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LA%20LUZ%20DIAMANTINA%20-Curso%20Esoterico

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SITUACIÓN<br />

La Quinta es nuestra Actual Raza, la “ARIA”. De los pocos Semitas que<br />

permanecieron fieles a su Espíritu Guía y a su Manú, se originó esta Raza-Raíz<br />

que geográficamente tuvo su foco de dispersión en el Asia<br />

Central. El quinto Continente era América, pero como está situado en<br />

sus antípodas, los Ocultistas Indo-Arios mencionaron generalmente a<br />

Europa y al Asia Menor, casi contemporáneos de aquél, como el quinto.<br />

Si su enseñanza siguiese la aparición de los Continentes en su orden Geológico<br />

y Geográfico, entonces esta clasificación tendría que alterarse,<br />

pero como el orden sucesivo de los Continentes se hace que siga el orden<br />

de la EVOLUCIÓN de las RAZAS, desde la Primera a la Quinta (nuestra Raza<br />

actual), EUROPA tiene que llamarse El Quinto Gran Continente.<br />

COMENTARIOS<br />

Partiendo prácticamente de cero, los Arios se vieron en la necesidad de<br />

elaborar toda una Cultura. Desprovistos de sus anteriores facultades<br />

psíquicas y de los antiguos y avanzados recursos tecnológicos de la precedente<br />

Raza Atlante. Totalmente supeditados a un confinamiento en el<br />

Plano Físico, y desconectados de toda realidad más profunda. Por supuesto<br />

esta descripción es un tanto global y no puede aplicarse de la misma<br />

manera a todos los focos de los primitivos Arios. En el caso de los<br />

EGIPCIOS, por ejemplo, existió una suave transición entre la Cuarta Raza y<br />

la Quinta, y una gran parte de la Ciencia Espiritual, así como sus aplicaciones<br />

técnicas, sobrevivieron durante largos años. Pero este no fue el caso<br />

más común. La norma a partir de entonces fue el que los antiguos Guías<br />

Espirituales rehuyeran en lo posible la proximidad a los hombres, para dejarlos<br />

liberados a sus propias fuerzas y al libre ejercicio de su facultad<br />

intelectual y discernidora. De esta forma comenzó el curso de una nueva<br />

ETAPA de la humanidad. Ocasionalmente descendían entre ellos miembros<br />

de humanidades avanzadas de otros planetas, que les introducían en<br />

el conocimiento de algunas prácticas elementales pero necesarias para su<br />

desarrollo, tales como el uso y la producción del FUEGO, la manipulación<br />

de los Metales, o los principios de la agricultura y la ganadería.<br />

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