Butlletí Oficial del Bisbat de Mallorca

cualquiera de sus miembros. Hoy junto a la Mare de Déu de la Salut,
junto a María, vamos a ofrecer la Eucaristía, fiesta de la Virgen
de Lourdes, vamos a rezar por todos los enfermos de Mallorca, por
todos los que estáis aquí y todos aquellos que están sufriendo en
cualquier rincón de nuestra comunidad diocesana.
Ponemos en manos de María, como en las bodas de Caná,
nuestra necesidad, nuestra enfermedad, nuestro dolor, nuestro sufrimiento,
nuestro desvalimiento. Le pedimos, a María, que haga,
como ha dicho Juan en el evangelio aquel día, que impulse el milagro
de Jesús de transformar nuestras penas, el agua de nuestras
vidas, en el vino de la alegría, de la esperanza, de la salvación, como
consiguió de Jesús allá en Caná en aquellos años. De verdad que
María, que además tiene aquí en Palma, en nuestra ciudad, esa advocación
entrañable desde tiempos del Rei en Jaume, acompañando
con su imagen a los cristianos, a nuestros antepasados, a nuestros
padres y abuelos durante generaciones, Mare de Déu de la Salut.
¡Qué nombre más bonito, qué advocación más acertada! Fuente de
la salud que arranca de su Hijo salvación, salud del cuerpo y del
alma, esperanza e ilusión en nuestras vidas de transformar el agua
en vino que da gozo, el vino de la Nueva Alianza en cada una de
nuestras vidas.
Pongamos en manos de la Mare de Déu de la Salut a todos los
que estamos aquí, a nuestros enfermos y a nuestras necesidades,
y que Ella sea, haciendo y actuando de Madre e intercesora, la que
consiga para cada uno de nosotros luz en nuestras oscuridades,
esperanza en nuestra desesperación, amor y compañía de Dios en
nuestras soledades. Que sea la intercesora de todos nosotros en
tantas crisis, en una época tan compleja como la nuestra, para ser
personas positivas, sin miedo, con coraje, capaces no solo de estar
transformados por la gracia de Dios, sino también de transmitir ilusión,
cosas positivas, esperanza, ganas de actuar, ganas de futuro,
a pesar de los obstáculos y de las dificultades. Que seamos portadores
de esperanza, gente que levanta a los demás, que no pone a
los otros más obstáculos, que hace fácil la vida a los enfermos y a
los sanos. Dios os bendiga. María interceda por nosotros. Así sea.
Muchas gracias.
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