013;2(1):1<br />
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3. Ali M. Alshami. Knee osteoarthritis related pain: a narrative review<br />
of diagnosis and treatment. Int J Health Sci (Qassim). Jan<br />
2014; 8(1): 85–104<br />
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Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana 8
Tratamiento no farmacológico de la osteoporosis<br />
13 / 2015 - Volumen VI<br />
Tratamiento no<br />
farmacológico de la<br />
osteoporosis<br />
Piles Cabo M 1 , Roth Damas P 2 , Sempere Manuel M 3 , Palop Larrea V 4<br />
1. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Benifaió.<br />
Departamento de Salud de La Ribera.<br />
2. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Benifaió.<br />
Departamento de Salud de La Ribera.<br />
3. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Algemesí.<br />
Departamento de Salud de La Ribera.<br />
4. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Coordinador de la Unidad<br />
de Fibromialgia y Fatiga Crónica, Hospital de la Ribera. Subdirección Asistencial,<br />
Departamento de Salud de La Ribera.<br />
Los autores declaran que no ha existido conflicto de intereses.<br />
Introducción<br />
La osteoporosis es un proceso fisiológico caracterizado<br />
por la disminución sistémica de la densidad<br />
mineral ósea y la alteración de su microarquitectura,<br />
lo que comporta un aumento de la fragilidad ósea<br />
y un incremento del riesgo de fractura. Aunque en<br />
España la incidencia de fractura es menor que en<br />
otros países europeos, la prevalencia de osteoporosis<br />
en las mujeres mayores de 50 años es mayor del<br />
35%, y afecta a la mitad de las mujeres mayores de<br />
70 años (1,2) .<br />
La complicación real de este problema de salud lo<br />
constituyen las fracturas, especialmente las vertebrales,<br />
las distales de radio y las fracturas de cadera.<br />
En pacientes ancianos, sobre todo a partir de los<br />
80 años (la edad avanzada es el factor de riesgo más<br />
importante de fractura y se puede considerar como<br />
un marcador subrogado de otros factores de riesgo<br />
incluyendo la tendencia a las caídas) las fracturas<br />
son causa de morbilidad y mortalidad importante,<br />
y provocan un gran impacto sociosanitario y económico.<br />
La osteoporosis por sí misma no provoca<br />
síntomas; la clínica que puede aparecer (dolor, deformidades,<br />
alteración funcional,....) es secundaria a<br />
la aparición de fracturas (1,2) .<br />
El incremento de la prevalencia de facturas probablemente<br />
no está solo relacionado con datos demográficos<br />
(incremento de la esperanza de vida),<br />
sino también con la medicalización de la vida, con el<br />
incremento importante de consumo crónico de fármacos<br />
que pueden provocar caídas (benzodiacepinas,<br />
antidepresivos, diuréticos, anticolinérgicos,.…)<br />
o desmineralización ósea (inhibidores de la bomba<br />
de protones -IBP-, glucocorticoides, antiepilépticos,<br />
glitazonas, heparinas, vitamina A,…) y con la tendencia<br />
creciente a tener hábitos de vida poco saludables<br />
(sedentarismo, consumo de alcohol y/o tabaco,<br />
y dietas inadecuadas) (1-5) . Por poner un ejemplo<br />
de fármacos cuyo consumo crónico incrementa el<br />
riesgo de fracturas, el Butlletí Groc afirma: “En 2008<br />
había en Cataluña unas 470.000 personas mayores<br />
de 65 años tratadas diariamente con IBP. Desde entonces<br />
el consumo ha aumentado. Con un riesgo<br />
atribuible (incremento de la incidencia) de 2,2 por<br />
1.000 tratados y año, el número de víctimas de fractura<br />
de fémur atribuibles a IBP sería de poco más de<br />
1.000 al año, un 11% de las 9.200 fracturas de fémur<br />
anuales en Cataluña” (6) .<br />
El pico máximo de masa ósea se alcanza en torno a<br />
los 30 años. La medida preventiva más importante<br />
para disminuir las fracturas por fragilidad en la vejez<br />
es seguir, desde el nacimiento, un estilo de vida saludable<br />
que permita obtener un pico de masa ósea<br />
máximo en la madurez, y tratar de mantenerlo a lo<br />
largo de la vida, evitando o disminuyendo los factores<br />
que intervienen en su pérdida. Las medidas<br />
que más favorecen la consecución de una adecuada<br />
masa ósea durante la niñez y adolescencia son:<br />
una correcta ingesta de calcio (productos lácteos,<br />
verduras de hoja verde, sardinas, anchoas,....), una<br />
suficiente exposición a la luz solar (que permita la<br />
síntesis de la cantidad necesaria de vitamina D3) y la<br />
realización de ejercicio físico regular (1,2,7) .<br />
Existen factores que predisponen a la aparición de<br />
osteoporosis. Es imprescindible conocerlos y diferenciar<br />
los modificables de los no modificables, en<br />
cada paciente, con una anamnesis completa (incluyendo<br />
tratamientos farmacológicos y riesgos de caídas),<br />
exploración fisica y pruebas complementarias.<br />
De esta manera, si se conocen y corrigen los factores<br />
modificables se podrá disminuir el riesgo de<br />
osteoporosis y, por tanto, de fractura por fragilidad.<br />
El control adecuado de enfermedades crónicas, que<br />
afecta a un número importante de personas, y que<br />
cursan con desmineralización ósea (hipertiroidismo,<br />
diabetes mellitus, sindromes de mala absorción<br />
intestinal, hiperparatiroidismo primario, hipogonadismo,<br />
síndrome de Cushing, prolactinoma, insuficiencia<br />
renal crónica, inmovilización prolongada,<br />
enfermedad inflamatoria crónica y trastornos de la<br />
conducta alimentaria), el aporte de suplementos de<br />
calcio y vitamina D y la toma de medidas no farmacológicas<br />
es imprescindible para minimizar el riesgo<br />
de fracturas y su frecuencia en estos pacientes (1,2,7) .<br />
Tratamiento no farmacológico de la osteoporosis.<br />
La eficacia preventiva de los fármacos antiosteoporóticos,<br />
según las evidencias disponibles, es muy<br />
limitada, tanto en grupos de población como en el<br />
tamaño del efecto. En mujeres sin antecedentes de<br />
fractura ningún fármaco ha demostrado eficacia consistente<br />
en la reducción de la incidencia de fracturas<br />
de cadera o no vertebrales, y en mujeres con fracturas<br />
previas, en algunos ensayos se logran reduccio-<br />
9<br />
Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana
13 / 2015 - Volumen VI<br />
Tratamiento no farmacológico de la osteoporosis<br />
nes de fractura de cadera del 1%, no vertebrales del<br />
2% y vertebrales del 6%, aproximadamente. Como<br />
comenta el Boletín de Información Terapéutica del<br />
Servicio Navarro de Salud los datos de ensayos<br />
clínicos de subgrupos de pacientes sugieren que<br />
el alendronato podría reducir la incidencia de fractura<br />
de cadera en mujeres con osteoporosis en un<br />
1%, y al mismo tiempo hay información respecto a<br />
una amplia cohorte de mujeres seguidas durante 12<br />
años de que pasear 4 horas a la semana redujo la<br />
incidencia de fractura de cadera 1,5% con mejoras<br />
para otros parámetros de la salud y sin someter a<br />
las pacientes al riesgo de efectos adversos graves<br />
relacionados con los bifosfonatos (4) . En los últimos<br />
años se han documentado efectos adversos graves<br />
(incremento de la mortalidad por distintas causas<br />
por tratamiento hormonal sustitutivo; osteonecrosis<br />
del maxilar, fracturas atípicas y fibrilación auricular<br />
por bifosfonatos; incremento del riesgo de cáncer<br />
por calcitoninas; mayor riesgo de accidente cerebrovascular<br />
por raloxifeno; tromboembolismo venoso,<br />
incremento del riesgo de infarto de miocardio y<br />
reacciones dermatológicas graves por ranelato de<br />
estroncio,….) relacionados con el tratamiento farmacológico<br />
de la osteoporosis que han condicionado<br />
la toma de medidas administrativas con la retirada o<br />
la restricción de indicaciones de uso de un número<br />
importante de estos fármacos (3,4,7) .<br />
Tratar farmacológicamente la osteopenia/osteoporosis<br />
densitométrica en pacientes jóvenes para prevenir<br />
fracturas que ocurren 30 años más tarde aumenta el<br />
riesgo de padecer efectos adversos graves innecesarios<br />
y por tanto no tiene sentido. Todo ello unido a la<br />
eficacia y seguridad de las medidas no farmacológicas<br />
hace que éstas sean consideradas como primera opción<br />
preventiva y terapéutica (4,7) .<br />
Por lo tanto, el tratamiento no farmacológico de la osteoporosis<br />
tiene que estar encaminado a conseguir una<br />
máxima densidad ósea al principio de la edad adulta<br />
(30 años), a realizar un buen control de las enfermedades<br />
crónicas que provocan desmineralización ósea, a<br />
modificar los factores que predisponen a la aparición<br />
de osteoporosis (incluyendo toxicidad por fármacos),<br />
a favorecer hábitos de vida saludables, y a prevenir<br />
situaciones que puedan aumentar el riesgo de caídas.<br />
Son medidas seguras, eficaces, con costes bajos y fáciles<br />
de aplicar desde cualquier nivel asistencial, por lo<br />
que deben ser consideradas como primera opción en<br />
cualquier paciente (1,2,4-8) .<br />
Dieta. Evitar dietas hiperproteicas, vegetarianas<br />
estrictas y con exceso de sal. Se recomienda una<br />
dieta equilibrada con un aporte suficiente de calcio<br />
y vitamina D,. Se recomienda una dosis de calcio<br />
entre 1.000 y 1.500 mg/día, dependiendo del grupo<br />
de edad y necesidades y de los niveles plasmáticos<br />
de vitamina D. Aunque es precisa una ingesta adecuada<br />
de calcio en la infancia y juventud, es necesario<br />
continuar con un adecuado aporte de calcio a lo<br />
largo de la vida. Los alimentos que más calcio contienen<br />
son la leche y sus derivados, aunque también<br />
podemos encontrarlo en el brócoli, acelgas, espinacas,<br />
pan, lentejas, pescado (1,2,7,8) .<br />
Vitamina D. La principal fuente de vitamina D proviene<br />
de la exposición solar y, en menor medida de<br />
la ingesta. Ambas aportan niveles adecuados de vitamina<br />
D (800 UI/día). La exposición solar debe de<br />
ser de unos 15-20 minutos 3 días a la semana durante<br />
toda la vida pero debe de ser adecuada, evitándose<br />
en verano la exposición al sol durante las<br />
horas centrales del día. Existen factores que influyen<br />
en los niveles de vitamina D como la pigmentación<br />
(las personas de piel más oscura necesitan mayor<br />
exposición solar que las personas de piel más clara),<br />
superficie corporal expuesta, factores climatológicos.<br />
También se encuentra en algunos alimentos<br />
como pescados grasos, yema de los huevos, carne<br />
y algunos alimentos suplementados con vitamina D.<br />
Su concentración sérica puede verse disminuida en<br />
pacientes con enfermedades que cursan con malabsorción<br />
de las grasas (1,2,7-11) .<br />
Ejercicio físico. Se ha demostrado que aumenta la<br />
masa ósea. Además, aumenta la fuerza y el tono<br />
muscular, mejora el equilibrio y la coordinación, disminuyendo<br />
el riesgo de caídas (en mayores de 65<br />
años de edad la incidencia anual de caídas se cifra<br />
en un 30%) en personas mayores. Se debe de individualizar<br />
el tipo de ejercicio para cada persona. En<br />
pacientes sedentarios se recomienda comenzar de<br />
manera progresiva, evitando deportes que puedan<br />
facilitar las caídas sobre todo si no los ha practicado<br />
antes. En general se recomienda caminar al menos<br />
30 minutos, 3 días a la semana. Los más beneficiosos<br />
son los ejercicios aeróbicos con desplazamiento,<br />
de carga y contrarresistencia. Si existe osteoporosis<br />
ya establecida con acuñamientos vertebrales<br />
se desaconsejan aquellos ejercicios en los que se<br />
realice torsión del tronco, flexión anterior o levantamiento<br />
de pesos. Hay evidencia científica de que<br />
la inmovilización durante más de 3 meses aumenta<br />
significativamente la perdidad de masa ósea y en<br />
consecuencia el riesgo de fracturas (1,2,7,8,11) .<br />
Tabaco y alcohol. Ambos se relacionan con una disminución<br />
de la densidad mineral ósea, sobre todo en<br />
mujeres después de la menopausia (1,2,7,8,11) .<br />
Prevención de caídas en personas mayores. Evitar<br />
caídas disminuye el principal factor de riesgo de<br />
fractura por fragilidad y se puede actuar a distintos<br />
niveles (1,2,7,8,11) .<br />
- - Como se ha comentado anteriormente, el<br />
ejercicio físico es beneficioso, además de su<br />
Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana 10
Tratamiento no farmacológico de la osteoporosis<br />
13 / 2015 - Volumen VI<br />
efecto sobre la densidad mineral ósea, mejora<br />
la calidad de vida, disminuye el riesgo<br />
cardiovascular, y reduce el riesgo de caídas<br />
en personas mayores al mejorar la fuerza, el<br />
tono muscular, el equilibrio y la coordinación.<br />
--<br />
Es importante revisar y ajustar la medicación<br />
sobre todo en pacientes polimedicados e intentar<br />
cambiar o retirar aquella que le pueda<br />
aumentar el riesgo de caídas como los<br />
sedantes, relajantes musculares, psicofármacos.<br />
En este sentido, llama la atención el<br />
incremento progresivo del consumo de antidepresivos<br />
y benzodiacepinas producido en<br />
la última década en la Comunidad Valenciana<br />
(12).<br />
--<br />
Corregir las alteraciones en la visión y audición<br />
en la medida de lo posible.<br />
--<br />
Utilizar bastones o andadores cuando existan<br />
problemas en la deambulación.<br />
--<br />
Modificación de factores ambientales como<br />
mala iluminación, barreras arquitectónicas,<br />
suelos o alfombras deslizantes, mascotas.<br />
--<br />
Se recomiendan intervenciones multifactoriales<br />
implementadas por el profesional sanitario<br />
ya que han demostrado eficacia sobre<br />
la disminución de caídas en las personas<br />
mayores.<br />
--<br />
Los protectores de las caderas disminuyen el<br />
riesgo de fracturas de cadera.<br />
Conclusión.<br />
Las medidas no farmacológicas para la profilaxis y tratamiento<br />
de la osteoporosis son eficaces y seguras, lo<br />
que las hacen imprescindibles para el abordaje de este<br />
problema de salud relegando el uso de fármacos a un<br />
segundo plano cuando sean estrictamente imprescindibles(13).<br />
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Osteoporos Int. 2013 Mar;24(3):1045-55.<br />
11<br />
Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana
13 / 2015 - Volumen VI<br />
Tratamiento no farmacológico de la fibromialgia<br />
Tratamiento no<br />
farmacológico de la<br />
fibromialgia<br />
Sempere Manuel M 1 , Roth Damas P 2 , Piles Cabo M 3<br />
1. Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de<br />
Algemesí. Departamento de la Ribera.<br />
2. Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud<br />
Benifaió.<br />
3. Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud<br />
Benifaió.<br />
Los autores declaran que no ha existido conflicto de intereses<br />
Introducción<br />
La fibromialgia (FM) es una enfermedad crónica caracterizada<br />
por dolor generalizado, e incapacitante,<br />
fatiga crónica y alteración del sueño, y se acompaña<br />
de un número importante de trastornos entre los que<br />
se encuentra la cefalea, vejiga irritable, alteraciones<br />
digestivas funcionales, dismenorrea, parestesias,<br />
intolerancia a los cambios térmicos, intolerancia al<br />
ejercicio, debilidad muscular, cansancio persistente,<br />
rigidez y fatiga prolongada tras el ejercicio leve o<br />
moderado; conjunto de problemas que condicionan<br />
en la mayoría de las mujeres con esta enfermedad<br />
una alteración funcional grave. Se trata de una enfermedad<br />
reconocida por la OMS en 1992 y cuyo<br />
diagnóstico se estableció desde el Colegio Americano<br />
de Reumatología en 1990, posteriormente en<br />
2010 actualizaron los criterios diagnósticos (1) . En España<br />
esta enfermedad tiene una prevalencia de un<br />
2,3%, según el estudio EPISER de la Sociedad Española<br />
de Reumatología (SER), lo que supone casi<br />
un millón de afectados y es mucho más frecuente en<br />
mujeres (95% de los casos) (2) .<br />
Un buen abordaje de esta enfermedad requiere de<br />
una correcta integración de tratamiento farmacológico<br />
y no farmacológico además de una participación<br />
activa de los pacientes en el proceso terapéutico<br />
(3) . Es necesario un tratamiento individualizado,<br />
adaptado no sólo a cada persona sino también a<br />
cada situación. Con este artículo se pretende resumir<br />
brevemente diferentes tipos de tratamiento no<br />
farmacológico que han demostrado ser eficaces.<br />
Tratamiento no farmacológico.<br />
Las tres terapias no farmacológicas mejor estudiadas<br />
son la educación, la terapia cognitivo-conductual y el<br />
ejercicio físico. Todas ellas tienen nivel 1A de eficacia<br />
en esta enfermedad. Además de estos tratamientos<br />
no farmacológicos, otras terapias complementarias<br />
como el Tai Chi, yoga y balneoterapia también tienen<br />
nivel de evidencia 1A (3) . El tratamiento no farmacológico<br />
cobra un especial interés en las pacientes con<br />
fibromialgia, no sólo porque no existe un medicamento<br />
específico para esta enfermedad, sino porque<br />
de forma frecuente no los toleran, provocan efectos<br />
secundarios importantes y/o empeoran la propia enfermedad.<br />
Además, es una de las enfermedades que<br />
demanda más asistencia médica, existe más insatisfacción<br />
de las pacientes y consume importantes recursos<br />
sanitarios con muy malos resultados en salud.<br />
Hay un número importante de técnicas y tratamientos<br />
no farmacológicos que se han utilizado en pacientes<br />
con enfermedad de fibromialgia algunas de ellas han<br />
conseguido mejoras importantes.<br />
La educación de los pacientes sobre su enfermedad<br />
y sobre los determinantes que la empeoran (el<br />
estrés, el sedentarismo, los tóxicos, la mente dispersa,<br />
el sentido catastrofista de la enfermedad, etc.) es<br />
clave en el manejo de la misma y en la mejoría del<br />
malestar (4) . En esta enfermedad es fundamental que<br />
los pacientes conozcan la enfermedad y que acepten<br />
que la padecen. La educación de los pacientes<br />
es eficaz en el pronóstico de esta enfermedad y ésta<br />
puede hacerse de forma individual y colectiva siempre<br />
teniendo presente que se debe enseñar a los<br />
pacientes a autogestionar su dolor. Se debe proporcionar<br />
información sobre las técnicas de relajación,<br />
la importancia de la actividad física y de una buena<br />
higiene del sueño. Se debe incidir en reforzar el apoyo<br />
social y las estrategias individuales para el cambio<br />
de comportamiento, es decir, para el cambio de<br />
estilo de vida.<br />
La balneoterapia mejora los síntomas relacionados<br />
con la fibromialgia (dolor, fatiga, rigidez, ansiedad,<br />
problemas de sueño), pero su efecto es limitado (3-6<br />
meses). Su eficacia se debe al factor físico (terapia<br />
de calor), al factor lúdico de la terapia en el agua y<br />
al factor ambiental (paisaje agradable y entorno acogedor)<br />
(5) . Pese a que se ha hablado mucho, el efecto<br />
de las aguas minerales aún se desconoce.<br />
La actividad física es útil como tratamiento adyuvante<br />
para pacientes con dolor crónico (4) . El ejercicio<br />
aeróbico (caminar, trotar, nadar, bailar, pedalear...), y<br />
ejercicios de flexibilidad y fortalecimiento muscular<br />
mejoran el bienestar general, y los signos y síntomas<br />
específicos de la FM (6) . Los ejercicios acuáticos gracias<br />
a que el agua caliente alivia el dolor, relaja la musculatura<br />
y aumenta el estado de bienestar, son útiles<br />
en pacientes con FM. La marcha nórdica mejora la<br />
capacidad funcional por lo que resulta beneficioso<br />
para estos pacientes. No obstante, se necesitan más<br />
estudios para determinar los programas de actividad<br />
física óptimos, así como para evaluar el beneficio a<br />
largo plazo del ejercicio en los pacientes con FM.<br />
La terapia respiratoria (respiración lenta) disminuye<br />
el dolor y el malestar emocional sobre todo si se<br />
asocia a emociones positivas (7) .<br />
Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana 12
Tratamiento no farmacológico de la fibromialgia<br />
13 / 2015 - Volumen VI<br />
Diversos estudios señalan que la gimnasia energética<br />
es útil en el tratamiento de la FM (5) : a) el Tai-Chi mejora<br />
el dolor, el sueño y la funcionalidad; b) el Yoga mejora<br />
el dolor, la fatiga, el estado de ánimo, la tendencia al<br />
catastrofismo, favorece la aceptación de la enfermedad,<br />
aumenta los días de bienestar, reduce el estrés<br />
y la ansiedad; c) el Qigong es una antigua disciplina<br />
china que combina el uso de los movimientos físicos<br />
suaves, concentración mental, y respiración profunda.<br />
Parece ser útil como tratamiento coadyuvante.<br />
Respecto a la acupuntura y el masaje, existen pocos<br />
estudios al respecto aunque pueden ser útiles como<br />
tratamiento complementario. La eficacia de la acupuntura<br />
parece ser limitada y transitoria, así como los beneficios<br />
de los masajes psicológicos (4) .<br />
Una dieta equilibrada disminuye la fatiga y mejora el<br />
bienestar general. Aunque no existe una dieta mágica,<br />
comer correctamente y evitar ciertos alimentos no sólo<br />
pueden promover el bienestar general, sino también dar<br />
a los pacientes un sentido de control sobre sus síntomas.<br />
Es conveniente evitar alimentos con alto contenido en<br />
grasas, azúcar refinado y harina blanca, alimentos fritos,<br />
conservantes, comida basura, sal en exceso, carne roja<br />
y bebidas alcohólicas. Algunos estudios con un numero<br />
pequeño de casos sugieren la posibilidad que una dieta<br />
vegetariana podría ser útil en los pacientes con FM (4) .<br />
No hay suficiente evidencia respecto al consumo de<br />
hierbas medicinales para recomendar la utilización<br />
de ninguna hierba como tratamiento de base de la<br />
fibromialgia (8) . Se han propuesto como tratamiento<br />
coadyuvante algunas como la Hierba de San Juan/ Hipérico<br />
por tener escaso efecto antidepresivo y la Uña<br />
de gato y la garra del diablo que poseen un limitado<br />
efecto antiinflamatorio. Estas hierbas interaccionan<br />
con gran cantidad de medicamentos pues se metabolizan<br />
por el citocromo P450 por lo que debería utilizarse<br />
con mucha precaución. Respecto al Hipérico y sus<br />
interacciones medicamentosas la Agencia Española<br />
del Medicamento publicó una alerta en el año 2000.<br />
El Mindfulnes y las técnicas psicológicas que potencian<br />
la atención plena (9) son beneficiosas en estas<br />
pacientes pues reduce la ansiedad, los síntomas depresivos,<br />
la intensidad del dolor y mejora la calidad de<br />
vida según señalan distintos estudios, no obstante se<br />
requieren de ensayos clínicos de mayor entidad sobre<br />
este tratamiento no farmacológico..<br />
La musicoterapia según apuntan distintos estudios<br />
disminuye notablemente los síntomas asociados a la<br />
fibromialgia, como el dolor, la depresión, la calidad del<br />
sueño y la ansiedad, por lo que mejora la calidad de<br />
vida de estos pacientes.<br />
La aromaterapia podría ser útil como tratamiento<br />
coadyuvante, y así lo afirman algunos estudios que<br />
afirman que el uso de esencias de lavanda, azahar y<br />
rosa mejoran los síntomas de esta enfermedad.<br />
Las técnicas de visualización parecen mejorar la funcionalidad<br />
y el sentido de autoeficacia de los pacientes<br />
aunque no influye sobre el dolor.<br />
Es importante potenciar las relaciones interpersonales<br />
positivas. Es fundamental que los pacientes con fibromialgia<br />
tengan buenas relaciones personales ya que<br />
a mayor apoyo social más alto es el umbral del dolor<br />
El reconocimiento de la enfermedad por los profesionales<br />
sanitarios y evitar el catastrofismo tienen<br />
un papel terapéutico clave que mejora el sentimiento<br />
de injusticia que tienen estos pacientes y disminuir el<br />
grado de malestar. El catastrofismo tiene tres vertientes<br />
que hay que evaluar y analizar con las pacientes:<br />
la rumiación, la magnificación y la indefensión. Estos<br />
sentimientos provocan un aumento del malestar emocional<br />
y físico, y merma de la calidad de vida por lo que<br />
deben establecerse estrategias para minimizarlos (10) .<br />
La psicoterapia conductual y de aceptación son eficaces<br />
en el tratamiento de la fibromialgia. La hipnosis<br />
en cambio pese a que puede mejorar el dolor no influye<br />
en la calidad de vida.<br />
La técnica de neurofeedback mediante dispositivos<br />
electrónicos enseña a los pacientes cómo regular<br />
conscientemente las funciones corporales. Esta terapia<br />
mejora el dolor, los síntomas psicológicos, y la calidad<br />
de vida.<br />
Conclusiones<br />
El tratamiento no farmacológico constituye un pilar<br />
fundamental en el tratamiento de estas pacientes<br />
ya que no produce efectos adversos, disminuye<br />
costes y puede mantenerse de forma continuada.<br />
No obstante se requieren más estudios y de mayor<br />
calidad para evaluar la eficacia de estos tratamientos<br />
y así poder prescribir con mayor evidencia<br />
estas terapias. El respeto por los pacientes con<br />
enfermedad de fibromialgia, la atención asistencial<br />
empática tomando partido (interés) por la persona<br />
y por su problema de salud; la escucha activa, y<br />
la narrativa de la enfermedad, son algunas de las<br />
claves para mejorar.<br />
Bibliografía<br />
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UpToDate, Schur, Peter H (Ed), UpToDate, Romain, Paul L, 2013.<br />
2. SER: Sociedad Española de Reumatología. Madrid: ser.com;<br />
[12 de enero de 2014; acceso 1 de octubre de 2014]. Disponible<br />
en: http://www.ser.es/actualidad/noticias.php?id=1805<br />
13<br />
Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana
13 / 2015 - Volumen VI<br />
Tratamiento no farmacológico de la fibromialgia<br />
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2014;311(15):1547-55. doi:10.1001/jama.2014.3266<br />
4. Tamara MR, Tara MT. An Update on Fibromyalgia Syndrome:<br />
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6. Busch AJ, Barber KAR, Overend TJ, Peloso PMJ, Schachter<br />
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experimental study. Pain. 2010;149:12–8. doi:10.1016/j.<br />
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Rheum Dis Clin North Am. 2011;37:95–102. doi:10.1016/j.<br />
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doi:10.1007/s10608-013-9538-z<br />
10. García-Campayo J, Rodero B. La catastrofización ante el dolor<br />
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sumarios/1/00/1772/59/1v00n1772a90021171pdf001.pdf (Accedido<br />
el 26-01-2015)<br />
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Tratamiento no farmacológico de la demencia<br />
13 / 2015 - Volumen VI<br />
Tratamiento no<br />
farmacológico de la<br />
demencia<br />
Folch Marín B 1 , Egea Ronda A 1<br />
1. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Algemesí.<br />
Departamento de Salud de La Ribera. .<br />
Los autores declaran que no ha existido conflicto de intereses.<br />
Introducción.<br />
La demencia es una enfermedad neurodegenerativa,<br />
progresiva e irreversible relacionada directamente<br />
con la edad. El impacto físico, psicológico, social y<br />
económico que conlleva para las personas afectadas,<br />
los familiares y la sociedad es devastador. Actualmente<br />
no existe tratamiento curativo ni preventivo,<br />
por lo que es necesario un abordaje integral que ayude<br />
a paliar sus efectos, que priorice la protección de<br />
las necesidades humanas de bienestar, movimiento,<br />
dignidad, interacción social y derechos fundamentales,<br />
teniendo en cuenta que la persona con demencia<br />
posee capacidad para aprender, pensar, experimentar<br />
sensaciones y sentirse amada y cuidada (1) .<br />
El envejecimiento de la población y el aumento de la<br />
expectativa de vida han provocado un crecimiento de<br />
la prevalencia de la demencia, que se estima entre el<br />
5-7% de las personas mayores de 65 años y alcanza<br />
el 27,7% en mayores de 85 años. El diagnóstico de<br />
la demencia es esencialmente clínico y se caracteriza<br />
por el desarrollo de déficits cognitivos múltiples<br />
progresivos que suponen un deterioro significativo<br />
de las actividades sociolaborales (2) . Este deterioro se<br />
expresa a través de tres grupos de síntomas: a) síntomas<br />
cognitivos, como son la pérdida de la memoria,<br />
del lenguaje y de la destreza intelectual; b) síntomas<br />
conductuales y psicológicos (SCPD) que abarcan<br />
cambios de personalidad, alteraciones afectivas, alucinaciones<br />
o agitación, y c) síntomas funcionales que<br />
dificultan las actividades de la vida diaria (AVD). El<br />
diagnóstico precoz es fundamental para poder planificar<br />
los cuidados con el paciente y la familia, disminuir<br />
su angustia, proporcionar una mayor capacidad<br />
de decisión, minimizar los riesgos y la medicalización<br />
excesiva (3) .<br />
Tratamiento no farmacológico de la demencia.<br />
El tratamiento de las demencias es complejo puesto<br />
que presenta una clínica múltiple y variable según factores<br />
biopsicosociales. Precisa estrategias flexibles,<br />
centradas en el paciente y el cuidador, que ofrezcan<br />
una atención integral, coordinada entre los diferentes<br />
niveles asistenciales y sociosanitarios y continua (1.4.5) .<br />
Tradicionalmente el tratamiento se ha centrado en mejorar<br />
el funcionamiento cognitivo, pero con el tiempo se<br />
ha visto que es necesario incluir otros aspectos a la hora<br />
de evaluar la respuesta del tratamiento. La calidad de<br />
vida de pacientes y cuidadores, los SCPD, la capacidad<br />
funcional, el grado de dependencia y la utilización de recursos,<br />
son las nuevas dianas. Los tratamientos farmacológicos<br />
ofrecen una utilidad y eficacia muy limitadas, a<br />
un coste económico y de efectos secundarios elevados.<br />
Así, en la búsqueda de estos objetivos, se han ido desarrollando<br />
en las últimas décadas las llamadas terapias no<br />
farmacológicas (TNF). En un principio, estaban dirigidas<br />
a pacientes, pero a partir de los años 80 se empieza a<br />
hablar de la carga del cuidador y a entenderse que es una<br />
pieza clave en el tratamiento, puesto que la calidad de<br />
vida de ambos está totalmente entrelazada (6) .<br />
Las TNF se definen como cualquier intervención no química,<br />
focalizada y replicable, sustentada sobre una base<br />
teórica, con capacidad de lograr algún beneficio relevante<br />
al paciente o al cuidador (1) . Orientadas al enfermo, al<br />
cuidador, al profesional o al entorno, pueden ser aplicadas<br />
por personal no médico, pero, sin duda, requieren<br />
profesionales formados. No es objeto de este artículo<br />
describir las TNF (animamos al lector a explorar la bibliografía<br />
sobre el tema); aún así, existen algunas estrategias<br />
dentro del cuidado no farmacológico cotidiano fáciles de<br />
aplicar que pueden ser útiles: tener un contacto visual y<br />
un tono de voz adecuado, establecer rutinas de sueño,<br />
comida e higiene, mantener al paciente orientado temporalmente,<br />
procurar un entorno seguro, bien iluminado, sin<br />
espejos ni estímulos excesivos, programar actividades<br />
de recreo placenteras y proporcionar la ayuda que necesite<br />
evitando actitudes proteccionistas que contribuyen a<br />
un “exceso de discapacidad” (3,7) .<br />
La evidencia de la eficacia de las TNF es limitada debido<br />
a que la mayoría de estudios son de baja calidad<br />
(1,5,8) . Es probable que, entre otras particularidades,<br />
la “inestabilidad” del “principio activo” de algunas TNF<br />
(cuando hablamos de intervenciones psicosociales y<br />
de interacciones humanas) conlleve una dificultad añadida<br />
para la replicabilidad y la medición de los resultados<br />
(6) . La tabla 1 muestra los grados de recomendación<br />
encontrados de las TNF. Las intervenciones<br />
multicomponente basadas en apoyo y formación del<br />
cuidador son las que han demostrado una evidencia<br />
más sólida en cuanto a retraso de la institucionalización,<br />
mejora de calidad de vida, cognición, AVD, conducta<br />
y estado de ánimo, a un bajo coste y sin efectos<br />
secundarios (1,6) .<br />
Más allá del propio deterioro cognitivo, los síntomas conductuales<br />
son el verdadero reto para las familias. Los<br />
SCPD aumentan el riesgo de actividades peligrosas, aceleran<br />
la progresión de la enfermedad, se asocian a una<br />
mayor utilización de servicios sanitarios, de sujeciones<br />
físicas y químicas y de institucionalización (4,9) . Los antipsicóticos<br />
se han utilizado ampliamente para el control de<br />
15<br />
Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana
13 / 2015 - Volumen VI<br />
Tratamiento no farmacológico de la demencia<br />
Tabla 1. Grados de recomendación de las terapias no farmacológicas (6) .<br />
Grado de<br />
recomendación<br />
A<br />
B<br />
C<br />
Persona enferma Cuidador/a familiar Cuidador/a profesional<br />
Estimulación cognitiva<br />
Entrenamiento AVD<br />
Musicoterapia<br />
I conductal<br />
Ejercicio físico<br />
Masaje y tacto<br />
Ayudas externas<br />
Reminiscencia<br />
Validación<br />
Apoyo psicoterapia<br />
Terapia de luz<br />
Terapia con animales<br />
Arteterapia<br />
Terapia recreativa<br />
Intervención multicompetente<br />
Educ. entrenamiento<br />
Asesoramiento y gestión de casos<br />
Apoyo al cuidador/a<br />
Cuidados de respiro<br />
Educación general<br />
Prevención sujeciones<br />
muchos de estos síntomas, pero su uso se ha relacionado<br />
con un aumento de mortalidad. Todas las recomendaciones<br />
sitúan las TNF como tratamiento de elección para<br />
los SCPD y solo está justificado el tratamiento inicial con<br />
fármacos si existe un peligro inmediato para el paciente<br />
o terceros (5,7) . El enfoque no farmacológico entiende los<br />
SCPD como respuesta a desencadenantes ambientales<br />
o a desajustes entre las expectativas y las demandas.<br />
Gitlin et al. (9) proponen un algoritmo en seis pasos para<br />
integrar efectivamente las TNF para el manejo de SPCD<br />
por los médicos de familia:<br />
1. Prevenir los SPCD mediante el cribado sistemático,<br />
que incluya apoyo al cuidador, con información<br />
y formación acerca de la enfermedad.<br />
2. Describir los síntomas. Caracterizarlos y definir las<br />
circunstancias en las cuales suceden, conocer la<br />
seguridad y el nivel de estrés del cuidador, permiten<br />
determinar el abordaje específico para resolverlos.<br />
3. Identificar posibles causas desencadenantes. Los<br />
pacientes con demencia son especialmente vulnerables<br />
a cambios del entorno. Los SPCD pueden<br />
deberse a confluencia de factores potencialmente<br />
modificables (dolor, miedo, frío, ambiente protector<br />
o estimulante en exceso…).<br />
4. Diseñar un plan de tratamiento.<br />
5. Evaluar la eficacia de las estrategias no farmacológicas<br />
para resolver o mejorar los SPCD.<br />
6. Monitorizar el proceso de manera continua.<br />
Conclusiones<br />
Las medidas no farmacológicas son el primer escalón<br />
de tratamiento y deben mantenerse con independencia<br />
del uso de fármacos. Existe todo un campo de TNF<br />
prometedoras que requieren inversión de recursos, especialmente<br />
humanos, para llevarlas a cabo y poder<br />
realizar investigación de calidad. Éstas deberían estar<br />
incluidas en las políticas de inversión de todo gobierno,<br />
sin una visión economicista a corto plazo. Los fines<br />
de la atención a la salud deben ser algo más que la<br />
curación de enfermedades y el alargamiento de la vida,<br />
por lo que se deben dirigir los esfuerzos de los profesionales<br />
sanitarios a implementar estas estrategias no<br />
farmacológicas que pueden mejorar la calidad de vida<br />
de miles de personas que sufren cada día (10).<br />
Bibliografía<br />
1. Olazarán J, Reisberg B, Clare L et al. Nonpharmacological<br />
Therapies in Alzheimer’s Disease: A Systematic Review of<br />
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2012;8:484-95.<br />
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demencias. Gobierno de Canarias, 2011. Consejería de Sanidad.<br />
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6. Muñiz R, Olazarán J. Mapa de terapias no farmacológicas<br />
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10. Los fines de la Medicina. El establecimiento de unas prioridades<br />
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Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana 16
Tratamiento no farmacológico de la demencia<br />
13 / 2015 - Volumen VI<br />
Tratamiento no<br />
farmacológico de la<br />
hipertensión arterial,<br />
diabetes mellitus<br />
tipo 2 y dislipemia.<br />
Egea Ronda A1, Folch Marín B1<br />
1. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de salud de Algemesí.<br />
Departamento de Salud de La Ribera. .<br />
Los autores declaran que no ha existido conflicto de intereses.<br />
Introducción<br />
Y el final de toda nuestra exploración<br />
será llegar donde comenzamos<br />
y conocer el lugar por primera vez.<br />
T S Eliot<br />
La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal<br />
causa de morbimortalidad a nivel del mundial. En<br />
nuestro país, según datos del informe anual del sistema<br />
nacional de salud 2011-2012 fue responsable del<br />
30,5% de las defunciones, ocupando el primer lugar<br />
como causa de mortalidad, seguida de los tumores (1) .<br />
Un estilo de vida saludable es el pilar fundamental<br />
tanto en la prevención de la aparición de ECV, como<br />
en el tratamiento de la misma una vez establecida. La<br />
hipertensión arterial (HTA), la diabetes mellitus tipo 2<br />
(DM2) y la dislipemia son entidades directamente relacionadas<br />
con el desarrollo de ECV, y su tratamiento<br />
debe tener como objetivo principal la reducción de<br />
este riesgo.<br />
Tratamiento no farmacológico de la hipertensión<br />
arterial.<br />
La HTA es un factor de riesgo mayor para el desarrollo<br />
de ECV. (2) La prevalencia de la HTA en la población adulta<br />
en nuestro país es de aproximadamente un 35 %,<br />
llegando al 40 % en edades medias y a más del 60 %<br />
en los mayores de 60 años, afectando en total a unos<br />
10 millones de adultos. En el tratamiento de la HTA los<br />
cambios adecuados en el estilo de vida, si hablamos<br />
en términos de reducción de cifras, pueden ser equiparables<br />
al tratamiento con un fármaco. El inconveniente<br />
fundamental es el bajo nivel de adherencia a largo plazo,<br />
una cuestión que va a requerir una atención especial.<br />
Las medidas recomendadas para el cambio en el<br />
estilo de vida con demostrada capacidad para reducir la<br />
tensión arterial y nivel de evidencia A son (2,-4) :<br />
- Recibir consejo profesional para disminuir el contenido<br />
de sodio en la dieta. Este consejo debe mantenerse<br />
incluso en aquellos pacientes que siguen una dieta<br />
cardiosaludable y es especialmente importante en la<br />
población mayor de 45 años.<br />
--<br />
Recibir consejo a través de intervenciones estructuradas<br />
sobre la práctica de ejercicio físico<br />
de intensidad aeróbica y/o anaeróbica adaptado<br />
a sus características. El ejercicio debería<br />
incluir, al menos, tres sesiones semanales de<br />
45-60 minutos.<br />
--<br />
Los pacientes con HTA esencial, incluidos los<br />
que toman medicación antihipertensiva, deben<br />
recibir consejo de los profesionales para disminuir<br />
el peso.<br />
--<br />
Los hipertensos bebedores excesivos deben<br />
recibir consejo para reducir el consumo de<br />
alcohol. El objetivo es reducir, en al menos un<br />
60%, la ingesta de alcohol.<br />
--<br />
Los pacientes hipertensos fumadores deber recibir<br />
consejo de dejar de fumar y se les debe<br />
ofrecer ayuda, igual que al resto de fumadores.<br />
--<br />
Se recomienda una dieta rica en fruta y verdura<br />
con alto contenido en potasio en todos<br />
los pacientes con HTA (dieta DASH, dieta mediterránea).<br />
Los suplementos de potasio, tras una<br />
valoración individualizada, pueden recomendarse<br />
a algunos pacientes.<br />
La combinación de estas medidas no farmacológicas<br />
es más eficaz en el descenso de cifras tensiónales que<br />
cada una de ellas por separado. La atención de los pacientes<br />
hipertensos debe incluir intervenciones educativas<br />
y de promoción del autocuidado (tabla I).<br />
Tratamiento no farmacológico de la diabetes<br />
mellitus tipo 2.<br />
La DM2 es hoy una epidemia de alcance mundial. La<br />
creciente prevalencia de la obesidad y de los estilos de<br />
vida sedentarios son los principales responsables del<br />
impresionante crecimiento de la DM2 en nuestra sociedad,<br />
con el consiguiente aumento de morbilidad y<br />
mortalidad precoz que ello conlleva. El estudio di@bet (5)<br />
sitúa la prevalencia de DM2 en nuestro país alrededor<br />
del 14%. La DM2 aparece como resultado de una ingesta<br />
excesiva de calorías en individuos susceptibles.<br />
En muchas personas con DM2 la combinación adecuada<br />
de dieta y ejercicio constituye la única intervención<br />
necesaria para controlar eficazmente las anomalías metabólicas<br />
asociadas a la enfermedad. A continuación<br />
se enumeran las recomendaciones no farmacológicas<br />
según el grado de evidencia (6) .<br />
Nivel de evidencia A:<br />
- - Control del peso. Se recomiendan programas<br />
estructurados que combinen ejercicio físico con<br />
17<br />
Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana
13 / 2015 - Volumen VI<br />
Tratamiento no farmacológico de la demencia<br />
asesoramiento dietético, reducción de la ingesta<br />
de grasa (
Tratamiento no farmacológico de la demencia<br />
13 / 2015 - Volumen VI<br />
cional de Salud1 del que se puede extraer cifras tan<br />
llamativas como que a partir de los 25 años de edad<br />
más del 40% de la población se declara sedentaria,<br />
el 24% de los mayores de 15 años son fumadores y<br />
la obesidad se sitúa en torno al 17% en mayores de<br />
18 años (además del sobrepeso, que supera el 36%);<br />
estos porcentajes se mantienen en línea ascendente<br />
año tras año, y además son mucho más elevados según<br />
descendemos en la escala social (más pobreza,<br />
menor nivel de estudios). Esto nos lleva a plantearnos<br />
las siguientes cuestiones: ¿Está un estilo de vida<br />
saludable al alcance de cualquiera? ¿En qué medida<br />
depende de la persona y en qué medida de su entorno?9<br />
¿Hasta qué punto podemos incidir desde el<br />
centro de salud?.<br />
Se debe reflexionar sobre el reparto de responsabilidades<br />
a la hora de tratar de invertir estas tendencias.<br />
Parece injusto trasladar la responsabilidad de<br />
forma individual a la persona, así como tampoco parece<br />
razonable que nos culpabilicemos en exceso los<br />
sanitarios que trabajamos en primera línea, y que en<br />
muchas ocasiones sentimos con impotencia la imposibilidad<br />
de modificar determinados patrones, debido<br />
a las condiciones de vida de nuestros pacientes. La<br />
importancia de la cuestión desborda nuestro ámbito,<br />
y afrontarla con posibilidades de éxito requiere desarrollar<br />
políticas y estrategias de Salud Pública de<br />
largo recorrido que, con una perspectiva comunitaria<br />
e intersectorial, ataquen las diferentes vertientes<br />
del problema: educación, modificación de entornos,<br />
actuaciones frente a la pobreza y la exclusión, etc.<br />
De no ser así, lo único que vamos a conseguir desde<br />
nuestras consultas con gran esfuerzo y seguramente<br />
con un elevado coste en medicamentos es, en palabras<br />
de Marmot, “parchear al paciente para devolverlo<br />
a un entorno hostil”10. Entorno que es responsable<br />
en gran medida del problema.<br />
Tabla I: Cambios en el estilo de vida y efectos sobre la tensión arterial<br />
CAMBIO RECOMENDACIÓN REDUCCIÓN ESTIMADA DE LA PAS<br />
Reducción del Peso Mantener IMC 20-25 kg/m 2 Entre 0,5-2 mm Hg por kg de peso perdido<br />
Restricción consumo de sal 2-6 g de sal/día (=cucharada de café) 2-6 mm Hg<br />
Moderación Consumo de Alcohol
13 / 2015 - Volumen VI<br />
Tratamiento no farmacológico de la demencia<br />
Bibliografia.<br />
1. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Informe<br />
Anual del Sistema Nacional de Salud, 2012 Disponible en<br />
www.msssi.gob.es.<br />
2. Baena CP, Olandoski M, Younge JO, Buitrago-Lopez A,<br />
Darweesh SK, Campos N et al. Effects of lifestyle-related<br />
interventions on blood pressure in low and middle-income<br />
countries: systematic review and meta-analysis. J Hypertens.<br />
2014;32(5):961-73.<br />
3. Rotaeche del Campo R, Aguirrezabala Jaca J, Balagué Gea<br />
L, Gorroñogoitia Iturbe A, Idarreta Mendiola I, Mariñelarena<br />
Mañeru E et al. Guía de Práctica Clínica sobre Hipertensión<br />
Arterial (actualización 2007). Osakidetza. GPC. Vitoria-Gasteiz.<br />
2008<br />
4. Eckel RH, Jakicic JM, Ard JD, et al. 2013 AHA/ACC Guideline<br />
on Lifestyle Management to Reduce Cardiovascular Risk:<br />
A Report of the American College of Cardiology/American<br />
Heart Association Task Force on Practice Guidelines. J Am<br />
Coll Cardiol. 2014;63(25_PA). doi:10.1016/j.jacc.2013.11.003.<br />
5. Soriguer F, Goday A, Bosch-Comas A, Bordiú E, Calle-Pascual<br />
A, Carmena R, et al. Prevalence of diabetes mellitus and<br />
impaired glucose regulation in Spain: the Di@bet.es Study.<br />
Diabetologia. 2012;55:88-93.<br />
6. Grupo de Trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre Diabetes<br />
tipo 2. Guía de Práctica Clínica sobre Diabetes tipo 2.<br />
Madrid: Plan Nacional para el SNS del MSC. Agencia de Evaluación<br />
de Tecnologías Sanitarias del País Vasco; 2008. Guías<br />
de Práctica Clínica en el SNS: OSTEBA No 2006/08.<br />
7. San Vicente Blanco R, Pérez Irazusta I, Ibarra Amarica J, Berraondo<br />
Zabalegui I, Uribe Oyarbide F, Urraca Garcia de Madinabeitia<br />
J. et al. Guía de Práctica Clínica sobre el manejo de<br />
los lípidos como factor de riesgo cardiovascular. Osakidetza.<br />
Vitoria-Gasteiz.<br />
8. Ramón Estruch, Emilio Ros, Jordi Salas-Salvadó, Maria-Isabel<br />
Covas, Dolores Corella, Fernando Arós, et al. Primary Prevention<br />
of Cardiovascular Disease with a Mediterranean Diet<br />
(PREDIMED). N Engl J Med. 2014;368:1279-90.<br />
9. Ana V, Roux D. Residential environments and cardiovascular<br />
risk. J Urban Health. 2003; 80: 569–89.<br />
10. Marmot MG. The status syndrome: how social standing<br />
affects our health and longevity. New York: Henry Holt; 2005.<br />
Información <strong>Farmacoterapéutica</strong> de la Comunitat Valenciana 20