El castillo de Acapulco
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Episodios !-I:sfOricos Mexicanos<br />
XXII<br />
Represéntense mis lectores la sorpresa que D. Martin recibiria<br />
al oir <strong>de</strong>cir a D. Cristóbal.<br />
—Amigo licenciado, si ya ha <strong>de</strong>scubierto usted al infame caba-<br />
ilerito contra el cual vino a quearse ml <strong>de</strong>sventurado primo An-<br />
tonio, comunIquemelo al instante para darme la satisfacción <strong>de</strong><br />
saltarle la tapa <strong>de</strong> los sesos.<br />
—Pero vamos a ver, amigo D. Cristóbal, Jquë les ha pasado a<br />
uste<strong>de</strong>s que tan irritado se muestra?<br />
—Hemos sido victimas <strong>de</strong> un atroz atropello, <strong>de</strong> un verda<strong>de</strong>ro<br />
crimen.<br />
—Expliquese uted.<br />
—Segün yo me lo hahIa iIgurado, el tal jinete <strong>de</strong>l cahallo retin-<br />
to-golondrino no se Ilegaba a las tapias <strong>de</strong> nuestra casa por el solo<br />
gusto <strong>de</strong> <strong>de</strong>strozar mis milpas.<br />
—Por qué entonces?<br />
—Ese hombre tenia la intención <strong>de</strong> seducir a la hija <strong>de</strong> Anto-<br />
nio, y hoy ha Ilevado a cabo su infame plan y verificado el rapto.<br />
—<strong>El</strong> rapto <strong>de</strong> quién?<br />
—De quién ha <strong>de</strong> ser, hornbre, <strong>de</strong> quién ha <strong>de</strong> ser? <strong>de</strong> Margari-<br />
ta, <strong>de</strong> la hija <strong>de</strong> Antonio Rivas.<br />
D. Martin se encontraba erivuelto en un mar <strong>de</strong> confusiones; le<br />
parecla imposible que a sus años tales aventuras corriese el ex-co-<br />
mandante.<br />
—Pero está usted seguro.—preguntO a Cristóbal,—<strong>de</strong> que el<br />
individuo que ha verificado el rapto sea el mismo que <strong>de</strong>strozó la<br />
milpa?<br />
—Segurisimo, lo mismo que en el dIa anterior montaba esta ma-<br />
ñana el caballo retinto-golondrino.<br />
—Pero...<br />
—En fin, amigo licenciado, lo que ahora me imporra es saber si<br />
usted ha dado ya con el individuo en cuestiOn.<br />
—Si, señor, y tanto que tengo ya en mi po<strong>de</strong>r los trescientos pe-<br />
sos que D. Antonio ha reclamado.<br />
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