El Plec Núm. 3 1,78 Mb - UGT

empreses públiques i agències
Empresa Pública i Doble Moral
La empresas públicas son aquellas entidades de derecho
público sujetas al derecho privado, a través de las cuales la
administración pública presta determinados servicios específicos
a los ciudadanos, y que forman parte de
la llamada “administración institucional”.
Gozan de personalidad jurídica propia aunque
son dependientes de la administración, y
de ahí el hecho que sean entidades de
derecho público.
Sin embargo están sujetas al derecho
privado, lo cual les permite actuar y competir
con otras entidades privadas en su sector
o ámbito de actividad. A pesar de ello, su
actuación en el sector privado no se
desarrolla en igualdad de condiciones que cualquier otra
empresa, ya que por un lado no están obligadas a la obtención
de beneficios y, por otro, en su financiación participa la
administración pública, lo cual, como es obvio, les otorga
un margen de ventaja importante con respecto a cualquier
otra entidad.
Su función social es necesaria y puede entenderse como
lógico que su actividad se desarrolle, respecto de su cliente
externo y/o su competidor, en el ámbito del derecho privado.
¿Pero es necesario que también se vista de derecho privado
en sus relaciones internas ? La administración de la
Generalitat de Catalunya ha incidido, y
mucho, en el desarrollo de una política de
conciliación de la vida laboral y personal
de sus trabajadores (funcionarios y
laborales), y ha establecido márgenes de
actuación que le permitan actuar bajo los
principios más elementales de la
“responsabilidad social”. Con este escenario,
¿Cómo puede la administración permitir que
entidades que le son dependientes no
atiendan sus principios más básicos de
actuación en materia de conciliación,
amparándose en su sujeción al derecho
privado ? O incluso, ¿Cómo puede permitir
que haya empresas públicas que contravengan la normativa
laboral con absoluta impunidad?
Por citar algunos ejemplos, CPNL (Consorci de Normalització
Lingüística de Catalunya) ha despedido a una trabajadora
que se encontraba en estado de gestación. COPCA (Consorci
de Promoció Comercial de Catalunya) ha estado vinculada
como única normativa convencional al Convenio Colectivo
de Oficinas y Despachos, y no ha sido hasta este año 2008
en que han incluido la regulación sobre conciliación en su
marco normativo.
En estos momentos se está gestando una agencia que
fusiona COPCA y CIDEM (acció10), y a la vez se están
“negociando” sendos acuerdos de condiciones laborales
para las dos entidades por separado, cuando lo lógico en
una entidad pública y coherente, ya que el anteproyecto
Gozan de personalidad
jurídica propia aunque
son dependientes de la
administración, y de ahí
el hecho que sean
entidades de derecho
público.
¿Es o no una
incongruencia que
organismos
dependientes de la
Generalitat se
nieguen a aplicar la
normativa que la
propia Generalitat ha
generado?
d e l a G e n e r a l i t a t
de la ley de política industrial establece en su artículo 41
“El personal de l'agència es vincula amb l'Administració
de la Generalitat mitjançant una relació de caràcter
laboral”, seria unificar las condiciones
laborales de los trabajadores mediante
la adscripción al Conveni Col.lectiu Unic
del Personal Laboral de la Generalitat.
Seria lo normal pero cualquier
aproximación a “lo público” les da pánico
y prefieren que un consultor externo les
haga una valoración de puestos a medida
y que otro consultor externo les asesore
en la negociación colectiva, y en ambos
casos no creo que sea de forma gratuita,
sino utilizando parte de la financiación que les procura la
administración de la que no quieren oir ni hablar. Así,
toda su preocupación es eliminar los períodos de “jornada
intensiva” y el complemento por antigüedad o trienios,
pues huelen a administración y “dañan la imagen de la
empresa”.
¿Es o no una incongruencia que organismos dependientes
de la Generalitat se nieguen a aplicar la normativa que la
propia Generalitat ha generado? La excusa de la actuación
en el ámbito privado ya hemos visto que no sirve, en
tanto que ésta debe limitarse a sus operaciones externas
y no a su cliente interno, no a los
trabajadores que son los que le dan prestigio
y hacen que sus resultados sean óptimos.
Cuando las entidades más importantes basan
gran parte de su actividad en la satisfacción
de sus trabajadores como incentivo a su
rendimiento y como forma de implicación
de éstos para con la organización, hay
empresas de la Generalitat que reniegan de
“lo público”, que entienden que la jornada
debe ser partida todo el año, que los sueldos
deben fluctuar entre las valoraciones de
puestos de trabajo poco objetivas y los
complementos por “resultados” no
consolidables y sujetos a los “beneficios” de la empresa.
Huyen de cualquier aspecto que les asimile a “los
funcionarios”, de cualquier normativa garantista que permita
unas relaciones laborales de consenso, de haber de trabajar
con los sindicatos para el desarrollo y mejora de las
condiciones de los trabajadores.
Aunque bien pensado, es hasta cierto punto lógico. Algunos,
por que llevan muchos años dirigiendo estas empresas y
siguen allí, así pues, ¿para que cambiar, y otros recién llegados
por que quieren hacer méritos para mantenerse muchos
años, aun a costa de los trabajadores. ¿Es o no una doble
moral que la Generalitat nombre y/o mantenga cargos de
confianza que vulneren o ignoren la normativa que ella misma
ha creado ?
Esteve Sànchez i Barrau
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