Apuntes para la descripción del español hablado en Olivenza; (88 Kb)
Apuntes para la descripción del español hablado en Olivenza; (88 Kb)
Apuntes para la descripción del español hablado en Olivenza; (88 Kb)
Do you know the secret to free website traffic?
Use this trick to increase the number of new potential customers.
Apuntes para la descripción
del español hablado en Olivenza
1 DIGLOSIA. AGONIA DEL PORTUGUÉS OLIVENTINO
Estos apuntes quieren acercarse al español hablado por una de las
minorías língüísticas más débiles de España, ya asimilada casi por comple-
to a la comunidad mayoritaria, a la hispanohablante.
Olivenza y sus aldeas, i.e., Villarreal, S. Benito de la Contienda, Sto.
Domingo de Guzmán, S. Jorge de Alor (mejor sería Lor(1)), S. Francisco,
S. Rafael y Táliga (hoy municipio), conforman una región histórica que,
cultural y étnicamente, es tan portuguesa como española. Aún hoy existe
un litigio político, ya que, aunque la administra España desde 1801, la
República portuguesa no renuncia a su derecho de soberanía (2).
Olivenza fue, hasta los años cuarenta, de mayoría lusohablante y
minoría hispanohablante. Pero la generación de la época empezó a ense-
ñar a sus hijos, nacidos a partir de los cincuenta, a hablar en español. En
rasgos generales, la españolización empieza en la misma familia, donde
convive la lengua de los mayores con la de los jóvenes. A esto se añade
1 Vid. S. Rodriguez F., -Alor: origen y resultados posteriores de un topónimo», en
Encuentros/Encontros, 2 (1993), pp. 49-72.
2 Para la historia, vid. C. Luna, Nos Caminhos de Olivença, Estremoz, 1994; L. A.
Limpo, Olivenza, entre España y Portugal, Olivenza, 1989, y M. de F. de R. F. Matias,
«BiIinguismo e níveis sociolinguísticos numa região luso-espanhola (concelhos de Alandroal,
Campo Maior, Elvas e Olivença)», en Revista Portuguesa de Filología, XVIII (1980-1986),
pp. 117-366 (= 1-250); XIX (1987-1991), pp. 27-178 (= 251-402), con amplia bibliografía.
la presión española de la escuela, la Administración, la Iglesia, los señori-
tos.., y tenemos igualmente una lengua prestigiosa (de ricos y jóvenes) y
otra sin prestigio (de pobres y viejos), sin olvidar a la comunidad hispano-
hablante de las clases populares. A partir de aquí, el proceso es impara-
ble. Y mucho más entre los que emigraron, aunque los lusófonos siguen
expresándose en su lengua, a pesar de vivir lejos de la tierra, salvo excep-
ciones (las de quienes renegaron del portugués). Hoy se estudia portugués
en la escuela primaria, pero como lengua «extranjera» (!), y habiendo de
renunciar el alumno al inglés y al francés.
En cuanto a los contactos entre las gentes de un lado y otro del Gua-
diana, han disminuido considerablemente desde el estudio de Matias (años
sesenta y setenta), y la situación de diglosia ha cambiado desde que se
publicara la gramática de Vázquez C. & M. da Luz, en favor del español (3).
Los bilingües suelen ser de menor instrucción. La alfabetización (sólo
en español) ha contribuido al sentimiento de inferioridad de los lusoha-
blantes, y todo fue españolizado: las calles, las letras de la música popu-
lar, incluso los apellidos, y muchas veces de forma aberrante y hasta ridícu-
la, cosa bien propia de la época franquista (4). Pocos oliventinos quedan ya
con hipocorísticos portugueses, que van siendo reemplazados por los espa-
ñoles (v.g. Zé por Pepe), aunque los apodos siguen delatando el origen
(no daré ejemplos). También la toponimia, en general fonéticamente espa-
ñolizada y morfológicamente portuguesa (v.g. Monte Oite(i)ro«,Montitero»,
Abegoes-«Abugones, Asse(i)ce(i)ra-«Sesera»).
El portugués de Olivenza está agonizando. La exhaustiva descripción
de Matias se acerca cada vez más a un reflejo de tiempos ya pasados.
Ese alentejano, que en la conciencia de un oliventino resulta muy similar
al de Campo Maior, ha ido españolizándose y pierde hablantes día a día.
Incluso los oliventinos ya creen que su portugués no es «portugués portu-
gués, sino un «chapurreo».
3 Vid. Matias, op. cit., pp. 178-190 (= 62-74). Vid. P. Vázquez C. & M. A. M. da
Luz, Gramática portuguesa, ed. P. Vázquez C., Madrid, 19873, t. [., p. 78; la primera edi-
ción es de 1949, y parece que los datos son de entonces.
4 Vid. Giro, «Introducción al estudio del folklore de Olivenza: adulteración y realidad»,
en Saber Popular, 1 (1987), pp. 65-68. Sobre la toponimia, vid. Luna, op. cit., pp. 31-79.
En cuanto a los apellidos, además de los consabidos -ez por -es (Núñez-Nunes, Yáñez-Eanes,
López-Lopes, etc.), también hay otros ocultos: Coelho-«Cuello», Coelho--Conejo (!), Beijin-
ho--Bellino» (!), Simão-Simón, Magalhães-«Magallanes» (!), etc. Entre la mala fe y la ignoran-
cia de unos y otros, se han falseado el origen y la identidad de familias enteras.
Aquí se pretende describir el español, que presenta lusismos y rasgos
del habla extremeña leonesa meridional, leonesa porque al W de la vía de
la Plata se extendió ese dialecto (y se corresponde con la Extremadura
leonesa), y meridional por compartir la Baja Extremadura tantas isoglosas
con las vecinas hablas de Andalucía. Pero si el andaluz es tan diverso, el
extremeño (por llamado así) lo es aún más. Podríamos considerar una
franja de N a S, paralela a la del gallego-portugués, de Asturias a Huelva,
como el ámbito sensu lato del esp. leonés (que ya no «romance leonés»,
dialecto histórico del latín hispánico).
Esta confusión hace difícil clasificar y discriminar lusismos de leone-
sismos o extremeñismos, aunque hay casos en que, comportándose Oli-
venza como una isla dentro del español, el origen portugués es el que se
revela como el acertado. Las divisiones que siguen no son nada estrictas,
sino que el borroso límite que entre ellas existe puede más bien hacemos
pensar que mejor hubiera sido colocarlo todo en un mismo corpus y
explicar cada caso. Porque entre un cognado y un préstamo las diferen-
cias muchas veces son nulas. Al fin y al cabo, los «románícos» hablamos
latín de nuestro tiempo.
Del léxico he excluido algunas formas. El corpus no es demasiado
extenso, pero sí significativo, y útil para empezar a describir un minúsculo
dialecto del español Este intento es posible gracias a las observaciones
del Dr. José Manuel Blecua y a la ayuda, en la última revisión, del profe-
sor Serrando Rodríguez. Como siempre se dice, y con razón, los errores
son responsabilidad del que firma.
2. FONETICA Y FONOLOGIA
La entonación
La entonación oliventina es aún más exclamativa y de tono más ele-
vado que la extremeña en general (5) Hay una conciencia de «caída, dejar-
se caer» o «cantar» que el hablante sabe propia y característica de la
comarca, siendo más acusada en Olivenza que en las aldeas. Se advierte
más en las interrogativas que en las enunciativas, sobre todo en las par-
ciales: «¿Y ento(n)ce(s), cuándo viniste?» (esp. normativo «¿Cuándo has
5 Vid. A. Zamora V., Dialectología española, Madrid, 1970, p. 336.
111!
venido?»). En cambio, en esp. norm. la entonación distintiva es más pro-
pia de las totales.
Con frecuencia los no habituados a escuchar esta melodía confunden
a los oliventinos con mexicanos, argentinos o gallegos.
Características fonéticas. Distincíón fonológica
Señalamos aquí los rasgos fonéticos que apartan al esp. oliventino
del normativo. Las transcripciones fonéticas son anchas (casi fonológicas)
y en AFI (Alfabeto Fonético Internacional).
Una de las diferencias fonéticas más notables, aunque sin pertinencia
fonológica, entre esp. y port. es la articulación de la s. La dental fricativa
sorda predorsal y convexa» (6) «fricativa predorsodental sorda» (7) o «predor-
soalveolar sorda» (8) es la s/s/del port. norm., si bien en el N (y en gallego)
se da la española normativa /s/ Por el contrario, la norma española
prefiere esta «alveolar fricativa sorda apical y cóncava» (9) o «fricativa apicoalveolar
sorda» lo cuando la meridional es precisamente la portuguesa.
Olivenza es un enclave en cuanto a la s. Pero entre ambas realizaciones
hay una gradación que va del seseo con/s/a la distinción entre/s./y
/0/. El seseo se da más en las generaciones mayores, entre los bilingües,
entre los menos cultos, y la distinción entre los más jóvenes, más escolari-
zados y monolingües. Es mucho más frecuente, aun con la presión de la
escuela, el seseo. Se explica por lusismo.
El mismo grado de españolización se advierte en los alófonos. La fri-
cativa palatal, sorda/j/o sonora /J/ (11) ha cedido paso a la/h/meri-
dional y a la desaparición (con abertura de la vocal anterior) o asimilación
a la consonante siguiente. La distinción entre s sorda y sonora también
ha ido desapareciendo.
6 Vid. Vázquez C. & M. da Luz, op. cit. t. !, p. 23.
7 Vid. M. R. D. Martins, Ouvir Falar, Introduçao à Fonética do Portugués, Lis-
boa, 19922, p. 171.
8 Vid. Matias, op. cit., p. 129 (= 13).
9 Vid. Vázquez C. & M. da Luz, op. cit., t. I, p. 23: «como la s francesa, la inglesa,
la alemana, la rumana y la de la mayor parte de Hispanoamérica y Andalucía».
10 Vid. Matias, op. cit., p. 129 (= 13).
11 V.g. esp. oliv. días, esto (sorda), mismo (sonora); port. já, mesmo (sonora), isto
(sorda). Vid. D. Martins, op. cit., p. 171.
Un rasgo extremeño, la aspiración de la h procedente de f latina, se
confunde con una relajación de la/x/. La h aspirada se da en muy pocos
casos en la comarca: hocino [ho'sino]. La relajación (Jorge ['horhe]) está
muy generalizada, sin distinción de generaciones; pero la articulación nor-
mativa avanza por la escuela.
El port. de la región es yeísta en general (12). Matias recogió más ejemplos
de yeísmo en Olivenza que en las demás poblaciones estudiadas, donde
afecta más a la clase baja y a la mujer, y no se explica por el grado de
instrucción. En Olivenza influye la norma culta del esp. meridional (13). Siendo,
pues, yeísta el port. de Olivenza (y más en la cabeza del municipio que
en las aldeas), en el esp. ocurre lo mismo. También hay casos extremos de
rehilamiento, tanto en port. como en esp., y más en Olivenza.
Los demás fonemas no difieren del esp. normativo.
Se debe señalar que en port. oliv., como en port. alentejano en gene-
ral, se prefiere el diptongo oí a ou (oiro/ouro, doido/doudo, Ioiro/Iouro). Así
lo escribo (oi) cuando la norma permite las dos formas. Igualmente, el dip-
tongo ei se pronuncia /e:/, a la alentejana (aldeia [al'de:a], azeitona
[aze:'tona]). En el Alentejo, las -e átonas finales se cierran tanto que acaban
siendo/i/, y esta misma -i se añade por paragoge a las palabras agudas
acabadas en -r o -l (14) (vale ['vali], comer[i], Portugal[i], Pilar[i]). Al mismo tiem-
po, hay veces en que desaparece la -r o -l final (como en esp. meridional),
cosa que ocurre casi siempre cuando el bilingüe está hablando en esp. (15)
3. MORFOLOGIA
Sufijación. Formación de palabras por influencia lusa. Recurso fre-
cuente es crear analógicamente derivados en -isi (port. -ice, generalmente
de sentido peyorativo, aunque no siempre: de «velho» [viejo] «velhice»
[vejez]). En esp. oliv. se originan formas como morgañisi «modorra» (port.
modorra), guitarrisi «guitarreo», catetisi «cosa de catetos», y se emplean
formas del port., como dotorisi (port. doutorice «ditos pretensiosos» 16).
12 Vid. Våzquez C. & M. da Luz, op. cit., t. I, p. 78.
13 Vid. Matias, op. cit., pp. 269-272 (= 153-156).
14 En Lisboa es una neutra entre [e] e [ii. Vid. Vázquez C. & M. da uz, op. cit.
p. 20, p. 349.
15 Vid. Matias, op. cit., pp. 272-273 (= 156-157).
16 Según J. A. Costa, A. Sampaio e Melo et alii Dicionário da Lingua Portuguesa,
Porto, 19947 (= DLP).
Hay diminutivos no normativos, pero frecuentes en esp. (v.g. en
América): piecito (pezinho), pecito (peixinho), pueblito (povinho), viejito
(velhinho). Pueden ser lusismos, o bien cognados de las formaciones por-
tuguesas.
El verbo
No se usa el pret. perf. compuesto, en cuyo lugar está la forma sim-
ple, que abarca el sentido de ambos, como en port. y leonés. Probable-
mente es lusismo.
Subjuntivo. Formas fuertes en la 1ª persona del pl., por analogía
con las demás (retrotracción del acento): váyamos, vuélvamos (apenas
existe la 2ª del pl. «vosotros», sustituida por «ustedes,,). Otras formas ana-
lógicas: pres. de subj. de «estar» y «dar» (estea, esteas, estea, estéamos,
estean; dea, deas, dea, déamos, dean); el primer caso puede ser lusismo
(esteja, estejas, esteja, estejamos, estejam).
Gerundio. Empleado con «en» («En comiendo nos vamos»). Construc-
ción considerada arcaica en esp. castellano (en lo que era Castilla la Vieja),
puede aquí ser lusismo (entra en la norma portuguesa).
Adverbialización del gerundio port. pingando «chorreando»; también
pingadito («Vienes pingandito y sin paraguas»).
Tratamiento de persona
No habiendo tradicionalmente 2. a del pl., como hemos visto, se
emplea «Vds.», que concuerda con la 3. a El sistema, ya en regresión,
es: yo, tú, él, nosotros, Vds., ellos. «Y Vds. ¿a qué escuela andan?» (esp.
norm. «Y vosotros ¿a qué escuela vais?»). Es lusismo.
En sing., la forma «Vd.» es la de respeto, y las personas que gozan
de cierta posición social (curas, médicos, maestros, abogados...) reciben el
tratamiento de D./Dª y el nombre de pila, y no el de Sr./Sra. o Dr./Dra.
y el apellido.
Perífrasis en lugar del posesivo (lusismo)
En lugar de «suyo, -a, -os, -as», de él/ella/ellos/ellas. «--¿Quién pre-
gunta por (la) María? --Soy un amigo de ella».
Partículas
allá (enfática). «Di allá» (= Dime), port. Diz lá.
entonces. En esp. no tiene este valor que, lejos de ser adverbial,
podemos llamar de énfasis. Vid. entonación. «¿Y ento(n)ce(s), cuándo vinis-
te?» (port. Então quando é que vieste?).
sino «más que» (port. senão). «Está nervioso, no hace sino morderse
las uñas- De uso más frecuente que en esp. norm.
Interjecciones
Hay expresiones que surgen espontáneamente y quedan fuera del ámbi-
to de la sintaxis, las interjecciones (como el imperativo y el vocativo). A menu-
do son intraducibles. Casi siempre han perdido su valor semántico original.
Aquí son expresiones portuguesas que sazonan las conversaciones en esp.
Credo! Para Vázquez C. & M. da Luz, significa «Vade retro!» 17 pero
su uso es más amplio. Se utiliza con un sentido de «¡Caramba!», algo así
como la locución catalana «Déu n'hi do!», de difícil traducción. A menudo
esta interj, va seguida de Tal é!, de similar valor.
Olha lá! (literalmente, «¡Mira!»). Sólo la entonación puede damos su
sentido, a veces de desprecio, otras de admiración o asombro, o como
llamada de atención...
4. SINTAXIS. RASGOS GENERALMENTE DE INFLUJO LUSO
Régimen verbal
andar (con valor más atributivo que en esp. norm.) «estar, ir». «Hoy
no ando muy católico». «¿Todavía andas a la escuela?» (con el régimen
17 Op. cit. II, p. 124.
de «ir»); andar alrededor de «ir detrás de» (port. andar à roda de era
volta de).
copiarse por «copiarse de» (port. copiar por). «En la escuela yo siem-
pre me copiaba por ti».
coger «caber» Uso dialectal (no es lusismo).
dejarse dormir «dormirse» (port. deixar-se dormir). Lusismo sintácti-
co, al no ser reflexivo el «dormir» portugués. En esp. oliv. se usa esta
perífrasis, y también «dormir» y «despertar» sin el «se» pronominal que
marca intransitividad.
echarse cuenta «darse cuenta» (port. deitar-se conta).
gustar de (port. gostar de). Lusismo de construcción que va perdien-
do terreno ante la sintaxis española. Al mismo tiempo, en port. oliv. ya
se oyen españolismos como «Me gosta...» por «Eu gosto de...».
hablar en «hablar de» (port. falar era). «Ahora mismo estábamos
hablando en ti».
llegarse pa(ra) «echarse para». No es lusismo.
quitar/sacar (confusión). En port., «tirar» puede tener ambos senti-
dos. Lusismo sintáctico-semántico. «Este año me quito el carné de condu-
cir». «¡Sácate de ahí!» Algo similar ocurre con «quedar» por «dejar- «Que-
damos las bicis en esa curva».
querer [algo] la alguien] «querer [algo] [de alguien]». «¿Qué me quie-
res?» (= ¿Qué quieres de mí?).
saber. Uso sin complemento directo, pero no estrictamente intransiti-
vo, típico del port. «Ya sé» (port. Já sei), esp. norm. «Ya lo sé». «¡Sé allá!»
(port. Sei Id!), esp. norm. «¡Yo qué sé!».
Infinitivo. Construcción que recuerda al infinitivo personal portugués
(que, en cambio, casi se ha perdido en port. oliv.). «Díselo para él saber-
lo» (port. Diz-lho para ele o saber), esp. norm. «Díselo para que lo sepa».
Construcción nominal
todo, -a, os, as (precediendo al nombre). «¿Cómo quedó allá la
gente toda?»
El artículo determinado. Generalmente, delante de los nombres
propios de persona (considerado vulgarismo en esp. y normativo en
port.) y omitido delante de los ríos (rasgo extremeño): v.g. «Guadiana»
(fem.) por «el Guadiana». Y se intercala entre el nombre personal y un
número que lo determine: v.g. «nosotros los dos» (port. nós os dois).
También «en el verano» (port. no Verão), ca las veces» por ca veces»
(port. às vezes), etc.
Locuciones y frases calcadas del portugués
a la tardecita nochecita (port. à tardinha noitinha).
al pie de «al lado de» (port. ao pé de). Aunque se da en esp. clásico
(como en el Quijote), lo considero lusismo, ya que en port. sigue viva la
expresión.
a sol puesto «al anochecer» (port. ao pôr do sol, ao sol posto).
dar larga [a algo o a alguien] «dejar ir, dejar escapar, dejar salir»
(port. dar largas a). «Le di larga a un galápago que cayó en la tarrafa».
de antes/dantes «antes» (port. dantes).
de rastro «arrastrando» (port. de rastos). «Va con la pata de rastro»
(= cojeando).
en pelote «en pelotas» (port. era pelote).
es capaz de «puede» (port. é capaz de). «Es capaz de llover».
No tiene duda «sin duda, seguro» (port. Não teta dúvida).
p'ahí «por ahí» (port. para aí, pra aí). Construcción portuguesa y
aféresis española.
p'al año «el año que viene» (port. para o ano).
por casa de «a causa de, por culpa de» (port. por causa de).
todavía ahora «ahora mismito» (port. ainda agora).
todavía encima «y encima» (port. aínda por cima). «Todavía encima
de que vengo a verte me tratas así».
Tematización portuguesa
ahí es que... /ahora es que... Se da muchísimo más que en esp.
norm.: «Ahora es que viene ella» o «Ahora viene ella» (port. Agora é que
vai ser ela), esp. norm. «Ahora sí que viene lo bueno».
Respuesta-eco portuguesa (18)
«--¿Fuiste a buscar el pan? --Fui» (también «---Sí», a la española).
5. LÉXICO Y SEMÁNTICA
Lusismos propios del esp. oliv. Se trata de palabras portuguesas
más o menos españolizadas fonológica y morfológicamente (en el caso
de los lusismos léxicos). Las escribo como aparecerían en un diccionario
español (general o dialectal). Cuando coexisten varias formas, se dan en
la entrada.
alicierzos «cimientos» (port. alicerces)
arañón -arañazo» (port. norm. arranhão, port. oliv. aranhão). Cf. port.
norm. aranhão «araña grande».
cacholera «morcilla de sangre» (port. cacholeira).
carrasa, garrapata (port. carraca, esp. garrapata).
ceguera (port. cegueira (19)). «¡Qué ceguera tienes con esa camisa!».
cepillo «escoba» (port. vassoira). Se distingue entre «escoba», si es de
palma, casi en desuso, y «cepillo», de pelo artificial. La escoba de barrer
los chiqueros, ya en extinción, es llamada «bascullo».
18 Vid. op. cit., t. II, pp. 229-230.
19 Port. cegueira, que en una de las acepciones del DLP es «obstinação, fanatismo,
desvairamento, paixão violenta».
ESP. NORM. ESP. OLIV. PORT. OLIV. (20) PORT. NORM.
escoba escoba bassoira vassoira
escoba cepillo cepilho vassoira
cepillo cepillo cepilho escova
deshollinador bascullo basculho basculho
deshollinador bascullo basculho cepilho
coruja «lechuza», (fig.)«bruja» (port. coruja).
cutubía «cogujada» (port. cotovia).
desfomiado «hambriento, famélico» (port. esfomeado).
empulerarse «subirse al aseladero»; por extensión, «encaramarse»
(port. empoleirar-se): «El muchacho está empulerado en el tejado». Tam-
bién pulero «aseladero» (port. poleiro).
engañarse «equivocarse» (port. enganar-se).
escancarar «abrir de par en par» (port. escancarar). «Quedaste la
puerta toda escancarada».
experimentar, exp'rimentar «probar a hacer algo» (port. experimen-
tar, exp'rimentar).
fariñera ,,morcilla de harina» (port. farinheira).
fradiño «alubia carilla» (port. fradinho, feijão frade).
franganito «pollito» (en el sentido del port. franganito «rapazinho
empertigado, com ares de homem» 21).
fudurento «gruñón» (port. fedorento «hediondo, maloliente»). Se
emplea con este sentido también en port. («fedorento») y en esp. canario
(«hediondo»). La voz española, también en Olivenza (con h aspirada).
20 Sobre el port. oliv., vid. Matias, op. cit., p. 43 (= 267).
21 Según el DLP.
119
gafañoto, langosto «saltamontes» (port. galanhoto, esp. extr. lan-
gosto).
gallo «gajo» (port. galho), especialmente de sandía.
hierba dulce «matalahúva, anís, (port. erva-doce).
lambuzar «manchar salpicando» (port. lambuzar).
lamuria «lloriqueo, lamentación»; por extensión, «canturreo molesto e
insistente» (port. lamúria).
largo (Adv.) «lejos» (port. ao largo, Ioc. adv.).
lerias «patrañas, fanfarronadas» (port. lérias). También cagalerias
«fanfarrón» (port. caga-lérias).
Iovadéus «mantis religiosa» (port. louva-a-deus).
mela «tizón (enfermedad)» (port. mela). «Este año el melonar no vale
nada, cayó la mela».
mermelada «dulce de membrillo, carne de membrillo» (port. marine-
lada). La voz «mermelada» es lusismo en esp., pero sólo conserva su valor
generalizado. En esp. oliv., como en port., se emplea para ambos signifi-
cados.
ogarzo, saragazo «sargazo (?)» (port. sargaço (?), port. oliv. saragaço,
ogarço).
pegañar «reñir, discutir, molestar» (port. peganhar); pegañoso «que
pegaña, pegajoso» (port. peganhoso), tanto literal como figuradamente.
«¡Qué pegañosos son, no dejan en paz al abuelo!».
penico «orinal, escupidera» (port. penico).
pica-peixe [pika'pe:*i] (voz portuguesa) «martín pescador». Cf. esp.
extr. picapez.
popa «abubilla» (port. poupa).
rabacero, arrabacero (port. rabaceiro ,'que gosta de toda a fruta» 22).
En sentido figurado, ya en port., «pillo, tunante, juerguista». No es malso-
nante.
22 Idem, n. 21.
afero «goloso» (port. norm. rafeiro «cão ou designativo de cão de
certa raça própria para guarda»); port. oliv. rafe(i)ro, port. norm. guloso.
Voz propiamente oliventina.
ramela «legaña» (port. ramela, remela); rameloso «legañoso» (port.
rameloso, remeloso).
rebulizo «alboroto, bullicio» (port. reboliço, rebulicio, rebuliço).
rente (Adv.) ca ras, muy justito» (port. rente).
repeso, arrepeso «arrepentido» (port. repeso). En esp. ya se ha per-
dido el participio fuerte.
resbalizo «tobogán» (port. escorrega, de escorregar «resbalar-,). Calco
léxico-semántico. Formación oliventina (a partir de resbaladizo).
ribero «arroyo» (port. ribeiro). La forma española está sustituyendo al
lusismo.
rodilla (en desuso) «paño que hacía de servilleta» (port. rodilha).
senara «mies» (port. seara). «Este año, con la sequía, las senaras no
crecieron».
sonso «soso» (port. norm. insonso, port. oliv. sonso). Cf. port. norm.
sonso, que significa «indisimulado» y es un españolismo (de zonzo).
tarrafa, tarraya «esparavel, tarraya» (port. tarrafa). Los pescadores
emplean las dos voces subrayadas.
tomara «ojalá». Generalización de la expresión portuguesa «tomara
eu» «ojalá (que) yo». También tomara que.
Lusismos del español hablado en Extremadura
arrepío «escalofrío» (port. arrepio).
aviar, ir al avío «comprar, ir a la compra, aviarse, abastecerse- (port.
aviar).
bruño «ciruela» (port. brunho, abrunho).
cacos «añicos» (port. cacos).
corela (port. courela «parcela de terra cultivada, comprida e estreita» 23).
entallarse «pillarse los dedos» (port. entalar). «Ya me entallé» (esp.
norm. «Me he pillado los dedos»,). Figuradamente: «Ya te entallaron pa(ra)
trabajar.
escarrancharse «abrirse de piernas» (port. escharranchar-se).
fechar, fechadura «cerrar, cerradura» (port. fechar, fechadura). No
es muy corriente en Olivenza.
frijón «judía» (port. feijão). Otras variantes: fréjol, frejón (esp. leonés),
fríjol (esp. americano), frijol (esp. americano). Puede ser un cognado de
los romances castellano, leonés y gallego-portugués. La forma oliventina
también se da en esp. andaluz.
maltés «maleante, juerguista» (por. maltês); en Olivenza, sólo con este
sentido restringido (también en port. oliv.). Lo mismo ocurre con rnaltesería
(port. maltesaria) y malteseo (forma propiamente oliventina)(24)
manijero «encargado, capataz» (port. manajeiro, capataz, encarre-
gado).
repión «peonza» (port. pião).
Voces consideradas dialectales desde el español norrnativo
Se dan en diferentes dialectos del esp., tanto en España como fuera
de ella. En principio no son lusismos. Cada una de las palabras tiene su
propio ámbito y es posible que sólo se oiga en una comarca, región o país.
avellana «cacahuete».
bayón (Extr., Salamanca) «espadaña»; hay quien los distingue.
bolindre (Extr.) «canica».
bucheta (Extr.) «hucha».
cansino «que cansa, pesado, molesto». En Olivenza coexiste con
temoso y pegañoso.
23 Idem, n. 21.
24 Para el port. norrn., vid. DLP.
cerillo «cerilla».
corcha «corcho».
cucharro (Extr.)«fregadero».
curioso (Extr., Castilla) «cuidadoso».
chobo «zurdo».
embarrar (Extr., Ávila, Salamanca, Zamora) «encalar, enjalbegar-.,.
empicarse «acostumbrarse mal, enviciarse».
enredar (Extr., Aragón) «perder tiempo».
entraparse «embozarse, obstruirse».
farragua «andrajoso, desaliñado».
flama (Extr.) «calor bochornoso».
fusca (Extr., Salamanca) «maleza, broza».
hediondo. Vid. fudurento.
lamber «lamer» (¿cognado del port. lamber?).
machar «machacar»
modorro «tonto»; en Olivenza, también madorro.
morgaño (Extr., Aragón) «araña» (port. norm. aranha, port. oliv. rnor-
ganho, aranhol[i]). Cf. port. norm. aranhol «agujero de arañas».
relatar «reñir, regañar».
Preferencia léxica en español oliventino
Voces sinónimas que pertenecen a alguna de las normas cultas del
spañol (se subraya la más usada en Olivenza).
alacrán / escorpión. En el S de la península Ibérica, las voces árabes
(port. lacran, alacran, cat. alacrà); en el N, las latinas (port. escorpião,
cat. escorpí).
alcoba / dormitorio.
amolarse / fastidiarse.
balón / pelota.
bravo / borde / silvestre.
café negro / café solo.
cochera / garaje.
colorado / rojo / encarnado. En Olivenza significa «rojo y naranja»;
el port. oliv. prefiere «encarnado» a «vermelho».
comercio / tienda.
culebra / serpiente.
chico / pequeño.
chocho / altramuz.
chozo / choza.
dulcería / pastelería.
ervilla / arveja / alveja / guisante. Zusismo de Olivenza (port. ervilha).
escardillo / sacho.
escuela / colegio.
frigorífico / nevera.
galápago / tortuga.
guarro / cerdo / cochino / marrano / puerco. Cf. port. porco, bácoro.
herrumbroso (con h aspirada) / oxidado.
hocino (con h aspirada) / hoz.
jofaina (con oclusivización de la fricativa: cofaina) / palangana.
lastimar / hacer daño / dañar. Cf. port. lastimar «lamentar»
ligero (Adv.), ligero, -a (Adj.) / rápido (Adv.), rápido, -a (Adj.).
loza / vajilla.
maestro / profesor.
magarza / matricaria. Cf. port. magarça (españolismo).
miar/ maullar. Quizá es lusismo en Olivenza (port. rajar).
pero/manzana. Conviven ambas fomas. Cf. port. maça, pêro.
pescada (Oliv., Aragón) / merluza. Cf. port. pescada.
porrón / botijo.
poza / charco. Cf. port. poça, charco.
rebeca / chaqueta [de punto].
ropero / armario / armario ropero.
taberna/bar (últimamente se impone «bar,).
tanque / lavadero [público].
temoso / pesado / molesto. Cf. port. teimoso, de más uso que en
esp., y el verbo teimar.
veedor / curandero / sanador.
zancajo / talón / calcañar. Cf. port. calcanhar, talão.
6. COROLARIO
-Então voces são espanhóis mesmo... diferentes?
-Somos, Nós somos espanhóis... espanhóis portugueses!
MANUEL JESÚS SANCHEZ FERNANDEZ
BIBLIOGRAFIA NO CITADA
R. Academia Española, Diccionario de la lengua española, Madrid, 1970 m,
198420, 199221.
E. Barajas, «Portugués y español: interinfluencias lingüísticas», en Actas de los
Encuentros de Ayuda, Olivenza, 1985, pp. 71-99.
D, «Toponimia portuguesa en Extremadura», en Encuentros/Encontros, 1
(1989), pp. 85-112.
«Préstamos lingüísticos portugueses en español», en Encuentros/Encontros, 2
(1993), pp. 15-36.
J. Corominas & J. A. Pascual, Diccionario crítico-etimológico castellano e his-
pánico, Madrid, 1986.
J. da C. Fernandes, Diccionario portugués-español, Dicionário EspanhoI-Portu-
gués, Barcelona, 19877.
M. Moliner, Diccionario de uso del español, Madrid, 1966-1967.
G. Salvador, «Lusismos», en Enciclopedia lingüística hispánica (II), Madrid, 1967,
pp. 239-261.