A LA ESCUCHA DE LA MUJER DE HOY - Teléfono de la Esperanza

nº 219 I SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2007 I A FONDO
hace “visible” a partir del momento en que
soy conocida. Fui educada en un hogar con
un cuadro de violencia muy duro. Mi madre
era una mujer muy valiente y cuando salimos
de todo el horror y salimos vivas, mi casa se
convirtió un espacio de acogida. Recuerdo cómo
en mi casa entraban mujeres que acababan de
sufrir una agresión, y allí se escondían hace
muchos años, cuando, en este país, ser una
mujer maltratada era poco menos que ser una
prostituta, estabas marcada y eras culpable.
Mi madre se negó a aceptar esa historia. Se
rebeló contra todo el sistema y llegó hasta
el tribunal de La Rota. Por todo eso pagó un
precio, evidentemente. Fui educada en la
idea de que el mundo no era lo mismo para
hombres que para mujeres y que la solidaridad
era algo natural. Desde muy niña trabajé lo
que era la palabra justicia. Luego milité en
movimientos de la iglesia de izquierdas, que en
el norte jugó un papel importante. Cuando nos
trasladamos a Valencia, porque tienes que huir
para salvar tu vida y la de tus hijas, dejándolo
todo, rompiendo con todo, como si fueras un
refugiado, empecé a trabajar en movimientos
de barrio. Y llevo trabajando toda mi vida.
Tu nuevo disco se titula Tiempos Rotos
Sí, es un disco que sale después de casi cinco
años y que recoge todo lo que ha sido el aprendizaje
de estos años, el análisis del mundo con
la perspectiva del género; va acompañado de
imágenes de muchos de los lugares en que he
estado. Es un disco en el que se mezcla el rock
con el pop con la música étnica.
¿Crees que vivimos tiempos rotos?
Sí, es fundamental que los tiempos se quiebren
para que haya una transformación.
Entonces ¿tiempos rotos, para bien?
Para bien.
Pero dolorosos
Evidentemente, como todas las rupturas.
Todas las crisis tienen un proceso, uno se
hunde, pero aprende a seguir adelante.
Y el futuro, ¿es de las mujeres?
¡Por supuesto! No sólo el futuro es de las
mujeres, es que si no se feminiza al mundo de
las naciones, de la política, vamos directamente
al desastre, a la desaparición de la especie.
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