Apuntes 67 capitulo 4.pdf - Universidad del Pacífico
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<strong>Apuntes</strong> <strong>67</strong>, segundo semestre 2010 / McMillan y Zoido<br />
o mejores, sino a los mediocres y débiles». Hacia el 2000, los seleccionados por Montesinos<br />
detentaban todos los diecisiete puestos más altos de las Fuerzas Armadas. De estos, trece<br />
habían sido sus compañeros de clase como cadetes en la academia militar <strong>del</strong> Perú, uno<br />
era un asociado cercano <strong>del</strong> SIN y otro era su cuñado. En 1999 comentó a un banquero:<br />
«Con las Fuerzas Armadas estamos bien; ahora ellos están con la moral alta; tú has visto,<br />
el equipo está consolidado» 19 .<br />
Montesinos ejercía el control no solo mediante el soborno y la decisión de los ascensos<br />
militares, sino también a veces mediante el chantaje. Obtenía pruebas en video de indiscreciones<br />
sexuales y usaba las cintas con fines de persuasión. Algunas eran filmadas en un<br />
prostíbulo donde los agentes <strong>del</strong> SIN habían instalado cámaras escondidas. Entre aquellos<br />
a los que extorsionó de esta manera se encontraban oficiales de las Fuerzas Armadas 20 .<br />
(Después de ser encarcelados, los jueces entregaron docenas de estos videos a la Iglesia<br />
Católica, para ser devueltos a quienes figuraban en ello.<br />
Sin embargo, Montesinos no controlaba todo. El único canal de televisión que no había<br />
sido sobornado, la pequeña estación de cable Canal N, continuaba ofreciendo un periodismo<br />
de investigación independiente. Fue este canal el que trasmitió por primera vez la<br />
videocinta que provocó la caída <strong>del</strong> régimen. Algunos periódicos, como La República y El<br />
Comercio, y algunas revistas, como Caretas, valientemente continuaron criticando al gobierno<br />
a pesar <strong>del</strong> hostigamiento <strong>del</strong> que eran objeto e informando, por ejemplo, sobre los<br />
abusos en la carrera electoral <strong>del</strong> 2000. El acoso contra ellos iba desde juicios por difamación<br />
hasta detenciones arbitrarias y amenazas de muerte. En un intento de desacreditar a<br />
cualquier periodista que osara investigar al gobierno, los tabloides difundían cientos de<br />
historias difamándolos con apodos estrafalarios: «enano mental», «diabla», «terrorista encubierto»,<br />
«provocador golpista a sueldo». Un encabezado de El Chino proclamó a tres<br />
periodistas «los animales rabiosos de la prensa anti-peruana» 21 .<br />
Si bien los tabloides que leía la mayoría de los peruanos estaban generalmente bajo el<br />
control de Montesinos, los peruanos mejor educados y más ricos leían los periódicos y<br />
revistas independientes. Al parecer Montesinos había decidido que estos medios no eran lo<br />
suficientemente influyentes para que valiera la pena sobornarlos. Un vladivideo lo muestra<br />
diciendo que el asunto no lo preocupaba: «¿Qué me importa El Comercio? Ellos tienen<br />
un tiraje de 80.000. 80.000 periódicos es una mierda. Lo que me preocupa es el canal 4 […].<br />
19. Holligan (2000); Rospigliosi (2000); video 1583, 22 de junio de 1999 (Jochamowitz 2002:149).<br />
20. Scrutton (2001).<br />
21. Sobre el hostigamiento a periodistas, véase: Conaghan (2002:116); Schmidt (2001:2–3). Y sobre las<br />
calumnias de los tabloides: Salazar 1999.