El castillo de Acapulco
El castillo de Acapulco
El castillo de Acapulco
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>El</strong> Castillo <strong>de</strong> <strong>Acapulco</strong><br />
—Pero, segun parece, ;tc has olvidado <strong>de</strong> la horca?<br />
—No, pero tambitn <strong>de</strong> ella nos escaparemos.<br />
-;Lo has pensado bien?<br />
—;Acaso tienes miedo?<br />
—( Miedo yo? mal me conoces.<br />
—Pues lo parece.<br />
—P(co has <strong>de</strong> vivir si no te convences pronto <strong>de</strong> Jo contrario.<br />
—Allã veremos; pero en fin, lo que irnporta es que me ayu<strong>de</strong>s a<br />
dar el golpe; ya Jo sabes: t6 te lanzas sobre Ia muchacha, La amarras<br />
bien y le tapas La hoca: yo <strong>de</strong>jo seco a D. Antonio <strong>de</strong> una punalada<br />
6 <strong>de</strong> las que se necesiten; montamos en los caballos, que<br />
han <strong>de</strong> ser buenos; nos apo<strong>de</strong>ranios <strong>de</strong>l saquillo <strong>de</strong> las onzas <strong>de</strong><br />
oro, y mañana IiOS unimos a la primera partida <strong>de</strong> insurgentes que<br />
encontraremos y all1 que vayan a buscarnos.<br />
Alboreaba apenas la primera luz <strong>de</strong>l dIa. cuando el gran portón<br />
<strong>de</strong> salida <strong>de</strong>l Molino, seabrió <strong>de</strong> par en par dandopaso a D. Antonio<br />
y su hija, jinetes ambos en dos magnIficos corceles.<br />
Margarita v su padre, sin que iii un solo hombre les acompañara,<br />
se alejaron bien pronto <strong>de</strong>l Molino y <strong>de</strong>saparecieron al fin.<br />
Un cuarto <strong>de</strong> hora <strong>de</strong>spués, dos hombres <strong>de</strong> mala traza, con las<br />
caras cubiertas con unos pañuelos <strong>de</strong> seda, salieron <strong>de</strong> UOOS matorrales<br />
y tnarcaton el alto a los viajeros, lanzándosë incontineriti<br />
sobre ellos.<br />
Antes que D. Antonio huhiera podido tomar sus pistolas, uno<br />
<strong>de</strong> los maihechores Ic <strong>de</strong>rribó <strong>de</strong>l caballo, y vIctima y verdugo rodaron<br />
confundidos en ci polvo.<br />
Aterrada Margarita, soltó las riendas <strong>de</strong> su corcel, que parrió ininediatamente<br />
<strong>de</strong>sbocado y con violencia tal, que al encontrarse<br />
COIl Carlos <strong>de</strong> Armendáriz, quc acudla en su auxilio. le dió golpe<br />
tal, que ci joven se viO <strong>de</strong>spedido <strong>de</strong> su silla y fud a chocar contra<br />
Un árhol, a cuyo pid quedó privado <strong>de</strong> sentido.<br />
La joven no pudo recoiiocerle, y arrastrada siempre en vertigiriosa<br />
carrera, fué a caer a su vez entre los árboles <strong>de</strong>l bosque <strong>de</strong><br />
Chapultepec, lauzada también por su cahallo.<br />
Todo esto tue extraordinariamente rápido. obra <strong>de</strong> un momento<br />
casi inapreciabic, imposihie <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>scrito con palabras que puedan<br />
dar i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> su brevedad.<br />
Los autores <strong>de</strong> aquella catastrofe, apenas se distingulan en Lou-<br />
1431