Illich Ivan - La sociedad desescolarizada.rtf - Mundo Libertario
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envician con la necesidad de una cantidad cada vez mayor de del proceso o producto. <strong>La</strong>s<br />
instituciones de la izquierda que uno mismo pone en actividad tienden a ser autolimitantes. Al revés<br />
de los procesos de producción que identifican la satisfacción con el mero acto del consumo, estas<br />
redes sirven a un objetivo que va más allá de su uso repetido. Una persona levanta el teléfono<br />
cuando quiere decir algo a otra, y cuelga una vez terminada la comunicación deseada. A<br />
excepción hecha de los adolescentes, no usa el teléfono por el puro placer de hablar ante el<br />
receptor. Si el teléfono no es el mejor modo de ponerse en comunicación, las personas escribirán<br />
una carta o harán un viaje. <strong>La</strong>s instituciones de la derecha, como podemos verlo claramente en el<br />
caso de las escuelas, invitan compulsivamente al uso repetitivo y frustran las maneras alternativas<br />
de lograr resultados similares.<br />
Hacia la izquierda del espectro institucional, pero no en el extremo mismo, podemos colocar a las<br />
empresas que compiten entre sí en la actividad que le es propia, pero que no han empezado a<br />
ocupar la publicidad de manera notable. Encontramos aquí a las lavanderías manuales, las<br />
pequeñas panaderías, los peluqueros y, para hablar de profesionales, algunos abogados y<br />
profesores de música. Son por consiguiente característicamente del ala izquierda las personas<br />
que han institucionalizado sus servicios, pero no su publicidad. Consiguen clientes mediante su<br />
contacto personal y la calidad relativa de sus servicios.<br />
Los hoteles y las cafeterías se acercan algo más al centro. <strong>La</strong>s grandes cadenas hoteleras como<br />
la Hilton, que gastan inmensas cantidades en vender su imagen, a menudo se comportan como si<br />
estuviesen dirigiendo instituciones de la derecha. Y no obstante, las empresas Hilton y Sheraton no<br />
ofrecen nada más -de hecho frecuentemente menos- que alojamientos de precio similar y dirigidos<br />
independientemente. En lo esencial, un letrero de hotel atrae al viajero como lo hace un signo<br />
caminero. Dice más bien: "Detente, aquí hay una cama para ti", y no: "¡Deberías preferir una cama<br />
de hotel a un banco en el parque!" Los productores de artículos de primera necesidad y de la<br />
mayoría de los bienes efímeros pertenecen a la parte central de nuestro espectro. Satisfacen<br />
demandas genéricas y agregan al costo de producción y distribucción todo lo que el mercado<br />
soporte en costos publicitarios en anuncios y envases. Cuanto más básico sea el producto -<br />
trátese de bienes o servicios- tanto más tiende la competencia a limitar el costo de venta del<br />
artículo. <strong>La</strong> mayoría de los fabricantes de bienes de consumo se han ido mucho más a la derecha.<br />
Tanto directa como indirectamente, producen demandas de accesorios que hinchan el precio real<br />
de compra muy por encima del coste de producción. <strong>La</strong> General Motors y la Ford producen<br />
medios de transporte, pero también, y esto es más importante, manipulan el gusto público de<br />
manera tal que la necesidad de transporte se expresa como una demanda de coches privados y<br />
no de autobuses públicos. Vende el deseo de controlar una máquina, el correr a grandes<br />
velocidades con lujosa comodidad, al tiempo que ofrecen la fantasía al extremo del camino. Pero lo<br />
que venden no es tanto sólo un asunto de motores inútilmente poderosos, de artilugios superfluos<br />
o de los nuevos extras que los fabricantes han tenido que agregar obligados por Ralph Nader y los<br />
grupos que presionan en pro de un aire limpio. <strong>La</strong> lista de precios incluye motores acondicionados<br />
para volar, climatización; pero también comprende otros costes que no se le declaran abiertamente<br />
al conductor: los gastos de publicidad y de ventas de las empresa, el combustible, entretenimiento<br />
y repuestos, seguro, interés sobre el crédito, como también costes menos tangibles, como la<br />
pérdida de tiempo, el buen humor y el aire respirable en nuestras congestionadas ciudades.<br />
Un corolario particularmente interesante de nuestro examen de instituciones socialmente útiles es<br />
el sistema de carreteras "públicas". Este importante elemento del coste total de los automóviles<br />
merece un análisis más dilatado, pues conduce directamente a la institución derechista en la que<br />
estoy más interesado, a saber, la escuela.<br />
83<br />
Falsos servicios de utilidad pública<br />
El sistema de carreteras es una red para la locomoción a través de distancias relativamente<br />
grandes. En su condición de red, parecería corresponderle estar a la izquierda en el espectro<br />
institucional. Pero en este caso debemos hacer una distinción que esclarecerá tanto la naturaleza<br />
de las carreteras como la naturaleza de los verdaderos servicios de utilidad pública. Los caminos<br />
que son genuinamente para todo servico, son verdaderos servicios de utilidad pública. <strong>La</strong>s<br />
supercarreteras son cotos privados, cuyo coste se le ha encajado parcialmente al público.<br />
Los sistemas de teléfonos, correos y caminos son todos ellos redes, y ninguno es gratis. El<br />
acceso a la red de teléfonos está limitado por cobros sobre tiempo ocupado en cada llamada.