esta improbable - Zoo de Barcelona

a) Dehesa de El Saler: Procurar, en la medida
de lo posible, la conservación intacta de la
comunidad vegetal que vive en esta franja arenosa.
Mantener inalterada la zona boscosa que linda
con el lago de la Albufera.
b) lago de la Albufera: Establecer una zona
perimetral de protección en la que no se permita
introducir cambios de ninguna índole, tales como
edificios, carreteras, nuevos cultivos, etc. Su anchura
mínima debería ser de 500 metros.
2. Insecticidas.
Urge reglamentar su empleo en cuanto a calidad,
cantidad y tiempo, protegiendo la fauna lacustre
de los graves daños que ocasiona su uso
indiscriminado y abusivo.
3. Aguas negras y residuos industriales.
Construcción de un colector que lleve al mar
las aguas negras que hoy se vierten en el lago.
Inmediato y efectivo control de los vertederos
de las industrias y aplicación urgente de las
norrnas legislativas vigentes que disponen la
instalación de estaciones depuradoras y establecen
los límrtes máximos de residuos venenosos
permitidos a la salida de los vertederos.
4. Caza.
Veda mas amplia, coíncrdente con la establecida
para el resto de la caza menor en España.
Creación del Refugio Ornitológico citado, en
la «Mata del Fang».
5. Dragado.
Realización de un dragado científicamente estudiado,
de acuerdo con las directrices anteriormente
precon izadas.
6. Asesoramiento.
Como complemento imprescindible de todas
las medidas citadas y para proceder siempre
con las garantías que requiere la conservación
de un biotopo tan importante, se ha solicitado
del Excmo. Ayuntamiento de Valencia la puesta
en marcha de unas Comisiones Asesoras, integradas
por representantes del Ayuntamiento y
por científicos que, conjuntamente estudien y
solucionen las cuestiones que pueda plantear la
pervivencia de la Dehesa de El Saler y el lago de
la Albufera.
Como puede observarse, todas estas conclusiones
coinciden exactamente con las adoptadas
en la antes citada SEMANA BIOLOGICA que
se celebró en Valencia en noviembre de 1968
y que, hasta ahora, tan escasa trascendencia
práctica ha tenido.
Pensamos que la conservación de estos parajes
maravillosos bien merecen el esfuerzo de
todos aquellos que nos interesamos en proteger
los escasos reductos de la naturaleza que, en
mayor o menor medida, se han salvado de la
acción transformadora del hombre.
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