Oratoria es un hombre fuerte y Declamación es una mujer muy bella.
Oratoria es un hombre fuerte y Declamación es una mujer muy bella.
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EL ESTILO ORATORIO<br />
No se habla como se <strong>es</strong>cribe. La lengua hablada tiene sus propias ley<strong>es</strong>, que<br />
no son las mismas de la lengua <strong>es</strong>crita. El lenguaje oral permite -y a<strong>un</strong> más,<br />
nec<strong>es</strong>ita- repeticion<strong>es</strong>, suspensos, interrogacion<strong>es</strong>, exclamacion<strong>es</strong> y toda <strong>un</strong>a<br />
suerte de procedimientos que no son aconsejabl<strong>es</strong> en la composición <strong>es</strong>crita.<br />
CUALIDADES DEL ESTILO ORATORIO<br />
• Verdad. En primer lugar, la palabra hablada debe ser verdadera; significa aquí el<br />
acuerdo entre lo que pensamos y lo que decimos, <strong>es</strong> decir, no ser artificiosos,<br />
falsos. Un <strong>es</strong>tilo que no sea verdadero no tiene ning<strong>un</strong>a probabilidad de<br />
imponerse, porque no brota de adentro del alma. Debemos hablar como nos <strong>es</strong><br />
natural, y emplear los recursos aprendidos a medida que ellos vayan incorporándose,<br />
naturalmente, a nu<strong>es</strong>tra manera de pensar y de decir. Hay que volar hasta<br />
donde nos llevan las propias alas, con <strong>un</strong> <strong>es</strong>tilo verdadero que nos sea propio y<br />
natural.<br />
• Claridad. Este principio se apoya en el más elemental sentido común: hablamos<br />
para com<strong>un</strong>icarnos con el prójimo y <strong>es</strong>ta com<strong>un</strong>icación <strong>es</strong> imposible si no nos<br />
expr<strong>es</strong>amos con claridad, la cual <strong>es</strong>tá en relación con la mentalidad común del<br />
auditorio y la naturaleza del tema. Es <strong>un</strong> error <strong>muy</strong> común el creer que <strong>un</strong> discurso<br />
<strong>es</strong>tá mejor hecho cuando más insólitos son los términos que se emplean. Conviene<br />
prevenirse, sin embargo, contra la idea de que la claridad y sencillez del habla sean<br />
lo mismo que el habla vulgar, insípida y elemental. Una cosa <strong>es</strong> decir pensamientos<br />
prof<strong>un</strong>dos, con sencillez, y otra <strong>muy</strong> distinta decir necedad<strong>es</strong> en forma también<br />
sencilla.<br />
• Belleza. Un discurso <strong>es</strong> también <strong>un</strong>a obra de arte, y por ello debe cumplimentar la<br />
belleza, la cual debe <strong>es</strong>tar subordinada a la finalidad del mismo, al auditorio y al<br />
tema. Un discurso científico será bello cuando sea claro, bien organizado, sobrio,<br />
demostrativo y algo elegante. Un sermón sacro, en cambio, para ser bello tendrá<br />
que conmover hasta lo más prof<strong>un</strong>do el corazón y la mente de los feligr<strong>es</strong><strong>es</strong>, elevar<br />
el <strong>es</strong>píritu hasta el éxtasis religioso, y provocar en ellos el amor infinito, y <strong>es</strong>to sólo<br />
se consigue con la sublimidad oratoria.<br />
• Vitalidad. La palabra hablada debe tener <strong>un</strong>a <strong>es</strong>pecial vitalidad, calor, fuerza,<br />
realidad; lo contrario de <strong>es</strong>to <strong>es</strong> el discurso pálido, mortecino, sin dinamismo, frío,<br />
que se dice sin pasión ni sentimiento. No por ello involucrará g<strong>es</strong>tos d<strong>es</strong>m<strong>es</strong>urados,<br />
fras<strong>es</strong> pomposas, epítetos altisonant<strong>es</strong> y toda <strong>un</strong>a serie de defectos en que<br />
suelen incurrir los orador<strong>es</strong> de teatro. El buen orador sabe cómo variar los modos<br />
de su discurso con procedimientos formal<strong>es</strong>. Alterna las fras<strong>es</strong> cortas con las largas,<br />
intercala anécdotas, d<strong>es</strong>lumbra súbitamente con <strong>un</strong>a frase prof<strong>un</strong>da, hace la<br />
broma oport<strong>un</strong>a cuando llega el momento, llama la atención con <strong>un</strong> g<strong>es</strong>to, profiere<br />
interrogacion<strong>es</strong> y exclamacion<strong>es</strong>, interpela a <strong>un</strong> oyente, invoca a la patria o a Dios,<br />
jura, efectúa citas, guarda silencio, acelera o retarda la velocidad de su discurso,<br />
eleva o baja el tono de la voz.<br />
•Adecuación. Una cualidad importantísima en retórica, se logra subiendo o bajando<br />
el lirismo de acuerdo a la altura del as<strong>un</strong>to, d<strong>es</strong>de el lenguaje familiar al solemne