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Unidad III Oszlak-O´Donnell - Mabel Thwaites Rey

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Lecturas sobre el Estado y las políticas públicas:<br />

sociedad resuelve sus problemas y satisface las necesidades de sus miembros, utilizando como principal instrumento<br />

al gobierno (Osborne y Gaebler, 1992: 24), o, finalmente, a la de aquellos otros que expresan que el valor creado por<br />

los gobiernos no consiste sólo ni principalmente en la utilidad o satisfacción que el individuo deriva de sus servicios,<br />

sino de la arquitectura social en la que los individuos y los grupos persiguen su utilidad (Moore, 1995: 37).<br />

22 Una excelente exposición sintética del cambio institucional es la hecha por Eggertsson, incluida su expresión gráfica<br />

(1996: 11-13). Especial atención se presta no sólo a la conocida dificultad del cambio institucional, sino al dato más<br />

inquietante de que muchas veces los cambios institucionales no producen la mejor solución posible o incluso pueden<br />

empeorar la institucionalidad vigente.<br />

23 “Es necesario desmantelar la racionalidad instrumental implícita en la teoría económica neoclásica si queremos aproxi-<br />

marnos constructivamente a la naturaleza del aprendizaje social. La historia demuestra que las ideas, ideologías, mitos,<br />

dogmas y prejuicios importan; y la comprensión de la manera en que evolucionan resulta necesaria para progresar en<br />

el desarrollo de un marco analítico que nos ayude a comprender el cambio social. La teoría económica de la elección<br />

racional asume que los individuos conocen qué es lo que les interesa y actúan acordemente. Esto puede ser correcto<br />

tratándose de individuos que actúan en los mercados altamente desarrollados de las economías más modernas (y aún<br />

en éstas se registran anomalías importantes), pero es patentemente falso cuando se tienen que tomar decisiones en con-<br />

diciones de incertidumbre, que son las que han caracterizado y siguen caracterizando las opciones políticas y econó-<br />

micas que moldean el cambio histórico.... Herbert Simon (1986: 210) los ha afirmado diciendo: “Si aceptamos la pro-<br />

posición de que tanto el conocimiento como el poder de cómputo del decisor se encuentran severamente limitados,<br />

entonces tendremos que distinguir entre el mundo real y la percepción y la forma de razonamiento sobre el mismo de<br />

los actores. Es decir, tendremos que construir una teoría del proceso de decisión. Y nuestra teoría tendrá que incluir no<br />

sólo los procesos de razonamiento sino también los procesos que generan la percepción subjetiva del actor acerca del<br />

problema a resolver y de su marco”. La comprensión de la toma de decisiones en contextos de incertidumbre exige,<br />

pues, adentrarse tentativamente en el proceso de aprendizaje social... La mente aparece para ordenar y reordenar los<br />

modelos de aprendizaje, evolucionando desde sus propósitos específicos iniciales a niveles mayores de abstracción<br />

capaces de procesar nuevo tipo de información. Esta capacidad de generalizar es no sólo la fuente de todo pensamien-<br />

to creativo, sino también de las ideologías y sistemas de creencias que subyacen en las decisiones que tomamos los<br />

individuos... Los sistemas o estructuras de creencias son transformados en estructuras económicas y sociales mediante<br />

las instituciones (incluyentes tanto de las normas de comportamiento formales como informales). La relación entre los<br />

modelos mentales y las instituciones es, pues, muy íntima. Los modelos mentales son las representaciones interioriza-<br />

das que los sistemas cognitivos individuales crean para interpretar el medio; las instituciones son mecanismos exterio-<br />

res a la mente que los individuos crean para estructurar y ordenar el medio” (North, 1994: 362-363).<br />

24 “Es la combinación de reglas formales, normas de comportamiento informales y garantías de cumplimiento de ambas,<br />

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lo que enmarca el desempeño económico. Mientras las reglas formales pueden cambiar de la noche al día, las nor-<br />

mas informales, por lo general, sólo cambian gradualmente. Y como son éstas normas de comportamiento las que<br />

proveen de legitimidad a las reglas formales, el cambio revolucionario nunca es tan revolucionario como sus partida-<br />

rios pretenden, y sus efectos pueden ser muy distintos de los esperados. Las economías que adoptan las reglas de otra<br />

economía exitosa obtendrán resultados diferentes en coherencia con las diferencias existentes entre las normas infor-<br />

males y las garantías de cumplimiento. La implicación es que la transferencia de las reglas económicas y políticas de<br />

las democracias exitosas a Europa del Este o a los países en desarrollo no es una condición suficiente para el buen<br />

desempeño económico. El ajuste y la privatización no son una panacea... Los gobiernos condicionan significativamen-<br />

te los resultados económicos porque definen y garantizan el respeto de las instituciones o reglas formales.<br />

Consiguientemente, una parte esencial de toda política de desarrollo consistirá en definir y garantizar eficientemente<br />

los derechos de propiedad. Y aunque sabemos poco de cómo conseguir este objetivo, podemos sin embargo estable-<br />

cer una serie de implicaciones: (a) las instituciones políticas sólo serán estables cuando estén rodeadas de organiza-<br />

ciones interesadas en su mantenimiento y dispuestas a luchar por ellas; (b) toda reforma exitosa exige tanto el cam-<br />

bio de las instituciones como de los sistemas de creencias, pues son los modelos mentales de los actores los que mol-

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