esta improbable - Zoo de Barcelona

Mucho hemos oído hablar de estos bellos
animales. Poco es en realidad lo que sabemos
de sus costumbres y de su estructura. En zoología
se conocen muchas clases de medusas;
unas son de pequeñas dimensiones y dependen
de otros organismos llamados pólipos, a los
que a primera vista no se parecen en nada.
Otras medusas son, por el contrario, totalmente
independientes, tienen su vida particular, generalmente
son de gran tamaño y bellos colores.
Finalmente, existe un tercer grupo que si
en realidad no se puede considerar incluido entre
las verdaderas medusas, son también flotantes
y de caracteres muy parecidos.
Una medusa aparece a la vista de un espectador
cualquiera como una sombrilla que se
mueve suavemente de un lugar a otro, mecida
por las olas. Como una sombrilla tiene su tela
y su mango. Su anatomía es muy simple; en su
interior existen una serie de canales que arrancan
de una cámara central que es el estómago.
Los canales son conductos que al mismo tiemp~
que distribuyen por todo el organismo el
alimento ya digerido, cumplen el papel de aparato
circulatorio; en las medusas, como en sus
herrnanos los pólipos, no existe ni sangre, ni
corazón, ni arterias, ni venas. Son animales extremadamente
simples. Los bordes de la sombrilla,
que recibe el nombre de umbela, presentan
en algunas medusas pequeños tentáculos,
que en algunas especies tienen una longitud
muy considerable; tal es el caso de la cabellera
de Venus, nombre que alude a la longitud y
Dr. CARLOS BAS
abundancia de estos tentáculos. Los verdaderos
se hallan en la parte central, en lo que pudiéramos
confundir con el mango del paraguas o
som~rilla. Estos tentáculos constituyen el manubrio,
En muchas especies son largos, pero en
otras, tal es el caso de Rizosthoma pulmo, son
muy cortos y bellamente coloreados. En su centro
se encuentra la boca. Es la única entrada
que poseen estos animales. El agua con las
susta~cias ~Iimenticias penetra por la boca y
pasa inrnediatamente a la cámara gástrica en
cuyas paredes se encuentran las células encargadas
de captar las pequeñas partículas alimenticias
que están en suspensión en el agua. Una
vez ya digeridas pasan por ósmosis a través
de la pared celular las sustancias que poco a
poco se van asimilando. El agua que circula por
los canales es rica en oxígeno y es utilizada para
la respiración celular de estos bellos animales.
Carecen de pulmones, de branquias y de tráquea,
pero todo el organismo es capaz de retener
el oxígeno disuelto en agua que empapa todo
el animal.
Su constitución química es muy sencilla, pues
una gran parte es simplemente agua. Su vistosidad
y su delicada estructura hacen saltar a la
mente dos interrogantes: ¿cómo se orientan
en el mar? y ¿cómo se defienden de sus enemigos?
Ciertamente tanta sencillez y cuerpo tan
frágil parecen difícilmente sostenibles. Sin embargo,
es en estos organismos donde aparecen
por primera vez en su anatomía, síntomas de
elementos específicos para su orientación; efectivamente
existen en el borde de la umbela unas
diminutas bolsitas llenas de líquido y en él
diminutas concreciones calcáreas (estatocistos)
encargadas de captar de manera rudimentaria,
pero eficaz, el sentido de la orientación en estos
animales.
En sus próximos parientes los pólipos no son
perceptibles los órganos de equilibrio. Tal ausen-
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