Illich Ivan - La sociedad desescolarizada.rtf - Mundo Libertario
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educativos puede ilustrarnos lo suficiente como para traspasar estas barreras políticas finales. <strong>La</strong>s<br />
escuelas públicas transfieren el control sobre los usos educativos de los objetos de manos<br />
privadas a manos profesionales. <strong>La</strong> inversión institucional de las escuelas podría dar al individuo el<br />
poder de volver a exigir el derecho a usarlos para su educación. Si el control privado o corporativo<br />
sobre el aspecto educativo de las "cosas" se lograse extinguir gradualmente, podría comenzar a<br />
aparecer un tipo de propiedad realmente pública.<br />
121<br />
Lonjas de habilidades<br />
Al revés de lo que ocurre con un guitarra, a un profesor de ese instrumento no se le puede<br />
clasificar en un museo, ni lo puede poseer el público, ni se le puede tomar en alquiler en un<br />
almacén de elementos educativos. Los profesores de habilidades pertenecen a una clase de<br />
recursos que es diferente de la de los objetos necesarios para aprender una habilidad. Esto no<br />
quiere decir que sean indispensables en todos los casos. Puedo alquilar no sólo una guitarra, sino<br />
también lecciones de guitarra grabadas en cintas y gráficos que ilustren los acordes, y con estos<br />
elementos puedo enseñarme yo mismo a tocar la guitarra. De hecho, este sistema puede<br />
presentar ventajas si las cintas disponibles son mejores que los profesores disponibles, o si las<br />
únicas horas en que puedo aprender guitarra son nocturnas, o si las melodías que quiero<br />
interpretar son desconocidas en mi país, o si soy tímido y prefiero meter la pata sin testigos.<br />
El canal usado para registrar los profesores de habilidades y comunicarse con ellos debe ser<br />
diferente al descrito para objetos. Una cosa está disponible a la petición del usuario -o podría<br />
estarlo- mientras una persona llega formalmente a ser una fuente de enseñanza de habilidades y<br />
sólo cuando consiente en serlo, y puede asimismo restringir la ocasión, el lugar y el método a su<br />
amaño. Es también necesario distinguir a los profesores de los iguales de los que uno desearía<br />
aprender. Los iguales que desean seguir una búsqueda común deben partir de unas capacidades<br />
o intereses comunes; se juntan para ejercitar o mejorar una habilidad que comparten: baloncesto,<br />
baile, construcción de un campamento, debate sobre las próximas elecciones. Por otra parte, la<br />
primera transmisión de una habilidad supone el reunir a alguien que posea una destreza con<br />
alguien que no la posea y quiera adquirirla. Un "modelo de habilidad" es una persona que posee<br />
una habilidad y está dispuesta a demostrar su práctica. Frecuentemente el aprendiz en potencia<br />
precisa el recurso de una demostración de esta clase. Los inventos modernos nos permiten<br />
registrar demostraciones en cinta, en películas o en gráficos; no obstante, sería de esperar que la<br />
demostración personal continuase gozando de gran demanda, especialmente en las habilidades de<br />
comunicación. En nuestro Centro, en Cuernavaca, han aprendido castellano unos diez mil adultos -<br />
en su mayoría personas muy motivadas que deseaban obtener una cuasi-fluidez en un segundo<br />
idioma. Cuando se les plantea la elección entre una instrucción cuidadosamente programada en un<br />
laboratorio de idiomas o sesiones rutinarias con otros dos estudiantes y una persona cuyo idioma<br />
nativo es el español y que se ciñe a un rutina rígida, la mayoría prefiere la segunda alternativa.<br />
Respecto de la mayor parte de las habilidades ampliamente compartidas, que una persona<br />
demuestre su habilidad es el único recurso humano que llegamos a necesitar u obtener. Ya sea<br />
para hablar o para conducir, para cocinar o para usar equipos de comunicaciones, a menudo<br />
apenas nos damos cuenta de la instrucción y el aprendizaje formales, especialmente después de<br />
nuestra primera experiencia con los materiales en cuestión. No veo la razón por la cual no<br />
pudiesen aprenderse de igual manera otras habilidades complejas, tales como los aspectos<br />
mecánicos de la cirugía y de tocar el violín, de leer o de usar listar y catálogos.<br />
Un estudiante bien motivado que no lucha contra una desventaja determinada a menudo no<br />
necesita más ayuda humana que la que puede proporcionar alguien que pueda demostrar a quien<br />
lo solicite cómo hacer lo que el aprendiz quiere hacer. Aquello de insistir a personas diestras en<br />
que antes de demostrar su habilidad certifique el ser pedagogos es el resultado de la insistencia de<br />
una de dos alternativas: o que la gente aprenda lo que no quiere saber, o bien que todos -incluso<br />
quienes sufren de alguna desventaja especial- aprendan ciertas cosas, en un momento dado de<br />
sus vidas, y preferiblemente en circustancias especificadas. Lo que crea una escasez de<br />
habilidades en el mercado educacional de hoy es el requisito institucional de que quienes pueden<br />
demostrarlas no puedan hacerlo a menos de otorgárseles pública confianza por medio de un<br />
certificado. Insistimos en que aquellos que ayudan a tercerso a adquirir una habilidad habría de<br />
saber también diagnosticar las dificultades de aprendizaje y se capaces de motivar a la gente a<br />
aspirar a aprender habilidades. En resumen, les exigimos ser pedagogos. Habría abundancia de<br />
personas que pueden demostrar habilidades tan pronto aprendiéramos a reconocerlas fuera de la