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COMUNICACIÓN
EDUARDO FERNÁNDEZ / Madrid
Un imperio sobre un paseo marítimo.
A la vista de todos, el océano,
quieto. Oculto, un río de alcohol que
no para de correr... Boardwalk Empire
es puro contraste, encarnado en
Enoch Nucky Thompson (Steve
Buscemi), tesorero valedor de la Ley
Seca a la vez que codicioso mercader
dedicado a los espiritosos. Por
esta serie sobre la Atlantic City de
1920 transitan muchas otras discordancias,
como que la producción y la
dirección del primer episodio de esta
obra para la televisión –sólo el piloto
costó 18 millones de dólares– estén
firmadas por uno de los más
grandes de la gran pantalla, Martin
Scorsese. Mañana, ese capítulo inaugural
llega a España (a las 22.15 horas
en Canal+). El pasado domingo,
la serie cerró su primera temporada
en EEUU.
Tanto abarca Boardwalk Empire
que el joven Al Capone es un mero
secundario ubicado en Chicago.
Stephen Graham lo interpreta: «Fue
un padre encantador y un buen marido.
Muy leal a su familia», explica
el actor sobre su demonizado personaje,
al otro lado de la línea. «La única
información que tenemos sobre él
está en las biografías. No hay registro
de su voz, ni grabaciones de su
vida. Queríamos crear un personaje
que nunca antes se hubiera visto.
Decidimos ponerle sentido del humor
negro. Es un Capone complejo,
de tres dimensiones, no sólo alguien
que patea al prójimo», añade.
Es ambas cosas. El mafioso en
ciernes de Boardwalk Empire responde
con una paliza a un periodista
que le pregunta por su implicación
en un asesinato. Cuando el reportero
anda escupiendo sangre
sobre el suelo del bar, Capone interrumpe
la sucesión de golpes: «¡Estoy
dándole una declaración!».
Graham, nacido en las afueras de
Liverpool (Kirkby), se ha especializado
en las cintas de tipos duros:
Snatch: cerdos y diamantes (Guy
Ritchie, 2000), Gangs of New York
(Martin Scorsese, 2002), This is England
(Shane Meadows, 2006), Enemigos
públicos (Michael Mann,
2009)... ¿Por qué? «Soy un hombre
felizmente casado, con dos hermosos
hijos a los que preparo la cena y
con los que juego. Es interesante interpretar
a personajes tan diferentes
a uno mismo. Aunque, bueno, nunca
haré de míster Darcy [el soltero de
oro de Orgullo y prejuicio]», rebate
Graham, quien también participa en
El intérprete Stephen Graham, en el papel de Al Capone, joven chófer y mafioso en ciernes en la ambiciosa ficción de HBO. /CANAL+
El eslogan de HBO sigue siendo válido. Temporada
tras temporada, su It’s not TV, it’s HBO (No
es TV, es HBO) continúa vigente. Cada nueva
apuesta de la casa que, para muchos, redefinió
la televisión en general y las series en particular,
tiene siempre categoría de acontecimiento.
Desde que se conoció la implicación de Martin
Scorsese en Boardwalk Empire, las expectativas
se dispararon. Los saltos de talentos cinematográficos
a la industria televisiva ya no sorprendían
demasiado, pero la del genio Scorsese
lógicamente sí lo hizo. Pocos personajes eran
menos televisivos que el director de Uno de los
nuestros o Casino y, sin embargo, ninguno había
más adecuado para darle impulso a la nueva
producción de HBO. Él dirige el primer episodio,
un brutal arranque que marca un punto
de inflexión en la industria televisiva, pues que
Scorsese haga tele certifica oficialmente el cambio
de paradigma. Ya no son sólo los grandes
negociantes (Spielberg, Bay…) los que ven el
potencial de la caja (ya no tan) tonta, sino que
ahora también los autores se lanzan al medio.
Boardwalk Empire es una historia de arribistas,
ambiciosos y supervivientes. Ambientada en
la Atlantic City de la prohibición, la serie gira en
torno a la figura de Enoch Nucky Thompson
(Steve Buscemi), corrupto cacique de una ciudad
mediocre. La intrincada red de amistades,
enemistades, secretos, envidias y rencillas que
se teje alrededor de Thompson, más que desenredarse,
se enreda ante nuestros ojos conforme
avanza la serie. El control de los inevitables negocios
relacionados con el alcohol se solapará
con las ambiciones políticas, y la independencia
de la propia Atlantic City peligrará. Nucky tendrá
que enfrentarse a sus propias debilidades, a
los errores del pasado, al ansia de poder de antiguos
y nuevos enemigos y a la creación de
nuevas amenazas. Su protegido, Jimmy Darmo-
EL MUNDO. DOMINGO 12 DE DICIEMBRE DE 2010
STEPHEN GRAHAM Actor de la serie de Martin Scorsese ‘Boardwalk Empire’, que se estrena mañana
«Al Capone fue un padre y marido encantador»
«Decidimos ponerle
al personaje sentido
del humor», explica
el actor de Liverpool
Guy Ritchie confió en
Graham por su cara.
Scorsese lo considera
«el Joe Pesci británico»
No es televisión, es HBO
ALBERTO REY
la serie británica This is England 86.
En esa lista cinematográfica, destacan
dos directores. Primero, Ritchie,
quien quedó impactado por
su rostro de pillo en la audición para
el corto Hard Case (1995): «Fui
sólo para acompañar a un amigo.
Ritchie apareció por allí y me dijo
‘Me gusta tu cara’», recuerda. Después,
Scorsese, «un director apasionado
de los detalles» que lo alistó
en las bandas de Gangs of New
York y le aseguró nuevos papeles,
promesa que Boardwalk Empire ha
hecho realidad: «Me solía llamar el
Joe Pesci británico, un cumplido
fantástico», cuenta Graham con sus
palabras mascadas en el acento
scouse de Liverpool.
No le ha costado adaptarse al hablar
cockney de Londres (Snatch)ni
a la cadencia de Chicago (Enemigos
públicos). «Solía cambiar de acento
para entretener a la familia», reconoce.
En el caso de Capone... «Tuve
suerte, porque uno de los electricistas
en el rodaje era de Brooklyn, así
que se convirtió en mi entrenador».
Efectivamente, Capone nació en
Brooklyn, no en Chicago. «Empieza
siendo un conductor y espero que lo
lleguemos a ver en el puesto más alto»,
relata Graham, quien, puesto a
prueba, demuestra que conoce del
mafioso hasta las curiosidades a las
que todavía no ha dado respuesta la
serie. «Tenía cicatrices en la cara
porque, cuando era un chaval y trabajaba
de camarero, una joven entró
en el bar y su hermano, un gángster,
sacó una navaja y se la cruzó tres veces
por la cara, sin que Capone hi-
dy (Michael Pitt) entrará en contacto con un aún
desconocido Al Capone (Stephen Graham),
mientras en su propia casa Thompson estará
entre dos mujeres: la cada vez menos dócil Margaret
(Kelly Macdonald) y Lucy (una explosiva
Paz de la Huerta), su caprichosa amante. Los
círculos se cerrarán peligrosamente, mucho tendrá
que cambiar para que todo siga igual y más
de uno caerá por el camino.
Eso y mucho más es Boardwalk Empire,
una superproducción de época digna del Hollywood
dorado. Ambientada con meticulosidad
extrema, pero lejos de ser un bonito envoltorio
vacío, pues su interior es aún más sofisticado
que su apariencia. Apoyada en el
talento de su creador, Terence Winter (Los Soprano),
en unos guiones brillantísimos y en la
impecable interpretación de un omnipresente
Steve Buscemi, la serie se merece sin duda el
título de «acontecimiento televisivo del año».
Es cine pero es tele, es nueva pero huele a clásico
y es TV pero no es TV, porque es HBO.
Alberto Rey es el autor del blog de ELMUNDO.es
Asesino en serie.
ciera nada. Cuando Capone llegó a
la cumbre, contrató a ese tipo como
guardaespaldas, lo cual es bastante
inteligente, creo yo». El alcohol también
acabó por poner a su servicio a
la Ley seca. Capone, de momento, es
un peón en el imperio. Pero Boardwalk
Empire va para largo.
DELMUNDO.es
Z Vídeo:
Vea un adelanto de la nueva serie.
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