20.04.2013 Views

Illich Ivan - La sociedad desescolarizada.rtf - Mundo Libertario

Illich Ivan - La sociedad desescolarizada.rtf - Mundo Libertario

Illich Ivan - La sociedad desescolarizada.rtf - Mundo Libertario

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

universidad es necesaria para una crítica social sostenida.<br />

No cabe duda de que en este momento la universidad ofrece una combinación singular de<br />

circunstancias que permite a algunos de sus miembros criticar el conjunto de la <strong>sociedad</strong>.<br />

Proporciona tiempo, movilidad, acceso a los iguales y a la información, así como cierta impunidad -<br />

privilegios de que no disponen igualmente otros sectores de la población. Pero la universidad<br />

permite esta libertad sólo a quienes ya han sido profundamente iniciados en la <strong>sociedad</strong> de<br />

consumo y en la necesidad de alguna especie de escolaridad pública obligatoria.<br />

El sistema escolar de hoy en día desempeña la triple función que ha sido común a las iglesias<br />

poderosas a lo largo de la historia. Es simultáneamente el depósito del mito de la <strong>sociedad</strong>, la<br />

institucionalización de las contradicciones de este mito, y el lugar donde ocurre el ritual que<br />

reproduce y encubre las disparidades entre el mito y la realidad. El sistema escolar, y en particular<br />

la universidad, proporciona hoy grandes oportunidades para criticar el mito y para rebelarse contra<br />

las perversiones institucionales. Pero el ritual que exige tolerancia para con las contradicciones<br />

fundamentales entre mito e institución para todavía por lo general sin ser puesto en tela de juicio,<br />

pues ni la crítica ideológica ni la acción social pueden dar a luz una nueva <strong>sociedad</strong>. Sólo el<br />

desencanto con el ritual social central, el desligarse del mismo, y reformarlo pueden llevar a cabo<br />

un cambio radical.<br />

<strong>La</strong> universidad estadunidense ha llegado a ser la etapa final del rito de la iniciación más global que<br />

el mundo haya conocido. Ninguna <strong>sociedad</strong> histórica ha logrado sobrevivir sin ritual o mito, pero la<br />

nuestra es la primera que ha necesitado una iniciación tan aburrida, morosa, destructiva y costosa<br />

a su mito. <strong>La</strong> civilización mundial contemporánea es también la primera que estimó necesario<br />

racionalizar su ritual fundamental de iniciación en el nombre de la educación. No podemos iniciar<br />

una reforma de la educación a menos que entendamos primero que ni el aprendizaje individual ni la<br />

igualdad social pueden acrecentarse mediante el ritual de la escolarización. No podremos ir más<br />

allá de la <strong>sociedad</strong> de consumo a menos que entendamos primero que las escuelas públicas<br />

obligatorias reproducen inevitablemente dicha <strong>sociedad</strong>, independientemente de lo que se enseñe<br />

en ellas.<br />

El proyecto de desmitologización que propongo no puede limitarse tan sólo a la universidad.<br />

Cualquier intento de reformar la universidad sin ocuparse del sistema de que forma parte integral<br />

es como tratar de hacer la reforma urbana en Nueva York, desde el piso decimosegundo hacia<br />

arriba. <strong>La</strong> mayor parte de las reformas introducidas en el nivel de la enseñanza superior, equivalen<br />

a rascacielos construidos sobre chozas. Sólo la generación que se críe sin escuelas obligatorias<br />

será capaz de recrear la universidad.<br />

[59]<br />

El mito de los valores institucionalizados<br />

<strong>La</strong> escuela inicia asimismo el Mito de Consumo Sin Fin. Este mito moderno se funda en la creencia<br />

de que el proceso produce inevitablemente algo de valor y que, por consiguiente, la producción<br />

produce necesariamente demanda. <strong>La</strong> escuela nos enseña que la instrucción produce aprendizaje.<br />

<strong>La</strong> existencia de las escuelas produce la demanda de escolaridad. Una vez que hemos aprendido<br />

a necesitar la escuela, todas nuestras actividades tienden a tomar forma de unas relaciones de<br />

clientes respecto de otras instituciones especializadas. Una vez que se ha desacreditado al<br />

hombre o a la mujer autodidactos, toda actividad no profesional se hace sospechosa. En la escuela<br />

se nos enseña que el resultado de la asistencia es un aprendizaje valioso; que el valor del<br />

aprendizaje aumenta con el monto de la información de entrada; y, finalmente, que este valor puede<br />

medirse y documentarse mediante grados y diplomas.<br />

De hecho, el aprendizaje es la actividad humana que menos manipulación de terceros necesita. <strong>La</strong><br />

mayor parte del aprendizaje no es la consecuencia de una instrucción. Es más bien el resultado de<br />

una participación no estorbada en un entorno significativo. <strong>La</strong> mayoría de la gente aprende mejor<br />

"metiendo la cuchara", y sin embargo la escuela les hace identificar su desarrollo cognoscitivo<br />

personal con una programación y manipulación complicadas.<br />

Una vez que un hombre o una mujer ha aceptado la necesidad de la escuela, es fácil presa de<br />

otras instituciones. Una vez que los jóvenes han permitido que sus imaginaciones sean formadas

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!