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Apuntes 67, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido
hermano, está comprometido». Refiriéndose a un miembro del Jurado Nacional de Elecciones,
afirmaba: «Sí, está con nosotros […]. Se ha arriesgado por nosotros mil veces, mil y una
veces» 12 .
Montesinos intentó prevenir la defección cultivando la camaradería. «Lo importante, hermano,
es que nos apoyemos mutuamente», dijo a un ejecutivo de televisión al que estaba
sobornando. Tales afirmaciones son recurrentes en los vladivideos. «Cuando uno trabaja en
equipo, uno no trabaja para sí mismo». Solía decir que a él y a los sobornados los unía algo
más importante que el interés propio. «¿Cómo ayudan los amigos a los amigos? Entonces,
la única forma de ayudar es justamente con una colaboración que se hace a los amigos,
que no es decir: oye, yo te doy esta colaboración para que tú hagas esto». Y de nuevo:
«Como tú eres de los míos, hay una química de amistades». Solo podemos adivinar cómo
los sobornados entendían estos votos viniendo de un hombre tan implacable. Sin embargo,
algunos le respondían de la misma manera. «Yo te soy absolutamente honesto. Yo creo que
mi compromiso no es un compromiso de carácter monetario sino amical», dijo el ejecutivo
de un diario al que Montesinos pagó un millón de dólares 13 .
EL SALARIO DEL SIN
El dinero de los sobornos de Montesinos provenía de varias fuentes. Entre 1990 y 2000, el
presupuesto del SIN, que era secreto y no supervisado por el Congreso, aumentó en más de
cincuenta veces. Hacia el año 2000, era de alrededor de 1,5 millones de dólares al mes, de
los cuales aproximadamente una cuarta parte se usaba en costos operativos y salarios,
dejando alrededor de 1,1 millones de dólares para los gastos de Montesinos, a quien no se
le exigía justificar cómo los gastaba. Adicionalmente, recibía sumas bajo la mesa a través
del Ministerio del Interior y de los militares, como se muestra en el cuadro 1. En esa misma
época, Montesinos obtenía aproximadamente 750.000 dólares al mes en dinero sin registrar
de estas agencias del gobierno. Además, extraía dinero de los contratos estatales.
Cuando necesitaba más, solicitaba contribuciones a sus cómplices en el tráfico de armas y
otros negocios ilegales. De acuerdo con su contadora, Matilde Pinchi Pinchi, el año 2000 el
dinero fluía al SIN a razón de entre ocho y nueve millones de dólares al mes (Bowen y
Holligan 2003:272–273, 326–327; Rospigliosi 2000:201).
12. Audio 352-A, sin fecha, y audio 1196, 14 de agosto de 1998.
13. Las citas de Montesinos son de los siguientes videos: 1783, 10 de noviembre de 1999; 1323-1326, 23
de noviembre de 1998; 1492, 21 de abril de 1999; y 1291-1292, 5 de enero de 1999 (Jochamowitz
2002:27; 47; 153). La cita final es de Eduardo Calmell, director de Expreso, en el video 1492, 21 de abril
de 1999.