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Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010: páginas 109-142 / ISSN 0252-1865<br />

Copyright 2010: Centro de Investigación de la <strong>Universidad</strong> <strong>del</strong> <strong>Pacífico</strong><br />

109<br />

Cómo subvertir la democracia: Montesinos<br />

en el Perú 1<br />

John McMillan †<br />

y Pablo Zoido 2<br />

Resumen<br />

¿Cuál de los frenos y contrapesos democráticos –los partidos de oposición, el<br />

poder judicial, una prensa libre– es el más contundente? No obstante que el<br />

Perú cuenta formalmente con todo el conjunto de instituciones democráticas,<br />

durante la década de 1990, Montesinos, el jefe <strong>del</strong> Servicio de Inteligencia<br />

Nacional, las socavó sistemáticamente apelando al soborno. En este artículo<br />

proponemos cuantificar los frenos empleando para ello los precios de los<br />

sobornos. En efecto, Montesinos pagó a los dueños de canales de televisión<br />

cerca de cien veces más de lo que pagó a jueces y políticos. Un solo soborno a<br />

un canal fue cinco veces más grande que el total de sobornos pagados a los<br />

políticos de la oposición. Lo que muestra esta preferencia es que el freno más<br />

fuerte al poder <strong>del</strong> gobierno fue el de los medios de comunicación que<br />

propalaban noticias.<br />

Palabras clave: autoritarismo, corrupción, democracia, Perú, política.<br />

1. El presente artículo fue originalmente publicado en inglés por el Journal of Economic Perspectives (vol.<br />

18, N° 4, otoño de 2004, pp. 69-92). Agradecemos la gentileza de la American Economic Association de<br />

autorizar su publicación en español en la revista <strong>Apuntes</strong>. La traducción al español estuvo a cargo de<br />

Carlos Pereyra.<br />

Por sus comentarios y discusiones, agradecemos a Jonathan Bendor, Beatriz Boza, Gerhard Casper,<br />

Enrique Chávez, Peter Gourevitch, Stephen Haber, Matthew Kahn, Stephen Krasner, Phillip Leslie, David<br />

McKenzie, Luis Moreno Ocampo, Olena Prytula, John Roberts, José Ugaz, Barry Weingast y Christopher<br />

Woodruff. Agradecemos también a los editores James Hines, Andrei Shleifer, Timothy Taylor y Michael<br />

Waldman; a Teresita Pérez, quien proporcionó un productivo apoyo a la investigación; la ayuda <strong>del</strong><br />

Centro de Negocios Globales y Economía de la Escuela de Postgrado de Negocios y <strong>del</strong> Centro para la<br />

Democracia, el Desarrollo y el Estado de Derecho <strong>del</strong> Instituto de Estudios Internacionales de Stanford;<br />

así como a la Beca de Investigación de Verano John M. Olin, otorgada a Pablo Zoido.<br />

2. Correo electrónico: pablo.zoido@oecd.org. Permiso obtenido para traducir el artículo el 19 de noviembre<br />

de 2009.


110<br />

Abstract<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

Which of the democratic checks and balances –opposition parties, the judiciary,<br />

a free press– is the most forceful? Peru has the full set of democratic institutions.<br />

In the 1990s, the secret-police chief Montesinos systematically undermined<br />

them all with bribes. We quantify the checks using the bribe prices. Montesinos<br />

paid a television channel owner about 100 times what he paid a judge or a<br />

politician. One single television channel’s bribe was five times larger than the<br />

total of the opposition politicians’ bribes. By revealed preference, the strongest<br />

check on the government’s power was the news media.<br />

Keywords: authoritarianism, corruption, democracy, Peru, politics.


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

111<br />

El Perú tiene instaurado el conjunto completo de mecanismos democráticos: una Constitución,<br />

partidos de oposición, elecciones regulares, límites a los mandatos presidenciales,<br />

salvaguardas para la independencia <strong>del</strong> Poder Judicial y prensa libre. Sin embargo, en la<br />

década de 1990 el Perú fue gobernado, en nombre <strong>del</strong> Presidente Alberto Fujimori, por el<br />

jefe de la policía secreta, Vladimiro Montesinos Torres. Durante el tiempo que ejerció el<br />

poder, Montesinos metódicamente sobornó a jueces, políticos y medios de noticias.<br />

Montesinos conservaba un registro meticuloso de sus transacciones. Exigía a aquellos a<br />

quienes sobornaba que firmaran contratos en los que se detallaba sus obligaciones hacia<br />

él. Demandaba recibos escritos por los sobornos. Sorprendentemente, hacía grabar sus<br />

negociaciones ilícitas en videocintas.<br />

A continuación, usaremos los recibos de los sobornos y las videocintas de Montesinos para<br />

estudiar el colapso <strong>del</strong> sistema de controles y contrapesos. Montesinos y Fujimori mantuvieron<br />

una fachada de democracia los ciudadanos votaban, los jueces decidían, los medios<br />

informaban pero drenaron su sustancia. Discutiremos cómo hicieron para socavar la democracia:<br />

la negociación y ejecución de los pactos secretos, el funcionamiento <strong>del</strong> autoritarismo<br />

encubierto.<br />

De los controles y contrapesos que sustentan la democracia, ¿cuál es el que tiene más<br />

fuerza? Usamos los precios de los sobornos para cuantificar tales controles y contrapesos.<br />

El tamaño de los sobornos indica cuánto estaba dispuesto a pagar Montesinos para comprar<br />

a aquellos que hubieran podido contener su poder. El típico soborno pagado al dueño<br />

de un canal de televisión era aproximadamente cien veces mayor que el que se pagaba a<br />

un político, el cual a su vez era algo mayor que el pagado a un juez. Un solo soborno a un<br />

canal de televisión era cinco veces mayor que el total de los sobornos pagados a los políticos<br />

de oposición. A juzgar por las preferencias reveladas de Montesinos, el más fuerte de<br />

los controles y contrapesos era la televisión.<br />

«La acumulación de todos los poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, en las mismas manos,<br />

dice James Madison, puede con justicia ser declarada la definición misma de tiranía»<br />

(Hamilton et al. 1788 [1961]:301). Furtivamente, el régimen de Fujimori acumuló todos<br />

estos poderes, además <strong>del</strong> ejercido sobre los medios de noticias. Entender cómo las instituciones<br />

democráticas pueden ser subvertidas –dónde están los puntos débiles y cómo<br />

interactúan entre sí las partes <strong>del</strong> sistema– puede ser útil para diseñar sistemas de<br />

gobernabilidad menos corruptibles. Los sobornos de Montesinos revelan cuál de los controles<br />

es el más difícil de erosionar.


112<br />

MENTIRAS Y VIDEOCINTAS<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

En 1990, Alberto Fujimori, un político novato, fue elegido Presidente <strong>del</strong> Perú, un país en<br />

turbulencia. La mala administración económica había provocado hiperinflación y crecimiento<br />

negativo. La insurgencia de Sendero Luminoso, una banda criminal de guerrilleros<br />

maoístas, habría de causar 69.000 muertes antes de llegar a su fin 3 .<br />

Fujimori nombró a Montesinos su asesor y jefe <strong>del</strong> Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).<br />

Montesinos había tenido una carrera accidentada. Habiendo comenzado como oficial <strong>del</strong><br />

ejército, había sido dado de baja deshonrosamente, acusado de vender documentos secretos<br />

a los Estados Unidos. Luego, en la década de 1980, había sido abogado de traficantes<br />

de drogas colombianos. Hizo uso de los contactos que había forjado durante su estadía en<br />

el ejército y obtuvo su influencia sirviendo como puente entre un Ejército débil y un Presidente<br />

débil, dice el analista político peruano Umberto Jara. Fue «el eslabón capaz de unir<br />

dos debilidades: un Ejército desprestigiado por la derrota que le infligía la subversión y<br />

abrumado con las denuncias por graves violaciones de derechos humanos y un anónimo<br />

político, absolutamente solitario, sin organización partidaria ni base social» (Jara 2003:38).<br />

Se sabe que Montesinos solía jactarse de que podía manipular al Presidente, describiendo<br />

a Fujimori como «completamente maleable: no hace absolutamente nada sin que yo lo<br />

sepa» (Bowen y Holligan 2003:127). Después de la caída <strong>del</strong> régimen, Fujimori afirmó, de<br />

manera inverosímil, no haber sabido lo que Montesinos había venido haciendo en su nombre.<br />

«Me proporcionaba información, inteligencia. Nadie imaginaba que, tras bambalinas,<br />

estaba trabajando para sí mismo» (Pilling 2004). Un documento secreto de inteligencia de<br />

los Estados Unidos, ahora desclasificado, revela que, incluso desde el primer año de la<br />

presidencia de Fujimori, generales peruanos retirados habían advertido a oficiales de inteligencia<br />

norteamericanos sobre lo que llamaron la «extraordinaria» situación de que «el<br />

aparato de inteligencia está efectivamente gobernando al Estado» 4 .<br />

El gobierno de Fujimori obtuvo dos grandes éxitos iniciales: poner fin a la insurrección terrorista<br />

y dar inicio al crecimiento económico. El líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán,<br />

fue capturado en 1992, captura que fue seguida por la de miles de sus adeptos. Las reformas<br />

económicas, junto con la liberalización y la privatización, trajeron consigo un flujo de inversión<br />

extranjera. El programa antiinflacionario redujo la inflación de más de 7.000% en 1990<br />

3. Información basada en el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación de 2003 (tomada de<br />

Forero 2003: A3). Para una visión panorámica <strong>del</strong> Perú en la década de 1990, ver McClintock y Vallas<br />

(2003).<br />

4. Esta cita fue tomada de: http://www.gwu.edu/_nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB37/01-01.htm.


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

113<br />

a 10% en 1995 (Marcus-Delgado y Tanaka 2001:76). Como resultado, mientras entre 1981 y<br />

1990 el crecimiento promedio anual había sido de -1,2%, entre 1991 y 2000 fue de 4%.<br />

Por su postura antiterrorista y de libre mercado, la administración Fujimori ganó el apoyo<br />

de los Estados Unidos. La CIA (Central de Inteligencia Americana) veía en Montesinos a un<br />

aliado; se sabe que, entre 1990 y 2000, le pagó millones de dólares por su ayuda, supuestamente<br />

para la guerra contra las drogas. El jefe de la unidad de la CIA en Lima, en una<br />

carta de 1998 a Montesinos, expresa «admiración» por su «liderazgo, dedicación y<br />

profesionalismo» –a pesar de la evidencia de que, en realidad, Montesinos traficaba drogas<br />

en colaboración con los cárteles colombianos– (Bowen y Holligan 2003:198) 5 .<br />

«Fujimori era muy popular», dice el novelista Mario Vargas Llosa, quien fue el candidato<br />

perdedor en las elecciones presidenciales de 1990. «A pesar de que ocurrían cosas sucias<br />

–torturas, asesinatos y corrupción– tenía la imagen de un hombre fuerte capaz de defender<br />

al pueblo contra los terroristas» (Jaggi 2002). En 1992, Fujimori montó un golpe<br />

contra su propio gobierno (el «autogolpe»). Luego de cerrar el Congreso y suspender la<br />

Constitución, decretó leyes que establecían severas sentencias para los terroristas, juzgando<br />

a algunos de ellos en cortes secretas con jueces encapuchados para protegerlos de<br />

las represalias. La democracia retornó, al menos superficialmente, con las elecciones de<br />

1995, en las que Fujimori resultó ganador. Más a<strong>del</strong>ante, en mayo de 2000, Fujimori ganó<br />

la reelección para un tercer período. Para poder ser candidato en esta oportunidad, tuvo<br />

que persuadir al Congreso de anular el límite a los mandatos presidenciales establecido en<br />

la Constitución. Su elección fue ampliamente vista como fraudulenta.<br />

Solo tres meses y medio después, el gobierno cayó. El fin vino cuando una de las videocintas<br />

de Montesinos fue trasmitida por televisión. Montesinos fue visto pagando al congresista<br />

de oposición Alberto Kouri quince mil dólares para que cambie de bando y apoye al Presidente.<br />

A continuación más videocintas fueron trasmitidas, dando origen a una especie de<br />

versión peruana de los programas de telerrealidad. Las cintas, conocidas como «vladivideos»,<br />

revelaron el alcance de las maniobras de Vladimiro Montesinos. Lo mostraban, por ejemplo,<br />

ofreciendo a Alipio Montes de Oca, un juez de la Corte Suprema, la presidencia <strong>del</strong><br />

Jurado Nacional de Elecciones más un salario de diez mil dólares mensuales, cuidado médico<br />

y seguridad personal; sobornando a Ernesto Gamarra, un miembro <strong>del</strong> comité <strong>del</strong><br />

Congreso encargado de indagar sobre las fuentes de dinero de Montesinos, para que desviara<br />

las investigaciones; y asegurando al dueño de Lucchetti, una compañía chilena de<br />

pastas, un juicio favorable en una disputa legal sobre la construcción de una fábrica.<br />

5. Sobre la conexión entre el SIN y la CIA, ver McClintock y Vallas (2003:57, 120); DeYoung (2000:A1);<br />

Hall (2001); Páez (2001).


114<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

Fujimori huyó al Japón, desde donde renunció a la presidencia por fax. Fue acusado no solo<br />

de cargos de corrupción, sino también de asesinato, secuestro y tráfico de narcóticos. Sin<br />

embargo, el Japón, después de concederle asilo, rechazó las solicitudes de extradición <strong>del</strong><br />

Perú. Montesinos fue arrestado en Venezuela y devuelto al Perú, donde fue juzgado y<br />

encontrado culpable de «usurpación de autoridad» durante su servicio de gobierno y enfrentó<br />

más de cincuenta cargos adicionales, incluso influenciar jueces, supervisar el tráfico<br />

de drogas en el Perú y organizar escuadrones de la muerte. Además, aproximadamente<br />

1.600 peruanos enfrentaron cargos criminales por pertenecer a la red de Montesinos.<br />

DOCUMENTANDO LA CORRUPCIÓN<br />

Montesinos reiteradamente se proclamó un patriota. Los videos lo muestran declarando<br />

que tenía el objetivo de «devolver la paz al país» terminando con el terrorismo y el tráfico<br />

de drogas. «Aquí trabajamos por el interés nacional», dijo a un ejecutivo de televisión. «Yo<br />

no saco nada de esto; al contrario, saco odios, pasiones, intrigas, resentimientos. Lo hago<br />

por una vocación de servicio a la nación» 6 . Después de su arresto, los investigadores peruanos<br />

rastrearon más de doscientos millones de dólares en sus cuentas bancarias en el extranjero.<br />

Su patriotismo, evidentemente, no excluía el enriquecimiento.<br />

El Ministerio Público estima actualmente que el gobierno de Fujimori extrajo al Perú alrededor<br />

de seiscientos millones de dólares. Dicha suma coloca a Fujimori en el sexto lugar de<br />

una galería policial de jefes de Estado desfalcadores, detrás de Suharto de Indonesia, Marcos<br />

de Filipinas, Mobutu de Zaire, Abacha de Nigeria y Milosovic de Serbia (Transparency<br />

International 2004:13). Sin embargo, no nos concentraremos en la obtención de dinero<br />

por medios corruptos, sino en lo contrario, es decir, en Montesinos como corruptor.<br />

Montesinos explotó la avaricia de otros para evadir las restricciones democráticas. El soborno<br />

fue un medio de control, un método para ejercer el poder.<br />

Aunque puede parecer peculiar que Montesinos hiciera grabar sus actividades de soborno en<br />

videocintas, existe una lógica para ello. Las cintas eran la prueba de la complicidad de los<br />

demás. Montesinos se aseguraba de que los videos registraran a los sobornados aceptando el<br />

dinero. Un video lo muestra extrayendo fajos de billetes de una bolsa de plástico y colocándolos<br />

en un portafolios. Otro lo muestra contando el dinero: «Y ahora viene lo bueno. Uno,<br />

dos, tres, cuatro, cinco, seis». Su contraparte dice: «Acá hay un millón. ¿Mejor es el otro<br />

malentincito, no?» Él contesta: «¿Cuál? No, no, pero este es macanudo, porque este lo cierras.<br />

Se queda como regalo. Mira: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, un<br />

6. Videos 1347-1348, 26 de febrero de 1999 (Jochamowitz 2002:45).


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

115<br />

millón. Uno, dos tres, cuatro cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, dos millones». Montesinos<br />

contó a algunas personas que grababa las reuniones. En una ocasión dice: «Está filmado ya».<br />

En otra, su interlocutor pregunta: «¿Tienes eso grabado?» y él responde afirmativamente 7 . Las<br />

cintas le proporcionaban una amenaza que podía usar frente a cualquiera que se volviera en<br />

su contra, aunque podía hacerlo solo si todo colapsaba. Además, las cintas le daban el poder<br />

de destruir al Presidente, así que Fujimori no podía despedirlo.<br />

Una razón adicional y más prosaica para grabar las reuniones era, probablemente, llevar<br />

un registro. Tratando con más de 1.600 personas, Montesinos necesitaba medios para<br />

hacer un seguimiento de quiénes habían sido pagados y a qué acciones se habían comprometido.<br />

Los recibos de sobornos, los contratos secretos y las cintas de audio servían como<br />

medios de registro, además de las videocintas.<br />

Nuestros datos consisten en una lista de precios: las cantidades que Montesinos pagaba<br />

para sobornar a jueces, políticos y medios de noticias. Es poco común obtener<br />

datos sobre sobornos. Pudimos reunir la información gracias a la documentación de<br />

Montesinos. Las transcripciones de algunas cintas de video y audio, las cuales cubren<br />

66 reuniones de Montesinos, están en el sitio web <strong>del</strong> Congreso (Congreso de la República<br />

s.a. a). De un periodista peruano obtuvimos algunos de los recibos de los sobornos<br />

de Montesinos. Los procesos políticos y judiciales contra Montesinos y Fujimori<br />

proporcionaron mayor información. El Congreso formó varias comisiones investigadoras,<br />

las cuales abrieron audiencias y produjeron extensos informes. El mismo Montesinos<br />

participó en algunas de estas audiencias. La parte acusadora indujo a algunos subordinados<br />

de Montesinos a traicionar a su antiguo jefe a cambio de sentencias reducidas<br />

y sus revelaciones se encuentran en los informes <strong>del</strong> Congreso. Asimismo, algunos<br />

colaboradores cercanos de Montesinos y Fujimori han publicado sus propios relatos de<br />

estas experiencias (Bresani 2003; Bustamante 2003). Puesto que la información proveniente<br />

<strong>del</strong> testimonio de los participantes, está abierta a cuestionamiento, en lo<br />

posible entonces hemos usado fuentes múltiples para dicha información. Los investigadores<br />

periodísticos han revelado una gran cantidad de información, presentada en<br />

gran detalle en diarios como La República, revistas como Caretas y libros como el de<br />

Bowen y Holligan (2003). Con la intención de comprobar las fuentes publicadas, entrevistamos<br />

a algunos funcionarios de la era Fujimori, a un ex agente <strong>del</strong> SIN, a un<br />

miembro <strong>del</strong> Congreso, a algunos periodistas y académicos peruanos y a dos fiscales<br />

supremos que participaron en los juicios a Montesinos y a sus cómplices. Así, nuestra<br />

7. Las citas son de los videos 1349-1350, 26 de febrero de 1999; 1780, sin fecha; 866, 15 de enero de<br />

1998 (Jochamowitz 2002:13; 24; 46); y 1312, 12 de enero de 1998.


116<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

información proviene de un amplio rango de fuentes: informes <strong>del</strong> Congreso, testimonios<br />

de personas con acceso a información privilegiada, escritos de periodistas, nuestras<br />

propias entrevistas, recibos de sobornos y los propios vladivideos. Aún sigue siendo<br />

un misterio cuántos vladivideos fueron hechos. Informes iniciales sugieren que<br />

había alrededor de dos mil. Desde la cárcel, Montesinos afirmaba que tenía más de<br />

treinta mil, lo cual probablemente es falso. Muchos peruanos creen que cuando Fujimori<br />

huyó se llevó varios cientos de ellos. Una sala <strong>del</strong> Congreso <strong>del</strong> Perú alberga más de<br />

1.600 vladivideos, solo una fracción de los cuales han sido hechos públicos. Es imposible<br />

obtener un cuadro completo de lo que sucedió dentro <strong>del</strong> SIN, pero mucho ha<br />

salido a la luz a medida que ha avanzado la difusión de los videos y el proceso judicial.<br />

Nuestra información cubre eventos en los tres años finales <strong>del</strong> régimen Fujimori, entre<br />

1998 y 2000, cuando el objetivo principal de Montesinos era conseguir la reelección de<br />

Fujimori para un tercer período presidencial.<br />

HACIENDO PACTOS SECRETOS<br />

Montesinos dirigía una masiva operación encubierta. Miles de transacciones debían ser<br />

llevadas a cabo en secreto. ¿Cómo manejaba una organización tan compleja? «La adicción<br />

a la información es como la adicción a las drogas», declaraba Montesinos. «Nosotros vivimos<br />

de informaciones. Yo necesito información». La necesitaba para identificar oportunidades<br />

y asegurar que los tratos fueran cumplidos. Intervino teléfonos tanto de sus enemigos<br />

como de sus aliados. En una pared de su oficina <strong>del</strong> SIN, veinticinco pantallas de<br />

televisión mostraban escenas en vivo transmitidas por cámaras colocadas en Palacio de<br />

Gobierno, el Congreso, los juzgados, el centro de Lima y el aeropuerto 8 .<br />

A pesar de que Montesinos a veces exigía a los sobornados que firmaran contratos que<br />

tenían la forma de documentos legales, como veremos, estos no eran ejecutables por las<br />

cortes de justicia. El Código Civil peruano considera inválido cualquier contrato que vaya<br />

contra las leyes que defienden el interés público, lo cual, presumiblemente, ocurre en el<br />

caso <strong>del</strong> soborno. Más aun, el Código Penal peruano condena la «asociación ilícita para<br />

<strong>del</strong>inquir» (fue bajo esta cláusula que, luego de la caída <strong>del</strong> régimen de Fujimori, se procesó<br />

a algunos de los que aceptaron sobornos de Montesinos). Al carecer de estatus legal, los<br />

contratos de Montesinos debían ser autoejecutables. ¿Cómo estructuraba los arreglos para<br />

crear los incentivos necesarios para su cumplimiento?<br />

8. Las citas son de los videos 872-873, 26 de enero de 1998, y de los videos 1347-1348, 26 de febrero de<br />

1999 (Jochamowitz 2002:5). Sobre las imágenes de televisión, ver Bowen y Holligan (2003:266).


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

117<br />

En su posición de jefe de la policía secreta, Montesinos tenía cierto poder para hacer<br />

cumplir los tratos. Sin embargo, sostenía que había tratado de evitar la violencia, por<br />

considerarla muy costosa. Por ejemplo, rechazaba las sugerencias de sus subordinados de<br />

usar amenazas de muerte contra el propietario de un canal de televisión, Baruch Ivcher.<br />

Decía: «Acuérdate por qué Pinochet tiene ese problema. No vamos a cometer una torpeza.<br />

Y, además, ¿qué objeto tiene mandar a matar? Eso es una locura» 9 . Montesinos dirigía<br />

escuadrones de la muerte, de modo que este comentario debe ser tomado con la reserva<br />

<strong>del</strong> caso. Sin embargo, esos escuadrones estaban dirigidos principalmente a campesinos y<br />

estudiantes; probablemente Montesinos calculaba que usar la violencia contra gente prominente<br />

podía volverse en su contra. Si amenazaba a alguien, otros podrían volverse<br />

renuentes a transar con él. Él disponía de otros métodos para hacer cumplir los acuerdos.<br />

Montesinos usaba la sombra <strong>del</strong> futuro para crear incentivos dirigidos a aquellos a quienes<br />

sobornaba. Generalmente arreglaba sus pagos en armadas mensuales, de tal modo que la<br />

defección era menos probable que con un solo pago importante. Los contratos que hizo<br />

firmar a los dueños de canales de televisión estipulaban que los pagos serían hechos mensualmente<br />

y debían ser respaldados por una carta de crédito. Como ejemplo adicional, dijo<br />

a un funcionario público a quien había dado un empleo: «Yo, aparte <strong>del</strong> sueldo, así sea diez<br />

o quince mil soles, te voy a dar diez mil dólares mensuales. Vienes todos los meses, nos<br />

reunimos y yo te entrego un sobrecito y se acabó. Y entonces ya no tienes el problema<br />

económico» 10 .<br />

Dada la fuerza de la posición de negociación de Montesinos, podía haberse esperado que<br />

hiciera demandas <strong>del</strong> tipo «tómalo o déjalo» para extraer todo el excedente, pero no era así.<br />

Las videocintas muestran a los sobornados regateando con él. Un ejemplo de esto es su<br />

descripción, hecha a un colaborador, de una negociación con un congresista. «Yo dije:<br />

cinco. No, me dijo, cinco no me alcanza para nada, me lo gasto en una semana. Veinte<br />

quiere mensual. Yo no le voy a discutir, bueno ya, veinte» 11 . Montesinos dejaba algo <strong>del</strong><br />

excedente a los sobornados, tal vez para que tuvieran un incentivo para que continuaran<br />

pactando con él.<br />

La necesidad de mecanismos de ejecución se veía mitigada por una característica general<br />

de todos los tratos corruptos. El hecho mismo de hacer un pacto ilícito crea una dependencia<br />

mutua entre las partes, porque cada una puede denunciar a la otra (Lamsdorff 2002).<br />

Refiriéndose a un congresista de oposición, Montesinos decía: «Es uno de los nuestros,<br />

9. Audio CD 1289, 129A-B, 31 de diciembre de 1998 (Jochamowitz 2002:45).<br />

10. Videos 888-89, 3 de mayo de 1998 (Jochamowitz 2002:192).<br />

11. Audio B-139 A-4, sin fecha (Jochamowitz 2002:163).


118<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

hermano, está comprometido». Refiriéndose a un miembro <strong>del</strong> Jurado Nacional de Elecciones,<br />

afirmaba: «Sí, está con nosotros […]. Se ha arriesgado por nosotros mil veces, mil y una<br />

veces» 12 .<br />

Montesinos intentó prevenir la defección cultivando la camaradería. «Lo importante, hermano,<br />

es que nos apoyemos mutuamente», dijo a un ejecutivo de televisión al que estaba<br />

sobornando. Tales afirmaciones son recurrentes en los vladivideos. «Cuando uno trabaja en<br />

equipo, uno no trabaja para sí mismo». Solía decir que a él y a los sobornados los unía algo<br />

más importante que el interés propio. «¿Cómo ayudan los amigos a los amigos? Entonces,<br />

la única forma de ayudar es justamente con una colaboración que se hace a los amigos,<br />

que no es decir: oye, yo te doy esta colaboración para que tú hagas esto». Y de nuevo:<br />

«Como tú eres de los míos, hay una química de amistades». Solo podemos adivinar cómo<br />

los sobornados entendían estos votos viniendo de un hombre tan implacable. Sin embargo,<br />

algunos le respondían de la misma manera. «Yo te soy absolutamente honesto. Yo creo que<br />

mi compromiso no es un compromiso de carácter monetario sino amical», dijo el ejecutivo<br />

de un diario al que Montesinos pagó un millón de dólares 13 .<br />

EL SALARIO DEL SIN<br />

El dinero de los sobornos de Montesinos provenía de varias fuentes. Entre 1990 y 2000, el<br />

presupuesto <strong>del</strong> SIN, que era secreto y no supervisado por el Congreso, aumentó en más de<br />

cincuenta veces. Hacia el año 2000, era de alrededor de 1,5 millones de dólares al mes, de<br />

los cuales aproximadamente una cuarta parte se usaba en costos operativos y salarios,<br />

dejando alrededor de 1,1 millones de dólares para los gastos de Montesinos, a quien no se<br />

le exigía justificar cómo los gastaba. Adicionalmente, recibía sumas bajo la mesa a través<br />

<strong>del</strong> Ministerio <strong>del</strong> Interior y de los militares, como se muestra en el cuadro 1. En esa misma<br />

época, Montesinos obtenía aproximadamente 750.000 dólares al mes en dinero sin registrar<br />

de estas agencias <strong>del</strong> gobierno. Además, extraía dinero de los contratos estatales.<br />

Cuando necesitaba más, solicitaba contribuciones a sus cómplices en el tráfico de armas y<br />

otros negocios ilegales. De acuerdo con su contadora, Matilde Pinchi Pinchi, el año 2000 el<br />

dinero fluía al SIN a razón de entre ocho y nueve millones de dólares al mes (Bowen y<br />

Holligan 2003:272–273, 326–327; Rospigliosi 2000:201).<br />

12. Audio 352-A, sin fecha, y audio 1196, 14 de agosto de 1998.<br />

13. Las citas de Montesinos son de los siguientes videos: 1783, 10 de noviembre de 1999; 1323-1326, 23<br />

de noviembre de 1998; 1492, 21 de abril de 1999; y 1291-1292, 5 de enero de 1999 (Jochamowitz<br />

2002:27; 47; 153). La cita final es de Eduardo Calmell, director de Expreso, en el video 1492, 21 de abril<br />

de 1999.


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

Cuadro Cuadro 1<br />

1<br />

Dinero Dinero Dinero proporcionado proporcionado al al al SIN SIN por por entidades entidades estatales, estatales, fuera fuera de de su su presupuesto presupuesto oficial<br />

oficial<br />

(en (en millones millones millones de de dólares dólares norteamericanos)<br />

norteamericanos)<br />

119<br />

En lo que sigue, todos los precios de los sobornos están en dólares de los Estados Unidos.<br />

En la mayoría de los casos no tuvimos que convertir las cifras desde soles peruanos, porque<br />

Montesinos pagaba en dólares. Un video lo muestra disculpándose con el receptor de un<br />

soborno por pagarle en soles porque no tenía dólares a la mano.<br />

Entidad estatal Año<br />

Total<br />

1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000<br />

Ministerio <strong>del</strong> Interior 3,0 2,7 2,7 2,4 2,3 2,0 1,8 1,4 18,4<br />

Ministerio de Defensa 4,4 6,0 4,4 4,3 3,9 3,6 3,3 2,8 7,7 40,4<br />

Marina de Guerra 0,3 0,3<br />

Fuerza Aérea 0,3 0,3<br />

Ejército 0,5 1,3 1,1 1,4 1,8 1,0 7,2<br />

Total 4,4 9,1 8,2 8,2 7,4 7,3 7,1 5,6 9,1 66,5<br />

Fuente: Congreso de la República 2001a (información presentada por el coronel José Villalobos Can<strong>del</strong>a,<br />

Director Administrativo <strong>del</strong> SIN en 2000, durante su declaración, el 19 de octubre de 2001, a la comisión de<br />

investigación <strong>del</strong> Congreso).<br />

Los precios de los sobornos para los políticos se presentan en el cuadro 2. El monto de<br />

estos sobornos se encontraba generalmente entre cinco mil y veinte mil dólares mensuales.<br />

En 1995, la paga oficial mensual de un congresista, en comparación, era aproximadamente<br />

de 4.500 dólares, más 4.500 dólares para gastos (Pollarolo 2001). Un caso atípico<br />

era el de Rodríguez Aguilar, quien cobraba 50.000 dólares al mes. De acuerdo con Montesinos,<br />

«las conversaciones con la señora [Rodríguez] eran más lentas, duraban alrededor de tres<br />

semanas, porque ella es una persona difícil y porque su marido, que era el alcalde de Piura,<br />

siempre la estaba aconsejando». Al parecer el soborno era más elevado que lo usual porque<br />

ella era una negociadora dura y porque se pagaba a dos políticos por el precio de uno.<br />

Además de los pagos mensuales, algunas veces Montesinos hacía pagos únicos de hasta<br />

cien mil dólares, llamándolos «contribuciones de campaña», aunque, proviniendo <strong>del</strong> SIN,<br />

difícilmente se trataba de dinero convencional de campaña.<br />

Los sobornos eran no solo para los congresistas de oposición, sino también para el gabinete<br />

de Fujimori. Un ejemplo prominente es Federico Salas, el último primer ministro de<br />

Fujimori, quien confesó haber aceptado de Montesinos un salario extra de treinta mil<br />

dólares mensuales. Si bien parece extraño que Fujimori haya sentido la necesidad de sobornar<br />

a sus propios aliados, tal vez se hacía así porque había entrado a la política sin un


120<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

partido y debía construir uno propio. La política en el Perú estaba movida menos por<br />

ideología o política que por temas distributivos.<br />

Los tratos con los congresistas fueron consumados en abril y mayo <strong>del</strong> año 2000, en<br />

vísperas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Montesinos hacía un pago<br />

inicial inmediato por firmar y después pagos mensuales. La bonificación por firmar era por<br />

la misma cantidad que el pago mensual. Los congresistas sobornados firmaron tres documentos:<br />

un recibo por el soborno, una carta solicitando a Fujimori que los admitiera en su<br />

partido, Perú 2000, y, en papel membretado <strong>del</strong> Congreso, un «compromiso de honor». Un<br />

ejemplo de estos documentos se muestra en el anexo 1, en el cual el congresista Mario<br />

González Inga acuerda cambiarse al partido de Fujimori por un período congresal, prometiendo<br />

«recibir instrucciones directas» de Montesinos.<br />

Cuadro Cuadro 2<br />

2<br />

Captación Captación Captación de de políticos<br />

políticos<br />

Congresista<br />

Congresistas que se cambiaron a Perú 2000 (3)<br />

José Luis Cáceres Velásquez<br />

Róger Cáceres Pérez<br />

Ruby Rodríguez de Aguilar<br />

Jorge Polack Merel<br />

Juan Carlos Miguel Mendoza<br />

<strong>del</strong> Solar<br />

Gregorio Ticona Gómez<br />

José Luis Elías Ávalos<br />

Antonio Palomo Orefice<br />

Mario Gonzáles Inga<br />

Partido (1)<br />

(y apellido <strong>del</strong><br />

candidato<br />

presidencial)<br />

FREPAP (Ataucusi)<br />

FREPAP (Ataucusi)<br />

APRA (Salinas)<br />

PSN (Castañeda)<br />

PSN (Castañeda)<br />

PP (Toledo)<br />

A (Salas)<br />

PP (Toledo)<br />

PP (Toledo)<br />

Soborno<br />

mensual<br />

(en dólares)<br />

20.000<br />

20.000<br />

50.000<br />

(5)<br />

10.000<br />

10.000<br />

15.000<br />

20.000<br />

20.000<br />

Favores (2)<br />

(montos en dólares)<br />

50.000 (una vez) (4)<br />

.<br />

100.000 (una vez).<br />

Favores judiciales.<br />

Favores judiciales para su esposo.<br />

Cargo de vicepresidente de la Comisión<br />

de Relaciones Exteriores <strong>del</strong> Congreso.<br />

15.000 (bonificación por firma).<br />

20.000 (automóvil).<br />

3.000 (departamento).<br />

Arreglo de tierras en el Lago Titicaca<br />

para asegurar su reelección.<br />

40.000 («reembolso por campaña»).<br />

60.000 (continuación de campaña).


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

Congresista<br />

Alberto Kouri<br />

Edilberto Canales Pillaca<br />

Eduardo Farah<br />

Jorque D’Acunha Cuervas<br />

Waldo Enrique Ríos Salcedo<br />

María <strong>del</strong> Milagro Huamán<br />

José León Luna Gálvez<br />

Guido Pennano Allison<br />

Rolando Reátegui<br />

Luz Salgado<br />

Carmen Lozada de Gamboa<br />

Manuel Vara Ochoa<br />

Martha Chávez Cossío de Ocampo<br />

Sobero Taira<br />

Miembros <strong>del</strong> Poder Ejecutivo<br />

Víctor Joy Way<br />

Federico Salas<br />

Alberto Bustamante<br />

Partido (1)<br />

(y apellido <strong>del</strong><br />

candidato<br />

presidencial)<br />

PP (Toledo)<br />

PP (Toledo)<br />

PSN (Castañeda)<br />

PP (Toledo)<br />

FIM (Olivera)<br />

PP (Toledo)<br />

PSN (Castañeda)<br />

FIM (Olivera)<br />

Perú 2000<br />

Perú 2000<br />

Perú 2000<br />

Perú 2000<br />

Perú 2000<br />

Perú 2000<br />

Primer Ministro<br />

Primer Ministro<br />

Ministro de Justicia<br />

Soborno<br />

mensual<br />

(en dólares)<br />

15.000<br />

Congresistas que no cambiaron de partido (informantes o espías)<br />

Congresistas <strong>del</strong> partido de Fujimori<br />

10.000<br />

30.000<br />

7.000<br />

15.00030.000<br />

(Pinchi).<br />

20.000 (automóvil).<br />

20.000<br />

20.000<br />

20.000<br />

20.000<br />

20.000<br />

15.000<br />

10.000<br />

30.000<br />

5.000<br />

Favores (2)<br />

(montos en dólares)<br />

Favores judiciales.<br />

Aparentemente no recibió pagos.<br />

121<br />

10.000 (pago único).<br />

Ayuda judicial ante el Jurado Nacional<br />

de Elecciones.<br />

Fuentes: Congreso de la República 2001b (declaración pública de Montesinos en el Congreso); transcripción<br />

<strong>del</strong> primer video en el cual Montesinos entrega quince mil dólares a Kouri (La República 2000); confesión de<br />

Federico Salas (El Comercio s.a.).<br />

Notas<br />

Notas<br />

(1) Siglas partidarias: FREPAP (Frente Popular Agrícola <strong>del</strong> Perú), PAP (Partido Aprista Peruano), PP (Perú<br />

Posible), A (Avancemos), FIM (Frente Independiente Moralizador), PSN (Partido Solidaridad Nacional).<br />

(2) Los pagos son mensuales, a menos que se especifique lo contrario.<br />

(3) Partido de Alberto Fujimori.<br />

(4) La fuente de este dato es Matilde Pinchi Pinchi, la contadora de Montesinos.<br />

(5) Matilde Pinchi sostuvo que Polack recibió tres pagos por 80.000, 250.000 y 160.000 dólares. Montesinos<br />

no lo negó cuando fue interrogado sobre este tema, pero solicitó que se le permitiera no hablar de él en<br />

público por tratarse de un «asunto privado».


122<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

Los sobornos a los jueces se encuentran en el cuadro 3. Las sumas destinadas a ellos son más<br />

inciertas que en el caso de los políticos y los medios de comunicación porque nuestra información<br />

es incompleta. Los números de la primera columna de datos de sobornos <strong>del</strong> cuadro 3<br />

muestran agregados de un número desconocido de pagos. La frecuencia con la que los jueces<br />

eran pagados no es clara, aunque en un caso, el de Montes de Oca, existe evidencia en video de<br />

que recibía un pago mensual de diez mil dólares 14 . Los números de la segunda columna de<br />

información sobre sobornos <strong>del</strong> cuadro 3 provienen de recibos. Nuestra mejor conjetura es que<br />

los pagos a los jueces eran mensuales, como en el caso de los políticos y los ejecutivos de los<br />

medios de noticias, y que la segunda columna de datos sobre sobornos muestra entonces pagos<br />

mensuales. Los sobornos de los jueces tienden a ser menores que los de los políticos. El precio<br />

<strong>del</strong> soborno para jueces de la Corte Suprema o de cortes superiores está generalmente entre<br />

cinco y diez mil dólares mensuales, lo que equivale a dos o tres veces sus sueldos oficiales.<br />

Cuadro Cuadro 3<br />

3<br />

Captación Captación <strong>del</strong> <strong>del</strong> P PPoder<br />

P oder Judicial Judicial<br />

Judicial<br />

Cargo<br />

Gerente general <strong>del</strong> Poder Judicial<br />

Magistrado <strong>del</strong> Jurado Nacional de<br />

Elecciones<br />

Magistrado <strong>del</strong> Jurado Nacional de<br />

Elecciones<br />

Presidente de la Corte Suprema<br />

Juez supremo<br />

Presidente de Corte Superior<br />

Juez superior<br />

Juez en la Corte de Apelaciones<br />

Juez supremo, provisional<br />

Juez supremo<br />

Nombre<br />

Ricardo Mendoza Torres<br />

(primo de Montesinos)<br />

Alipio Montes de Oca<br />

Luis Serpa Segura<br />

Víctor Raúl Castillo Castillo<br />

Luis Ortiz Bernardini<br />

Pedro Infantes Mandujano<br />

Raúl Lorenzzi Goicochea<br />

William Paco Castillo Castillo<br />

Alejandro Rodríguez Medrano<br />

Carlos Saponara Miligan<br />

14. Videos 888 y 889, 3 de mayo de 1998 (Jochamowitz 2002:192).<br />

Datos sobre<br />

sobornos<br />

(en dólares) (1)<br />

55.000<br />

50.000<br />

45.000<br />

35.000<br />

25.000<br />

24.000<br />

25.000<br />

16.000<br />

10.000<br />

10.000<br />

Recibos de<br />

sobornos<br />

(en dólares) (2)<br />

10.000<br />

5.000<br />

10.000<br />

10.000<br />

15.000<br />

10.000<br />

10.000<br />

10.000<br />

10.000<br />

10.000<br />

10.000<br />

5.000<br />

3.000<br />

3.000<br />

10.000<br />

5.000<br />

5.000<br />

10.000<br />

5.000<br />

5.000


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

Cargo<br />

Juez superior en una corte local<br />

Juez<br />

Juez<br />

Juez<br />

Juez<br />

Juez<br />

Jueza<br />

Jueza<br />

Juez<br />

Juez<br />

Presidente de la Sala de Derecho<br />

Público<br />

Nombre<br />

Daniel Bedrinana García<br />

Percy Escobar Lino<br />

Fernando Aguirre Infante<br />

Manuel Ruiz Cueto<br />

William Ardiles Campos<br />

Víctor Martínez Can<strong>del</strong>a<br />

Sonia Pineda<br />

Alminda López Pizarro<br />

Willy Herrera Casina<br />

Nicolás Trujillo López (caso Ivcher)<br />

Sixto Muñoz Sarmiento<br />

(casos Lucchetti e Ivcher)<br />

Datos sobre<br />

sobornos<br />

(en dólares) (1)<br />

2.500<br />

10.000<br />

10.000<br />

6.000<br />

3.000<br />

3.000<br />

2.500<br />

2.500<br />

2.500<br />

123<br />

Recibos de<br />

sobornos<br />

(en dólares) (2 )<br />

5.000<br />

5.000<br />

5.000<br />

3.000<br />

3.000<br />

Otros involucrados, pero sin información sobre sobornos (3)<br />

- Jueces de la Corte Suprema: Orestes Castellares Cámac, Eliana Salinas de Alencastre, Jorge<br />

González Campos, Arturo Chocano Polanco, José Pariona Pastrana, Carlos Alarcón <strong>del</strong> Portal,<br />

Wilber Villafuerte Mogollón, Juan Quispe Alcalá, Luis Castro Reyes, Carlos Henríquez Colfer,<br />

Juan Miguel Ramos Lorenzo.<br />

- Jueces: Segundo Sarriá Carbajo, Carlos Alcántara Peraz, Karina Sánchez Alarcón, Ricardo Núñez<br />

Espinoza, Arturo Vílchez Requejo, José Ríos Olson.<br />

Fuente: Bresani (2003) y cálculos de los autores.<br />

Notas<br />

Notas<br />

(1) Bresani 2003.<br />

(2) Datos provenientes de un conjunto de recibos que obtuvimos de fuentes periodísticas peruanas. La frecuencia<br />

de estos pagos no es clara a partir de la información disponible. Es probable que los datos de<br />

Bresani (2003) sumen los recibos, pero él no proporciona referencias para estos datos.<br />

(3) Esta lista proviene de Bresani (2003) y ha sido confirmada por varios informes periodísticos.<br />

Los sobornos para los medios de noticias están en el cuadro 4. El director de Expreso, un<br />

periódico de gran circulación, recibió un millón de dólares en dos pagos separados por tres<br />

semanas, ostensiblemente para que comprara un paquete accionario suficiente para controlar<br />

la compañía. El Tío, un tabloide, recibió un total de 1,5 millones de dólares a lo largo<br />

de dos años (aproximadamente sesenta mil dólares mensuales), bajo un contrato de incentivo<br />

basado en el contenido <strong>del</strong> diario: de tres a cuatro mil dólares por un encabezado en<br />

primera plana, cinco mil dólares por un artículo a toda página, quinientos dólares por un<br />

artículo más corto. Otros tabloides, como El Chato, El Chino, La Chuchi, El Mañanero y El<br />

Diario Más, según Conaghan (2002:118), obtenían tratos similares.


124<br />

Cuadro Cuadro Cuadro 4<br />

4<br />

Captación Captación Captación de de de medios medios de de comunicación<br />

comunicación<br />

Canales Canales de de televisión<br />

televisión<br />

América Televisión (canal 4;<br />

José Francisco Crousillat)<br />

Frecuencia Latina (canal 2;<br />

Samuel y Men<strong>del</strong> Winter, propietarios<br />

después <strong>del</strong> exilio de Baruch Ivcher)<br />

Panamericana Televisión (canal 5;<br />

Manuel Delgado Parker,<br />

hermano de Genaro, y Ernesto<br />

Schutz, accionistas)<br />

Cable Canal de Noticias (CCN;<br />

Vicente Silva Checa, video 1778)<br />

Andina de Televisión (ATV, canal 9;<br />

Julio Vera)<br />

Red Global (canal 13;<br />

Genaro Delgado Parker,<br />

hermano de Manuel)<br />

Prensa Prensa escrita escrita<br />

escrita<br />

Expreso (diario de opinión;<br />

Eduardo Calmell <strong>del</strong> Solar, director y<br />

accionista)<br />

El Tío (prensa chicha, popular;<br />

José Olaya Correa, propietario y<br />

director)<br />

La Chuchi (prensa chicha, popular;<br />

Oliveri y Estenós, propietarios)<br />

El Chato (prensa chicha, popular;<br />

Rafael Documet, fundador, y<br />

Rubén Gamarra, director)<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

Medio de comunicación Soborno estimado (en dólares)<br />

9.000.000 (contrato firmado por 1.500.000 mensuales entre<br />

noviembre de 1999 y abril de 2000, posiblemente más) (1) .<br />

619.000 (octubre de 1998, promesa de más pagos mensuales)<br />

(1)(2) .<br />

3.000.000 (contrato firmado por 500.000 al mes entre<br />

noviembre de 1999 y abril de 2000, posiblemente más) (3) .<br />

3.073.407 (diciembre de 1999, por un incremento de capital<br />

que dio a Montesinos el 27% de las acciones) (3) .<br />

9.000.000 (contrato acordado entre Schutz y Montesinos<br />

en el video 1783. En total Montesinos afirma haber entregado<br />

10.600.000 a Schutz) (2) .350.000 (entregados por<br />

Montesinos a Schutz, video mostrado al Congreso, 2 de<br />

octubre de 2001) (2) .<br />

2.000.000 (por sus acciones en CCN vendidas al Ministerio<br />

de Defensa, noviembre de 1999) (1) .<br />

50.000 (para despedir a Cecilia Valenzuela y Luis Iberico) (1) .<br />

A cambio de apoyo en negocios y favores judiciales, Delgado<br />

Parker despidió al popular comentarista César<br />

Hildebrandt (1) .<br />

1.000.000 (en dos armadas, para adquirir acciones en el<br />

diario) (1) ; y videos 1492, 1736 y 1753.<br />

1.500.000 (entre 1998 y 2000) (1) .<br />

3.000-4.000 (por encabezado); 5.000 (por cobertura interior<br />

completa); 500 (por historias más pequeñas) (1) .<br />

8.000 semanales (la misma editora que El Mañanero,<br />

Editora Americana) (4) .<br />

1.000 (cada vez que salía; circulación reducida, dos o<br />

tres veces por semana) (4) .


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

Medios no captados<br />

- Diarios: La República, El Comercio<br />

- Revistas: Caretas<br />

- Canal de noticias de cable: Canal N (propiedad de El Comercio)<br />

Medios estatales<br />

- Diario: El Peruano<br />

- Canal de televisión: Televisión Nacional Peruana<br />

- Estación de radio: Radio Nacional<br />

Fuentes<br />

(1) Conaghan (2002).<br />

(2) Bowen y Holligan (2003).<br />

(3) La República (2001).<br />

(4) Bresani (2003).<br />

125<br />

Entre los canales de televisión, uno (canal 7) era propiedad <strong>del</strong> Estado, y Montesinos tenía<br />

control sobre sus contenidos. Las cinco estaciones privadas de televisión, los canales 2, 4,<br />

5, 9 y 13, y un servicio de cable, CCN, fueron sobornados. Solo un canal de televisión no lo<br />

fue: la otra estación de cable, Canal N. Sin embargo, su tarifa mensual como canal privado<br />

de cable lo ponía fuera <strong>del</strong> presupuesto de la mayoría de los peruanos y sus suscriptores se<br />

contaban solo en decenas de miles (Bowen y Holligan 2003:332–337).<br />

El canal 4, que tenía la mayor audiencia, recibía 1,5 millones de dólares al mes en sobornos.<br />

El canal 2 recibía quinientos mil dólares al mes y el canal 5 una suma similar. Los otros<br />

dos canales, que tenían menores audiencias, recibían sobornos mediante compras de acciones<br />

y otros acuerdos de negocios y favores judiciales.<br />

Los propietarios de los canales de televisión firmaban contratos escritos. En el contrato<br />

entre Montesinos y el canal 2, por ejemplo, Montesinos compraba el control total sobre<br />

las nuevas transmisiones por un pago mensual de quinientos mil dólares (La República<br />

2001). El contrato tiene la forma de un documento legal. Montesinos, quien conservaba<br />

la única copia, no es mencionado, sino solamente llamado «el Contratista». El contrato<br />

añade que esto «no anula, sin embargo, el valor legal <strong>del</strong> documento». Al comienzo de<br />

cada mes, Montesinos debía pagar al canal 2 su medio millón de dólares. Al mismo<br />

tiempo, el canal debía entregarle una carta de crédito por este monto, la cual sería<br />

destruida una vez cumplidas las obligaciones <strong>del</strong> canal. En caso de demorarse con un<br />

pago, se incurría en una penalidad de 1% al día, elevándose a 5% después de siete días.<br />

Si el canal incumplía el acuerdo, Montesinos podía resolver la cuestión sin que el canal<br />

«tuviera ningún derecho de reclamo en ninguna forma». Las obligaciones contractuales


126<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

de Montesinos incluían «hacer cualquier otra cosa que fuera necesaria». El canal acordaba<br />

permitir a Montesinos examinar los programas nuevos de cada día antes de que salieran<br />

al aire y no trasmitir nada acerca de los candidatos a la presidencia o al Congreso, ni<br />

ningún programa referido «explícita o implícitamente a temas políticos» sin la autorización<br />

escrita de Montesinos.<br />

¿Cuánto pagó Montesinos en total? El costo de sobornar a los políticos para obtener una<br />

mayoría en el Congreso sumaba menos de trescientos mil dólares mensuales. El costo total<br />

de sobornar jueces (estimado, porque no disponemos de información completa para ellos)<br />

era de 250.000 dólares mensuales 15 . El costo total de sobornar a los canales de televisión<br />

era de más de tres millones de dólares mensuales. La televisión representaba el cheque<br />

más caro en orden de magnitud.<br />

EL CONTROL DE MONTESINOS<br />

Los videos muestran a Montesinos jactándose de su control sobre los medios (e incluso<br />

exagerando la cantidad que pagaba). «Cada canal toma dos millones de dólares al mes,<br />

pero es la única manera. Por eso hemos ganado, porque nos hemos sacrificado así». Él,<br />

conversando con algunos allegados acerca de los dueños de los canales de televisión,<br />

decía: «Les hemos hecho firmar papeles y todo. Acá nos estamos jugando una cosa seria.<br />

Están todos, todos alineaditos. Todos los días yo tengo reunión a las doce y media <strong>del</strong> día<br />

con ellos acá, y […] planificamos lo que sale en el noticiero de la noche». Además, contó a<br />

uno de los propietarios de un canal que seguía cuidadosamente los programas de noticias<br />

veinticuatro horas al día. «Hago un seguimiento de tiempos y hago un seguimiento de<br />

personajes y al final hago un resumen <strong>del</strong> día: cuánto tiempo se dedicó a tal actividad,<br />

cuánto a tal actividad, cuánto a favor, cuánto en contra». Incluso ofreció a uno de los<br />

canales de televisión un equipo de agentes <strong>del</strong> SIN para que trabajara allí como una «unidad<br />

de investigación» 16 . Montesinos dedicó considerables recursos a controlar los medios,<br />

incluso su propio tiempo y los recursos humanos <strong>del</strong> SIN, confirmando cuán importantes<br />

consideraba a los medios.<br />

15. Se llega al total para los jueces de la siguiente manera: primero, sumando los totales mensuales de la<br />

última columna <strong>del</strong> cuadro 3, obtenemos alrededor de cien mil dólares. Segundo, como no disponemos<br />

de datos para los once jueces de la Corte Suprema y los quince jueces ordinarios que (de acuerdo con<br />

Bresani 2003) fueron sobornados, y si asumimos que los de la Corte Suprema que faltan obtuvieron<br />

aproximadamente los mismos sobornos que aquellos para quienes tenemos datos y que los jueces<br />

ordinarios obtuvieron tres mil dólares mensuales (probablemente una sobrestimación), entonces, el<br />

total se eleva a alrededor de 250.000 dólares.<br />

16. Citas <strong>del</strong> video 1792, 26 de noviembre de 1999; audio 1736, 14 de setiembre de 1999; videos 1<strong>67</strong>7-<br />

1<strong>67</strong>9, 25 de agosto de 1999 (Jochamowitz 2002:17; 49); y audio B-139, sin fecha.


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

127<br />

Los pagos en efectivo subestiman los sobornos de Montesinos, porque este canalizaba<br />

dinero extra a los periódicos y a la televisión mediante la publicidad <strong>del</strong> gobierno. El Estado<br />

se convirtió en el mayor anunciante <strong>del</strong> Perú, con un aumento <strong>del</strong> gasto de 52% en este<br />

rubro entre 1997 y 1999. Asimismo, en 1999, el gobierno permitió a los medios de comunicación<br />

compensar sus impuestos atrasados con avisos gratuitos de la agencia estatal de<br />

salud. Adicionalmente, se solicitó a compañías con las cuales Montesinos tenía arreglos<br />

colaterales que anunciaran en ciertos medios de comunicación como una manera de apoyar<br />

la reelección de Fujimori (Bresani 2003; Degregori 2000; Schmidt 2001).<br />

El dinero no era lo único que Montesinos usaba para influir en la gente. Los favores eran<br />

comunes: ascensos, influencias judiciales, apoyo en campañas electorales y votaciones<br />

congresales (Moreno Ocampo 2003). A veces lo único que se intercambiaba era una simple<br />

promesa de futuros favores indefinidos. Luego de acceder al pedido <strong>del</strong> dueño de un canal<br />

de televisión, por ejemplo, Montesinos dijo: «Me das los trabajos difíciles». Su interlocutor<br />

replicó: «Pero, por supuesto, a cambio estoy a tu disposición para lo que quieras».<br />

Los canales de televisión recibieron diversos favores. Montesinos intercedió ante el Poder<br />

Judicial para ayudar al canal 5 a maniobrar en un difícil juicio. Por otro lado, para apoyar<br />

al dueño <strong>del</strong> canal de cable CCN, arregló la compra de acciones de su compañía mediante<br />

la Caja de Pensiones Militar Policial. Además, diseñó un complejo acuerdo que involucraba<br />

al canal 2, al canal 4 y al segundo banco más grande <strong>del</strong> Perú, el Banco Wiese Sudameris.<br />

Los dos canales debían al banco aproximadamente trece millones de dólares. Montesinos<br />

persuadió al director ejecutivo <strong>del</strong> banco para refinanciar las deudas. A cambio, resolvió un<br />

problema tributario al banquero 17 .<br />

Los jueces y políticos también obtenían sobornos no monetarios, por ejemplo, un automóvil<br />

o una casa. Un magistrado <strong>del</strong> Jurado Nacional de Elecciones, Rómulo Muñoz Arce,<br />

negoció empleos para su esposa y su hijo, así como el pago de la educación de su hija en<br />

los Estados Unidos. Montesinos le pagó un vuelo en primera clase. Cuando el magistrado<br />

se lo mencionó, exclamó: «¡Claro, no la voy a mandar pues en clase económica!» 18 .<br />

Por otra parte, los militares estaban bajo el control de Montesinos, quien manejaba los<br />

ascensos y, por lo tanto, podía usarlos como una forma no monetaria de soborno. Se aseguraba<br />

de que solo quienes le eran leales alcanzaran los grados más altos. De acuerdo con<br />

Daniel Mora, un general al que forzó al retiro temprano, «ascendía no a los más brillantes<br />

17. Audio 896, 20 de enero de 1998, y video 1790, 10 de noviembre de 1999.<br />

18. Video 1318, 11 de noviembre de 1998.


128<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

o mejores, sino a los mediocres y débiles». Hacia el 2000, los seleccionados por Montesinos<br />

detentaban todos los diecisiete puestos más altos de las Fuerzas Armadas. De estos, trece<br />

habían sido sus compañeros de clase como cadetes en la academia militar <strong>del</strong> Perú, uno<br />

era un asociado cercano <strong>del</strong> SIN y otro era su cuñado. En 1999 comentó a un banquero:<br />

«Con las Fuerzas Armadas estamos bien; ahora ellos están con la moral alta; tú has visto,<br />

el equipo está consolidado» 19 .<br />

Montesinos ejercía el control no solo mediante el soborno y la decisión de los ascensos<br />

militares, sino también a veces mediante el chantaje. Obtenía pruebas en video de indiscreciones<br />

sexuales y usaba las cintas con fines de persuasión. Algunas eran filmadas en un<br />

prostíbulo donde los agentes <strong>del</strong> SIN habían instalado cámaras escondidas. Entre aquellos<br />

a los que extorsionó de esta manera se encontraban oficiales de las Fuerzas Armadas 20 .<br />

(Después de ser encarcelados, los jueces entregaron docenas de estos videos a la Iglesia<br />

Católica, para ser devueltos a quienes figuraban en ello.<br />

Sin embargo, Montesinos no controlaba todo. El único canal de televisión que no había<br />

sido sobornado, la pequeña estación de cable Canal N, continuaba ofreciendo un periodismo<br />

de investigación independiente. Fue este canal el que trasmitió por primera vez la<br />

videocinta que provocó la caída <strong>del</strong> régimen. Algunos periódicos, como La República y El<br />

Comercio, y algunas revistas, como Caretas, valientemente continuaron criticando al gobierno<br />

a pesar <strong>del</strong> hostigamiento <strong>del</strong> que eran objeto e informando, por ejemplo, sobre los<br />

abusos en la carrera electoral <strong>del</strong> 2000. El acoso contra ellos iba desde juicios por difamación<br />

hasta detenciones arbitrarias y amenazas de muerte. En un intento de desacreditar a<br />

cualquier periodista que osara investigar al gobierno, los tabloides difundían cientos de<br />

historias difamándolos con apodos estrafalarios: «enano mental», «diabla», «terrorista encubierto»,<br />

«provocador golpista a sueldo». Un encabezado de El Chino proclamó a tres<br />

periodistas «los animales rabiosos de la prensa anti-peruana» 21 .<br />

Si bien los tabloides que leía la mayoría de los peruanos estaban generalmente bajo el<br />

control de Montesinos, los peruanos mejor educados y más ricos leían los periódicos y<br />

revistas independientes. Al parecer Montesinos había decidido que estos medios no eran lo<br />

suficientemente influyentes para que valiera la pena sobornarlos. Un vladivideo lo muestra<br />

diciendo que el asunto no lo preocupaba: «¿Qué me importa El Comercio? Ellos tienen<br />

un tiraje de 80.000. 80.000 periódicos es una mierda. Lo que me preocupa es el canal 4 […].<br />

19. Holligan (2000); Rospigliosi (2000); video 1583, 22 de junio de 1999 (Jochamowitz 2002:149).<br />

20. Scrutton (2001).<br />

21. Sobre el hostigamiento a periodistas, véase: Conaghan (2002:116); Schmidt (2001:2–3). Y sobre las<br />

calumnias de los tabloides: Salazar 1999.


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

129<br />

Llega a dos millones de personas […]. La República puede hacer lo que quiera. ¿Qué es un<br />

tiraje de 20.000?» Además, los propietarios de El Comercio parecen haber colocado tan<br />

alto el valor de su reputación que se volvieron incorruptibles. A diferencia de algunos de<br />

los otros medios de noticias, El Comercio se encontraba en una sólida situación financiera.<br />

Fundado en 1839, fue controlado desde 1898 por la familia Miró Quesada. Un secuaz de<br />

Montesinos bromeó una vez: «¿Quieres un periódico como El Comercio? Yo te hago El<br />

Comercio. Me das el dinero y me das 125 años» 22 . El Comercio poseía el Canal N, el canal de<br />

televisión que Montesinos no llegó a sobornar.<br />

Como último recurso, Montesinos tenía la opción de silenciar a un canal de televisión si se<br />

rehusaba a acatar. Lo hizo en una ocasión y el episodio fue revelador. El segundo canal más<br />

grande, Frecuencia Latina (canal 2), cuyo propietario mayoritario era Baruch Ivcher –de<br />

origen israelí y que había obtenido la nacionalidad peruana– después de ser inicialmente<br />

leal al gobierno, en 1997 comenzó a difundir investigaciones periodísticas: una acerca de<br />

agentes <strong>del</strong> SIN que habían sido torturados por hablar a la prensa sobre el SIN; otra sobre<br />

las declaraciones de impuestos de Montesinos, que mostraban que sus ingresos excedían<br />

ampliamente su salario de funcionario <strong>del</strong> gobierno. En represalia, el Ministro <strong>del</strong> Interior<br />

despojó a Ivcher de la ciudadanía. Como extranjero no estaba autorizado, por ley, a ser<br />

propietario de un canal de televisión. Un juez dócil asignó la propiedad <strong>del</strong> canal a una<br />

minoría de accionistas que estaban en deuda con Montesinos. En a<strong>del</strong>ante, Frecuencia<br />

Latina trasmitió propaganda a favor de Fujimori. Más tarde, Ivcher relató a un periodista<br />

que, seis meses después de habérsele retirado la ciudadanía, se le ofreció un soborno de<br />

diecinueve millones de dólares –que rechazó– a cambio <strong>del</strong> cual el gobierno tendría poder<br />

de veto sobre el contenido de los nuevos programas (Bridges 2002).<br />

El episodio Ivcher muestra la severidad con la que Montesinos castigaba la defección.<br />

Ivcher perdió la ciudadanía, su compañía y una buena parte de su riqueza. El episodio<br />

muestra, también, que la retribución era costosa para el gobierno. El hostigamiento a<br />

Ivcher provocó ruidosas manifestaciones en Lima. La Conferencia Episcopal peruana denunció<br />

la revocación de la ciudadanía de Ivcher como «ilegal y peligrosa». También hubo<br />

repercusiones en el extranjero. El Congreso de los Estados Unidos, citando el caso de Ivcher,<br />

emitió una declaración condenando la interferencia con la libertad de prensa en el Perú. La<br />

Corte Interamericana de Derechos Humanos celebró una sesión sobre el caso Ivcher, después<br />

de la cual Fujimori retiró al Perú de la jurisdicción de esta corte. Fujimori debía<br />

enfrentar costos para silenciar a un canal de televisión y, por lo tanto, los canales de<br />

televisión tenían poder de negociación.<br />

22. Video 1318, 11 de noviembre de 1998, y videos 1459 y 1460, 7 de abril de 1999.


130<br />

¿POR QUÉ LA TELEVISIÓN?<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

Las instituciones de la democracia forman un sistema de incentivos que da forma y restringe<br />

el comportamiento <strong>del</strong> gobierno. La mayoría de los análisis sobre los controles y contrapesos<br />

los examinan separadamente: elecciones (Maskin y Tirole 2004), partidos políticos (Persson<br />

et al. 1997), Poder Judicial (La Porta et al. 2004) y medios de noticias (Besley y Prat 2004;<br />

Djankov et al. 2003). Sin embargo, las partes <strong>del</strong> sistema interactúan. Un par de mecanismos<br />

de gobernabilidad pueden ser complementarios, en el sentido de que uno funciona mejor<br />

cuando existe el otro o de que fortalecer a uno incrementa la efectividad marginal <strong>del</strong> otro<br />

(Milgrom y Roberts 1990). Los políticos de oposición son más potentes, por ejemplo, cuanto<br />

más libre es la prensa. Los mecanismos de equilibrio de poder se refuerzan mutuamente.<br />

Inversamente, la ausencia de un mecanismo limita a los otros. Sin independencia judicial,<br />

los medios pierden fuerza. Por ejemplo, un juez obsecuente contribuyó a la restricción de<br />

los medios al ratificar la expropiación <strong>del</strong> canal de televisión de Ivcher. Sin independencia<br />

judicial, la competencia política se debilita. Por ejemplo, los magistrados <strong>del</strong> Jurado Nacional<br />

de Elecciones pasaron por encima de la Constitución para permitir a Fujimori ser candidato<br />

para un tercer mandato. Sin competencia política, la independencia judicial está en<br />

riesgo. Por ejemplo, al suspender el Congreso en el autogolpe de 1992, Fujimori pudo ganar<br />

control sobre los jueces. Con los medios de noticias en riesgo, la competencia política se<br />

debilita. Un vladivideo muestra a Montesinos hablando sobre una conferencia de prensa<br />

<strong>del</strong> candidato presidencial de oposición: «Ningún canal ha pasado la conferencia de prensa.<br />

No existió nunca».<br />

Esta cadena de complementariedades implica que los controles y contrapesos forman un<br />

paquete. Si uno es débil, todos los son. En este sentido, cada control es vital. Sin embargo,<br />

los sobornos diferían: los medios de noticias, en particular la televisión, eran el mecanismo<br />

más costoso de debilitar. Es decir, la televisión era la restricción crucial.<br />

Si bien los sobornos pagados a los diarios eran más altos que los pagados a los jueces y<br />

políticos, eran más bajos que los de la televisión. ¿Por qué a Montesinos le preocupaba<br />

menos la prensa escrita que la televisión? La diferencia está en su alcance. La televisión es<br />

donde la mayoría de los peruanos obtiene noticias. Incluso los barrios más pobres de Lima<br />

están sembrados de antenas de televisión y el 95% de los hogares de Lima poseen un<br />

televisor. En contraste, los diarios de mayor difusión eran El Comercio, con un tiraje de<br />

seiscientos mil, y el tabloide sensacionalista Ojo, con trescientos mil (Schmidt 2001:13).<br />

Sus lectores eran una pequeña fracción de la audiencia televisiva, que incluía a la mayor<br />

parte de los veintiocho millones de peruanos.


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

131<br />

¿Por qué los dueños de canales de televisión eran más caros de sobornar que los políticos y<br />

los jueces? Una explicación simple es que eran más ricos. Los sobornos a los jueces eran entre<br />

una vez y media y cuatro veces sus salarios oficiales. Los sobornos a los políticos eran múltiplos<br />

de sus ingresos oficiales. En contraste, unos cuantos miles de dólares al mes no iban a impresionar<br />

al rico propietario de un canal de televisión. Sin embargo, esta no parece ser la explicación<br />

completa. Los canales de televisión (los cuales eran de propiedad privada y exclusiva)<br />

estaban fuertemente endeudados y se dice que esta era la razón por la cual sus dueños<br />

estaban listos a aceptar los sobornos de Montesinos (Conaghan 2002). Si hubieran gozado<br />

de mayor seguridad económica, tal vez habrían sido más difíciles de sobornar.<br />

Pero la explicación de por qué la televisión es diferente debe ir más al fondo. Ofrecemos<br />

aquí dos explicaciones complementarias. Primero, un canal de televisión tiene un poder de<br />

resistencia que no tiene ni un político ni un juez. Segundo, la televisión es parte de un<br />

mecanismo de restricción que es más fundamental que los políticos o el poder judicial.<br />

Para formar una coalición ganadora con el Congreso, Montesinos debió sobornar solo a<br />

algunos políticos de oposición. El Congreso tiene 120 miembros. En el año 2000, el partido<br />

de Fujimori, Perú 2000, ganó 51 curules. Por lo tanto, Fujimori necesitaba diez votos más<br />

para tener mayoría absoluta. Así, Montesinos sobornó a doce congresistas para que cambiaran<br />

de bando y se unieran a Fujimori, de modo que tenía dos más que el mínimo necesario<br />

para una mayoría. Pero no se detuvo ahí. Compró cinco congresistas más, pero les<br />

pidió que no cambiaran, que se quedaran en sus partidos para actuar como informantes<br />

secretos. Evidentemente, Montesinos había calculado que necesitaba comprar solo a 17 de<br />

los 69 congresistas de oposición.<br />

Del mismo modo, Montesinos solo tenía que sobornar a algunos jueces. En 1995 Fujimori<br />

había promulgado lo que él llamaba una «reforma» judicial, la cual recortaba la independencia<br />

<strong>del</strong> Poder Judicial mediante la instalación de jueces «provisionales», los cuales podían<br />

ser destituidos por el gobierno. Hacia 1997, el 73% de los jueces <strong>del</strong> Poder Judicial<br />

habían sido cambiados al estatus de provisional (Hernández Breña 2003). La ausencia de<br />

titularidad segura hacía a estos jueces susceptibles a la presión. En los juzgados menores,<br />

Montesinos tenía cierto poder para asignar jueces a determinados casos, de tal manera<br />

que podía encargar casos sensibles a jueces amigables (García Calderón 2001:49; World<br />

Bank 2001: párrafos 8-22). En la Corte Suprema, las decisiones eran tomadas por mayoría,<br />

de tal manera que era suficiente corromper a tres de los cinco jueces.<br />

¿Por qué los jueces honestos no ponían al descubierto a los corruptos? Nuevamente, la<br />

explicación está en la interrelación entre los controles y contrapesos. Con los medios de


132<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

noticias capturados habría sido difícil para los jueces honestos conseguir atención y<br />

Montesinos habría calumniado a los denunciantes para desacreditarlos.<br />

Puesto que la oferta de políticos y jueces corruptibles excedía la limitada demanda de<br />

Montesinos, los políticos y jueces tenían escaso poder de negociación, de manera que su<br />

precio, como lo muestran los datos, era relativamente bajo. En contraste, en el caso de la<br />

televisión, Montesinos debía sobornar a «todos» los canales de gran audiencia. Si hubiera<br />

conseguido sobornar a todos menos uno, ese canal renegado podría haberlo dañado<br />

unilateralmente trasmitiendo historias desfavorables para él (Besley y Prat 2004). Cada<br />

canal de televisión tenía poder de resistencia, independientemente de cuántos de ellos<br />

había podido comprar.<br />

El juego de negociación de Stole y Zwiebel (1996) se aplica aquí. En el equilibrio de este<br />

juego, Montesinos compra unos cuantos políticos más de los que necesita, porque tener<br />

políticos extra a la mano implica que el voto de ningún individuo define el resultado<br />

(Groseclose y Snyder 1996). Como se ha mencionado, efectivamente Montesinos sobornó<br />

a dos congresistas más de los que necesitaba para obtener la mayoría. Con los jueces la<br />

historia es la misma. Montesinos paga a los políticos y jueces solo un poco más que el valor<br />

mínimo necesario para que transijan en su integridad. En contraste, las estaciones de<br />

noticias tienen poder de resistencia individual, por lo que Montesinos debe ofrecer una<br />

porción importante <strong>del</strong> excedente (el valor que asigna al control menos los sobornos a<br />

jueces y políticos) a los medios de noticias.<br />

Una segunda razón por la que claramente los sobornos a la televisión eran altos, además<br />

de su poder de resistencia, es que el tamaño de cada soborno reflejaba la percepción de<br />

Montesinos de cuánto estaba en juego. Esto era mayor en el caso de la televisión.<br />

En un gobierno democrático, la máxima restricción no es un Poder Judicial independiente,<br />

ni los políticos, ni la Constitución. Es la ciudadanía en su conjunto. Los ciudadanos tienen<br />

interés en asegurar que el gobierno mantenga las instituciones de la democracia. Si un<br />

gran número de ellos tienen capacidad de reaccionar cuando el gobierno viola las reglas,<br />

entonces efectivamente pueden prevenir tales violaciones. La amenaza creíble de los ciudadanos<br />

de deponer al gobierno hace que la Constitución se autoejecute. Sin embargo,<br />

como señala Weingast (1997), tales ciudadanos enfrentan un problema de coordinación<br />

para establecer un Estado de derecho. Son efectivos de manera conjunta, no aislada. Como<br />

en cualquier juego de coordinación, la acción óptima de un ciudadano individual depende<br />

de lo que él cree que los otros harán. La reacción ante el gobierno beneficia al ciudadano<br />

individual solo si este espera que muchos otros reaccionen también. Si bien en el análisis


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

133<br />

de Weingast el problema de la coordinación está exacerbado por las diferencias de intereses<br />

entre los ciudadanos, una fuente prioritaria de las dificultades de coordinación es la<br />

falta de información.<br />

Si nuestro ciudadano hipotético comprende que los demás ignoran la trasgresión <strong>del</strong> gobierno,<br />

no está en su interés actuar solo. El solo hecho de no saber si los otros saben –una<br />

falta de conocimiento público– es suficiente para frustrar la acción coordinada. Al informar<br />

a todos sobre la violación de las reglas cometida por el gobierno y al informar a todos<br />

que todos lo saben, la televisión ayuda a resolver el problema de coordinación <strong>del</strong> ciudadano.<br />

Al ser trasmitida por televisión, la trasgresión se vuelve de conocimiento público.<br />

Esta lógica se remonta a la idea <strong>del</strong> filósofo Alexander Meiklejohn (1960 [1948]) de que,<br />

en el esquema de la separación de poderes, los ciudadanos juegan un rol crucial. La primera<br />

enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, que yuxtapone las libertades de<br />

prensa y de reunión, es una declaración, no de derechos individuales, sino de autogobierno<br />

de una ciudadanía informada. Su propósito es que «cualquier verdad que salga a la luz sea<br />

puesta a disposición de todos los ciudadanos de la comunidad»; en una democracia «no es<br />

suficiente que la verdad sea conocida por otro [...]. Los votantes deben conocerla, todos<br />

ellos» (Meiklejohn 1960 [1948]:75).<br />

Luego, la diferencia entre los medios de noticias y otros controles y contrapesos es que los<br />

medios, al informar a la ciudadanía, pueden contribuir a materializar la máxima sanción,<br />

es decir, la reacción de los ciudadanos. Prácticamente nada podría impedir al gobierno<br />

sobornar a políticos y jueces en ausencia <strong>del</strong> escrutinio de los ciudadanos. Por lo tanto, los<br />

políticos de oposición y el Poder Judicial dependen de los medios de noticias, mientras que<br />

estos pueden ser efectivos incluso si los otros controles y contrapesos han colapsado.<br />

«Si no hay manejo de televisión, no hacemos nada», dijo un colaborador de Montesinos en<br />

1999, en una reunión entre Montesinos, algunos generales y algunos ejecutivos de televisión<br />

23 . No dijo lo mismo <strong>del</strong> Poder Judicial o <strong>del</strong> Congreso. Nuestro argumento de que si bien<br />

los controles son complementarios entre sí, difieren en su efectividad, puede resumirse de la<br />

siguiente manera. Puesto que los políticos y jueces son simétricos en nuestra historia, por<br />

simplicidad omitimos a los primeros. Montesinos tiene el valor de control, V (M, J). Aquí M<br />

(los medios de prensa) es igual a uno o cero, es decir, o controla o no controla a los medios,<br />

y J (los jueces) es igual a uno o cero, es decir, o controla o no controla al Poder Judicial. Ambos<br />

controles son complementarios si el valor de asegurar tanto al Poder Judicial como a los<br />

23. Palabras <strong>del</strong> general Elesván Bello (video 1792, 26 de noviembre de 1999 [Jochamowitz 2002:17]).


134<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

medios excede la suma de los valores de asegurar a cada uno separadamente, o: V (1, 1) > V<br />

(1, 0) + V (0, 1). Con complementariedad «todo o nada», tenemos V (1, 1) > 0 y V (1, 0) = 0 =<br />

V (0, 1). En contraste, el patrón menos extremo que proponemos aquí es V (1, 1) > V (1, 0) ><br />

0 y V (0, 1) = 0. Es decir, Montesinos obtiene algún valor por controlar solo a los medios y un<br />

valor adicional por controlar al Poder Judicial además de los medios; pero si no controla los<br />

medios, pierde todo. Es en este sentido que podemos decir que, mientras los controles y<br />

contrapesos son interdependientes, los medios son el control crucial.<br />

LA LA CAÍDA CAÍDA DE DE FUJIMORI<br />

FUJIMORI<br />

Confirmando su poder, fue la televisión la que finalmente derribó a Fujimori, con la<br />

ayuda de políticos honestos y de una despechada integrante <strong>del</strong> entorno. Dos congresistas<br />

de oposición, Luis Iberico y Fernando Olivera, obtuvieron la videocinta de Montesinos<br />

sobornando al congresista Kouri, cinta que había sido sustraída de la oficina de Montesinos<br />

por Matilde Pinchi Pinchi, su contadora de confianza (y amante). El 14 de setiembre de<br />

2000, Olivera la mostró en una conferencia de prensa en un hotel de Lima. De acuerdo<br />

con la reconstrucción de los hechos hecha por Bowen y Holligan (2003:389-394), la<br />

reacción de Montesinos fue amenazar a los propietarios <strong>del</strong> canal. «Quítenle importancia»,<br />

ordenó. «Si me jodo, nos jodemos todos». Le dijo a Fujimori que fuera paciente:<br />

«Después de todo, tenemos a la prensa bajo control». Sin embargo, el único canal de<br />

televisión que no había sido comprado, la estación de cable Canal N, comenzó a mostrar<br />

el video una y otra vez. En pánico, Fujimori amenazó con despedir a Montesinos, quien<br />

respondió con otra amenaza. Refiriéndose a su colección de videocintas, dijo: «Si es<br />

necesario, puedo hacer arder la pradera».<br />

A pesar de la intimidación de Montesinos, los otros canales de televisión comenzaron a<br />

trasmitir el video de Kouri. ¿Qué los indujo a romper filas? Tal vez razonaron que no podían<br />

ignorar la cinta porque tantas personas la habían visto en Canal N u oído hablar de ella (los<br />

activistas instalaron grandes pantallas de televisión en las calles para mostrar las trasmisiones<br />

de Canal N a quienes no estaban suscritos.) Además, Kouri fue a la televisión para<br />

negar que era corrupto, argumentando que los quince mil dólares recibidos eran un préstamo<br />

personal <strong>del</strong> jefe de la policía secreta, lo cual, por su total inverosimilitud, probablemente<br />

contribuyó a difundir la noticia. El régimen implosionó.<br />

¿Por qué Montesinos no sobornó al canal que habría de provocar su caída, el Canal N? Tal<br />

vez lo intentó, pero parece haber sido incapaz de lograrlo: como se ha mencionado, sus<br />

dueños conferían un valor alto a su reputación. Además, puede haber cometido un error de<br />

cálculo, estimando que era inofensivo por ser un canal de cable relativamente caro y con


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

135<br />

solo unas decenas de miles de suscriptores. La conferencia de prensa que, según dijo, «no<br />

existió nunca», sí fue trasmitida por Canal N.<br />

Si bien el video de Kouri fue suficiente para destruir a Fujimori, gobiernos en otras partes<br />

han sobrevivido a similares revelaciones. En la década de 1990, los rusos tenían amplia<br />

evidencia de una corrupción generalizada, pero no depusieron al gobierno. En Ucrania,<br />

bajo el presidente Leonid Kuchma, surgió una situación sorprendentemente parecida a la<br />

<strong>del</strong> Perú. El aparato <strong>del</strong> Estado amasó información sobre hombres de negocios, jueces y<br />

políticos. En la era postcomunista algunos se habían vuelto ricos mediante sospechosas<br />

privatizaciones y otros recibían sobornos o evadían impuestos. Kuchma usó la amenaza de<br />

acción judicial como palanca, ejerciendo control mediante la extorsión. Sin que Kuchma lo<br />

supiera, uno de sus guardaespaldas grabó en video las conversaciones que habían tenido<br />

lugar en su oficina y, en el año 2000, un político de oposición dio a conocer esas cintas. En<br />

ellas se puede oír a Kuchma ordenando a oficiales que hostigaran a políticos de oposición<br />

y activistas para manipular el voto en las elecciones presidenciales. Un periodista que se<br />

encontraba investigando la corrupción <strong>del</strong> gobierno, Georgy Gongadze, es mencionado en<br />

las cintas. En una de ellas, una voz dice: «Te lo estoy diciendo, córrelo, échalo, entrégalo a<br />

los chechenos», y en una cinta posterior: «Ese Gongadze, adiós y hasta nunca» 24 . El cadáver<br />

en descomposición de Gongadze fue hallado en un bosque, decapitado. Después de que las<br />

transcripciones de las cintas fueron colocadas en la internet (los diarios y las emisoras de<br />

televisión se encontraban bajo el control de Kuchma), miles de manifestantes salieron en<br />

masa a las calles. Sin embargo, Kuchma esperó a que las protestas se calmaran y su mandato<br />

continuó sin obstáculos.<br />

Por lo tanto, la publicidad de los <strong>del</strong>itos <strong>del</strong> gobierno a través de los medios puede no ser<br />

decisiva. ¿Por qué fue tan potente en el Perú? Como hemos argumentado, el conocimiento<br />

público de la corrupción puede crear las condiciones para que el gobierno sea derrocado,<br />

pero ello no es suficiente. La denuncia no asegura que el número necesario de ciudadanos<br />

se levante. Persiste el problema de la coordinación (Weingast 1997), además de otros<br />

factores adicionales que deben estar presentes para que pueda ser resuelto.<br />

Para cuando los vladivideos fueron trasmitidos, el gobierno ya se encontraba debilitado. La<br />

economía, la base de la legitimidad que reclamaba Fujimori, tenía un desempeño deficiente.<br />

Entre 1998 y 2000, el crecimiento económico promedio fue solo de 1,2%. La elección<br />

de Fujimori para un tercer mandato, llevada a cabo pocos meses antes, había sido tan<br />

24. Las transcripciones citadas estaban colgadas en la dirección http://www.ukar.org/kyivpo03.html. Ver<br />

Arel (2001) y Darden (2001).


136<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

ostensiblemente fraudulenta que había galvanizado a la oposición y provocado manifestaciones<br />

en las calles.<br />

La naturaleza de las videocintas era un factor adicional. Los peruanos venían sospechando<br />

por mucho tiempo que su gobierno era deshonesto. Anteriormente los periódicos independientes<br />

ya habían presentado cargos de corrupción. Sin embargo, el público encontraba<br />

difícil discernir la verdad sobre la base de acusaciones impresas. Montesinos enturbiaba<br />

las aguas, negando las acusaciones y haciendo contraacusaciones. Por el contrario, las<br />

videocintas constituían una prueba irrefutable. Es más convincente ver el pago de un<br />

soborno que leer sobre él. No solo una imagen vale más que mil palabras; la imagen presenta<br />

información que la palabra no puede trasmitir.<br />

Si bien los gobiernos no siempre son derribados después de haber sido expuestos como<br />

corruptos, el respeto de Montesinos al poder de los medios de noticias estaba bien fundado,<br />

como lo evidencia el tamaño de los sobornos.<br />

EL EL VIRUS VIRUS MONTESINOS<br />

MONTESINOS<br />

Los controles y contrapesos en el Perú, aunque suspendidos por la administración Fujimori,<br />

en última instancia funcionaron. El gobierno fue derribado por un levantamiento popular,<br />

provocado por la difusión de una cinta incriminatoria obtenida por políticos de oposición.<br />

Fujimori y Montesinos terminaron siendo acusados por el Ministerio Público.<br />

Sobre la base de los sobornos que pagaba Montesinos, los medios de noticias, y en particular<br />

la televisión, representaban para el gobierno una restricción mucho más fuerte que los<br />

poderes legislativo y judicial. Entre los controles y contrapesos, la televisión es el más caro<br />

de erosionar por dos razones. En primer lugar, los propietarios de televisión tienen un<br />

mayor poder de negociación que los jueces y los políticos. Además, los otros controles y<br />

contrapesos obtienen su fuerza principalmente de la amenaza de acusación frente a la<br />

ciudadanía y la televisión proporciona la más amplia exposición.<br />

El objetivo de la propaganda de Montesinos era el peruano común. De acuerdo con sus<br />

propias declaraciones en los vladivideos, veía a la televisión, con su audiencia de millones,<br />

como una mayor amenaza que los periódicos, con sus decenas de miles de lectores. Controlaba<br />

en detalle el contenido de los tabloides leídos por los poco instruidos, pero decía<br />

que no le preocupaba lo que escribían los diarios de gran formato leídos por la clase<br />

educada. No era la élite a lo que temía Montesinos, sino a las masas.


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

137<br />

Según el periodista y ex activista democrático polaco Adam Michnik, muchos países sufren<br />

<strong>del</strong> «virus Montesinos», el cual, dice, es un «una enfermedad cancerosa recientemente<br />

descubierta, encontrada más comúnmente en los estados democráticos contemporáneos»<br />

(Michnik 2000). En países como Rusia bajo Vladimir Putin, Zimbabwe bajo Robert Mugabe,<br />

Malasia bajo Mahathir Mohamed, Haití bajo Jean-Bertrand Aristide y otros, se celebran<br />

elecciones, pero el partido dominante mantiene el control. Regresiones internacionales<br />

muestran que los países que carecen de una prensa libre tienden a tener un nivel alto de<br />

corrupción (Adserà et al. 2003; Ahrend 2002; Brunetti y Weder 2003). Por lo tanto, nuestras<br />

conclusiones pueden aplicarse no solo al Perú de la década de 1990, sino también a las<br />

democracias nacientes de otras partes <strong>del</strong> mundo.<br />

Los medios de noticias son el principal guardián. Los controles y contrapesos funcionan<br />

como sistema; por lo tanto, un Poder Judicial independiente y una genuina competencia<br />

política son importantes. Sin embargo, los medios pueden vigilar al gobierno incluso cuando<br />

los otros controles y contrapesos han colapsado. Las salvaguardas para los medios –es<br />

decir, asegurar que estén protegidos de la influencia política y que tengan credibilidad<br />

ante el público– pueden ser las políticas cruciales para apuntalar la democracia.


138<br />

ANEXO<br />

ANEXO<br />

Ejemplo Ejemplo de de un un «compromiso «compromiso de de honor» honor»<br />

honor»<br />

<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />

El suscrito González Inga, Mario, elegido Congresista de la República en las recientes Elecciones<br />

Generales; por el presente documento renuncio irrevocablemente a integrar las<br />

filas de la Agrupación Política «PERU POSIBLE», en cuya lista participé como candidato; y<br />

por tanto recobro mi independencia política, comprometiéndome a apoyar a la agrupación<br />

política «PERU 2000», a cuyas filas me incorporo durante los cinco años que dure mi<br />

mandato parlamentario, para lo cual actuaré en estrecha coordinación con el portador de<br />

la presente, de quien recibiré directamente instrucciones sobre el particular.<br />

En fe de lo cual y como expresión <strong>del</strong> Compromiso de Honor que voluntariamente he<br />

asumido a través <strong>del</strong> presente, lo suscribo en la ciudad de Lima, a los veintitrés días <strong>del</strong> mes<br />

de abril <strong>del</strong> año dos mil.<br />

(Firmado) Mario González Inga<br />

Fuente: Congreso de la República 2001a.


Cómo subvertir la democracia: Montesinos en el Perú<br />

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