esta improbable - Zoo de Barcelona

cos, los cuales se hallan, en una escala ponderada
de valores, al nivel de los Jardines Botánicos
o de los Museos en sus variadas clases.
Sin necesidad de llegar a exégesis profundas o
a razonamientos muy aquilatados, tal carácter
se desprende de la propia naturaleza intrínseca
de estas Instituciones, que al mostrar al visitante,
sea o no turista, con la acepción que a
este vocablo da el preámbulo de la Ley de 8 de
julio de 1963, el variado, fantástico y misterioso
mundo de numerosas especies de la fauna, produce
en su espíritu un doble impacto al acudir
a él, las más variadas impresiones sobre pueblos,
razas y confines geográficos repartidos a
lo largo y a lo ancho de nuestro planeta y, también,
al vaciarlo, pudiéramos decir en términos
biológicos, de las preocupaciones del diario y
duro batallar para dejar en él espacio libre y adecuado
al reposo y recreo de la mente al contemplar
el espectáculo de la naturaleza viva con
su increíble variedad, la singularidad de sus
características, las diferentes formas de su comportamiento
e incluso el brillante colorido de numerosas
especies y tantos otros factores que
contribuyen de manera decisiva a prestar un
poderoso atractivo, apasionante en ocasiones, a
los Jardines Zoológicos que paulatinamente y
en la medida en que se perfeccionan sus instalaciones,
se amplían sus colecciones y se agilizan
sus servicios, polarizan más y más el interés
del turismo, tanto nacional como extranjero.
Pehcano común Pelecanus onocrotalus
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